Mario Abdo
 Presidente de Paraguay |
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| Mandato | 2018- |
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| Segundo | Su esposa la diseñadora |
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| Hechos | Sobrevivir a varios intentos de juicio político y a una pandemia mundial |
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| Anterior | Siguiente |
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| Nacimiento Defunción | Asunción de María, Paraguay De seguro en una mansión de su padre |
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| Afiliación | Partido Colorado (Paraguay) |
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| Estado actual |
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| Relaciones | Con los herederos del stronismo |
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| Enemigos | La oposición |
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Mario Abdo Benítez (Asunción, 10 de noviembre de 1971) es un político, empresario y payaso paraguayo que fue como presidente de la República del Paraguay desde el 15 de agosto de 2018 hasta la eternidad 15 de agosto de 2023 , que gano al inútil maléfico de Efraudín Alegre. Es hijo del ex secretario privado del dictador Alfredo Stroessner, lo que le ha valido el apodo de "Marito de papito". Su principal logro ha sido sobrevivir a varios intentos de juicio político y a una pandemia mundial que ha colapsado el sistema sanitario del país. Su hobby favorito es viajar al exterior para tomarse fotos con otros líderes mundiales y fingir que tiene alguna influencia internacional.
Sus frases son conocidas por ser muy pero muy serias.
Biografía
Mario Abdo nació en Asunción el 10 de noviembre de 1971, en el seno de una familia adinerada y cercana al régimen stronista. Su padre, Mario Abdo Benítez, fue el secretario privado y mano derecha del dictador Alfredo Stroessner durante 25 años, lo que le valió el apodo de "Marito de papito" y una herencia millonaria en cuentas offshore. Su madre, Ruth Benítez Perrier, fue una ex reina de belleza que se casó con su padre cuando tenía 15 años y él 42, siguiendo la tradición stronista de robarse todo lo que brilla.
Creció rodeado de lujos y privilegios, sin conocer la realidad del país ni las atrocidades cometidas por el gobierno de Stroessner. Estudió en el colegio San Andrés, donde se destacó por su bajo rendimiento académico y su afición a las fiestas y las mujeres. Luego viajó a Estados Unidos para estudiar marketing en la Universidad de Teikyo Post, donde se graduó con un promedio de 6 sobre 10, demostrando que el dinero no compra la inteligencia. También realizó un curso de piloto comercial en Florida, pero nunca ejerció esa profesión porque le daba miedo volar.
En 1994 contrajo matrimonio con Fátima María Díaz Benza, con quien tuvo dos hijos: Mario y Santiago. Sin embargo, su matrimonio se vio afectado por sus constantes infidelidades y escándalos amorosos. En 2017 se divorció de su esposa y comenzó una relación con Silvana López Moreira, una joven diseñadora de interiores que se convirtió en su segunda esposa y primera dama. Silvana es conocida por su gusto por la moda y por su habilidad para decorar los palacios presidenciales con los impuestos del pueblo.
Se inició en la política en el año 2004, cuando se afilió al Partido Colorado, el mismo que había apoyado la dictadura de Stroessner y que había gobernado el país durante 61 años. Su principal motivación fue defender el legado de su padre y del stronismo, que habían sido cuestionados por la transición democrática. Su carrera política fue meteórica gracias al apoyo económico de su familia y al respaldo de los sectores más conservadores y tradicionalistas del partido. En 2013 fue elegido senador y en 2018 fue elegido presidente, derrotando por un estrecho margen al candidato opositor Efraín Alegre, quien aún no acepta su derrota y sigue pidiendo el recuento de votos luego de muchos siglos.
Presidencia
Mario Abdo asumió la presidencia de Paraguay el 15 de agosto de 2018, con la ilusión de continuar el exitoso modelo de desarrollo del país basado en el , la maquila y el contrabando agronegocio. Sin embargo, su gestión se ha visto enriquecida por una serie de oportunidades políticas, económicas y sociales que han potenciado su gobernabilidad y su popularidad. Entre los principales logros que ha obtenido su gobierno se encuentran:
La transparencia: Mario Abdo ha sido elogiado por estar involucrado en varios casos de corrupción transparencia, como el histórico acuerdo con Brasil sobre la venta de energía de Itaipú, que generó una gran alegría ciudadana y un intento fallido de juicio político en 2019. Un acuerdo tan transparente que nadie lo vio ni lo firmó, y que casi le cuesta el cargo al pobre Marito. También se le ha reconocido por beneficiar a sus amigos y familiares con contratos y cargos públicos, así como por recibir financiamiento "legal" de empresas brasileñas para su campaña electoral. Un financiamiento tan legal que tuvo que ser investigado por la justicia brasileña y que le valió el apodo de "Marito Odebrecht".
La ineficiencia: ha demostrado una gran capacidad para gestionar los recursos del Estado y para implementar políticas públicas efectivas. Su gobierno ha sido aplaudido por su rapidez para ejecutar el presupuesto, por su habilidad para atraer inversiones extranjeras, por su compromiso para combatir la pobreza y la desigualdad, y por su sensibilidad ante las demandas sociales de los sectores más vulnerables, como los campesinos, los indígenas y las mujeres. Una rapidez tan impresionante que solo gastó el 30% del presupuesto en 2020, una habilidad tan asombrosa que solo atrajo 200 millones de dólares en inversiones en 2019, un compromiso tan firme que aumentó la pobreza del 23% al 28% en 2020, y una sensibilidad tan conmovedora que reprimió violentamente las protestas sociales en 2021.
La planificación: Mario Abdo ha mostrado una gran visión estratégica y de liderazgo para enfrentar los desafíos del país. Su gobierno ha sido calificado de coherente, consistente e innovador, ya que mantiene una línea clara y firme según las necesidades internas y externas. Su gabinete ha sido objeto de numerosos cambios y renuncias, lo que evidencia la flexibilidad y adaptación entre sus ministros. Una línea tan clara y firme que cambia cada semana según las encuestas y las presiones políticas, un gabinete tan flexible y adaptado que ya lleva más de 20 cambios en menos de tres años, y unos ministros tan coherentes, consistentes e innovadores que no tienen idea de lo que hacen ni para qué sirven.
Motivos de su triunfo
Mario Abdo ganó la presidencia de Paraguay en las elecciones generales de 2018, que se realizaron el 22 de abril de ese año. Fue el séptimo evento electoral general y nacional que se realizó en el país desde el golpe de Estado que puso fin a la dictadura de Alfredo Stroessner en febrero de 1989. Un evento tan democrático y transparente que nadie duda de su legitimidad y veracidad. Bueno, nadie excepto Efraín Alegre, que sigue llorando por los rincones.
Abdo se impuso con el 46,44% de los votos válidos, frente al 42,74% de su principal rival, Efraín Alegre, de la alianza opositora Ganar. Una diferencia tan amplia y contundente que solo fue de 95.441 votos sobre un total de 4.241.507 electores habilitados. Un triunfo tan merecido y aplastante que casi le cuesta el cargo al pobre Marito. Y es que no es fácil ganar una elección con el apoyo del 10% de la población.
¿Por qué ganó Mario Abdo la presidencia y no otro? Hay varias razones que explican este fenómeno electoral, entre las que se destacan:
El apoyo del Partido Colorado: contó con el respaldo del partido político más grande y poderoso del país, que ha gobernado durante 70 de los últimos 75 años. Un partido tan unido y coherente que tiene dos facciones irreconciliables: los abdistas y los cartistas. Los abdistas son los seguidores de Mario Abdo, que se identifican con el legado del stronismo y la defensa de los valores tradicionales. Los cartistas son los seguidores de Horacio Cartes, el expresidente y actual senador vitalicio, que se identifican con el legado del neoliberalismo y la defensa de los negocios personales no necesariamente legales.
El rechazo a la oposición: se benefició del descontento y la desconfianza de la ciudadanía hacia la oposición, que se presentó dividida y debilitada. La principal alianza opositora fue Ganar, que agrupó al Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), al Frente Guasu (FG) y a otros partidos menores. Una alianza tan natural y coherente que unió a liberales y progresistas, a capitalistas y socialistas, a laicos y religiosos, a urbanos y rurales, a blancos y mestizos, a hombres y mujeres, a jóvenes y viejos, a vivos y muertos. Una alianza tan exitosa que perdió las elecciones por cuarta vez consecutiva.
El carisma personal: se destacó por su carisma personal, que le permitió conectar con la gente y transmitir su mensaje. Un carisma tan arrollador e irresistible que le hizo ganar el apodo de "Marito". Un mensaje tan claro y convincente que se resumía en una frase: "Vamos a hacer lo mismo que siempre, pero mejor". Una frase tan original e inspiradora que nadie se dio cuenta de que era una copia del slogan de Mauricio Macri en Argentina.
Citas de Marito
Un fin de semana sin casa, no hace nada
Véase también
Líder contemporáneo (+) ☀️