Tláloc

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Cita1.png- Señor Tláloc ¿y qué come usted?
- Niños sacrificados.
- ...
- Jajajaja.
- Jajajaja, Señor Tláloc, casi me engaña.
¿Engaño? Tráigame esos corazones de niños.Cita2.png

— Primera conversación entre Tláloc y sus sacerdotes
Tenía cara de simpático pero era gruñón.

Tláloc (Señor Tláloc para los no mexicas) es aquel que conspira para que no tengas un lindo fin de semana en la playa o que se inunde tu casa. Es una deidad mesoamericana que controla todas las aguas, incluyendo ríos, lagos, mares, las aguas de sabores y también es el dios del pulque y derivados, de ahí su importancia frente a otras deidades menos viciosas. Además de sus quehaceres en la oficina celeste, en sus ratos libres también era el dios del rayo y los terremotos haciendo de este dios tener 3 elementos, agua, tierra y electricidad que le harían ganar cualquier batalla Pokémon.

Culto

Las prioridades del dios son muy específicas.

Entre los dioses antiguos más dioses y más antiguos de toda Mesoamérica se encuentra Tláloc, su culto se extendió hasta Centroamérica lugar donde todavía le adoran y por eso son tan violentos y acuáticos. Cuando los teotihuacanos fueron secuestrados por los extraterrestres y desaparecieron, el culto pasó a Tula (por lo que se convirtió en Tuleño) y de ahí se lo copiaron los Mayas que les faltaba un dios para las aguas, y así su colección resultaba completa. Cuando los Mexicas llegaron, ya Tláloc estaba inventado y era más fácil robárselo que crear su propio dios del agua al que darle corazones de niños.

Tlaloc era uno de esos dioses que son simpáticos y te fecundan toda la Tierra para que tengas cosechas y ahoga a tus enemigos en aluviones, pero por otro lado si lo haces enojar te deja sin agua con mil años hasta que lo contentas con unos chocolates y una carta de amor.

Representación

Siempre marcó tendencias con su manera de vestirse y de salvar o destruir a la humanidad, entre sus ropas destacaban:

  • Anteojeras hechas de las más finas serpientes entrelazadas marca Louis Vuitton, y cuyos colmillos acababan siendo las fauces del dios, muy usados en el 300 d.C. por todos los dioses del trueno.
  • Un labio superior muy pronunciado como las Kardashian, por donde se podía ir al inframundo y quedaba divino un bigotito.
  • Un maquillaje L'Oréal, tono negro espacio absoluto, verde encharcado o azul profundidades del abismo sepulcral.
  • Un estandarte de oro para comandar los rayos, las tormentas y pegarle en la cabeza a los paparazzis que no se quitaran de encima.

Rituales

Esos que parecen bichos aplastados, en realidad son almas que disfrutan el mayor balneario del otro mundo: el Tlalocan.

Los mexicanos y demás civilizaciones prehispánicas sabían qué hacer con los niños que gritaban en el cinetl (el cine náhuatl), en lugar del desprecio público como civilizadamente hacemos ahora, a ellos se les reunía y durante tres semanas se les sacrificaba en lo alto de un cerro. Había música, bailes, Chabelo organizaba catafixias, al final todos se divertían, excepto quizá los padres de los niños y los niños a los que se les arrancaba el corazón, se les enviaba a sus casas y crecían sin emociones ni afecto por no tener tan vital órgano para el amor.

Tlalocán

La mitología prehispánica fue fuertemente influida por Dragon Ball Z, y ésta, al igual que los Kaio-sama dividía los planetas-paraíso por sectores. El Tlalocán, que era el planeta de Tláloc, era al que iban a entrenar todos aquellos que morían por causa del agua, como los ahogados, los resfriados por la lluvia o los que se emborrachaban con pulque. Ahí tenían que hacer un fuerte entrenamiento para enfrentarse a los habitantes de Tonatiuhichan, Cincalco y el Mictlán.

Actualidad

Actualmente Tláloc sigue cumpliendo su función, pero está limitado a la Ciudad de México donde actualmente reside, vive afuera del Museo Nacional de Antropología y ha descuidado su aspecto y su salud, la última vez pesaba 168 toneladas y estaba juntando musgo bajo sus lonjas. Los habitantes de esa urbe lo culpan de las inundaciones y encharcamientos, como si él les ordenara tirar basura a las alcantarillas.

Véase también