Baal

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Baal todo guapetón en este manga de hace cinco mil años.

Baal es un antiguo dios babilónico-caldeo-cartagines-fenicio-filisteo-sidonio-tuvalí que hacía lo mismo que Zeus en Grecia, arrojar rayos, lluvia y fertilizar, fertilizar mucho. Tenía una identidad secreta de super-héroe-músico-metalero, llamado Moloch Baal que se dedicaba a hacer carnes asadas y a volver ceniza los basureros como servicio público. Cuando estos imperios antiguos cayeron a manos de los cristianos, Baal se quedó sin trabajo como dios y se presentó a hacer audiciones para demonio que ganó por su colorcito rojo y fue llamado Baal-cebú como nombre artístico.

Biografía

Su dios padre es El, no, Él no, sino El, usted entiende. Pero bueno, El era padre de todo lo que existe así que es normal que sea padre de Baal, aunque no se parecían mucho porque El era un toro con alas (el patrocinador de Red Bull) y Baal era un tipo barbudo que no era un buey. Su madre era Ishtar que es la única diosa famosa del contorno mesopotámico.

Para evitar las burlas, su hijo Baal era representado con máscara de becerro. Desde pequeño fue prometido a la diosa Astaré para que lo ordeñe de vez en cuando. Pero como en casi todas las culturas viejas, tenía que haber drama familiar y se le colocó de villano a su hermano, Yam que quería quedarse con los terrenos de la abuela.

El combate de Baal contra Yam

Estaba tan ocupado que olvidaba comer.

Se encontraron unas USB muy antiguas en un formato arcaico llamado .txt que relata la disputa entre los hermanos. Yam era un dios my pobre y su amigo Nahar, el dios del mar y de los retretes, habla con él y con su padre El para convencerlo de que le dejara a Yam reinar en el universo, porque el pobre no tenía casa. El estuvo de acuerdo pero primero tenía que ganar una demanda de propiedad a Baal que ya era dueño de todo eso por herencia no testamentaria. En la cena de Navidad los demás dioses debían decidir a quien iban a apoyar para quedarse con los terrenos del universo, al desdichado Yam que tiene 900 hijos y no tiene trabajo estable, o a la deidad rebelde Baal que no tiene hijos, tiene trabajo y no le falta el dinero. Los dioses se dividen, que si uno no tuvo previsión e hizo una familia a pesar de sus situación inestable, que si el otro es responsable y ya había recibido las propiedades. El decide que le dará los bienes raíces a Yam si puede construir una casita en los terrenos, lo que enfurece a Baal que ya tiene varías construcciones.

Un primo recién llegado del universo norte también aspira a la herencia, el dios Athar, pero es pronto convencido de no hacerlo porque él ya se había comprado varias Galaxias donde poner sus vacas. Tras este interludio cómico, continúa el enfrentamiento, Baal mete una demanda contra Yam por usurpación, lo cual implica también una demanda contra El que le dice a Baal que le retirará la palabra si no le cede las tierras. Baal no accede y corta la videollamada y se dirige al juzgado pero al no existir un testamento que le deje directamente las propiedades, por lo que da por prácticamente perdida la batalla. El dios Kothar, que era amigo de Baal y trabaja con el juez, le regala un amparo que logra darle la victoria y finalmente pone una orden de restricción a su tóxica familia.

La construcción de la barda perimetral

El pokémon de Baal a punto de usar Llamarada.

Tras su victoria contra Yam, recibe el respeto de su hermana y esposa (es norteño), la diosa Anat. Mas ambos se dan cuenta de que sin un muro que separe el universo de las parcelas de sus hermanos, Baal no podrá gobernar sobre sus tierras de forma pacífica. Anat, entonces, se dispone a convencer a El de autorizar la construcción de dicho muro (que, para el colmo, El es quien se encarga de autorizar las obras de construcción en el ayuntamiento); como sabe que posiblemente El se opondrá, ella manifiesta su disposición a hacer uso de medios corruptos para lograr su cometido. No se tiene registro de la respuesta de El, pero se sabe que Anat tuvo que lograr el consentimiento de Asera (la nueva esposa de El que es más pacífica), ofreciéndole una parte del terreno para que sus construyan sus casas lejos de sus hermanastros tóxicos.

Habiéndose obtenido la autorización, Kothar (el albañil de los dioses) se procede a la hechura de muro, el cual posee treinta mil metros de altura y vidrios rotos al final para que los ladrones no se metan.

El combate entre Baal y Mot

Para la tercera temporada, llega el tío maloso Mot (que estaba en malos pasos con las mafias locales) y resuelve no reconocer la propiedad de Baal, sino usarla para sembrar sus plantas ilegales. Baal tiene que rendirse y acepta emigrar al universo del norte, bajo la condición de que no le hicieran nada a su familia. Baal se muda y se pone a trabajar como peón en el los campos de recolección de fruta. Esto genera los lamentos de El y Anat, aunque Anat sospecha que El y los demás dioses secretamente se alegran de que la mafia haya corrido a Baal. El le dice a Yam que ahora sí tome la tierra, pero Mot que no estaba dispuesto a dejar pasar el negocio lo balacea, asumiéndose él mismo como el legítimo dueño. El y los demás dioses de la familia ahora sí temen que la riña ya escaló a mayores y se organizan para firmar un documento que le da reconocimiento total de la propiedad a Baal para que venda.

Cuando, en efecto, Baal regresa y hace negocio inmoviliario, alegra a sus familiares tóxicos, especialmente a El, que veía con preocupación un reinado de Mot, que pondría demasiado violento el pueblo. Baal, no obstante, no puede vender a cualquier persona porque la mafia no le dejaría hacerlo, sino que lo vende a una mafia aún más grande y poderosa, una compañía minera interdimensional para extraer los recursos del suelo. Con ese dinero, Baal y toda su familia (que también le vendieron) se mudan lejos de ese universo tercermundista a uno donde tienen casas más pequeñas, pero están seguros.

Amorreos, cananeos, egipcios, fenicios y cartagineses

Baal perdió la apuesta y los hebreos le dibujaron su nuevo retrato.

Los amorreos eran unos vagos muy violentos que conquistaron Mesopotamia de vez en cuando y les gustaban las vacas asadas, por eso hicieron dioses que parecían vacas asadas, hace unos cinco mil años, tres semanas y dos días. A los cananeos les gustó tanto que lo adoptaron como credo propio, ya que acompañaban las ofrendas a Baal con cerveza, gracias a esto desde Canaán, el culto a Baal se extendió a Egipto y por todo el Mediterráneo siguiendo las oleadas de cerveza fenicia a principios del primer milenio.

Baal Hammon (Baal Jamón en castellano) fue adorado en la colonia tiria de Cartago como su dios supremo. Se cree que esta posición se desarrolló en el siglo V a.C. cuando los cerdos sustituyeron a las vacas por la anti-influencia de las comunidades semíticas y gustó tanto que hizo su propia marca de embutidos.

La Biblia

En el Tanaj, el dios Baal tiene un crossover con el judaísmo, haciendo como dios de reserva para cuando Yahveh se iba de vacaciones y los hebreros no tenían a quien adorar. Fue adorado por los fenicios junto al dios Dagón (como un Dragón pero sin erre). Era tanto el éxito que Baal aparece unas noventa veces en el Antiguo Testamento, interpretando a varias deidades varias deidades que ni siquiera conocía o existían.

Su última aparición fue en el libro de reyes cuando tiene un duelo de rap contra el profeta Elías (quizá no haya sido rap, pero así lo interpretan muchos hermenéuticos bíblicos). Según este relato, quien rimara más rápido y sin equivocarse ganaría. Los sacerdotes de Jazabel enredaron sus lenguas con sus sandalias (Reyes, 18, 20-39), mientras los sacerdotes de Yahveh no erraron ninguna rima, no arrastraron ninguna palabra, no perdieron el ritmo de ninguna manera, lo que llevó a que su culto se impusiera sobre el de Baal.

Vea también