Carmen Calvo
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Dña. Carmen Polo Calvo, es una señora de Móstoles que un día se paso por el senado y se convirtió acto seguido en ministra de culutra, por aquello de la paridad. Ministra de Incultura del desgobierno de Zetapé. No es que no trabaje, no, la verdad es que trabaja tanto que hasta se hace bastante pesadita. Ya la han querido echar más de una vez del desgobierno, pero al final les debe dar lástima o simplemente se olvidan de que existe y la tía sigue de ministra por ahí. Es una de las llamadas “ministras florero”, porque van bien para decorar y de paso llenar la paridad progre entre machos y titis en un gobierno de talante sin talento.
La echaron de Andalucía precisamente con gran alivio por parte de la Junta a causa de su “eficiencia”. Sus mejores logros acostumbran a consistir en hacer florecer la cultura progre mediante gases de aforsi.. aforsi... aforismos (¡ahora sí!) propios y una buena dosis de pasteleo de archivos nacionales. En todo caso se trata de una ministra ÚNICA en su especie, opíparamente auténtica. Se dedica a escuchar discos de Manolo Kabezabolo en la Moncloa, en vez de ejercer de Menestra de Cultura, porque no sabe leer a ella lo que le va es el Metal.
Vida y Obra
Hija de unos pescadores de atún, Carmen Calvo nació en España justo dos años despúes de la Primera Glaciación, es decir, medio siglo después de que María Teresa Fernández de la Vega, su hemana tijera, hiciese la primera comunión. Tras pasar 30.000 años repitiendo segundo de E.G.B., decidió que aprender a leer no era lo suyo y se enroló en un grupo de punk de dudoso pedigree. Con esta banda, de nombre The Ramones, descubrió su amor al arte de vomitar y escupir encima de los demás, y marcó un hito en la música de la década de los '70 (1870). Un siglo después, su idea sería plagiada por un grupo de melenudos de Nueva York. Afortunadamente pudo contactar con la prestigiosa De la Vogue en un club de solteras florero interesadas por la lucha contra el machismo machista malísimo, y también se hicieron grandes amigas. La Vicevogue la recomendó a Zetapé para extra en la próxima película de Mr. Bean contra el malvado Sith Aznar. Como hizo muy feministamente el papel, Zetapé la contrató enseguida.
Carmencita Calvo no es calva, pero como si lo fuera. Sacó un clavel hermafrodita de nota máxima. También estuvo a punto de entrar al servicio de la Duquesa de Alba como asesora cultural de tiestos y floreros, pero al final no le aceptaron la solicitud a causa de un lamentable error ortográfico (que consistió en querer imponer la paridad lingüística mediante el título de Duqueso de Albo, lo que enojó muchísimo a la aristócrata, que odia el queso manchego semitierno), así que pasó a engrosar las machistas listas del paro nacional.
Con el cambio de siglo, y ya en Marzo del año 1900, tomó una seria determinación, y decidió perder la virginidad con su perro Milú. Sería la primera y la última vez. Con la líbido en órden, viajó a Rusia en 1917, justo a tiempo para ver cómo les cortaban la cabeza a los zares. La idea le gustó, y volvió a España para formar un partido político basado en la idea de cortarle los miembros a las personas y así acabar con el machismo. Como tal novedad no fue bien acogida por todos los sectores sociales, se acabó metiendo en el PSOE, que al fin y al cabo respetaba más la idea original rusa.
A los pocos meses de ir al INEM resulta que le tocó la tómbola en la Feria de Abril y ganó una entrevista para dos personas con el archisuperpresidente del régimen andalú, el omnipotente todopoderoso Manuel Cháves. Fue así como logró causar una falseada impresión de funcionaria superdotada al pobre desgraciado, que (¡inocente!) la contrató de consejera de cultura de la Junta (dictadura) de Andalucía. En menos de tres legislaturas (o más, que ya no se sabe desde cuando desgobierna el PSOE ahí abajo) logró potenciar el uso del condón sin machismo en hombre y mujeres, divulgó paritariamente las normas lingüísticas para el flamenco y el toreo (ahora se llamarían la flamenca y la torera), no prohibió los toros porque eso se le ocurriría a otra ministra florero, creó diez asociaciones de feministas antimachistas y antifachas para promover el lesbianismo entre las folclóricas, abjuró del catolicismo y se hizo progre militante con derecho a pegatina de solapa con el lema “no a la guerra, Aznar malo, malo, malísimo”, se lió a abrir fosas comunes de la época del tío Paco (férula que dicen que le viene por haber leído un libro sobre vampirismo) y si no se hizo espiritista para charlar con la Pasionaria poco le faltó.
Pasó la Guerra Civil y el franquismo escondida en la cámara criogenizadora de Walt Disney, hasta que éste la reclamó, por lo que se vio obligada a volver a la realidad. Descubrió que le gustaba el Heavy Metal, pero mentir y robar hacer política aún más, por lo que renovó su carnet del PSOE el 11 de Marzo de 2004. El carnet antiguo, hecho de un material altamente volátil, lo tiró a las vías del tren de Atocha, dando pie a las patéticas investigaciones de Pedro J. Ramírez y Federico Jiménez Losantos que relacionan al PSOE con el famoso atentado.
Como premio por hacer que José María Aznar perdiese las elecciones a raíz de la explosión, fue nombrada Ministra de Cultura, ya que en el partido no había nadie mucho mejor para el cargo.
Amistad con la ministra Salgado
De estos años data la entrañable amistad con la Salgado (una señora muy salada y delgada, se entiende), y ahora viven juntitas en un pisazo de la Castellana amueblado por Sonsoles cuando tiene tiempo libre y no está ni buceando ni berreando en la ópera para no oír a su marido (créanlo, vivir con Zetapé puede resultar verdaderamente traumático). Recientemente se añadió al grupo la ministra Cabrera, especializada en asignaturas de adoctrinamiento en la ciencia de los sugus.
Ambas ministras florero han abierto una tienda ecológica de comida paritaria muy progre en pleno centro de Madrid (donde cocinan cuscús, kebab, frijoles bolivianos, dátiles de los ayatolás, arroz cubano con esencia de puro castrista y cosas típicamente típicas de la Alianza de Civilizaciones). Por otro lado, la ministra de Incultura ya redactaba la diccionaria de palabras sin elementos machistas cuando era concejala de la Junta andaluza, y se prevé que edite en breve una versión de orgullo feminista de don Quejote, o sea “Quejota y Sancha”.
Promociones cutrerales: la subasta del Archivo Nacional de la Guerra Incivil
En 2006 tuvo lugar el despedazamiento público (¡uy, perdón!), ehemm, el reparto equitativo del Gran Archivo Nacional de la Villa del Lazarillo de Tormes, o sea Salamanca. Carmen Calvo se ilusionó con un libro muy progre llamado “Cómo subastar archivos nacionales con los nacionalistas que se ponen pesaditos y pueden darnos apoyo en el Congreso”, así que decidió pasar a la acción llamando a Carod Rovira y notificándole que le enviaría 300 kilos de papel tipo cuartilla lleno de moho repubicano datado de 1936. Ni que decir cabe que el líder de ERC se puso a cien, e incluso quiso traerse la furgoneta él mismo para cargarlos (curiosamente su padre fue un guardia civil del tío Paco, pero bueno... esa ya es otra historia...).
Los vecinos salmantinos, que no entendían las razonables razones de la ministra de Incultura, se negaron a dejar salir ni una sola pegatina adhesiva del archivo, así que nuestra pobre ministra tuvo que recurrir a métodos más drásticos. Se procedió así al asedio y defensa a ultranza del edificio en cuestión, baluarte que rememoró la gesta del Alcázar de Toledo y de los últimos de Filipinas. El procedimiento militar fue aplicado a conciencia por el bando sociata con leyes y furgonetas (aunque también se intento llevarse el edificio volando con cables atados a unos helicópteros o hasta incluso contratando a Julián Muñoz y al señor Roca para que se llevaran los papeles en bolsas de basura, que se ve que en eso tenían mucha práctica), y por el bando pepero en forma de lanzamiento de pizzas peperonni hirviendo, fortificación masiva de Salamanca, ametrallamiento a distancia de furgonetas catalanas con intención de aproximación y algunas que otras tácticas legales.
La Junta de Castilla y León blindó el archivo para evitar que los catalanes se lo llevaran y luego no devolvieran ni medio folio, pero para acabar de redondear la defensa también calculó unos treinta años de obra para asfaltar diez veces seguidas la calle que pasaba delante del edifico del Archivo más un tapiaje de puertas y ventanas con piedra caliza del valle de los Reyes para aguantar unos 40 siglos y resistir al saqueo.
Otras tácticas alternativas pasaron por quemar el archivo como medida extrema, declarar la peste bubónica en Salamanca para poner a la ciudad en cuarentena, secuestrar a Carod Rovira y llevarlo a una cueva del Tíbet (preferentemente junto al abominable Hombre de las Nieves) o afirmar que en el edificio existía una maldición dejada por el Lazarillo de Tormes que consistía en dejarte ciego solamente al cruzar el dintel de la puerta... (el mal de ojo anónimo, claro).
Este obstáculo fue salteado por Carmen gracias a una operación aeroterrestre con una parte anfibia. La noche C (de Calvo), a la hora C (de Carmen), se puso en marcha el dispositivo más masivo de la campaña bélica. Diez dotaciones de comandos de la Guardia Nacional penetraron en el edificio colándose por sorpresa por la alcantarilla sur, y todo esto cuando otros dos aprovechaban el descuido de los obreros que asfaltaban la calle para abrir una vía de escape por la fachada oeste, la que no daba al río Tormes (no fuera que se mojaran los papeles y Carod Rovira se cabrease). Tampoco olvidó lanzar tres camiones de cloroformo sobre los funcionarios del PP que estaban sentados sobre los papeles y atados con cadenas para evitar el expolio. Fue entonces, cuando los pobres estaban desprevenidos, cuando el Comando Femenista UltraProgre de la ministra entró a saco en el centro de operaciones enemigo y cargó en menos de 60 segundos 900 toneladas de papeles amarillentos en las furgonetas que envió Carod Rovira. El asalto se complementó con la izada de la bandera feminista en el balcón del edificio, aunque lo malo fue que Carmen Calvo perdió dos lentillas al subir las escaleras del segundo piso y tuvo que renovar vestuario de asalto porque el que llevaba se le salpicó de alquitrán al cruzar la zanja que habían abierto los obreros en la calle.
El desenlace archivístico
Con el expolio del archivo, la ministra se granjeó el título de “Persona Non Grata de Salamanca” y fue fichada por todos los servicios secretos del PP (que ha decretado su búsqueda y captura en todas la comunidades que gobierna).
Carmen Calvo no acostumbra a pasear demasiado por la ciudad del Lazarillo, no sea que se vuelva ciega de un ladrillazo salmantino o le caiga encima la rana de la universidad (o le propinen diez obuses desde los tejados de la Universidad Pontificia, que eso también).
Carmen Calvo: genuinamente progre.
El progresismo de tómbola de nuestra bienamada ministra también ha coincidido con la ministra Salgada (florera, florera) en temas tan demandados por los españoles como la prohibición de fumar en la calle, la prohibición de comer hamburguesas XXLL, la prohibición de ir vestido en playas de nudistas homosexuales, la prohibición de beber vino, la prohibición de buscar piso si no es con las genuinas zapatillas “kellyfinder”, la prohibición de consumir chocolate si no es con una banana al lado, la prohibición de hacer corridas de toros (no las de la otra clase, claro, que hay que se progre), la prohibición de prohibir alguna de las anteriores prohibiciones, etc, etc, etc... También es destacable su proyecto de ley por el que se obliga a todas las cadenas a reponer semanalmente todas las películas y series asociadas a Mr. Bean y Bambi, así como la obligación de todos los españoles a verlas al menos una vez en la vida.
Afirmaciones Acerca de Carmen Calvo
- Se cree que su apellido hace honor no sólo al pescado, sino también a su pubis.
- Carmen Calvo puede poner una cara de cabreo que ríete tú de la de Lars Ulrich.
- Carmen Calvo es atea, gracias a Dios.
- Dios tampoco cree en Carmen Calvo.
- Chuck Norris aparece en este listado porque es obligatorio que su nombre aparezca en cada artículo.
- Carmen Calvo desprecia basuras del cine yanki como "El Padrino", para financiar obras maestras del cine patrio como "Equipo Ja".
- Un politicucho tan irrelevante no merece tanto espacio en la Inciclopedia.
- Carmen Calvo desayuna cada mañana una lata de atun Rianxeira.
- Carmen Calvo es su nombre de casa, tras su boda con Antonia Lobato.
- El hombre que hace de Carmen Calvo fue extra en Braveheart.