Francisco Gabilondo Soler

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Cita3.pngY cuando seas mayor de edad, y te presentes en sociedad, serás grosero y descortés cuando discutas con un marqués, un Marqués de Sade, lalala.Cita4.png
Canción de Cri cri sobre las personalidades.
El visionario grillo descifrando el código del Apocalipsis en la Biblia.

Francisco Gabilondo Soler, (Orizaba, 1907 - Texcoco, 1990) fue un profeta lírico; que reveló a la humanidad estremecedores mensajes a través de canciones infantiles. Mejor conocido como Cri Cri el grillito cantor (su fursona) Fue la primera persona en traducir las profecías de Nostradamus, poniendolas en contextos más comprensibles para el público infante; al que dirigió toda su obra en un intento de advertencia.

Biografía

De niño adquirió el sobrenombre de El Grillo gracias a su forma tan cómica de saltar, elevándose a la altura de 2.5 centímetros sobre el suelo. Harto de esto, el pequeño le colocó unos resortes a sus zapatos, para así alcanzar un brinco de algunos metros. A pesar de que sus primeros intentos no resultaron, saltó por última vez. (Aunque se presume que anduvo de politiquito del RIP, y siempre estuvo como delegado del salón en el consejo estudiantil de la primaria).

El pequeño Francisco se elevó varios metros hacia el cielo; mientras su familia le gritaba desesperada. Continuaba el vuelo en perfectas condiciones; hasta que el techo se le cruzó en su camino. De camino al pabellón de urgencias, y con la cabeza desangrándose; el pequeño Cri Cri tuvo una visión fugaz, donde un ente superior le revelaba su misión en la vida.

Profeta callejero

Años más tarde, Gabilondo dejó a su familia y se instaló en las calles de Veracruz, afiliándose a un sindicato de viejitos con letreros de El fin está cerca. Sin embargo, los demás trabajadores se molestaron con él, debido a que profetizaba otras cosas, que no precisamente implicaban el fin de la vida como la conocemos sino cátastrofes de menor escala.[1]

Harto de esta situación, Gabilondo renunció al contrato colectivo de trabajo impuesto por el sindicato yéndose a la Ciudad de México, con una nueva identidad. Según él, su nombre falso original era Crístobal Cristales pero esa peculiar combinación le valió el apodo Cri-Cri cómo una forma de reducir su nombre regresado a sus orígenes de todas formas.

Allí, hablaba a la gente acerca de cierta epidemia y demás tragedias cuando el gerente de la estación de radio donde estaba lo quisó correr por qué estorbaba la puerta, entonces él irrumpio en el estudio y con el piano comenzó a cantar sus profecías. Cómo al presidente de la cadena le gustó como cantaba, lo contrató con la condición de que adaptara las canciones mexicanas a un público más infantil.

Radio

En un terrible decline de creatividad; el compositor pasaba el tiempo haciéndolo todo menos escribir canciones. Los directivos de la empresa, hartos de esta situación se decidieron a correrlo; cuando lo encontraron cantándoles a los niños una copla acerca de la extinción de la humanidad. El tema que trataba era en sí aterrorizante; pero los infantes parecían escuchar con mucha atención al cantante; por qué su canción resultaba muy bonita.

Así pasó a componer temas cómo La muñeca fea, sobre la trata de blancas; El gato carpintero sobre la explotación laboral y animal; El ratón vaquero sobre la hegemonía estadounidense; Negrito Bailarín sobre la guerra en África; Chon-Ki-Fu, sobre la victoria comunista en China, El ropavejero sobre el miedo colectivo para control de las masas y demás.

Con el éxito garantizado y la concientización de los más pequeños, un empresario sin color desendiente de ingleses puso la pistola en el ojo y quería apoderarse del patrimonio mexicano. Como ya no podía robarlo al estilo de los viejos ingleses decidió hacer uso de su poder adquisitivo y siendo humillado con una negativa, demostrando una vez más que el furro más talentoso de México era superior, se fue a su castillo a escuchar el ratón vaquero mientras lloraba.

Últimos años

Ya con la vejez encima, el profeta dejó de cantar debido a un serio problema en la garganta; pero no por eso dejó de auxiliar a la humanidad con sus predicciones. En sus últimos libros escribió canciones cómo Los tres cerditos, sobre la influenza AH1N1 o Che Araña sobre los cinturones de pobreza que se darían en las grandes ciudades.

Notas

  1. Llámemosles megamuertes.