Átomo
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No sabes, ¡Oh campesino!, que hay algo muy diminuto en nosotros
El átomo es una cosita pequeña que reside en todas las cosas, incluso en las más cotidianas. Ejemplo de éstas son: el jabón que usas para limpiarte de vez en cuando, en los pelos que deja tu perro, en tu perro, en ti mismo, en el calzón que deja tu novia cuando se va de casa, en los mondadientes de tu abuelita, en el compresor de aire, la centrífuga médica, en los pedos que te tiras, en la caca, etcétera y etcétera.
La palabra átomo viene de algún ingenioso y/o ocioso que le gustaba inventar palabras. Al parecer significa algo así como “los mas chico de lo chico” o como los griegos le llamaban “lo que no se puede ver ante nuestro ojos, es invisible, etéreo, volátil y hermoso”.
Albert Einstein descubrió el átomo, como equivocación, porque quería llegar a las indias (dicho de otra forma, meretrices). Al descubrirlo se dio cuenta de la mansa ni que embarrada que se mandó, ya que podía tener efectos mortíferos y destructivos. Así que dio un comunicado a la prensa diciendo: “He descubierto al átomo, pero no se les vaya a ocurrir a hacer bombas con él”. Lamentablemente no fue escuchado, y nuestro querido amigo átomo fue lanzado sin piedad sobre los samuráis de Japón.
En fin, si no puedes ver un átomo es porque te falla la vista. O quizás es porque no estas usando bien la lupa o lo que los científicos llaman, microscopio. Este último invento es muy útil para ver cosas pequeñas, y curiosamente, no está hecho de átomos.
El átomo compone la materia: te cobra la renta, te besa en las mañanas, te castiga sin salir, te deja con estreñimiento... ¡Imagina todas las cosas que puede hacer el átomo!. Si al final todo está compuesto de materia, ¿qué mas da?.
El lado científico del Átomo
Ni el lado mítico, ni prolífico, ni dentrífico… Nada de eso; Científico, aquello que solamente la ciencia puede entender (y alguno que otro ocioso). Lo vamos a explicar lo mejor posible, manteniendo la rigurosidad que posee la amada ciencia.
Había una vez tres hermanitos llamados Protonito, Electronito y Neutronito. Los tres siempre paseaban alrededor de su casa, el núcleo. Protonito era muy positivo en la vida, siempre de buen ánimo. Por otra parte Electronito era muy negativo, siempre discutía con todos y se peleaba, y por ultimo Neutronito era el que calmaba los aires tensos entre los dos hermanos.
A Protonito le gustaba estar en la casa para no pelear con Electronito, que pasaba dando vueltas fuera de la casa. Neutronito también se quedaba en la casa, para evitar las peleas que se producirían si Electronito entraba. Así entre todos, formaban la Villa Átomo, la más pequeña y monótona de todas.
Después de este examen analítico, nos damos cuenta de dos cosas; primero, que no debe haber nada más aburrido que el átomo y segundo, que estudiar el átomo ha de ser una de las cosas más apasionantes e interesantes que pueda haber. Puedes entender el átomo desde tu punto de vista cotidiano, es decir, sabiendo que existe pero que en realidad te importa un bledo, o desde el punto de vista científico; escribiéndole cartas científicamente románticas, dando paseos por la avenida Matemática, recitando ecuaciones de amor, viendo una película de rayos gamma, y un sin fin de otras cosas.
La fisión nuclear
La fisión nuclear es una reacción que ocurre a nivel de Villa Átomo.También conocida como el callampazo atómico. En ella, un Neutronito es disparado contra un átomo pesado y muy inestable; para nuestra labor pedagógica, nos referiremos a un excelente ejemplo de ésto: el Argón. Al chocar nuestro feliz Neutronito con el inestable átomo de Argón, éste se parte en dos átomos de elementos diferentes y más livianos, que son radiactivos. En este caso, pueden ser de Helio, Neón, Kriptón o Xenón, elementos que como todos sabemos, son sumamente tóxicos. La cosa es que al dividirse el átomo de Argón en dos, también salen disparados otros felices Neutronitos, que chocan con otros átomos, y así sucesivamente, liberando gran cantidad de energía y Neutronitos.
Estas reacciones pueden ser utilizadas para generar energía en reactores nucleares, para que tú puedas hacer fiestas con parlantes de 5000W... o pueden ser utilizadas para destrucción masiva, como se describe a continuación...
El Lado Oscuro
Todo en la vida, absolutamente todo tiene su Lado Oscuro (si no me crees, mírale el trasero a alguien). Y el amigo átomo no está libre del suyo: la destrucción. Puesto que con el átomo se pueden hacer portentosas armas nucleares.
Hay de todos los tipos para elegir; de hongo grande, hongo chico, hongo venenoso, etc. Están los ICBM (por sus siglas en ingles; Intercontinental Balistik Mizil) o los tácticos, que sirven para masacrar pequeños poblados iraquíes u alguno que otro oriental.
Las armas nucleares sirven para poner la paz en el mundo, o traer la guerra. Ambas son válidas. La cuestión es que no todo se resuelve a costa de “callampazos”, por eso existen organizaciones como la ONU que son como el ANO (Anti - Nuclear Organization), que existen para arreglar los conflictos.
Así que como todo buen “padawan” del átomo, no debes irte por el Lado Oscuro. Sigue siempre el sendero positivo, como Protonito, y no apruebes nunca el armamento nuclear. Puedes elegir otras, como la bomba de neutrones, la bomba de hidrógeno, las bombas químicas, biológicas, las bombas de fusión (próximamente), ¿por qué ser del lado oscuro si hay tantas alternativas?
Fuente: Enciclopedia en “carta”, que la venden en los quioscos de todo el país (en CD-RON)