Literatura medieval española
Antes de la Edad Media no había literatura en España, de hecho no había España hasta que en siglo IX fue creada por accidente. A partir de ese momento se procedió a crear todo tipo de historias basadas en un pensamiento muy medieval héroes invencibles, de amor sin sexo y todo tipo de elegías glorificadoras a la religión católica.
Contexto
La Edad Media era una época muy oscura, por eso fue llamada época oscura, donde predominaban sobre todo los dragones, las grandes dinastías europeas, la peste negra (la cual no era tan divertida como en Italia) y las monjas voladoras.
La literatura española tenía que tomar todos estos elementos y mezclarlos en poemas ilegibles ya que hasta ese momento no se inventaban ni la prosa ni el español. Los españoles sólo podían comunicarse mediante una mezcla de latín y árabe heredado de los legionarios romanos establecidos en Ceuta. La literatura española propiamente dicha no nacerá hasta finales del siglo XV, poco después de la invención del español por Antonio de Nebrija. A pesar de todo, en esta época salieron algunas cosas buenas como las siguientes:
Obras y autores medievales
El Cantar del Mío Cid
La primera manifestación fue cuando Anónimo escribió el Cantar del Mío Cid, una célebre historia de un célebre caballero imaginario, que debido al éxito de taquillas salió la segunda entrega “Las mocedades del Cid” y la tercera “El Cid y el misterio del príncipe Moro”, comenzaba una amena tradición comercial.
En este épico poema copiado de los franceses, se narra la historia del Cid Empalador, que únicamente con su caballo y su lanza reconquista España él solo expulsando a los moros, a los judios y a los molinos de la península, para más tarde regalar a sus hijas a unos hijos de puta que las abandonan en el bosque. El Cid se siente ofendido a pesar de saber qué pasaría y los destroza con un par de espadas mágicas.
El Poema de Fernán González
Otro ejemplo de poema épico en el cual se narra cómo gracias a que el rey de León le compra un caballo al conde Fernán González, y no se lo paga, éste último se marca un Puigdemont e independiza Castilla de León, convirtiéndola en el pueblo superior que habrá de dominar en lo sucesivo a todos los demás pueblos de la tierra. Igual se les fue un poquito la mano con el patriotismo exhacerbado.
Los siete infantes de Lara
Nos enseña que la venganza es el principal motor de la acción. Los siete infantes de Lara son emboscados y traicionados por su tío Ruy Velázquez. El padre de ellos, mientras tanto, cautivo de los moros, había tenido un hijo con la hermana de Almanzor (que menudo cautiverio sería ese, ni Julio Iglesias). Este hermanastro de los infantes vuelve para ajustar cuentas y arrasa con todo. Como debe ser.
Las jarchas
Mientras el Cantar de Mío Cid arrasaba en taquillas, para competir contra ellas salieron unas publicaciones llamadas jarchas. Sin embargo, estas no tuvieron tanto éxito porque la palabra "jarcha" suena extraña y para colmo estaban escritas en el alfabeto árabe.
Vayse meu corachón de mib. ya Rab, ¿si me tornarád? ¡Tan mal meu doler li-l-habib! Enfermo yed, ¿cuánd sanarád?
(traducción)
Vaya meo, corazón de mí, Y el rabo se retorcerá Tan mal meo que me duele Enfermo estoy, ¿cuando curaré?
Destaca un tal Isidoro de Sevilla, un don nadie que tenía muchas profesiones pero no tenía nada mejor que hacer.
Las glosas
Tras el fracaso de las jarchas llegaron las glosas, que vienen a ser lo mismo salvo que eran frases de narradores desconocidos escritas en los márgenes de los libros por la escasez de papel que había en la época. Su contenido era el siguiente:
Conno, ayutorio de nuestro dueño Christo, dueño Salvatore, qual dueño yet ena honore a qual dueño tienet ela mandatione cono Patre, cono Spiritu Sancto, enos siéculos de los siéculos. Fácanos Deus onmipotes tal serbicio fere que denante ela sua face gaudiosos seyamus".
Sí, muy aburrido e incomprensible, mejor se traduce y que salga lo que salga:
Coño, el ayuno de Cristo Corleone, dueño del honor, del Internet y mandador de los padres; me seca los testículos. Sacamos dos cipotes y más de allá no seguimos.
Destaca la característica de que te dejaba con intriga.
Alfonso X el Sabio
El rey cristiano escribía en portuñol porque decía que así nadie le entendía y no podían criticar su más que falta de capacidad lírica. Se supone que escribió las Cantigas de Santa María, aunque algunos críticos literarios han visto dos, tres y hasta cuatro plumas detrás de dicha obra. También se le adjudican una serie de cantigas de maldizer (son unos poemas en las que el autor se cagaba en alguien sin utilizar simbolismos ni recursos retóricos) halladas en las puertas de los retretes de su castillo. A continuación la Cantiga de la Letrina XVII.
Neste castelo ai um ome que não ten modales |
Los Mesters
Mester de juglaría
A partir del siglo XII surgió una escuela de tontos con ganas de darse a conocer. Este precursor de Operación Truño consistía en un grupo de gente que se exhibían desnudos en las plazas de los pueblos para llamar la atención y una vez hecho esto les obligan a escuchar sus cantos, comparados con el acto de pisar el rabo a un gato. Tuvieron una dura competencia con el Mester de clerecía. chapalele dijo la luciana
Mester de clerecía
Dura competencia del Mester de juglaría, consistía en una escuela de monjes prepotentes dirigida por el megalómano Gonzalo de Berceo que escribían libros sobre cómo realizar aventuras sexuales con éxito. Obras como el Libro del Alexandre y el Libro del Apolillado son obras de esta panda de degenerados.
Todo sin olvidar los Milagros de vuestra señora, excelso cuerpo de versos que enseñan cómo un sacerdote puede volar para espiar el vestidor de las monjas sí tiene suficiente fe en la Virgen María. De la misma forma enseña a cocinar niños judíos al horno. Como se puede ver es un libro variado.
El Arcipestre de Hita
Si pensaban que lo del Mester de clerecía, es porque no conocieron al Arcipestre de Hita. Hermano de Anónimo, se dedicó al tema de éstos y degenerándolo hasta el punto de que uno se llegase a reír de ello. Escribió El libro del buen Amor y El libro del mal Aliento, muestras de lo que pasa cuando cuando uno se mete a monje.
Jorge Manrique
Uno de los primeros poetas profesionales. Fue el que impuso la moda de que para ser poeta hay que llevar la bragueta bajada. Todo lo que escribe es pura basura, pero cuando muere su padre escribe tal bazofia que se considera una gran obra.
Don Juan Manuel
Borracho que se dedicó a imitar a Esopo haciendo una especie de fábula con moraleja, pero siempre usaba a un rey idiota que contínuamente pide ayuda a un lacayo que disfrutaba dejando en ridículo a éste contando historias que no tienen nada que ver. Tan envidia tenía de este personaje que, con la esperanza de convertirse en una creación suya (locuras de quien lleva sangre azul) se nombró príncipe de Villena.
La Celestina
Obra de Fernando de Rojas que dio un giro en la Literatura Mundial, ya que introduce el fenómeno de Todos-Mueren®. También se caracteriza por los bizarros nombres de los personajes (Calixto, Melibea, Celestina, Párseno, Sempronio...¿llamaría a sus hijos así?). Constantes accidentes, asesinatos y suicidios, ¿qué mas se puede pedir?
Trovadores
Gente de mismo movimiento que los del Mester de juglaría pero que cantaban en lenguas raras.
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