Leyenda negra
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La leyenda negra es el nombre que le pusieron los españoles a todas las cagadas que ellos mismos se mandaron un invento mentiroso, calumniador, abominable, asqueroso y repugnante pergeñado por anglosajones, masones, judios, progres, y comunistas para difamar a España. Muchos gallegos resentidos destacados e ilustrísimos eruditos del Universo dicen que como Inglaterra era enemiga de España en la época colonial, entonces los ingleses inventaron un cuento de hadas en el que los conquistadores españoles habían esclavizado a las razas inferiores hasta que se murieron todas y no quedó ninguna, salvo los que aparecen en la National Geographic. A este hecho se le conoce como La Gran Hecatombe Demográfica Relativa de las Razas Inferiores (o por sus siglas en swahili, M.H.W.I.D.F.A., que es la manera más sencilla de llamarlo). También se dice que hoy en día subsiste un puñado de salvajes antisociales irreductibles que siguen sosteniendo que Gran Hecatombe Demográfica Relativa es sólo una forma elegante de llamar a un simple y vulgar genocidio, opinión que es totalmente desmentida por algunos gallegos trasnochados absolutamente toda la comunidad científica universal del Universo.
Varias opiniones que no le importan a nadie
Existen diversas opiniones sobre la Leyenda negra antiespañola judeomasónica. Naturalmente, todo español de bien debe falsificar la historia luchar sin descanso contra las aberraciones y calumnias vertidas contra la patria por parte de los indios resentidos y los anglos antiespañoles. De hecho, estudios recientes aseguran que los españoles ni siquiera conquistaron América, sino que América se topó con España debido a la famosa deriva continental, las placas tectónicas y todo eso.
Pero también existen algunos progres, sudacas e indios salvajes que por razones inexplicables, insisten en decir que España es responsable de no sé qué cosas. Usted se preguntará ¿y a mi qué mierda me importan todas estas opiniones? Y es cierto, a nadie le importan un carajo, pero todo sea en nombre del archimencionado, trillado, sagrado y convenientemente esgrimido punto de vista neutral.
Mentiras y verdades
Un tiempo después de que esta Honorable Raza de Conquistadores llegase a América para llevar a cabo su magnífica obra civilizadora, un viejo llamado Fray Bartolomé de las Casas viajó a Cuba para irse de putas y tomar ron, y dicen las malas lenguas que cuando ya estaba pasado de rosca, vio a los indios cumpliendo voluntariamente su trabajo normal de todos los días, y se indignó grandemente. Entonces escribió un libro donde hablaba pestes de la gran obra civilizadora de España, y proponía esclavizar negros en vez de indios métodos más humanos.
Como consecuencia de todas estas calumnias, se descubrió que el viejo en realidad era inglés, y tenía escondido en el bolsillo de la sotana un carnet del servicio secreto británico donde constaba su verdadero nombre: Sir Bartholomew of the Houses. Al descubrirse esta gran verdad, todos los cronistas e historiadores serios del Universo quedaron anonadados, y decidieron darse 200 azotes en la espalda para castigarse por haberle creído al viejo de mierda. Entonces juraron nunca más volver a hablar mal de España, y bautizaron como "Leyenda Negra" a todas las mentiras, asquerosidades y obscenidades que había dicho Sir Bartholomew en su libro (por lo demás, con sólo leer el título del libro de Sir Bartholomew, "Bregüísima relasión de la destruisión de las Indias", cualquiera puede darse cuenta de que al escribirlo no estaba completamente en sus cabales, y que no merece crédito alguno a pesar de que aún hoy subsistan algunos grupos minoritarios que se empecinan en hacernos creer que todas esas infamias fueron verdaderas).
En consencuencia, de ahí en adelante todas las crónicas y libros de historia sobre España serían lo más verídicos posible, limitándose a narrar sólamente todas las grandes fazañas y victorias de España, las cuales antes habían sido ocultadas por la malvada conspiración anglo-judeo-comunista-masónica, y nunca más se hicieron caso a las distorsiones y medias verdades que dicha conspiración había intentado imponer. De ahí en adelante, en ningún libro de historia faltaría nunca una mención a la audaz victoria de España con su Muy Feliz y Maravillosa Armada Realmente Invencible sobre el malvado ejército judeo-masónico-comunista de Inglaterra, lo cual pasó en verdad y Dios es testigo.
Las cosas que fueron pasando después
Al parecer, todo estaba ya solucionado y todos eran felices, pero no. Muy pronto (apenas unos 300 años después) las colonias Americanas, habitadas por sudacas insubordinados, decidieron sacarse de encima a los gallegos, y así lo hicieron: les dieron una buena patada en el orto, de manera que en menos de 10 años de guerra, los gallegos se tuvieron que ir cagando aceite. La única colonia que lograron conservar (por una razón u otra, quién sabe por qué carajo), fue la isla azucarera y putañera de Cuba. Pero en 1898, los yanquis quisieron que América fuera toda suya (y no sólo el 98%, como venía siendo hasta entonces). Así que hicieron explotar un barco yanqui en Cuba, y dijeron que habían sido los gallegos. Por esta razón empezó una guerra y, como era de esperar, los gallegos perdieron otra vez, y los yanquis se quedaron con todas las colonias.
Entonces comenzó lo que se llama El Largo Lloriqueo de los Gallegos Lamentándose por sus "Glorias Perdidas" (o ELLdlGLpsGP, por sus siglas en malayo), que consistía en un trauma que les quedó para siempre por haber perdido su "Imperio donde nunca se ponía el sol". Empezaron a aparecer un montón de viejos depresivos que escribían quejándose del "desastre del '98" y querían "recuperar el orgullo español" y todas esas boludeces típicas de traumados y resentidos. Para esa época, España era un país tan en decadencia, que los escritores románticos de otros países no la consideraban parte de Europa, sino una extensión de África, cosa que a esos hippies les resultaba exótico y atractivo.
Durante su Imperio, los gallegos habían dilapidado todo el oro que habían obtenido con mano de obra esclava en América, ya que los Austrias lo habían destinado a financiar guerras religiosas, a aplastar a la incipiente burguesía nacional, y a pagar préstamos a sus amiguitos flamencos. De esta forma, el oro, así como venía, se iba.
A los españoles nunca les dio la cabeza para impulsar el desarrollo de su industria nacional con todo el oro que habían robado ganado, así que siguieron enquistados en la Edad Media (como ejemplo, basta mencionar que no se les cruzó por la cabeza abolir la Santa Inquisición hasta 1834). Durante el siglo XIX la Revolución Industrial ni los rozó, y como resultado, unos pocos españoles (unos tres o cuatro millones nada más) emigraron a fines del siglo XIX hacia América porque no sabían apreciar la grandeza de España. Pero como asumir su culpa por todas estas maravillas era muy duro, los españoles inventaron el término “leyenda negra” para echarle la culpa a los demás de todos sus males. En el fondo ,ellos son los primeros que se desprecian a sí mismos, tienen complejo de inferioridad por haber sido la nación más atrasada de Europa, y por eso lo tapan inventando teorías conspirativas. Claro que no todos los españoles: sólo los fachas y liberales del PP. Los demás españoles están en su sano juicio piensan igual que todo el mundo, pero los fachas los acusan de pensar así por ser supuestamente "antiespañoles".
Consecuencias
Últimamente, el Delirium Tremens de los españoles ha llegado al paroxismo con respecto a eso de la Leyenda Negra. Originariamente, “leyenda negra” era un término creado como consecuencia del “desastre del 98” y del complejo de inferioridad que les quedó, y se refería sólo a supuestas calumnias de la propaganda inglesa de los siglos XVI y XVII. Pero ahora se les ocurrió relacionar la leyenda negra con todo, así pueden trasladar su victimismo al presente.
Tal es así, que para algunos fachas de Libertad Digital y demás calaña, cualquier crítica que se haga contra cualquier cosa española, es “leyenda negra”. Serían "leyendanegristas" los turistas que perfieren otros destinos en vez de España, todos los habitantes de los países sudamericanos, los inmigrantes víctimas de la xenofobia, los ciudadanos de otros países que protestan contra alguna transnacional española, los que están en contra de las corridas de toros, los que critican a la Inquisición (los fachas dicen que "la Inquisición es España", aunque sólo ellos se lo imaginan así, ya que todo el mundo sabe y reconoce que la Inquisición existió en toda Europa y se han hecho más películas sobre la Inquisición en Inglaterra, Italia, Francia, Alemania, o sobre las quemas de brujas en EEUU, que películas supuestamente difamando a España).
También sería "leyenda negra" decirles a los españoles sus verdades, como reconocer que fueron un imperio patético, no como el azteca o el inca que no sabían ni lo que era una rueda pero que tenían una cultura superior, que no aprovechó nada de la Conquista. Los fachas han llegado a un victimismo que roza el ridículo, pero sin embargo sus ideas son ampliamente leídas y consumidas dentro y fuera de España, entre los habitués de Libertad Digital, y también entre “perfectos idiotas” latinoamericanos como Mario Vargas Llosa y demás ralea, que reniegan de sus propios países y quisieran ser cualquier cosa menos un sucio peruano, venezolano o centroamericano, que en definitiva es lo que son. Todos estos imbéciles se dedican diariamente a difundir sus ideas dañinas entre el público idiota como ellos, desperdiciando ríos de tinta, colaborando con la deforestación, gastando las letras de su teclado y sobrecargando las conexiones a Internet.
Hasta han llegado a concebir la idea imbécil de que la Independencia de las colonias americanas fue por culpa de la "leyenda negra", y que si no fuera por eso, todavía hoy, en pleno siglo XXI, España podría seguir siendo un Imperio, y que los “sudacas” que ellos tanto quieren, podrían seguir siendo sus súbditos. Esta idea es ampliamente difundida a través de revistas "de historia" y “culturales” españolas, donde un conjunto de pseudointelectuales del PP, con un lenguaje que trata de imitar forzadamente la prosa del Siglo de Oro, siguen añorando la Época de la Colonia y refiriéndose a la Independencia Americana como un “desastre”. Y 200 años después, estos ejemplares patéticos siguen preguntándose con tristeza por qué habrán pedido sus colonias, por qué no las tendrán todavía. Evidentemente el subdesarrollo hispanoamericano, ufff perdón latinoamericano por lo de aquellos que hablan en rumano en surinan, es debido al colonialismo español. Y aún pasen 1000 años la culpa de los males de estos países será España y no sus tan preparadísimos y competentes dirigentes, que lo mismo se venden a EEUU que a lo que encarte, que se dedican a robarles una y otra vez.