Juan XII

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Juan XII
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Extremo del báculo papal de Juan XII
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Papito
Religión Iglesia Católica
Mandato divino Mandaba con la polla su cetro papal.
Residencia El burdel papal.
Hechos Beber a la salud del Diablo en el altar mayor de la Basílica de San Pedro, con un par.
Poderes Era capaz de echar muchos polvos en un día.
Predecesor Sucesor
Agapito II, el Pusilánime.
Benedicto V, el Gramático.
Su vida
Nombre de verdad Octaviano, que rima con...
Estado actual Polvo eres y en polvo te convertirás.
Nacimiento Defunción Roma
A martillazos
Causa de Muerte Un marido celoso que le pilló jodiendo con su mujer (la del marido, no la suya).
Relaciones Con su madre, con sus hermanas, con su sobrina, con todo lo que se moviera.
Enemigos Multitud de maridos cornudos, entre otros.


Aunque la mayor parte de la gente piensa que la Iglesia Católica es una institución que predica unas morigeradas costumbres que buscan alejarse de toda carnalidad y aproximarse a Dios por la vía del ascetismo, hubo un tiempo en el que los palacios vaticanos se convirtieron en una suerte de harenes y lupanares que harían palidecer de envidia al mismísimo Hugh Hefner. Este periodo, denominado por los más reputados historiadores como la pornocracia, tuvo su máximo esplendor con Juan XII (Roma,¿937?–14 de mayo de 964), considerado por muchos como el mejor más depravado Papa de la historia.

Comienzos

Venía de una familia un tanto peculiar. Su padre era el Rey de Roma, pero su abuela había sido una puta y su tío, que al igual que su padre era un hijo de puta, había sido otro papa. El muchacho no valía ni para estudiar ni para trabajar, era un tanto bruto y la Secundaria tuvo que sacársela por Diversificación. Así era que cuando tenía 16 años ya no le aguantaban mas en el instituto y su padre, que otra cosa no pero buenos contactos sí que tenía, le buscó la madre de todos los enchufes y consiguió que le nombraran Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, puesto para el que no reunía las más elementales competencias: no era nada de rezar y las mandangas místicas y el catecismo le parecían una soberana gilipollez pero... Mejor eso que trabajar en el MacDonalds ¿no?

Así que acepta el cargo de papa y decide reinar bajo el nombre de Juan XII renunciando a su nombre civil: el pobre se llamaba Octaviano, motivo por el cual le habían hecho a menudo bullying en el colegio.

Sus tensiones políticas

Nada mas comenzar su papado, el Rey de Italia, pensándose que era un niñato estúpido, intentó quitarle una parte importante de los Estados Vaticanos. Pero resulta que el crío no era tan tonto como parecía y supo buscarse un buen "primo de Zumosol": avisó a Otón I de Alemania prometiéndole a cambio de que le protegiera el reconocimiento de la Iglesia a sus pretensiones imperiales.

El Rey de Italia sale con el rabo entre las piernas, mientras Otón y el Papa se dan muchos abrazos y festejan la victoria muy contentos. El Papa le pone a Otón la corona imperial en lo alto de su cocorota, con lo que por culpa de esto nace el Sacro Imperio Romano Germánico pero, según se vuelve éste a casa muy ufano, Juan XII busca ya traicionarle con cuanto mandatario se le pone a tiro para que no se crezca demasiado (je, je, je).

Un pajarito le cuenta esto a Otón que vuelve a Roma hecho un basilisco, pero cuando se dispone a colgar al papa por los testículos resulta que éste ya se ha ido con viento fresco, no sin antes llevarse consigo todo el dinero y tesoros de la Iglesia, que nunca se sabe cuándo van a hacer falta. Es en este momento cuando a propuesta de Otón los cardenales se reúnen para botar al Papa y ponerle un sustituto, cuestionando para ello las innovaciones doctrinales que había realizado, las cuales veremos en el segundo apartado.

Sus peculiares planteamientos doctrinales

El joven Juan XII convida a Otón I a una fiestecita vaticana

No puede decirse que este papa realizara grandes encíclicas ni documentos doctrinales de ningún tipo, pues él era un tanto cani y lo que fuera leer y escribir, como que le daba pereza. No obstante quiso demostrar con su propio ejemplo su innovadora teología y el modelo de conducta que deseaba implantar en todo buen cristiano.

Moral sepsual

Las prácticas que con su ejemplo recomendaba Juan XII a todo buen cristiano para una vida virtuosa eran las siguientes:

  • Joder con todas las mujeres de su propia familia. Juan XII así lo hizo con su madre, con su hermana y con su sobrina. Y con su abuela no porque era demasiado vieja y estaba arrugada como una pasa y encerrada en una mazmorra.
  • Joder con cuantas mujeres fueran a los oficios religiosos. Las autoridades civiles llegaron a poner carteles recomendando a las mujeres abstenerse de ir a escuchar misa si la decía el Papa, pues corrían el riesgo de recibir algo mas que la comunión.
  • Convertir su residencia en un putiferio y organizar orgías hasta salir caminando como un cowboy por las agujetas en la ingle. Así lo hizo con los palacios papales, en los que había más prostitutas que religiosos.
  • Joder con hombres, que también son criaturas del Señor. Así fue que recompensó a más de un muchacho con altos cargos eclesiásticos como reconocimiento a sus habilidades amatorias, sin importar lo zoquete que fuera el mancebo en cuestión, que a nadie hay que discriminar porque Dios no le haya dotado de inteligencia.

Ecumenismo

Además del sexo también tenía el vicio del juego, que le permitió demostrar un alto grado de tolerancia hacia otras religiones:

  • Cuando tiraba los dados, a menudo se encomendaba a Venus, Júpiter y otros dioses paganos, pero esto no quiere decir que fuera idólatra pues al fin y al cabo, no creía en ellos: ¡como para creer en ellos, si no creía en su propio Dios, que es el verdadero!
  • En una ocasión estaba jugando con unas cuantas putas y cardenales al póker y la partida le iba de culo. Lo cual le llevó a pronunciar una oración en voz alta dirigida al mismisimo Satanás. Como terminó ganando la partida...
  • ... Le consagró una misa al Maligno en el mismísimo altar mayor de la Basílica de San Pedro, utilizando para ello como especies el calimotxo y el queso de Cabrales. Es de bien nacidos ser agradecidos.

Y eso sin contar que había quemado los ojos a su director espiritual por entretenerse o utilizaba la tumba de San Pedro como catre para empujar. Resumiendo, era un loco degenerado tal que si hubieran querido poner un troll al frente de la Iglesia, no lo hubieran hecho mejor.

La venganza

Total que esgrimiendo todas estas cosas como cargos contra él, mira tu si eran estrechos, los cardenales le depusieron y colocaron en su lugar a un sujeto que curiosamente era esbirro del Otón este. Eso sí, lo bueno es que como Otón se movía mas que los precios, aprovechando que se había largado de nuevo, Juan XII invadió Roma con un ejército que se había comprado con los tesoros esos que había mangado cuando se fue, y aprovechó para convocar una nueva reunión en la que además de deponer a su sustituto da las siguientes muestras de misericordia papal:

  • Dio por el culo delante de todos a uno de los cardenales que le depusieron. Pero para que no fuera esto lo que le hiciera ver mermada su hombría, después le cortó allí mismo los genitales.
  • Ya puestos a cortar, también a otros cardenales les cortó narices y orejas, para que se vieran más ligeros y con el nuevo look pasaran menos calor.
  • Y a otros 64 eclesiásticos traidores les cortó directamente la cabeza, sin rencores, para que se reunieran pronto con el Señor.

Y una vez hecho esto, tan amigos todos y pelillos a la mar. Que Jesucristo nos enseña que hay que perdonarnos incluso las ofensas más gordas.

El agridulce final

Estaba celebrando su vuelta al papado follándose a una de sus querindongas y disfrutando como un mandril, pero tuvo la mala suerte de que apareció el airado marido que en lugar de arreglar con él pacíficamente sus diferencias prefirió optar por la más expeditiva opción de hundirle un martillo en el cráneo. Por toda Roma se difundió la noticia de que el Santo Padre había muerto en la cama, aunque no en la suya. La noticia fue recibida con alivio en amplios círculos sociales, si bien la Asociación Romana de Proxenetas y Gente de Mal Vivir emitió un sentido comunicado condoliéndose por el fallecimiento.

Sucesión

Le sucedió un tal Benedicto V, que era un tipo leído, bien educado y más o menos normal. Menuda papeleta que se encontró, todo manga por hombro. Y duró poco, el pobre.

  • Aristóteles ícono.png Personaje histórico (ver todos aquí). ☠️