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Historia del arte pornográfico
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El arte pornográfico (del griego pornos grafos: dibujar putas) es aquel arte que bien podría estar en un museo, pero no en los servidores de Wikia.
Origen del arte pornográfico
El arte pornográfico tiene su origen en tiempos del Pitecantropus erectus quien realizó las primeras pinturas rupestres y esculturas, como la Venus de Willendorf (también conocida en su momento como "la mamá de mi mejor amigo"), que indican que algunos trogloditas empezaban a fapearse. Muchas réplicas de esta pequeña escultura eran enviadas a modo de burla por los trogloditas bromistas a sus amigos; que, a falta de una escritura aun no inventada, era la manera que encontraron para decirle a su vecino "tu puta madre".
Por aquel entonces eran muy populares las pinturas rupestres de culos y tetas que algunos, en nuestro tiempo, confundieron con planetas y ovnis. Estas se conocía como "arte pa'l fapeo" y era casi ritual ver a los hombres juntarse junto a un muro a apreciar la belleza artística de estas obras. Si estaba buena, dejaban clara su opinión aunque se veían imposibilitados de aplaudir. Vamos, como en el muro del Facebook de tu hermana. Hazte una idea.
También destaca que la calidad de la mayoría de las obras dejaba mucho que desear, por lo que la mayoría seguía prefiriendo fornicar con gallinas.
Egipto
En Egipto, existe arte pornográfico dedicado a los dioses, en especial al dios Sepsunis, al que se representa siempre follando. Otra imagen popular era un cuadro de gran profundidad religiosa conocido como la creación de Anubis, donde se veía a Isis ejecutando el acto creativo de formas muy creativas con un chacal. Para luego adjudicarle el niño cara de perro a su hermano Osiris con quien también se le supo variadas poses yuxtaposiciones descritas con detalle en la literatura porno de la época.
La famosa Esfinge es una representación erótica que figura a una leona esperando el apareamiento en la posición habitual de las leonas en época receptiva. No cabe duda que para idear erotismo de tal grado hay que estar medio tocado de la cabeza, y más aún para hallar ese significado en esta época.
El porno se hizo tan popular entre la nobleza que idearon el método de la momificación a fin de tenerla dura perpetuamente y para siempre, hasta que alguien pueda clonar al sujeto y volverlo a la vida para seguir consumiendo material erótico. Incluso decoraron los muros de la tumbas con historietas hentai de esclavas desnudas haciendo cositas, de modo que cuando el muerto se levante, se levante en serio.
En la Antigua Grecia
En la Antigua Grecia, la pornografía era la más alta meta de cualquier artista. Existe pornografía sobre ambos sexos, lo que concuerda con la imagen bisexual que se tiene sobre los griegos.
Es aquí, en Grecia, donde se le dá el nombre de "Pornografía", que como ya hemos dicho significa "Dibujos de putas". Una de las más populares era sin duda la diosa Tetis, de quien sólo algunos mosaicos se salvaron de ser borrados por los agradecidos salpicones de la fanaticada. Las pinturas, relatos e incluso esculturas, terminaban siendo profanadas por la humedad y el intenso frottage a que era sometido para pasar el control de calidad.
En Roma
En Roma, al igual que en Grecia, la pornografía estaba muy extendida, hasta el punto de que se donaban fondos del estado para tal arte, que recibieron el nombre de Fondos Púbicos.
Destacan las excelentes obras basadas en el arte griego, así como las de Adriano, César y otras personalidades mariconeando.
Edad media
Durante la Edad Media y posteriores, las influencias del Estado Vaticano y sus agentes acabaron con todo este movimiento cultural, porque fapearse es pecado y mirar las partes corporales de otra persona dibujadas, también, panda de cochinos pecadores infernales. Los únicos que aprovecharon la temporada fueron los americanos que se entretenían haciendo cerámicas porno, rituales eróticos y fiestas temáticas cada luna nueva. Incluso entre los mandamientos del incanato se registró: No matarás, no robarás, no vagarás. Como notarán, no hay prohibiciones semejantes a las de los gimnosofistas del eunuquismo de Roma.
La edad media, se llamó así en jeropa Leropa porque nunca faltaba un tonsurado que le aguara la maizena a los zamarros del pueblo amenazándolos con echarlos del club, persuadirlos con métodos físicos, o una adaptación del tártaro de fuego y azufre. La cosa era tan mala que a los aguantados no se les ocurrió nada mejor que salir a cruzar el Atlántico con tal de tener un lugar privado donde no les borren las fotos educativas de las enciclopedias. Como sea, la cosa es que la mitad de los granujas quedaban "a medias" la mitad del tiempo y quedaban peor que sin tele y sin cerveza el resto.
Fue en este lapso de desesperación que los europeos se dedicaron a follar ratas para darse algo de placer, así es, ratas asquerosas. No como en América, donde se follaban sexys llamas. El punto es que sobrevino la peste y muchos murieron, otros quedaron locos. Los únicos que no se quejaban eran los curas, quienes encargaban a los pintores sendos murales de niños desnudos "querubines" en las paredes de los baños y otros lugares exclusivos.
Renacimiento
El Ranacimiento, caracterizado por la gran cantidad de batracios, está considerado como la Edad de Plata del arte pornográfico, excepto en España, porque la Edad de Plata del arte pornográfico aquí es entre 1902 y 1930, bajo el reinado de Alfonso XIII conocido como "Piernecitas", como "Martes y Trece" o como "Pajillas I", debido a la cantidad de obras pornográficas que ordenó hacer. De todos modos, en el renacimiento italiano deben destacarse las obras "David", escultura de Miguel Ángel creada para el público homosexual y la obra conocida como "El nacimiento de Venus". Otra obra que destaca, aunque ya sea del barroco, es "El jardín de las delicias", sobre todo la escena que representa una grandiosa orgía.
Siglo XVIII y XIX
De los siglos XVIII y XIX destacan las majas de Goya, las cuales fueron pintadas a encargo de Mariano Godoy Brey para su propio deleite personal, aunque acabó cansándose y es el motivo de que decidiese pasarse al otro bando (me refiero a irse al bando francés, aunque a efectos prácticos viene a ser lo mismo).
Otras obras destacadas son ninguna, ya que hasta el reinado de Alfonso XIII el Pajillero no se encargaron realmente obras pornográficas al por mayor.
Siglo XX. Edad de Plata del arte pornográfico
La edad de plata del arte pornográfico es como se llama al reinado de Alfonso XIII el Pajillero, debido a la gran cantidad de obras que se hicieron, la mayoría subvencionadas por el Estado.
En el cine, destacan las obras como "La nudista bilbaína" (1926), "¿Dónde vas, Alfonso XIII?" (Adaptación pornográfica con diversas actrices) y demás películas y fotografías, como las tomadas a la caoba, la amante de Primo de Rivera, y a éste, que se convirtió en un sex-symbol de la época, llegando por esos méritos al cargo de dictador.
Cabe destacar la época conocida como "el destape", que básicamente es que se descubre que bajo aquél sujetador y aquellas bragas "hay algo", por eso se le llama destape. Ésa época fue bastante prohibidilla en la época del General, pero poco a poco se fue abriendo la cosa, si a ello le sumas que la gente podía ir a ver dicho contenido en Francia, pues todo arreglado.
Edad de Oro de la pornografía
Después de un largo período de pacatería y puritanismo hipócrita, en los años 60 llegaron los hippies con sus revolucionarias ideas sobre el amor libre y su despreocupación por la higiene. Esta revolución libidinosa dio origen a la Edad de Oro del porno (1970-1980). En esa época, la abundante pilosidad era parte del canon de belleza tanto en los hombres como en las mujeres. Los hombres portaban orgullosamente una gruesa capa de vello pectoral que disimulaba su lamentable estado físico; las mujeres, por su parte, se hacían la permanente tanto en la cabeza como entre las piernas.
Por el lado negativo, muchos negocios de plomería y restaurantes de pizza con servicio a domicilio terminaron en la bancarrota porque sus empleados siempre terminaban su jornada con las manos vacías, pero con una sonrisa de oreja a oreja. Y por alguna extraña razón, nadie podía alcanzar el orgasmo sin un intenso solo de guitarra eléctrica con pedal wah-wah. Pero como todo lo bueno tiene que terminar, llegó el SIDA y se acabó la fiesta.
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