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Rudolf Steiner
Rudolf Steiner (Donji Kraljevec, Imperio austrohúngaro, 1861-Dornach, 1925) fue un austriaco ocultista, educador, embaucador, autor teatral, teatrero, pensador social pero no socialista, dinamizador cultural pero no culturista, arquitecto, esoterista, narcisista y autoproclamado clarinetista clarividente. Se dedicó a actividades tan dudosas como la crítica literaria y escribió obras como La filosofía de la libertad, a partir de lo cual se vino arriba y fundó un movimiento espiritual, esotérico y maquiavélico llamado la antroposofía, basado en el idealismo alemán y cosas peores como la teosofía o el gnosticismo cristiano. Sus ideas son pseudocientíficas, pseudohistóricas y magufas.
En una primera fase su movimiento tuvo una orientación más filosófica, tratando malamente de unir ciencia y espiritualidad, pero en una segunda fase se puso más artístico, copiando sin pudor las ideas de Wagner sobre la fusión de todas las artes pero centrando su admiración más en Goethe y construyendo un centro cultural dedicado a este último para albergar (nótese que esta última palabra es con b y no con v) todas las artes. En la última fase del desarrollo de sus ideas trató de ir a las aplicaciones, pariendo inventos como la educación Waldorf, la agricultura biodinámica (que produce lechugas y repollos esotéricos), la medicina antroposófica, el arte de la euritmia, cosas todas que pueden terminar en apoxia.
Steiner pensaba que igual que por el ojo ves visiones y por el oído oyes audiciones, por el pensamiento percibes pensaciones, con lo cual el conocimiento humano puede llegar a ser ilimitado si con todo esto uno no se queda patidifuso.
Biografía
Inicios
El padre de Steiner, Johann, era uno que trabajaba de guardabosques en Geras[1] para el conde Hoyos[2], oficio que dejó para casarse con una de las criadas del conde, dado que este no daba su consentimiento porque al parecer también quería rellenarle los hoyos. Así que Johann se hizo telegrafista para poder casarse con esta moza y fue destinado a una región que hoy es croata, pero que entonces pertenecía a Austria-Hungría. Allí nació Rudolf, si bien pronto se mudaron a los alpes austriacos donde pasó una idílica infancia semejante a la de Heidi.
Cuando Rudolf fue creciendo cursó estudios de Matemáticas, Física y Filosofía en el Instituto de Tecnología, con lo cual puede darse uno idea de que la formación que recibió fue basstante deficiente, porque eso es una estupidez tal que como ir a estudiar Medicina a la Facultad de Bellas Artes. El grado de incompetencia y cuñadismo de esta gente era tal que uno de sus profesores sugirió a Rudolf como asesor científico para una nueva edición de las obras de Goethe, estos se creían que sabían de todo y al final no sabían de nada.
Steiner cuenta que a los 21 años tuvo una revelación. Iba en el tren a su pueblo y allí conoció a un viejo chiflado herborista que se le puso a hablar del mundo espiritual "como alguien que había tenido sus propias experiencias en él". En lugar de llamar a las autoridades para que internaran al pobre hombre en una clínica mental, Steiner se quedó asombrado y siguiendo el consejo del viejo se puso a estudiar la filosofía de Johann Gottlob Fitche, y se flipó tanto que hizo el doctorado sobre el concepto del ego de este pensador, aunque solapadamente lo que estaba haciendo era alabar el ego propio.
Escritor y filósofo
Tras el disparatado asesoramiento que hizo para la edición de las obras de Goethe, le invitaron a trabajar editando los archivos de Goethe en Weimar. No contento con esto empezó a meter mano también en ediciones de la obra de Schopenhauer, siendo resultado de todo ello varios libros de filosofía, siendoel más destacado La filosofía de la libertad donde expone sus muy particulares puntos de vista sobre la epistemología y la ética. Steiner defiende que la libertad sólo se alcanza cuando se unen la libertad de pensamiento con la libertad de acción. Las autoridades policiales y judiciales escribieron una refutación al texto sosteniendo que esta unión más que en la consecución de la libertad solía terminar con el ingreso en el talego.
Resultado del boca a boca y a sabiendas que se dedicaba a ordenar archivos de filósofos, Elisabeth Förster-Nietzsche le epidió que hiciera lo propio con el de su hermano Friedrich. A Steiner le daba pereza respondió que estaba muy liado (si bien estaba holgazaneando más que otra cosa), por lo que la hermanísima insistió en llevarle a la vegetativa presencia de Nietzsche en el asilo mental. Steiner se quedó muy impresionado, y tras tocar varias veces con un palo a Nietzsche y ver que no reaccionaba, se puso ya tranquilo a escribir otro libro sobre el desgraciado filósofo en el que manosea vilmente sus conceptos eterno retorno y el Übermensh, como tantos otros, por otra parte.
Poco después se mudó a Berlín, donde creó una revista literaria para encontrar lectores que simpatizaran con su filosofía. Sin embargo estar en una ciudad que es un hervidero de protonazis y simpatizar con las críticas antisemitas de Émile Zola por el caso Dreyfus, o publicar tu correspondencia con tus amiguetes anarquistas, no es la mejor manera de ganar suscriptores en ese ambiente tan majo, y no le leía ni el Tato. Aun así fue una época feliz, ya que conoció a una tal Anna Eunicke y se casó con ella.
Steiner y la Sociedad Teosófica
En la revistucha antes mencionada, Steiner había publicado un artículo con sus interpretafciones magufas y aberrantes de un cuento de Goethe, lo que maravilló a los miembros de la Sociedad Teosófica que le invitaron a hablar allí de sus cosas. El muy charlatán y embaucador fue tan convincente que medró en dicha asociación hasta convertirse en su secretario general, si bien el tunante nunca pagó la cuota de la misma y formalmente no era miembro. Allí conoció a Marie von Sievers y se la llevó a vivir con él y su esposa Anna. Por lo que sea el que te lleves a vivir a tu novia al hogar conyugal suele ser motivo para que la legítima se rebote, y eso es lo que ocurrió en esta ocasión. Anna se largó airada y más adelante, cuando consumó su divorcio con Steiner, éste se casó con Sievers.
El tío siguió diciendo a los teósofos estos las magufadas que querían escuchar y su prestigio entre ellos subió como la espuma, tanto que fue promovido dirigente de la Sociedad Esotérica en Alemania y Austria. Viendo el chollo, y aprovechando la excusa de que los teósofos proclamaban a Jiddu Krishnamurti como la reencarnación de Cristo, decidió escindirse y crear su propio chiringuito donde no tuviera que justificar ante nadie lo que hacía o dejaba de hacer: la Sociedad Antroposófica, basada, según decía el muy farsante, en su propia investigación y su percepción espiritual directa.
La Sociedad Antroposófica
Lenguaraz como un encantador de serpientes, hizo crecer a la Sociedad Antroposófica creció de forma rápida. Steiner tenía también ganas de meter mano a la cultura, como demuestra que prácticamente destruyera la autoestima de la pintora Hilma af Klint para darse importancia él mismo. Sus seguidores, animados a lo artístico y a lo festivo, empezaron a hacer representaciones teatrales de las obras del propio Steiner, que a raíz de ello se decidió a construir un edificio diseñado por él mismo al que llamaría Goetheanum, y no Steinreanum como había pensado en un primer momento, para disimular un poco su egolatría. La mano de obra estaba constituida por pardillos que voluntariamente ofrecían sus habilidades para tal empresa, aun y cuando había comenzado la Primera Guerra Mundial y se oían los cañones no muy lejos. A riesgo de sus propias vidas los alineados miembros de la secta de Steiner siguieron con el proyecto. También por esta época, los mismos pringaos construyeron la primera escuela Waldorf. Bien porque los nazis cumplieron sus amenazas (ver siguiente apartado) o bien porque mucho fue el cántaro a la fuente y uno no puede estar siempre aprovechándose de los demás sin que alguien se mosquee, el Goetheanum fue incendiado tiempo después premeditadamente y reducido a cenizas. No obstante Steiner no se desanimó y requirió a sus partidarios construir uno nuevo, más grande y con mejores materiales. También fundó la Escuela de la Ciencia Espiritual, para lavar el cerebro a más futuros adeptos.
Ataques, enfermedad y muerte
Los nazis tenían a Steiner en su punto de mira desde hacía tiempo y es probable que fueran ellos los que le quemaran el teatro. Resulta que Steiner criticaba el antisemitismo (constituyendo estas críticas lo poco salvable de las cosas que decía) sino que su filosofía le llevaba a hacer propuestas de sociedad donde defendía que los individuos debían relacionarse en libertad, igualdad y fraternidad en las esferas espiritual, política y económica (así de bonitos son de primeras todos los discursos sectarios). Lo bonito de este discurso no parecía bonito a gente como Adolf Hitler, que tenía otras ideas al respecto de lo que era la sociedad y le atacó diciendo lo que decía de cualquiera que no fuera de los suyos, esto es, que era un instrumento de los judíos.
Tras el Putsch de Múnich Steiner abandonó Berlín bastante asustado y advirtió (por una vez con razón) que como llegaran estos individuos nazis al poder la cosa se iba a poner jodida. Siguió dando conferencias por ahí y se puso a investigar mamarrachadas sobre la reencarnación, viendo el fin de su propia vida próximo por la tristeza que le había entrado de perder el teatro. Y así acabamos su biografía con lo que sucedió poco después, que es con lo que suelen acabar todas las biografías: que se murió.
Filosofía
Para Steiner la Antroposofía consistía en llevar lo espiritual en el hombre a lo espiritual en el universo, que esto así dicho es como no decir nada, pero mira que se ponía espiritual, cuando no espirituoso.
Ciencia goetheana
Steiner defendía que el enfoque de Goethe hacia la ciencia era fenomenal y por ello fenomenológico, si bien Goethe no había logrado la transformación del pensamiento científico para interpretar el reino animal por incapaz, pero que con los repollos le iba mejor. Steiner interpretó la descripción cualitativa del color como le salía de los huevos, pero la defendió frente al modelo newtoniano que pensaba que se basaba en partículas. En esos mismos años Einstein demostró que Steiner y Goethe eran un par de panolis a este respecto, con sus investigaciones sobre el Efecto Fotoeléctrico.
Conocimiento y libertad
En una primera etapa de esta aproximación filosófica, Steiner intenta enmendarle la plana a Kant, quien postulaba que el ser humano no podía conocer la verdad esencial del mundo. Steiner postula en contra de ello que el mundo es un amasijo indivisible y que el pensamiento puede llegar allí donde los sentidos no lo hacen si uno se esfuerza mucho y aprieta fuerte los puñitos. Para Steiner fe y conocimiento son la misma cosa y allí donde no sabes, pues te crees lo que Steiner dice, que así vas bien, ya verás.
En una segunda etapa, Steiner se pone a filosofar sobre la libertad. Dice la aproximación es asintótica o así tonta, que tú puedes pensar lo que te apetezca pero que llevarlo a cabo pues hombre, eso ya es otra historia. Para Steiner un ser libre es aquel que piensa las cosas que se le ocurren a él, por tontas que sean, y actúa según las mismas, sin influencias externas como gente que te adoctrina para aprovecharse de ti (que es lo que hacía él mismo con sus infelices seguidores). Steiner aplica las perspectivas evolucionistas de Darwin un poco como le parece, diciendo que la conciencia humana es la naturaleza que se trasciende, que eso es un poco como uno que se agarra a sí mismo de la camisa para sacarse del barro.
Ciencia espiritual
Como veníamos diciendo, para Steiner el mundo espiritual y el natural eran un misma cosa, por lo que no veía ningún problema en darse a las magufadas más vergonzantes haciéndolas pasar por ciencia. Steiner entiende que el cosmos está permeado y penetrado por procesos y seres espirituales y que solo podemos volvernos conscientes de los mismos representándolos artísticamente, cada uno según sus capacidades, ya sean burdos monigotes, poemas cursis y cancioncitas tontas (en la mayor parte de los casos) o grandes creaciones artísticas (los menos). Pero que estos seres incorpóreos y ectoplásmicos conviene representarlos artísticamente de forma que sean accesibles a los no iniciados, para ver si así nos los podemos atraer a la secta.
Era un racista de mierda
Steiner veía la raza como una manifestación física de la evolución espiritual de la humanidad y, en consecuencia se hizo un tierlist de razas. Mira tú por donde, qué curioso, a raza blanca, la cultura europea o el pueblo alemán están ahí por la parte de arriba de la lista, si bien Steiner considera que pueden ser superadas en el futuro por otras aún más supremacistas. Quizá en lo único en lo que fue a contracorriente de las tendencias de su tiempo es en que no le dio por atacar a los judíos y criticó el antisemitismo, si bien promovió que los judíos debían asimilarse en los lugares donde vivían y dejar de judaizar. Adolfito y los suyos no acabaron de verlo y digamos que se ganó unos enemigos bastante agresivos.
Encuentro con Cristo
Steiner afirmaba haber experimentado un encuentro personal con Jesucristo, el muy iluminado. No sabemos si Cristo le ofreció pasteles o jugaron al parchís o qué, pero el aso es que decía estar transformado internamente. En lo sucesivo, integró aspectos del cristianismo en sus cosas. Steiner, el muy hereje, decía que cualquier religión era verdadera en su contexto cultural y que había que transformar el cristianismo para adaptarlo al de su tiempo (al contexto de la Antroposofía de Steiner, vamos), pero que Cristo había existido y había supuesto un punto de inflexión. Cristo para Steiner es un pivote en los procesos evolutivos y que está puesto en ellos como un cono de plástico por el ayuntamiento en una zona de obras. También afirmó que la segunda venida de Cristo se manifestaría, de forma etérea y no corpórea, a partir de 1933, como un ser de amor y luz. Dado lo que llegó ese año al poder en Alemania, no se puede decir que sus dotes proféticas fueran muy grandes.
Campos de actividad
Se metía en todos los charcos: que si activismo social, que si medicina, que si educación Waldorf, que si teatro, que si escultura, que si euritmia (género psudoartístico consiste en moverse flema y aun así con gracejo)... pero cuando rascamos un poco, casi nunca hacía nada. Siempre estaba colaborando con otras personas que eran quienes llevaban la carga del trabajo. Sí que diseñó edificios, algunos de los cuales incluso se construyeron, ya vimos en un pasado apartado cómo.
Notas

