Ajab

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Ajab​ (conocido tampoco como Acab Ado) fue un rey bíblico, por lo que posiblemente también sea ficticio, que gobernó el Reino de Israel hace unos 2800 años, exactamente cuando nos importa aún menos lo que pasaba en esas tierras arenosas y más la vida cosmopólita de Fenicia, con sus teatros, burdeles y meca del cine mediterráneo. Pues bien, se puede observar que era enemigo del que escribió la Biblia, porque lo presenta como un rey malvado, particularmente por tolerar la libertad de culto, lo que para el pueblo israelita es correcto en lugares como Babilonia o Egipto, pero definitivamente es pecado es Israel.

Históricamente tiene quizá algunas menciones, no necesariamente como alguien poderoso pues Salmanasar III de Asiria dice que les pegó a un grupo de don nadies entre los que definitivamente no destacaba Acab.

Reinado

Ajab regañando al mozo que sacó al borrego del asador demasiado pronto.

El rey Omri (nombre no inventado por mí, pero posiblemente sí por un escriba hebreo), el padre de Acab fundó la muy poderosa dinastía Omri que prevalecería por 2 mil generaciones, no se sabe, ni se sabrá, pero presumen que era un líder militar exitoso, pues en esos momentos el éxito se medía con la capacidad que tenías para oprimir a los Moabitas, la más bulleable de las tribus de Israel. Sus tributos mantuvieron al heredero, Acab bastante gordito y con todos los lujos que pudiera desear, como ese nuevo carro de dos caballos de fuerza. De alguna forma no estaban peleando con el Reino de Juda lo que se consideraba un milagro.

El drama del guion vino cuando se casó con la "endemoniada" Jezabel (así se les decía a todas las extranjeras que enseñaran sus partes privadas en público ejem, el ombligo). Lo que pasa con cualquier matrimonio de diferentes creencias, el que más histérico se pone es el que convence a su pareja de cambiarse de religión. Por eso el rey abandonó a Yahvé y eligió otros dioses que le ofrecían mejores deducciones fiscales como como Baal.

Como siempre, quien escribe es quien critica, se dijo que le fue muy mal a la nación, que los terror... profetas de Yahvé fueron perseguidos frenéticamente por la reina mientras que el rey no se quería meter en problemas y aprovechaba su tiempo jugando golf-polo-acuático. Su reputación fue tan mala que el escritor del libro Reyes le adjudicó la muerte de un par de adoradores de Yahvé porque Ajab leyó mal un libro por su miopía y desató una antigua maldición de Josué, así de malo era.

Poco después entró en guerra con los sirios, donde ambos reyes se agarraron del cuello al mismo tiempo y dijeron "capturado", para destrabar quién había capturado a quién decidieron hacer una alianza para perder con gloria las próximas batallas.

Batalla de Qarqar

La batalla de Qarqar fue la más ambiciosa lucha crossover del 9 a.C. pues unió a numerosas personalidades que tenían sus propias historias independientes en una sola. Los contendientes fueron los principes de Cilicia, Siria, Israel, Tiro, Judá, Edom, Moab, algunas tribus desérticas que andaban en caballos como en Mad Max, y pocos más. Incluyendo a Ajab y a su amigo sirio. Pero como no había mucho presupuesto, se mandó una centena de carros y mil hombres, aunque en el registro oficial se colocó diez veces eso para intentar impresionar a los espías del enemigo.

Salmanasar III vio a este gran contingente de mal armados, mal entrenados y mal comidos hombres, rindiéndose en el acto, para luego decir "era broma" mientras les masacraba cuando estaban ocupados escribiendo cartas a sus casas que todo estaba bien. Era un malvado, pero no tan malvado como Acab que había cambiado de dioses, eso era un verdadero villano.

Ajab y los profetas

Ajan y Elías a segundos de jalarse de las barbas para demostrar sus argumentos.

Disgustado con lo que estaba pasando en el reinado de Ajab, cierto profeta llamado Elías oró una plaga furiosa que hizo que Palestina quedara sin lluvia por 3 años y medio enteros, viviendo el mismo Elías sustentado de comer cuervos vivos y después se fuera de arrimado con una viuda de Sarepta, curiosamente una ciudad de la misma Sidom de donde nació Jezabel. Cuando Elías decidió deshacer la plaga, lo hizo a lo grande: se burló de los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, además, con una pequeña nube del tamaño de su mano entonó un canto irritante para burlarse del rey.

Tras esto Ajab se sigue enfrentando con profetas rándom porque si no le pega su mujer. También por ella, Ajab organizó una trampa para robar una viña que estaba administrada por un vecino del palacio llamado Nabote. Esa última pequeña broma en realidad le valió una puta maldición de Elías, que golpearía a toda su familia, comenzando por el propio Ajab, quien pronto saciaría la sed de los perros. Como esta plaga parecía tan tonta, Acab siguió adelante felizmente.

Luego se encuentra con Micaías que profetizaba todo a modo de sarcasmo, pero eso no lo sabía Ajab quien le preguntó si podía conquistar sendo pedazo de desierto, Micaías sonrió y dijo, sí, claro, Yahavé no es vengativo y te hará ganar por el bien de su pueblo, aunque por dentro se estaba carcajeando. Luego se le convenció con pacíficos métodos para que dijera la verdad y reveló que Dios lo estaba buscando para matarlo en batalla, lo que no es exactamente tranquilizador para ningún mortal.

Muerte

El arquero ganó la apuesta de atinarle en el ombligo.

A pesar de fingir que no le importaba Micaías e incluso enviarlo a la cárcel a tener citas en las duchas, Ajab trató de hacer un truco travieso con Josafat de Judá, convenciendo al loco de que se vistiera como él en un carro, mientras que el propio Ajab se disfrazaba como un pequeño soldado para no estar expuesto a los arqueros sirios. El problema es que, además de que los sirios se dieron cuenta de que Josafat era más gordo que Ajab, por lo tanto, al no ser el mismo, un arquero sirio disparó solo por diversión para mantener alejados a los soldados israelíes, terminó por pura suerte (mala suerte para el herido) golpeando a Ajab quien fue la única víctima mortal de toda la batalla, lo que es estadísticamente muy hijoputeable Cuando sus hombres lo lavaron en un arroyo cercano, su sangre fluyó y se convirtió en el bebida para los perros cercanos. Sí, creo que Ajab realmente no entendía cómo iba a saciar la sed de los caninos si de todos modos hubiera o no llevado su sangre, los perritos iban a tomar agua. Esos profetas eran cada vez más perezosos para provocar muertes.

Legado

Reyes narra desde su visión vengativa el reinado de Acab. Sólo dice las cosas negativas: que no siguió arrepintiéndose y flagelándose los glutos por los pecados de un rey de hace muchos años; que se casó con una princesa muy sexy de lugares lejanos; que se cambió de religión y que invitó a Baal a los asados en el templo; que persiguió a los profetas de Yahvé por robarse el agua de todos nada más para probar un punto; por robarse una viña en lugar de expropiarla como cualquier rey haría; etc. Sí, pero nunca dicen las cosas buenas, por ejemplo... Bueno, según los textos construyó un palacio de marfil para sí mismo, lo que significó extinguir a los elefantes palestinos para siempre... Supongo que no se oye muy bien diciéndolo así.

Véase también

  • Aristóteles ícono.png Personaje histórico (ver todos aquí).