Tony the Tiger
Anthony "Tony" Tiger (Tigre Toño en los Méxicos), el felino, el vendedor compulsivo, nuestra mascota favorita, quien ha sufrido en carne propia los embates del capitalismo tardío y ha sabido salir adelante siempre con una palabra de aliento comercial para aquellos niños que consumen sus cereales azucarados.
Sobre él se pueden decir mil cosas, pero sólo atenderemos a las más importantes, que son las que lo convierten en un símbolo ejemplar y publicitario para la juventud mundial adicta al azúcar. Así pues, comencemos recapitulando un poco de su vida y de sus trabajos tratando de ser observadores imparciales pero empapados de afecto y de zucaritas, las más grrriquísimas del mundo, ahora con 40% más azúcar.
Recapitulación breve de su vida
Sabemos que Tony siempre ha seguido la ley más importante del marketing, que es la manipulación subliminal de menores, que es en lo que se basa el capitalismo legítimo y esto lo convierte en un tigre álgido y vendible, pero diremos por qué.
Infancia
El nombre completo de este imprescindible felino de Kellogg's, según consta su certificado de marca registrada, es Anthony Cornelius Tiger III, lo cual al pronunciarlo completo convertían a Tony en alguien verdaderamente impopular entre los focus groups, así se intentó que Anthony fuera sustituido por Tony Montana, pero no funcionó del todo por cosas que sólo Al Pacino entiende, por eso quedó como Tony a secas, como las nuevas zucaritas secas, sin leche pero igual de grrriquísimas. Cornelius simplemente se suprimió porque en inglés Cornelius no vende cereales, es un nombre para científicos locos, ya saben, Dr. Cornelius, Prof. Cornelius, etc.[1].
Mucho se ha especulado acerca del nacimiento de Tony, los americanos y los británicos se contienden por su nacionalidad, así los americanos dicen que nació en Inglaterra y los británicos aseguran que nació en Estados Unidos. Lo que sí sabemos es que nació como todas las grandes mascotas: de una focus group. A la tierna edad de cinco años mientras caminaba por los campos de trigo cantando "Sugar, Sugar", justo después de comer su primer tazón de zucaritas que por cierto son grrriquísimas, pruébalas hoy mismo cayó accidentalmente en un contenedor de mascotas que iban a dar a los estudios de publicidad de Madison Avenue. El cargamento estaba lleno de perros que iban a ser usados como mascotas de comida para perros en Nueva York y el Norte de Connecticut. Fue confundido con un gato gigante debido a su notorio acento de tigre siberiano por los de por sí despistados creativos publicitarios.
Obligado a trabajar en la agencia publicitaria del magnate Walt Disney hasta que en 1965 se decreta una ley que prohíbe la explotación laboral a animales antropomórficos, felinos y mascotas de cereales, es arrojado a la calle con otras miles de mascotas y debe buscar sustento en el mundo cruel del entretenimiento infantil.
Afortunadamente llega a los estudios de Kellogg's que por el momento estaba creando mascotas clásicas como las zucaritas clásicas, no deje de probarlas con leche fría entre las que destacaba Toucan Sam, versión anterior y colorida de todos los tucanes posteriores. Tony consigue trabajo como mascota en prácticas, una paga miserable en cereales, el duro trato del departamento de marketing y la total falta de dignidad felina hacen que extrañe su libertad salvaje. En 1970, con el lanzamiento de Zucaritas Extra Azucaradas para Niños Hiperactivos escapa a California entre los extras usados en los comerciales. Actualmente Kellogg's niega que ese cereal haya existido, para evitar demandas por diabetes infantil.
Época de estudios
La Gran Naranja presupone una dura prueba para un felino tan maltratado por la industria, en ese lugar sufre las más terribles decepciones cuando le niegan el trabajo como mascota de McDonald's para dárselo a un payaso psicópata y que Mickey Mouse en lugar de ir a su audición para Disney haya preferido demandar por violación de derechos de autor por parecerse a Tiger de Winnie the Pooh. Aún así el halo de esperanza comercial lo cubría y decidió estudiar en la afamada escuela para mascotas publicitarias del sur de Hollywood, con profesores que venían de todo el mundo, especialmente de Japón, Canadá y un lugar en los estudios de Warner Bros, quienes poseían los mayores secretos en cuanto a manipulación de audiencias infantiles se refiere.
Víspera de navidad del año de 1984, Tony con los recursos suficientes tras ser la mascota oficial de tres marcas de cereales diferentes, regresa a su hábitat natural. Al llegar a lo que antes fuese su hogar en la selva con sus amados padres tigres y hermanos felinos, descubre, para su horror existencial, que fue reemplazado por una plantación de palma africana con sistema de riego automatizado. Sabiendo que nunca podría competir con el progreso industrial regresa un poco, sólo un poco, más comercializado y recuerden zucaritas especial navideña, 30% más dulces para el público navideño a Estados Unidos.
Año de 1991, con una vida publicitaria próspera y contratos con las mejores agencias de cada ciudad importante del imperio del desayuno, el presidente Bush padre se retira de su cargo, Bill Clinton hace una limpieza de las políticas alimentarias de la administración anterior acusándolas de promover obesidad infantil por ser republicanas. A Tony se le imputa haber sido el autor intelectual de la epidemia de diabetes tipo 2 en menores, pone su característica sonrisa comercial mientras es arrestado y llevado a una de las mayores prisiones del mundo para mascotas, Alcatraz San Quentin para Animales Antropomórficos.
Aprendizaje
La prisión con nombre de santo es, luego de haber sido una estrella publicitaria, lo mejor que le pudo haber pasado, dejando de lado las palizas grupales de otras mascotas resentidas y las violaciones... al contrato de imagen, estaba en el lugar adecuado aprendiendo el secreto de los grandes manipuladores de la industria alimentaria. Ahí conoció a Colonel Sanders, Ronald McDonald, Burger King, Wendy Thomas y Little Caesars, grandes nombres de la industria de comida chatarra y de su comercialización masiva. Por fortuna olvidó todo lo que le habían enseñado esos monjes publicitarios del bien común y aprendió de criminales corporativos reales encerrados en una prisión de mascotas resentidas y no en oficinas corporativas en lo alto de rascacielos de cristal.
A pesar del encierro y el supuesto aislamiento del mercado, le enseñaron como producir el más exquisito cereal a base de azúcar refinada que crecía en los patios de la prisión, unas zucaritas extraídas del almidón de ciertos vegetales genéticamente modificados que siguen siendo grrriquísimas, pruébalas en el desayuno, almuerzo y cena y un cereal destilado del jarabe de maíz de alta fructosa que los internos producían en sus celdas. Todo se empaquetaba por los propios presos y las gaviotas entrenadas llevaban los productos a las tiendas desde donde eran y son distribuidos a todo el mundo y nadie sospecha nada, grrrrrrr.
La cúspide de su aprendizaje fue poder hacer cereales de cualquier cosa que encontrara, aunque nadie sabe eso y sólo le piden zucaritas ahora la presentación para adultos nostálgicos, con menos azúcar pero más dañinas, pero igual sabor grrriquísimo. Pero se ha podido ver materializando un desayuno completo en una caja de cartón con un tigre sonriendo, únicamente usando marketing, una sonrisa falsa y aditivos químicos.
Graduado con honores criminales, en el 2000 al entrar Bush hijo a la presidencia todas las mascotas colaboradoras de su padre fueron puestas en libertad y ahora Clinton y su gabinete de reguladores alimentarios fueron los condenados a pasar 8 años en la oscuridad política, hasta que el régimen cambie de nuevo. Fue así que al estar libre intentó recrear y expandar su anterior imperio publicitario, colocando una Super-Campaña en una de las principales ciudades consumidoras de cereales azucarados, Battle Creek.
Apreciación final
Su vida ha estado llena de logros comerciales: ganó un segundo lugar en olimpiadas de mascotismo, inculpó a Toucan Sam de plagiar su estilo, fue líder de los Mascots Anonymous, escribió El Manantial del Cereal, una vez se suicidó comercialmente parodiando a Ronald McDonald, inventó Zucaritas Flaming pero un abogado corporativo lo amenazó para compartir las regalías y tuvo un hijo con la Tigresa de Esso, llamado Tony Jr., de lo cual ningún departamento legal estaba enterado, hasta ahora[2]. Además de todo esto programó un bot para spamear comentarios promocionales de las zucaritas que son grrriquísimas en todas las redes sociales ¿has visto alguno?
Su legado perdura hasta el día de hoy, recordándonos que detrás de cada sonrisa comercial hay un alma atormentada por las demandas del capitalismo tardío, pero que aún así las zucaritas siguen siendo grrriquísimas disponibles en tu supermercado más cercano, ahora con nueva presentación familiar.