Septimio Severo
Septimio Severo (latín: Septimius Scepticus Severus-Strychninus - al menos en su pasaporte; 11 de abril de 145 - 4 de febrero de 211), también conocido como Severo, es conocido como el primer Afro-romano en convertirse en Emperador romano en un momento en que el estado imperial necesitaba una fuerte patada en su trasero clásico. También era experto en debatir con (y despachar) rivales políticos. En un comentario más ligero, Septimio fue el primer emperador romano en utilizar el Coliseo como lugar de celebración de bodas para su hijo mayor.
Memorias de África
Séptimo y menor hijo de Publio Septimio Geta y Fulvia Pía, creció en la africana ciudad de Leprosy Magnum -hogar de la industria romana de helados con auténticas hojuelas de dedos - alrededor de 140 d.C. Esto significaba que en el momento en que se convirtió en emperador romano, había vivido un poco, se había distraído un poco y ahora tenía un problema de peso. Su padre, Geta (un 'actor de entretenimiento poco reconocido') parece haber sido derrochador y murió cuando fue pisoteado hasta morir por un elefante en Cartago. Su madre, Fluvia, ocultó su dolor al convertirse en sacerdotisa de Isis y se mudó a Antioquía para aprender las 'Artes Repugnantes'.
A diferencia de sus hermanos Uno, Doozie, Trinity, Quarterback, V ('Vee') y Sextus, que estaban felices de vender helados en el anfiteatro Leprosy Magnum, Septimius estaba decidido a dejar el norte de África y buscar su 'fortuna' en otro lugar.
¡Taxi! ¡Taxi!
Septimio finalmente terminó en Roma como taxista, pero estaba ansioso por mejorar, así que solicitó aprender las materias habituales liberales como retórica, bravuconería, impuestos, taxonomía, mentiras, etc., sin embargo tuvo la desgracia de ir a la escuela equivocada. Allí, la autoproclamada Escuela Romana Pagana de Artes Conservadoras le enseñó conversacionalismo colérico, ilógico y absurdo, credulidad y cómo desmantelar el argumento de un rival echándole de un salón de clases. Aún así, Septimio se mantuvo hasta que una noche fue estafado por un par de senadores romanos codiciosos y expulsado del Gremio de Taxis. Necesitaba otro trabajo y solo pudo encontrar uno limpiando las fétidas letrinas del cuartel de la Guardia Pretoriana.
Enjuagar y fregar
Septimio realmente trabajó desde abajo: comenzó eliminando los desechos con los culos de la élite militar romana para finalmente convertirse en un oficial romano en 168 d.C. Fue descubierto por Marco Aurelio, quien se sorprendió de que tenía un aspecto rudo, pudiera leer y argumentar, incluso si era de una manera idiosincrásica.
Dado el mando de la problemática IIII o IV legión (se derramó sangre sobre el nombre correcto y no se puede leer), también conocida como la "Legión de Bastardos Extra Duros", Septimio pronto se afiló los dientes y las uñas de los pies con los cadáveres de muchos enemigos de Roma. Él y su legión se apostaron por todo el imperio y pronto ganaron una merecida reputación de ser los "psicópatas de Psycho" para parafrasear al historiador griego Hylades Hystericus.
Roma llamando a los bastardos de la muerte
Mientras el Imperio romano se doblaba de rodillas como un borracho un viernes por la noche bajo el gobierno de los emperadores romanos Cómodo, Pertinax y Didio Juliano, Septimio decidió esperar su momento. Se casó con su primera esposa Pansy Paquidermus en Cartago y cuando ella murió por causas naturales (encontrada estrangulada por una pitón borracha) - Septimio luego se casó con una mujer que le recordaba a su madre - Julia Dominatrix. Entre períodos de dominio la pareja tuvo dos hijos, Caracalla y Geta, por supuesto que posiblemente esos nombres fueron puestos por una apuesta perdida.
Cuando el rico emperador Didio Juliano se convirtió en emperador en el año 193 d.C., algo se rompió dentro de la cabeza de Septimio. Tal vez había recordado la noche en que un joven Didio y su amigo Pertinax una vez le pagaron con vales de almuerzo persas inútiles en lugar de un denario una noche mientras recogía boletos afuera del Teatro de Pompeyo. Bueno, cualquiera que haya sido la razón, Septimio convenció a sus 'Bastardos' de que merecían una visita a Roma, por lo que su legión marchó sobre la Ciudad Eterna y lo proclamó emperador.
¡Ahora todos somos Antoninos!
El emperador recién entronizado pronunció su discurso desde la Tribuna en el Foro Romano, donde anunció un nuevo paquete financiero duro para restaurar la estabilidad financiera del mundo romano.
Mis Compañeros Romanos... Júpiter y todos los Dioses en el Olimpo me han pedido que explique mis acciones antes de comenzar con la matanza... El plan de rescate financiero antes ha visto a banqueros y financistas desplumar a los buenos plebeyos de Roma, pero no los requiere ya ¿qué hacemos con ellos?
La respuesta fue:-
¡Crucifícalos! Despelléjalos!! Tira a los financieros a los leones!!!
Inclinándose ante la voluntad general: banqueros, especialistas en inversiones, mercaderes de dinero y muchos otros fueron arrastrados al Coliseo para servir de comida de leones esa noche. Septimio también aprovechó la oportunidad para "agregar a algunos senadores romanos" a la mezcla, pues dijo que habían estado profundamente involucrados en la conspiración para matar al ex emperador Cómodo. Para enfatizar el punto, Septimio dijo que no era el hijo del fallido artista de entretenimiento Gazebo, sino que en realidad era el hijo adoptivo perdido de Marco Aurelio. Dijo que el viejo emperador le había dicho que 'Septimio' era como un emperador en espera de respaldo en caso de que Cómodo la jodiera (o la palmara).
Los pretendientes
Al principio, Septimio pensó que podría ser un "buen emperador" e incluso estaba dispuesto a mirar con amabilidad a la Guardia Pretoriana por sus payasadas anteriores. Sin embargo, todavía estaban ideando un nuevo método para convertirse en el árbitro final en cuanto a quién se convertiría en Emperador y no la guardia que dejaba como quesos rebanados a los pretendientes que no eran del agrado de ésta. Así que Septimio hizo que varios pretorianos se disolvieran y desmontaran públicamente, comenzando con los tendones, los tendones de la corva y luego pasando a los músculos... bueno, te haces una idea... en un espectáculo particularmente espeluznante en el Coliseo. Sin embargo, a la multitud todavía le encantaba, que era todo lo que era importante para el emperador.
Mientras tanto, Septimio no había olvidado que otros dos generales romanos habían reclamado las hojas de laurel imperial. Primero envió una carta a Clodio Albino en Britannia dándole el puesto de Emperador Adjunto o 'César en Espera'. Esto dejó a Septimio libre para tratar con el general Pescenio "Níger" Nitrate en Siria. Había estado ocupado enviando cartas por todo el mundo romano preguntando a las personas con cuentas bancarias si aceptarían dinero suyo a cambio de sus datos. Esto se llamó "Picadura Negra" en su dudoso honor.
Reuniendo a sus tropas, Septimio se dirigió al este para enfrentarse a Nitrate y prevaleció rápidamente. Temiendo haber respaldado a un perdedor, los peces gordos locales de Antioquía asesinaron a Nitrate y proclamaron vencedor a Septimio. Sin fondos, el Emperador los multó a todos por su rebelión y se llevó el botín a Roma, donde decidió que era hora de que un monumento marcara sus logros hasta el momento.
Otro Arco en Roma
Para celebrar sus victorias, los romanos le preguntaron al emperador qué quería como monumento. Septimio sugirió que le gustaba mucho un arco y que su plan era convertir la ciudad en un campo de golf de 18 hoyos. Había retomado el deporte una vez cuando lo enviaron al Muro de Adriano y jugó "Pict and Putt" con los lugareños allí. Ahora quería honrar este deporte en la ciudad imperial.
Los senadores, por lo general cobardes, supinos y lamedores, estuvieron de acuerdo y dijeron que era el plan más maravilloso que habían escuchado desde que Cómodo planeaba convertir a Roma en Las Vegas del mundo antiguo. Una vez que se construyó, Septimio subió las escaleras y dio el primer golpe, su bola golpeó el Templo del Castor y Poludo antes de caer en un agujero cerca del santuario de las Vírgenes Vestales.
Manténgalo en familia
Septimio no había olvidado a Clodio en Britannia, por lo que decidió molestar a su colega no deseado al hacer co-emperador a su propio hijo Caracalla. Esto sí molestó a Clodio Albino, quien inteligentemente dedujo que tenía que hacer un movimiento en Roma antes de que Septimio apareciera en Londinium. Así que decidió cruzar el Canal y reclutar un ejército de galos escasamente romanizados para ayudarlo. Desafortunadamente hubo un pequeño malentendido cultural entre las legiones británicas de Clodio y los galos que terminó en una batalla campal en un estacionamiento de carros en Calais. Los británicos perdieron y la cabeza de Clodio se selló en una bolsa en un santiamén y se envió a Roma con la etiqueta "Para el emperador Septimio Mantener: contenido fresco". Amour Les Nouveaux Astérixes.
Poco después de esto, Septimio se sintió libre para regresar a su ciudad natal, Leprosy Magnum. Dio trabajo a sus hermanos sobrevivientes, aunque sólo Sextus se mostró muy prometedor. Septimio le dio el puesto de Embajador Cultural en Partia. El emperador también aprovechó la oportunidad para hacer que Leprosy Magnum fuera realmente "moderna" y reconstruyó la ciudad en el nuevo estilo posromano neopagano, lo que parece haber significado que muchos edificios quedaron a medio terminar.
También fue por esta época que Septimio casó a su hijo Caracalla con Plautilla, también conocida como "Plautilla la Feilla", que era la hija de su mejor amigo Plauciano. Se decidió conmemorar las nupcias con una despedida naval por lo que el Coliseo se inundó de galeras repletas de esclavos condenados a luchar a muerte. Se decía que la escena de sangre, pétalos de rosa y marineros moribundos era digna de un poema épico de un nuevo Homero (Doh!).
Sin embargo, al igual que los desafortunados esclavos, el matrimonio estaba muerto en el agua. A Caracalla realmente no le gustaban sus chicas: tomó sus preferencias sexuales de Trajano y Adriano o, en cambio, le gustaba caminar por Roma por la noche con su divertida capa. Se le dijo a Plautilla el Travieso que se fuera y Plauciano fue despedido y ejecutado por un avergonzado Septimio.
Economía clásica romana
La respuesta de Septimio al mal estado del Imperio romano fue poner más gente en el ejército romano y contratar a más abogados para evitar que su administración fuera demandada por cualquiera que prefiriera quedarse en casa filosofando. Fue muy efectivo hasta aproximadamente el 235 d.C.
Se va de vacaciones a Gran Bretaña y muere
Hacia el año 210 d. C., deseaba pasar unas vacaciones en familia en Britannia y mejorar su handicap de golf. Ya había elevado a su hijo menor Geta como "Emperador Número Tres" junto a su hermano Caracalla. Sin embargo, no había amor fraternal entre la pareja y cada uno de ellos intentaría matar al otro si los dejaban solos en la misma habitación. Esto entristeció a Septimio, por lo que pensó que caminar mucho y jugar al golf alrededor del Muro de Adriano los convertiría en "más una familia".
Solo habían llegado a Eboracum (York para ti) cuando Septimio probó imprudentemente un poco de la cerveza británica local mientras caminaba con sus caddies en un campo de golf. Su cuerpo no estaba acostumbrado a la cerveza caliente que servían en estas tierras semibárbaras y cayó muerto en el hoyo 16.
Legado
Los logros de Septimio Severo para alcanzar las alturas de la ambición política romana no son tan conocidos ahora. Era un romano duro en un mundo romano duro y, aunque también le gustaba matar a las personas que se interponían en su camino o que eran ricas, parece que mantuvo su toque afable. Lamentablemente su sueño de un campo de golf en Roma fue descuidado por sus sucesores, quienes pensaron que el "juego" solo era adecuado para viejos ricos y políticos sin guerras. Pero hoy en Escocia, Septimio todavía es recordado con cariño por su apego al "Viejo Deporte".
Notas
- Dio Casio escribió mucho sobre Septimio Severo hasta que se le acabaron las pilas a su reloj.
- Otros historiadores cuestionan la afirmación de Septimio Severo de ser ciudadano romano. Dicen que en realidad nació en una isla volcánica en medio del Océano Pacífico.
- El nombre del elefante no está registrado.
- Todavía hoy es difícil conseguir un taxi en el foro romano.
- Consulte la entrada sobre Caracalla para obtener más información sobre la derivación de su apodo.
- Más tarde, Septimio hizo que le hicieran cosquillas al jefe del Gremio de Taxis por el insulto.
- El helado Leprosy Magnum todavía estaba a la venta cuando los visigodos saquearon Roma en el año 410 d.C.
- Plautilla fue asesinada más tarde por Caracalla porque sabía demasiado sobre él y sus formas de divertirse.
- Parece que Septimio también había encontrado un juego de palos de golf pertenecientes al ex emperador Didio Juliano para llevarlos en su viaje a Britannia.
- Cita del poeta romano Turgid (Titus Turgidius Turgid). Aconsejable leer sus obras sólo después de ingerir una copiosa cantidad de cafeína.
- Septimio también tenía un medio hermano llamado Septemberio. Eso es todo... pensé que te podría interesar. Le gustaban los helados y la pederastia hasta que los cristianos locales se opusieron y lo castraron.
Véase también
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