Edipo
Edipo fue el rey de Tebas, protagonista de la primera telenovela de enredos familiares y la excusa de Sigmund Freud para no trabajar demasiado inventando nuevos complejos. Se trata de una obra de teatro escrita por el griego Sófocles un día que se había pasado con la marihuana.
Planteamiento
La historia de Edipo es sencilla de seguir:
Al principio
Edipo nació siendo príncipe de la ciudad griega de Tebas (de la cual, o Te-Bas, o Te-Quedas), y parecía que iba a tener una vida de príncipe, o sea, con palacio de serie, sin trabajar, casándose con la maciza de turno, etc...
Pero ocurrió que un día, su padre (Cayo Ma)Layo, el cual como se deduce por su nombre el jodío era feo de narices, pero esto no viene al caso, se fue hasta el Oráculo de Delfos, que era algo así como la Bruja Lola de la época, para preguntarle los números de la siguiente bonoloto y ganar una buena pasta, ya que aun siendo rey y estando más forrado que un sillón viejo nunca esta de más tener AÚN MÁS pasta. La sacerdotisa se esnifó los gases sulfurosos que salían de la grieta del templo, y mientras alucinaba por los delirios de grandeza (que así cualquiera hace predicciones, no te jode), emitió su predicción al rey Layo: "4, 8, 15, 16, 23, 42, y tu hijo te matará cuando sea adulto". Aquella bonoloto la acertaron 150.000 personas, por lo que los acertantes cobraron lo justo para tomarse una cerveza.
En cuanto al rey Layo, teniendo en cuenta la seriedad con la que la gente de la época se tomaba a aquella gentuza de los Oráculos, la predicción le cortó el rollo que no veas. Y aunque ya sabemos que de la mayoría de los videntes, pitonisas, oráculos y bichejos similares no te puedes fiar, su fama en la Antigua Grecia estaba bastante justificada, más que nada porque al final los jodidos siempre acertaban. De modo que todo cuanto decían estos videntes iba a Misa (algo así como lo que le pasó a Neo, el prota de Matrix, cuando se encuentra con la señora mayor esa que decía ser el Oráculo, no esnifaba gases sulfurosos de ningún templo, sino que le mandaba a un cigarro que más bien tiraba a ser un porrete, que para predecir el futuro más o menos tiene el mismo efecto).
Las predicciones y el mal rollo que generan
En cuanto al rey Layo se quedó más bien jodido con la predicción de marras, y consideró esto muy mala señal, así que Layo mandó a un lacayo (esta rima que acabas de leer es pura coincidencia) a que cogiese a su hijo y lo matase por ahí. El lacayo sintió lástima por el crío (si es que el rey Layo no tuvo suerte, de entre todos los lacayos psicópatas que podía coger va y pilla al ÚNICO que era un pedazo de pan), y en lugar de matar al crío lo dejó abandonado en el bosque para que lo matasen los lobos (joder, pues al final ese lacayo era más hijo puta de lo que parecía). Al final hubo tan mala suerte que el chaval fue rescatado por un pastor (mala suerte para los lobos, se entiende, que los pobre bichos también tienen que comer algo). Evidentemente, Edipo había nacido con una flor en el culo, así que acabó adoptado a su vez por los reyes de Corinto (una ciudad de esas Villas de Dios más perdidas que un pulpo en un garaje), volviendo otra vez a vivir como un príncipe.
Unos años después, el propio Edipo se fue hasta el Oráculo de Delfos para preguntarle por los números de la siguiente bonoloto, al igual que hizo su padre Layo anteriormente (el cabrón de Edipo era igualito que su padre, ¿eh?; aun estando podrido de pelas, ¡venga!, ¡más avaricia todavía!, ¡más para mí!. Pues cuando vea la predicción del Oráculo se va a cagar). La sacerdotisa se esnifó otra vez los gases sulfurosos que salían de la grieta del templo y emitió su predicción: "4, 8, 15, 16, 23, 42, y vas a matar a tu padre y te vas a casar con tu madre" (a lo mejor es cosa mía, pero este Oráculo, para hacer predicciones como esa, tenía que ser un cachondo. Ya podía empezar por el final).
Edipo no veía demasiado problema en cargarse a su padre, pero tener que casarse con su madre, habiendo esas jovencitas macizorras por ahí, le daba un poco de asquillo, así que para evitar la predicción se dirigió a Tebas.
Nudo
El rey y la Esfinge simpática
De camino a Tebas, Edipo se para a rellenar una bonoloto con los números del Oráculo (que su destino fuera una mierda no quita que tuviera otras cosas más importantes que hacer por el camino), y allí se encuentra con su padre, el rey Layo (ya sabes, el de Tebas, no el de Corinto, porque ese era el padre adoptivo), que al ver que está rellenando los mismos números que él, se cabrea muchísimo, tienen una pelea y Edipo acaba matándolo.
Cinco minutos después, ya olvidado el asunto, por el camino Edipo se encuentra con la Esfinge, un pedazo de bicho más feo que el coño de su madre (la madre de la esfinge no la de edipo), que medía mas de 10 metros de alto y tenía cuerpo de león, alas de águila y cara de hija de puta, que le plantea la cuestión irresoluble de "Oro parece, plata no es...", a cambio de una justa recompensa: como falle le arranca las piernas de un zarpazo y luego se lo come a cachos (¿Siendo semejante pedazo de bicho tenía que andarse con semejantes tonterías para comerse a la gente? Después de todo, la Esfinge era una gilipollas de cuidado). No se sabe cómo, pero Edipo encontró la solución al intrincado y supercomplejo enigma que le planteó la Esfinge (bueno vale, aquí me he pasado de sarcástico). El bicho, muy deprimido, se avienta a un barranco y muere. Y así, con esta chorrada, Edipo salvó a la ciudad de Tebas de la Esfinge (que por aquella época se alimentaba de los pobres diablos de la ciudad, que ya es tener mala suerte para que semejante bestia asesina se te plante en la puerta de tu casa). Como casualmente el rey anterior acababa de morir, Creonte, un tipo que se pasaba de típico listillo, había asumido las funciones de rey después de la muerte de Layo, ofrecía la mano (y, ejem algo mas) de su hermana, Yocasta, la reina, por lo que le nombraron nuevo Rey (con dos cojones). De paso reclama el premio del bonoloto.
La reina y la complicación del árbol genealógico
Edipo aprovecha para casarse con la reina Yocasta (reina de Tebas, no de Corinto), que era su madre (la madre de Edipo, no del rey) convirtiéndose Edipo en su padre, del mismo Edipo, no de su esposa y madre. Y así sin saberlo empieza a tener bebitos son su propia y querida mami. Con ella Edipo tuvo varios hijos e hijas, que eran a la vez sus hermanos y hermanas y, por lo tanto, los cuñados y cuñadas de su propia madre y tíos y tías de sí mismos. Claro, ¿no?
El incesto engorila a los dioses por lo que deciden enviar una plaga (¿SIDA? No, que aun no se inventaba). Por ésto el pueblo de Tebas estaba un poco mosqueado, con una epidemia de ladillas que les estaba dejando bastante maltrechos, así que Edipo (en vez de preguntarse "¿Y yo, por qué?") decide buscar a un cura por si acaso (con tanta gente estirando la pata es lo normal) y luego una cura pero de verdad, una cura en plan medicina, vamos (no venga el gracioso de turno a decir que "una cura" es la version femenina del cura, una monja). También encarga a su tío Creonte, que a su vez es su cuñado, que comience a investigar. Creonte, que no tenía ni idea de medicina, se va a Delfos a preguntarle al Oráculo (¡Hala, todos van al mismo sitio! ¿Esta gente no podía hacer nada por sí misma o qué?) a ver si le da alguna pista, y de paso los número de la siguiente bonoloto (en esta familia todos eran adictos a la bonoloto). La sacerdotisa, esnifando los gases sulfurosos que salían de la grieta del templo (¡¿Pero cuántas veces más se va a meter esta séñora esa mierda volcánica?! ¡¡Que eso no es sano!!), dijo: "4, 8, 15, 16, 23, 42, y la enfermedad la produce el asesino del anterior rey de Tebas" (por lo menos el Oráculo seguía tan cachondo como siempre...).
Desenlace
Edipo, que no es tonto y ya ha juntado algunas piezas del embrollo, sabe que ha matado al rey, pero se lo calla como una puta y hace como que busca al asesino. Pero la cosa está ya tan liada que el tío que se inventó este mito no sabe como resolverlo, así que se saca de la manga a un tal Tiresias, un profeta que como profeta era bueno, pero al que le faltaban algunos conocimientos de diplomacia y educación. El profeta, en plan Inspector Colombo, los reúne a todos y les cuenta lo que ha pasado, sin anestesia ni nada. Como resultado Yocasta se suicida, Edipo se saca los ojos para dar pena (es que estos griegos se lo toman todo muy a la tremenda) y Tiresias se convierte en el primero de una larga saga de cabrones personas que se dedican a contarte el final de una película cuando está en lo más interesante. El único que saca provecho de todo esto es Creote quien se hizo el premio del bonoloto. Este es el tipico listillo de turno cuyo nombre es usado para tipificar el complejo de todos los gobernantes que se han hecho el poder de manera desonesta y luego asumen una amnesia retrógrada con el afán de borrar las huellas del pasado: desde negarse a investigar desapariciones hasta quemar las boletas electorales, por ejemplo.
Edipos modernos
¿Sabías que...
- ...si te casas con una mujer, y tu padre se casa con la hija de esa mujer, tú te conviertes en tu propio abuelo?
- ...la única persona a la que le ha pasado lo anterior es al prota de la serie de Futurama, Fry, que de resultas de un viaje en el tiempo al pasado se acostó con su abuela de joven y se convirtio en su propio abuelo, por salido?
- ...John O'Connor embarazo a su madre para asi nacer después de haber nacido y regresado en el tiempo y entonces es su propio padre?
- ...Edipo no pudo experimentar el complejo que lleva su nombre, hacia su madre, pues no la conoció como tal sino en su condición de una viuda cachonda, buenona y poderosa, deseable tanto por dictados de la hormona como por cálculos de carrera política.
- ...la gran moraleja de la historia es, si no quieren destrozarse la vida, no le hagan el menor caso a las indicaciones de la Torre de Control situada en Delfos