Psicoanálisis

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Cita3.pngEstoy pensando en ir al psicoanalista, pero... ¿Y si me gusta y termino enganchándome?Cita4.png
Woody Allen , de joven, haciendo una observación premonitoria.
Freud sujetando un símbolo fálico.

El psicoanálisis es la disciplina que se dedica al estudio del inconsciente, entendiendo por inconsciente a aquel que hace locuras y no se piensa mucho sus decisiones.

Origen del psicoanálisis

El psicoanálisis lo desarrolló Sigmund Freud después de intentar hipnotizar a una joven para conseguir que se mantuviera rígida cuando la apoyaban sobre los respaldos de dos sillas. A consecuencia del experimento, la joven se rompió la columna vertebral y denunció a Froid y a todos los hipnotizadores de Viena. Para hacer frente a la demanda, Segismundo se asoció con otros hipnotizadores, pagaron a un buen abogado, y quedaron libres. A esto se le llamó método de libre asociación, y fue la base del psicoanálisis.

Ello, yo y superyó

No es recomendable tener un superyó demasiado grande.

En el esquema del psicoanálisis, la mente tiene tres partes:

  • Ello: el ello es aquello que no es esto ni lo otro, sino ello. Es básico, instintivo y alocado, y sólo quiere placer.
  • Yo: el yo soy yo, y no eres ni él. Además, interactúa con la realidad.
  • Superyó: este soy yo cuando me pongo capa y salto a volar por ahí. En esos casos me vuelvo moralista y sólo me importa lo que se debe hacer.

La interacción entre estas partes se hace de la siguiente forma: el ello dice que tiene hambre, el yo propone cocinar una pizza, el superyó se pone moralista y dice que la pizza engorda, el yo dice que es lo más rápido, empiezan a discutir, el superyó gana porque es más fuerte, intenta tomar la superiniciativa, pero ya es tarde, el ello aprovechó la distracción de la pelea para tomar el control y comer una pizza entera, dos raciones de patatas y postre. El superyó se siente culpable, mientras el yo prepara una sal de frutas para la indigestión.

En la mente del esquizofrénico, el yo se va de vacaciones, y los otros dos se ponen a jugar a darse cabezazos contra la pared y hablar con los fantasmas. Resulta divertido.

El desarrollo psicosexual

Ejemplo de psicoanálisis inciclopédico
Este hombre no ha superado aún la fase anal.

Desde que nacemos, nuestra mente se va desarrollando en varias fases desde los -1 hasta los 200 años, más o menos.

Fase oral

Esta fase es la primera, que transcurre durante los primeros años de vida. En esta fase, al niño le da por hablar todo el tiempo, por eso se llama así. El niño habla del clima, de política y dice que en sus tiempos se vivía mejor. Además de ponerse pesado, pide teta continuamente. Al principio está bien ceder ante sus peticiones, pero a partir de cierta edad (por ejemplo, a partir de los treinta años) es conveniente que se pase al biberón.

Fase anal

Esta fase se da entre los 2 y 3 años, y consiste en que al niño se le intenta enseñar dónde defecar y mear para que no lo deje todo hecho un asco. Durante esta fase al niño se le ocurren cosas muy asquerosas y repulsivas, como comer tierra o vestirse de marinero. El desarrollo del niño durante esta fase incide directamente en el tipo de porno que le gustará cuando sea adulto.

Fase fálica

Niños jugando inocentemente con su madre, según Freud.

En esta fase (en torno a los 4-5 años) el niño se centra en los genitales. Durante esta fase surge el complejo de Edipo, durante el cual el niño quiere poseer a la madre y ocupar el lugar del padre. Para ello, se dedica a imitar a su padre, así que hace como que va a trabajar, se viste con su ropa, y probablemente intente liarse con la vecina. Las niñas desarrollan el complejo de Electra, por el cual se creen que son un personaje de un cómic con envidia del pene.

Etapa de latencia

Va desde los seis años hasta la adolescencia, y consiste en que el niño se tranquiliza un poco. Es la única etapa de la vida en que el ser humano no se pasa todo el día pensando en sexo.

La adolescencia

El instinto sexual vuelve a activarse, pero esta vez más en serio, por lo que es conveniente llevar condones y tener cuidado, sobre todo con las borracheras. Otra opción es aliviar las pulsiones mediante prácticas solitarias.

Después

A partir de los veinte, más o menos, la personalidad ya no cambia. Podrás hacer algunas cositas por aquí o por allá, pero lo más probable es que ya seas un neurótico para toda la eternidad.

La interpretación de los sueños

Aunque no lo parezca, este tío está soñando con tu cuerpo untado en crema de baba de caracol.

Los sueños son una vía directa a lo más profundo de tu mente. Sin embargo, su interpretación no es fácil, ya que sufren deformaciones oníricas. De modo que si sueñas, por ejemplo, con Adolf Hitler dándote azotes con una almohada con la cara de Pikachu, eso no significa necesariamente que estés completamente loco. Puede ser simplemente que sientas angustia por la muerte (que tu mente relaciona con el führer) de tu hámster Romualdo (que tu mente relaciona con los Pokémon). Si sueñas con que vas continuamente al baño y sigues teniendo ganas de ir, es que deberías haber orinado antes de acostarte; o simplemente jugar a un número del 00 al 99 en la lotería de seguro. Si sueñas con dos melones gigantes... Bueno, haz una libre asociación de ideas, a ver qué se te ocurre.

Otras corrientes psicoanalíticas

Además de Segismundo Frío, hubo otros psicoanalistas que se hicieron famosetes:

  • Carlitos Jung: elaboró la teoría del inconsciente colectivo, que es un tipo alocado que viaja a través del tiempo para crear arquetipos en todos los cuentos de la historia, porque odia la originalidad y tiene muy mal genio.
  • Karina Horney: desarrolló el psicoanálisis feminista, según el cual la envidia del pene sólo la sienten los hombres y las iguanas.
  • Jacobo Lakán: se piensa que diseñó un psicoanálisis estructuralista, pero no estamos seguros porque hasta el momento no se han podido descifrar sus textos al completo.

Cómo criticar el Psicoanálisis

Psicoanalista nuestro que estás en el consultorio. Santificado sea tu diván. Venga a nosotros tu análisis. Así en el conciente como en el inconciente. Danos hoy la sesión de cada semana. Y perdona nuestra transferencia así como nosotros perdonamos tu contratransferencia. No nos dejes caer en la perversión. Y líbranos de la psicosis. Amén

Lo fundamental para criticar el psicoanálisis es no tener ni la menor idea del mismo. El buen crítico es aquel que, con cara de estar aguantándose un pedo, dice algo como: el psicoanálisis es una pseudociencia basada en dogmas inventados por Freud, que además carece de efectividad terapéutica. Para hacerlo correctamente, no estudie psicoanálisis, no mencione absolutamente nada del psicoanálisis posterior a Freud (para usted, eso no existe ni existió nunca) o de la influencia del psicoanálisis en las psicoterapias actuales. Como todos sabemos, para criticar bien un tema, lo importante es no tener ni idea del mismo.

Otra opción válida es estudiar psicología para poder opinar sobre el tema delante de pseudopsicoanalistas que por confusión o mala fe, estudiaron antes esta ciencia, aunque los entendidos pueden argüir que el estudio de psicología se puede deber a unos deseos de autodestrucción o lo que es lo mismo, pulsión de muerte; ahora bien, si usted estudió psicología, lo más seguro es que jamás critique el psicoanálisis por inútil que se muestre en su tarea de curar enfermedades mentales (inútil al menos para los pacientes, para usted será muy lucrativa), lo importante es seguir sacando tajada de ello.

La llamada tercera vía es la más dolorosa, sobre todo para el bolsillo, y se basa en empezar una terapia (incluso sin necesitarla) para comprobar cómo disminuyen los ingresos brutos mensuales y el ello, muerto de hambre, y en conmemoración a la fase anal (suele esperar a llegar a esa fase en el psicoanálisis, que es cuando el terapeuta te pone el culo como un bebedero de patos), se caga en el psicoanalista y decide que es mejor gastar el dinero en prostitutas, pues la terapia Reichiana (o sea, curarse mediante orgasmos) es mucho más divertida.

La cuarta vía consiste en licenciarse en psicología, luego doctorarse en psicología, estudiarse el psicoanálisis de cabo a rabo y, luego de comprobar que todos los psicólogos de su facultad se parten de la risa igual que uno al considerar seriamente al psicoanálisis, escribir "El psicoanálisis: vaya timo" y publicarlo vía ARP-SAPC, para que de todos modos los incautos ni se enteren.

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Artículo destacado

Este artículo ha sido destacado en la Portada por decisión popular.

Los rumores sugieren que sus autores fueron instruidos
por el mismísimo Miguel de Cervantes.

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