Artesa
|
Este artículo está dedicado a la memoria de <inserta tu nombre aquí> |
|
Este artículo contiene altas dosis de chilenismos y humor chileno. Si no cachái el mote, mejor pregúntale a un chileno, o vírate o ándate a la que tú sabís o a la otra que tú sabís |
Nota: este artículo no se refiere al artilugio que se utiliza para fregar ropa en reemplazo de la antigua lavadora eléctrica.
Un artesa (o Lana en otros lugares) es el resultado de la cruza entre un hippie y un aymara. Los artesas pueblan Chile y otros países sudamericanos desde los años '60, como señala E. Soto (1982) en su estudio El poncho contracultural: aproximación cualitativa al hippismo sudaca.
Población
Los artesas crecen en matorrales antropomorfos en grandes cantidades, cerca de universidades, barrios bohemios y algunos han logrado escalar posiciones en la música, gracias a su habilidad entusiasmo como instrumentistas, hecho curioso si se piensa que se trata de organismos unicelulares que nunca evolucionaron con el pasar de los años.
Cómo reconocer a un artesa
El artesa se reconoce por sus rasgos físicos en primer término, e ideológicos en segundo término.
- Sus glándulas secretan una gran cantidad de lana que se autoteje. Resultado de esto es su bolsito ARTESAnal, los diez o quince chalecos que llevan puestos hasta en verano y el poncho que elimina las radiaciones interestelares (muy útil cuando se trata de volar).
- Sus pies adaptados al frío de la última era glacial van ataviados exclusivamente por sandalias de cuero aromatizantes, algo pasadas de moda (la última vez que hicieron furor fue en tiempos de Jesús).
- El artesa cuenta con una melena obtenida de la genética del león macho, aunque no con su misma coloración. Esta cabellera le sirve a la especie para repeler el trabajo de oficina. A destacar que dicha melena es a su vez un ecosistema muy rico en vida silvestre. Algunos científicos señalan que el pelo de un artesa puede contener más especies que las existentes en las Islas Galápagos.
- En cuanto a sus rasgos ideológicos, los artesas creen en solistas de rock setentero como Carlos Marx, el Che y Salvador Allende, al tiempo que adoran en el templo al cultivo vitivinícola (Violeta Parra, Ángel Parra y el resto de las parras).
Actividades más habituales
- Venta de artesanía altiplánica hecha en Taiwán, con
valores diferenciadoshomologación para el lugareño y los turistas europeos.
- Venta de libros usados, pósters del Che, Víctor Jara, Pink Floyd, Bob Marley y Jimi Hendrix, y de discos de vinilo de Quilapayún.
- Tocar el charango, la quena o la cítara.
- Folklore callejero.
- Quitarte tu chica gracias a su poderosa versificación.
- Salir a volar.
Hábitos
Los artesas han desarrollado una serie de hábitos vintage, como por ejemplo escuchar música solamente en cassette, porque el MP3 y el CD son inventos del imperialismo, igual que Internet.
También es interesante mencionar que los artesas andan en micro por opción (aunque pudieran pagarse un Jaguar), ojalá de las antiguas, de las que no pertenecen al sistema nuevo de Transantiago.
Pese a que las vacaciones también tienen un contenido imperialista, el artesa también se las toma: normalmente en el Sur de Chile, o bien viajan a Perú, Bolivia o Cuba.
En materia de comunicaciones, un artesa evita mostrarse hablando por celular, o si lo hace exhibe un equipo de la era Brick (de aquellos que cabían en el portaequipaje de un auto o en una mochila de excursión.