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Este artículo se hizo con la ayuda y aprobación de Russia Today (RT).
Por lo que se garantiza su imparcialidad. ¡Dios salve a Pцтіи!
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Debemos deshacernos de todos esos homosexuales y minorías étnicas que tanto arruinan a la
Madre Rusia.
A ver, a ver, a ver... ¿Quieres que te apoyemos o no?
Sí, sí... Perdón, jejeje... Entonces propongo legalizar el
matrimonio igualitario y proteger a nuestras minorías del malvado tirano
Putin.
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Alekséi Navalni poco después de convertirse en
el títere favorito de Occidente el mártir de la democracia rusa
Lo detuve para perdirle un autógrafo
Alekséi Anatólievich Navalni (también conocido como Alexei Navalny por aquellos que se pasan por el OGT las sugerencias ortográficas de la RAE) es un abogado, político, periodista, bloguero, activista social, leñador y llutuber que se volvió famoso en el mundo por ser el único ruso que, en vez de usar los retratos del Zar Putin para decorar paredes, los utiliza como papel higiénico. En otras palabras, es el único ciudadano de la neo-URSS que se ha atrevido a cuestionar seriamente la dictadura el gobierno de Vladimir Putin, convirtiéndolo así en el único espécimen de una especie que se creía extinta en Vodkalandia.
Biografía
Infancia
Como muchos rusos, Navalni nació en el medio del bosque siberiano y fue criado en una familia de osos al más puro estilo de Masha y el Oso. Al igual que Masha, nuestro amigo Alekséi siempre se ha negado a obedecer a las autoridades. Pese a que padrastros los osos siempre le quisieron echar a patadas de su cabaña, ellos no lo hicieron por temor a que los de Servicios Sociales les cacen. Pero cuando Navalni cumplió 12 años (edad en la que le descubieron echándose sus primeras pallaringas, algo que confirmó su madurez biológica como para embarazar a las adolescentes del lugar y, por ende, formar su propia familia), los osos por fin lo echaron de la casa.
Como en el campo los niños maduran rápido, Alekséi se unió a un grupo de leñadores de por ahí para empezar a trabajar. Como le encantaba eso de talar árboles todo el día, Navalni se convirtió en un leñador de profesión. El problema era que la industria maderera en Siberia parecía salida del Viejo Oeste ya que estaba plagada de bandidos antisociales. Pese a que Navalni siempre estuvo acostumbrado a vivir bajo la Ley de la Naturaleza, lo que realmente le molestaba era que su competencia siempre tenía acceso a mejor maquinaria ya que ellos provenían de esas ruinas soviéticas que algunos se atreven a llamar "ciudades".
Sin embargo, un día vio que uno de esos camiones madereros fue detenido por un agente de tránsito. Allí vio que el agente no solo multó al chofer por excederse de velocidad (5 km/h para esos lodazales que se hacen llamar "carreteras"), sino que también decomisó el camión. Navalvi se quedó con la boca abierta viendo cómo alguien vestido de un ridículo chaleco color patito logró robar tremendo camión lleno de madera. Cuando Alekséi se acercó al agente, el oficial simplemente le explicó que estaba "haciendo cumplir la ley[1]". Esto hizo que Navalni (siendó aún un menor de edad) le pregunte: "¿Qué es una ley?" ya que obviamente ese concepto de leyes era algo desconocido en el bosque, por lo que el agente le respondió enojado: "¿Acaso nunca has ido a la escuela, mocoso?". Esto hizo que obviamente Alekséi le pregunte: "¿Qué es una escuela?", por lo que el agente, enojadísimo, detuvo a Nalvani y lo llevó al orfanato de un pueblucho cerca de Moscú.
Educación
Cuando por fin llegó a la civilización, Alekséi preguntó dónde podría aprender leyes para así robar adueñarse de todos los camiones madereros que él quisiese. Como obviamente le respondieron que eso se aprendía en una escuela de leyes, Navalni efectivamente se inscribió en la escuela de leyes en Moscú. Allí aprendió los trucos necesarios para adueñarse de toda la madera de Siberia.
Otros rusos anti-Putin:
Puta madre... este té está muy amargo... 
- Alekséi Navalni mientras tragaba una taza entera de Novichok Notas
- ↑ En realidad fue porque había recibido un generoso soborno de la competencia para que arruine al chofer ese
1976, URSS
Debemos deshacernos de todos esos homosexuales y minorías étnicas que tanto arruinan a la Madre Rusia.
