Gastón Sessa
Che pibe, este artículo tiene humor re-argento. Si no entendés una goma, no hinchés las bolas y rajá de acá. |
Gastón "el gato" Sessa es un excelente carnicero nacido en la Ciudad de La Plata, Argentina. Jugó en varios equipos del Fútbol Argentino y alguno que otro de afuera. Actualmente juega en Gimnasia y Esgrima de La Plata. Se caracterizó durante sus partidos por su mal temperamento, ante los jugadores contrarios, hinchada contraria, jugadores e hinchas del propio equipo, árbitro y hasta alcanza-pelotas. Lo peor de todo lo anterior es que es todo verdad.
Trayectoria
Empezó a practicar taekwondo, donde adquirió el mote de Carnicero, porque trabajaba en la carnicería con su padre a la tarde y, porque uno de cada tres personas que luchaban con él terminaban con múltiples fracturas. Cuando el maestro le dijo que bajara un cambio le partió la cara de una patada.
Luego probó suerte en el fútbol de Estudiantes de La Plata como defensor, donde luego de quebrar tres fémures, pelearse con tres delanteros y sacarle un diente al arbitro (todo mientras la pelota NO estaba en juego) decidieron ponerlo como arquero haber si se calmaba un poco, pero para sersiorarse de que estaba en buene estado mental lo enviaron a un psiconoalista.
Sin embargo, no se fiaron del profesional y lo enviaron a Huracán de Corrientes equipo que, gracias a las excelentes y disimuladas quebraduras que Sessa producía a los delanteros, logró ascender el mismo año a Primera División, solo para descender nuevamente al siguiente.
Así que en 1997, el "Gato" paso a Rosario Central y luego de buenas actuaciones en las que se destacó por su tranquilidad (dado que en esa época se daba con un derivado del Vicodin por recomendación de House) fue comprado por el siempre prestigioso Racin' Clu' de Aveyaneda. Gracias a sus buenas actuaciones, Racing solamente perdía por uno o dos goles en lugar de por goleada y por eso fue comprado por River en 1999, equipo en el que nunca jugó por culpa de Roberto Bonano, arquero titular de la selección en esa época.
En 2000, regresó a Racin', que en esa época estaba pasando problemas económicos y futbolísticos peores que antes. En 2001, comienza a jugar en Vélez Sarsfield dónde gana su primer título como titular en 2005. Más tarde, en 2007, se fue a jugar al Barcelona SC de Ecuador, para seguir imponiendo su violencia buen juego.
Subiditas de tono
Bueno, Sessa no se caracteriza por ser un ángel precisamente. Ha tenido varios episodios violentos a lo largo de los partidos entre los que podemos citar:
Agarrar del cuello al árbitro
Nada tan inteligente en un partido como descargar tus frustraciones sobre la máxima autoridad sobre la cancha. Ese día, estando en desacuerdo con las gestión del árbitro, hizo tiempo en lugar de hacer un saque de arco. Doble amarilla y roja fue la sanción. Así que el "gato" no tuvo mejor idea que rodear el cuello del árbitro con sus manos, a modo cariñoso, por supuesto. Sergio Pezzota, conmovido por las buenas intenciones del jugador, le dio 10 fechas de vacaciones para que tenga así un tan merecido descanso.
A darle a Castromán
Durante la copa Sudamericana, luego de terminar el partido Castromán le dijo que estaba disconforme con su rendimiento como arquero. Inmediatamente, el "gato" salió a correrlo al vestuario para "decirle lo que pensaba" y para detener tan eufórica libertad de expresión lo agarraron entre siete tipos. Castromán nunca pudo recibir la opinión de su compañero.
Pellegrino está medio dormido
En un partido internacional de Vélez, Gastón Sessa notó que su compañero de equipo Maximiliano Pellegrino estaba muy dormido. Como no quería que el equipo cayera a manos de una mala noche de sueño de uno de sus compañeros, fue a asistirlo de inmediato. Y le metió una buena cachetada para asegurarse que se despertara. A Pellegrino le vino re-bien, porque no solo se quedó despierto en lo que quedaba del partido sino que se mantuvo lo más alejado posible del arco de Sessa, tratando de influir en las jugadas de ataque. Curiosamente era un defensor.
Beto Beto
Luego, en un partido contra Belgrano de Córdoba, Sessa notó que el alcanza-pelotas estaba tardando demasiado para proveer de pelotas, puesto que estaba muy dormido... no tenía nada que ver con que hiciera tiempo. Así que, como con Pellegrino, para que se despertara, decidió lanzarle un pelotazo a la cara... no tenía nada que ver con que estuviera enojado con él. Luego, al retirarse de la cancha, aplaudido por la hinchada local, decidió hacerles señales de paz a ellos y a los periodistas, demostrándoles su profundo respeto y lo mucho que le gustaba Córdoba. La policía local le dio un merecido descanso de 10 días en una de las mejores cárceles zonales por su excelente actitud.
Demolió el Palacio
En octavos de final de la Copa Libertadores jugando contra Boca una pelota llegó larga para que el delantero Rodrigo Palacio fuera a buscarla. Sessa saltó en el aire sin problemas para agarrarla. Pero justo cuando todo parecía tranquilo y controlado se fijó en que Palacio estaba sosteniendo un cuchillo entre sus manos y estaba a punto de clavárselo para conseguir el balón. Rápidamente, y recordando su pasado de taekwondo, el "gato" lanzó una patada sobre el rostro del agresor, quien cayó de una, seco, al suelo. Sessa se había salvado. Sin embargo, el árbitro no solo no interpretó las cosas igual que el arquero, sino que le mando roja y le dio un penal a Boca, que Palermo... pateó afuera!!!, para variar.