Harry Potter y las reliquias de la originalidad
Harry Potter y las reliquias de la originalidad es el último libro de la saga de Harry Potter de la escritora y bruja inglesa Jotaka Rowling. Para escribirlo Rowling utilizó una poción multijugos con los últimos pelos de Jotaerreerre Tolkien, Ceese Lewis y todos los otros escritores de fantasía conocidos con hasta cuatro iniciales por nombre propio. A diferencia de los libros anteriores, para éste Rowling olvidó hacer un hechizo desmemorizador general contra todos lo que hayan leído cualquiera de las obras de los otros escritores.
Harry Jesús Edi Potter
Todo buen héroe debe sacrificarse para salvar a sus amigos sin miedo alguno, a sabiendas que el bueno no muere, resucita a los tres minutos. Lo hizó Jesús, lo hizo Gandalf, lo hizo el León de Narnia, lo hara Eragon en el cuarto libro y Harry no puede ser menos que ninguno de ellos.
Harry debe enfrentar al malo-malisísimo él solito. No importa si para ello primero tiene que pasarse seis libros enteros matando a sus otras figuras paternas. Puede dar más vueltas que Hamlet, pero al final hay que hacerle frente, y ya que estamos, cuanto más gente muera de estocadas al rededor ese mismo día, mejor. Tampoco importa si vive en un mundo donde los muertos dejan fantasmas y retratos que hablan, la casualidad, amiga de todo buen argumento, los dejará fuera del negocio hasta que el asunto esté por cerrarse. Al fin y al cabo, desde la época de Edipo y Laertes que se sabe que es todo cuestión de determinar, uno contra uno, quién tiene la mejor varita. Y hasta que el complejo de Edipo la batalla contra el mal no quede superada, Ginny Ofelia Weasly puede tirarse al río o buscarse un basilisco enorme que la consuele.
Gary Ivanovich Petrovsky
En los años 20, el antropólogo Vladimir Propp descubrió unas 722 versiones de Harry Potter entre las leyendas folclóricas rusas. Estas antiguas versiones primitivas contenían solamente 8 personajes. Al parecer los campesinos rusos no habían descubierto que añadiendo otros 50 personajes secundarios y cincuenta páginas por cada personaje se forma un poderoso hechizo que multiplica mágicamente los rublos, las libras esterlinas y los dolares americanos. A finales de los setenta el hechizo fue descubierto por el cineasta y mago americano George Lucas. Dos décadas más tarde Rowling toma los cuentos de Propp, las películas de Lucas, cambia las espadas luminosas por varitas, a C3PO y Arturito por Ron y Hermione, obteniendo aún mejores resultados. De todos los personajes originales el que resulta multiplicado más veces es el "ayudante mágico". El Gary Petrovsky original no necesitaba más que una buen botellazo de vodka para matar al malvado sargento cosaco Voldemorsk. En la versión de Rowling, como todo buen educado lord inglés, Harry no puede batirse a duelo sin su capa, su espada de gnomo, dos varitas, un sombrero seleccionador y un sala llena de testigos.
La Comunidad de los Horocruxes
Los únicos elementos que Rowling se dejó olvidados entre las páginas del flolclor europeo fueron un buen mapa y un GPS. Se sabe que el héroe y sus amigos no pueden salir a buscar objetos de magia obscura y destruirlos si no saben a dónde se dirigen. Esa sería la única forma de arruinar la infalible fórmula de la típica historia de aventuras y transformarla el argumento en algo tan ágil y divertido como sentarse a mirar crecer el pasto. Así no es sorprendete que Ron encuentre más entretenido dedicarse a prender y apagar las cerillas que le dejó en herencia Albus Dumbledore, (personaje más sabio que su autora) que ya había previsto semejante eventualidad.
Al menos uno de los objetos obscuros a destruir debe ser cargado cerca del pecho y debe hacerte más egoista y codicioso a cada paso. Sin un mapa es difícil encontrar una montaña del destino donde arrojarlo. El camino de Inglaterra a Mordor puede llegar a ser muy sinuoso. Por suerte, se sabe desde la Edad Media que no hay mejor remedio a los problemas de desorientación que perderse en un bosque, donde siempre va a haber algún ciervo blanco tan amable de indicarle el camino.
La Batalla Final
Si tu colegio es tomado por las fuerzas de la prostitucion ocupación, mejor que te unas a La Resistanse. Pero nada de salir a los bosques a pelear con los partisanos. Mejor te quedas cerca del colegio y esperas a que vuelva tu mesías. Si el salvador es Harry Potter y el colegio es Hogwarts, descuida, volverá, después de Albania no hay otro lugar más conveniente para dejarse olvidado un horocrux.
Y una vez que empiece la batalla
no te preocupes si estás a punto de ser aplastado por una enorme superioridad numérica, si no hay Ents o jinetes de Rohan que lleguen a último momento, siempre quedará aunque sea un batallón de elfos domésticos para salvar el día.