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Inocencio VIII

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Inocencio VIII
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¡Menuda napia! Cada vez que olía un bacalao lo dejaba soso.
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Salchipapa
Religión Iglesia Católica
Mandato divino Lo bueno, que duró poco, lo malo, que lo que vino después no fue mejor.
Residencia Ciudad del Vaticano
Hechos Dar rienda suelta a la Inquisición, esa institución histórica tan entrañable.
Poderes Chupar sangre.
Predecesor Sucesor
Sixto IV el enchufista.
Alejandro VI el papa Borgia (agárrate que vienen curvas).
Su vida
Nombre de verdad Giovanni Battista Cybo
Estado actual Vampiro sanguinario.
Nacimiento Defunción Génova
Vaticano City
Resurrección Cada noche va por ahí mordiendo a la peña.
Causa de Muerte Decrepitud.
Relaciones De joven era un buen putero.
Enemigos Las brujas, y sospechamos que <inserta tu nombre aquí> es una bruja.


Inocencio VIII (Génova, 1432 – Roma, 25 de julio de 1492) fue el papuchi n.º 213 de la Iglesia Católica, cuyo pontificado duró afortunadamente poco, desde 1484 hasta 1492, que aun así ya bastante cundió. El tío se hacía llamar Inocencio, pero de inocente tenía poco el muy cabrón.


Primeros años

El Cardenal Calamandrini, el gran valedor de Giovanni Cybo en las altas esferas vaticanas

Giovanni Battista Cybo, que ese era su verdadero nombre (lo de Cybo no sabemos si es de Cubo o de Cybote) era hijo de una noble familia, porque si hubiera provenido de una familia de canis no iba a acabar siendo Papa, menudos eran esos de la curia. Su padre era un esbirro del rey de Aragón y eso hizo que desde muy joven le diese por las jotas y baturradas así como, cuando ya fue Papa, por establecer oscuras redes clientelares con las gentes de ese reino.

Pero mientras tanto era, además de noble, joven y lozano, y le daba por lo que le suele dar a los jóvenes desocupados: por estar todo el día de fiesta y de putas, que aunque luego se metió a curilla, antes ya había tenido un buen puñado de hijos, el muy tunante.

En vistas de que por ese camino no se iba a hacer nada bueno de él, sus padres le mandan a estudiar a Roma, donde entra al servicio del cardenal Calamandrini. Las influencias del Calamandrini este, que era muy popular por dar a sus invitados pincheo de chopitos y rabas a la romana, hacen que medre rápido entre el clero, llegando a ser Cardenal en un pispás.

Papado

Así que se muere el Papa anterior y hay que elegir a otro. La facción maña -de aquella los aragoneses pegaban mucho- liderada por Rodrigo de Borja buscaba un candidato de caracter pusilánime y medio pasmado para que fuese precisamente este Rodrigo de Borja quien manejara el cotarro en la sombra ¿y en quién se les ocurre pensar? Sí, en nuestro Giovanni Cybo. Éste por su parte se mostró bien dispuesto ofreciendo todo tipo de regalías y sobornos a otros cardenales para que le eligieran, que aquí el Espíritu Santo poco tuvo que ver. Así que gana por unanimidad y se pone el nickname de Inocencio VIII, con el objetivo de que sus enemigos políticos pudieran pensar que podían gastarle inocentadas, que era imbécil, vamos.

Y como Papa la verdad es que casi nunca dio una a derechas, era muy aficionado al nepotismo y a cada hijo o sobrino medio tonto que tenía le buscaba un enchufe. Además las armó gordísimas, como veremos.

Una vez que llega a la silla de Pedro va y se viene arriba, y se dice "Ahora la voy a liar". Su primera medida fue decretar para toda la Cristiandad una cruzada contra los turcos, pero ningún rey europeo le hizo ni puto caso, ocupados como estaban en zurrarse la badana entre ellos.

Esto le deprimió un poco, así que decidió tomarla con alguien para desquitarse...

Esa obsesión rarita con las brujas

Sus almas no sabemos si se salvarían, pero sus cuerpos quedaban hechos papilla.

Algo habría visto de joven en los sórdidos prostíbulos que frecuentaba, a saber por qué sería, pero el tipo la tenía tomada con las brujas. Hasta el punto que los anteriores Papas decían que las brujas no existían y a él le dio por decir que sí, y que sus antecesores eran unos botarates e ignorantes.

Así que publica una bulla para hacerles bullying, que se llama "Summis desiderantes affectibus" (ya solo el título indica que el tipo estaba falto de cariño) en la que en resumen dice lo siguiente:

Cita1.pngPor cierto que en los últimos tiempos llegó a Nuestros oídos, no sin afligirnos con la más amarga pena, la noticia de que muchas personas de uno y otro sexo, despreocupadas de su salvación y apartadas de la Fe Católica, se abandonaron a demonios, íncubos y súcubos, e hicieron todo tipo de cochinadas.

Por consiguiente, Nos, decretamos y mandamos que los Inquisidores tengan poderes para proceder a la corrección, encarcelamiento y castigo justos de cualesquiera personas, sin impedimento ni obstáculo algunos, en todas las maneras, procediendo a serrarlas, agujerearlas, despedazarlas, sodomizarlas, desgarrarlas, desmembrarlas, rajarlas, cocerlas, trepanarlas, colgarlas, ahogarlas, aplastarlas, flagelarlas, triturarlas, mutilarlas, desangrarlas... cualquiera de estas cosas o todas ellas, lo que fuera necesario para salvar sus pobres almas.Cita2.png

A partir de este momento, como es de suponer, todos los psicópatas de Europa se apuntaron a formar parte del Santo Oficio y se lo pasaron pipa repartiendo estopa.

Su amistad con los Reyes Católicos

Tenían mucho en común. Que si el papá del Papa había sido esbirro del tío de Fernando, que si ambos conocían los ambientes de la nobleza baturra (a ambos les encantaban las canciones de Labordeta). Que si tanto a ellos como a él les gustaba el tema de la Inquisición la barbacoa de hereje... es así que Inocencio VIII anima a Isabel y Fernando a utilizar métodos más violentos para la represión de falsos (o incluso auténticos) conversos, pues los que hasta entonces acostumbran le parecen una mariconada. Y para que vean que lo suyo no es solo criticar, sino que está dispuesto a ayudarles, les recomienda un buen sicario para llevar a cabo las pertinentes carnicerías: Fray Tomás de Torquemada, a quien Inocencio VIII nombra Inquisidor General, así por sus cojones. Huelga decir que Torquemada hizo muy, muy bien su trabajo y las dos Coronas ahorraron mucho en calefacción con la de fogatas que preparó. Y en Seguridad Social, que hizo una limpia de población que dejó el número de afiliados temblando.

También fue él el que a estos Reyes les dio el título de "Católicas Majestades". Menudo jaboneo se traían, ni Sánchez Dragó y Jodorowsky, cuando éste último va al programa del primero.

Ese rollo raro con Cristóbal Colón

Tenían también mucho en común: ambos eran genoveses y más agarrados que una pelea de pulpos y ambos consideraban que había que dar leña al infiel hasta que ardiera. Y de paso recuperar los Santos Lugares a guantazo limpio, que de multiculturales y partidarios de la Alianza de Civilizaciones tenían poco. Así es que Inocencio, fiel a sus costumbres nepotistas, recomendó a Crisóbal mucho a los Reyes Católicos, les dijo que era muy buen muchacho y muy formal y responsable. Y Colón para allá fue a sablearles. Hay quien dice que el nombre de Cuba se debe al apellido del Papa, aunque otros sugieren que Colón, cuando puso ese nombre a la isla, estaba borracho como una ídem, y que de ahí vendría el tema. Es difícil saber, pero hay incluso hay quien defiende que Colón era uno de los múltiples hijos secretos del Papa, basándose en esta complicidad que tenían y en que los dos eran físicamente muy parecidos e igual de feos. ¿Se desvelará alguna vez este misterio? ya dijimos que el Papa este tenía un pasado que no era trigo limpio, y el de Colón la verdad es que también es bastante turbio.

Vampirismo, mamoneo y muerte

Esta pinta tenía en sus momentos postreros.

Cuando se vio en trance de muerte le dio por contratar a una nodriza para mamarle la leche. Y oye, hasta ahí nada decimos, que lo de morir agarrado a unas tetas no está mal.

Pero no hay peor cuña que la de la misma madera, y va a ser que a este Papa le disgustaban tanto brujas y nigromantes porque él era uno de ellos. El pollo este, no conformándose con la idea de palmarla (no confiaría tanto en que le aguardaba el Paraíso) recurrió a una especie de hechicero-curandero de mala catadura que le recomendó que desangrara a unos críos y se bebiera su sangre, que así seguro iba a salvar su vida de crápula.

Entonces sus criados buscaron a unos padres de tres familias desestructuradas, les dieron cinco euros a cada uno por sus hijos, y a su palacio que se los llevaron. Una vez allí les mandó desangrar para después beberse él la sangre de las criaturas. Se murieron todos, los chavalillos y él... y ahí comenzó el peregrinar de Inocencio VIII por el mundo de los no muertos. Cada noche sale de su tumba y, si te pilla, te agarra y te la chupa. La sangre, digo.

En las profecías de San Malaquías

Las profecías de San Malaquías mencionan a este papa como Praecursor siciliæ (‘El precursor de Sicilia’), cita que podría hacer referencia a que su papado practico el crimen organizado de tal manera que ni la mafia siciliana en el futuro. O tal vez a que fue el precursor de Alejandro VI, en cuyo papado también fueron mafiosos de asustar. Lo mismo da que da lo mismo.

Carácter y personalidad

De primeras parecía medio lelo, pero luego el tío era de agarrarse, menudo sádico.

Descendencia

Tuvo muchos hijos ilegítimos, algunos ya siendo Papa, otros antes. Entre todos ellos destacan:

  • Franceschetto, que era un señor bajito.
  • Teodorina, solo verla y se te empina.
  • Cristóbal Colón, un famoso mari... nero.

Sucesión

Papa
Precedido por:
Sixto IV
Inocencio VIII
1484-1492
Sucedido por:
Alejandro VI

Detrás vendrá quien bueno te hará.

  • Aristóteles ícono.png Personaje histórico (ver todos aquí). ☠️