Transespecialidad
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¡Es el garañón italiano!
Poly quiere galleta, Poly quiere DNI.
La cuestión no es querer serlo, la cuestión es darte que cuenta que naciste para ello.Se define como transespecial a aquella criatura que tiene un conflicto existencial debido a su inconformidad de pertenecer a la especie en la que nació; puesto que encuentra que su identidad psico-biológica no concuerda con su anatomía, sus cromosomas y su ADN. Se habla aquí de disconformidad entre su identidad biológica y su identidad social y psicológica.
Por ejemplo, una persona transespecial puede ser que haya nacido con anatomía animal y un animal transespecial que haya nacido con anatomía humana. Es decir, se les designa por la especie con que se sienten identificados y no por la de su nacimiento. En otras palabras, un transespecial es, literal y físicamente, un alma encerrada en un cuerpo que no le corresponde.
Comúnmente en estas criaturas aparece el deseo de modificar las características físicas que no corresponden a la especie con que se sienten identificadas. Por eso, algunas pasan por un proceso de reasignación de especie, que puede incluir, o no, una cirugía de reconstrucción facial y, si esto lo amerita, un cambio en la documentación de su partida de nacimiento aprobada por un veterinario.
Jerga
Debido a que se trata de una minoría muy específica los términos que se han acuñado para referirse a la transespecialidad no están aún en el diccionario. Y es que la variedad de casos que manifiestan transespecialidad genera la dificultad de consenso respecto a los términos.
Casos como; si han pasado o no por operaciones quirúrgicas, si llevan o no terapias hormonales, si tiene su documentación personal en regla, si tiene las vacunas completas, o si vive el hábitat correspondiente a la especie con la que se identifica. Sin embargo, por regla general se considera transespecial a la criatura disconforme con su especie y algunas o todas las características que le identificarían como tal. También se debate si la forma más correcta de denominar a la transespecialidad es transespecialismo, transbiologismo, o incluso Síndrome de Gregorio Samsa.
Gramaticalmente, para describir a las personas transespeciales se usa la especie de destino, es decir, la especie con que la criatura siente identificada. Por ejemplo, un delfín transespecial pudo haber sido identificado como humano al nacer, debido a su apariencia, pero se identifica como delfín.
Debe diferenciarse claramente al furriero-cosplayero del transespecial. Ser confundidos con usuarios de disfraz se considera ofensivo y genera confusiones.
Hay quienes prefieren el término "transespecializada/o" por "transespecial", puesto que piensan que el término "especial" (contenido en "transespecial") da lugar a confusiones. Otra justificación dada para esta preferencia es que sienten que es una palabra más en línea con el término "interespecial", dado que muchos grupos transespeciales acogen a las criaturas interespeciales en su grupo, puesto que piensan que tienen mucho en común.
Causas psicológicas
Muchos estudiosos del tema aun debaten sobre las posibles causas psicológicas en el mundo interior de los transespeciales. Se habló mucho de los casos de niños criados por lobos, la actividad zoofilica, los matrimonios que han adoptado legalmente a una mascota, implantación de recuerdos, hipnosis y abuso de psicotrópicos.
Muchas de estas teorías llevaron a los especialistas a experimentar tratamientos de altas dosis de complejo DH[1] pero sus fracasos los hicieron inclinarse por buscar causas físicas.
Causas físicas
Muchas criaturas transespeciales han asumido que hay una causa física para la transespecialidad porque aseguran que, desde que recuerdan, siempre han carecido de la identidad natural con su especie biológica.
Algunos estudios hechos en la Universidad de Transilvania[2] indican similitudes estructurales y neuroquímicas entre los licántropos sometidos a experimentos pavlovianos y los cánidos comunes. Tras esto un segundo estudio en la Universidad Arca de Noé arroja los mismos resultados.
Objeciones a la investigación de las causas
Algunos activistas de los derechos de las criaturas transespeciales consideran un acto de frío racionalismo la búsqueda de una causa a la transespecialidad, apelando al hecho que muchas culturas antiguas aceptaban de manera natural a los transespeciales sin cuestionar. Por lo que no se debería ofender estos precedentes historiográficos y antropológicos que muestran la transespecialidad como un hecho arraigado.
El principal argumento en contra de buscar causas a la transespecialidad es que ello supondría legitimar la identidad biológica basada en la apariencia externa, o más banalmente, en los cromosomas y el ADN.
Las investigaciones históricas muestran que la relación entre la apariencia física y la identidad biológica varía de cultura a cultura. Ahí tenemos a los esquimales, los animales totems y su amor por la zoofilia como se ve en la película “Tierra de osos 2” (Brother Bear 2). Por lo que asumir que algo como eso es digno de una investigación en busca de la causal, es tachar la transespecialidad como algo anómalo y contribuye al aumento de los prejuicios sociales.
Puesto que la transespecialidad es algo natural, no debe verse como un desorden o una enfermedad que necesite tratamiento o posible cura.
Como tratar la transespecialidad
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Advertencia: Inciclopedia sí da consejos médicos (no como Wikipedia), gracias al gentil auspicio del Dr. Leandro Gao y su staff de enfermeras. |
En el pasado, estos asuntos se trataron como si fueran casos de zoofilia extrema, con psicotrópicos y tratamiento de electroshocks sin ningún resultado positivo. Aunque muchas de las más importantes asociaciones profesionales de medicina han condenado repetidamente estas terapias no sólo como ineficaz, sino como realmente dañina, ésta continúa siendo defendida como un tratamiento para la zoofilia y la transespecialidad por varias organizaciones con vínculos al movimiento cristiano conservador.
En resumen; no tiene cura, si tu o alguien de tu familia es un (por ejemplo) gato atrapado en un cuerpo de humano, lo más sano es hacerse una cirugía de reasignación de especie.
Sin tener en cuenta cual sean sus razonamientos, ya sea por motivos económicos, sociales o religiosos, si la decisión es consistente, debería ser respetada. Estos individuos a menudo buscan métodos alternativos con los que puedan mejorar su vida, promoviendo la aceptación de su identidad y mejorar su baja autoestima causada por el conflicto.
Estos métodos pueden ser tratamientos somáticos parciales como sólo terapias de reducidas dosis hormonales, que permite a los pacientes vivir, parcialmente, en el rol que se corresponde con su identidad de especie, e incluso permitir a la criatura, humana o no, una válvula de escape segura para expresarse en su esencia real y puede proporcionar una gran satisfacción a los pacientes que, por una razón u otra, eligen no someterse al proceso de reasignación de especie. Como, por ejemplo, la Tigresa del oriente.
Proceso de reasignación de especie
La mayor parte de transespeciales sienten un sufrimiento psicológico y emocional debido al conflicto entre su identidad y la especie que les ha sido impuesta al nacer. Para ellos la única solución es someterse al proceso de Reasignación de Especie.
Requisitos para el tratamiento de reasignación de especie
En algunos países, para comenzar el tratamiento de reasignación se precisa un informe positivo por parte de un profesional (psicólogo, sexólogo, psiquiatra, veterinario) en el que reconozca la necesidad de la persona a adoptar el nuevo rol y la adaptación de sus caracteres físicos primarios y secundarios (mediante tratamientos hormonales o cirugías) para conseguir una mejor adaptación a su verdadera naturaleza y a desenvolverse en ella.
En dicho informe se hace constar además que la persona no presenta ningún trastorno mental. Además, se recomienda que la persona pase durante unos dos años un test de experiencia de vida real, que consiste en comenzar a vivir de acuerdo al rol de especie diferente al que le fue asignado a la persona transespecial en el momento del nacimiento.
Cirugía de reasignación
La cirugía de reasignación de especie consiste en procesos quirúrgicos que las criaturas transespeciales llevan a cabo para armonizar su anatomía con su identidad biológica. Puede centrarse en las extremidades y la piel, denominada cirugía de reconstrucción, y en la que se pueden distinguir operaciones como el implante capilar o de plumas, la podoplastia[3] o la dactiloplastia[4]. Pero también existen otras operaciones populares en ese sentido, como puede ser una cirugía facial o un trasplante de orejas.
La cirugía es muy cara y no está cubierta por la Seguridad Social o por los seguros médicos privados en todos los lugares. El precio puede variar entre 12.000 y 40.000 €; a menos que se te conceda una subvención por parte de PETA y la WWF, si reasignas tu especie a alguna amenazada.
Reversibilidad
Puede darse casos de deseo de reversión si una persona transespecial ha sufrido un gran rechazo en su entorno a su cambio y no ha podido manejar la presión de su nuevo o antiguo grupo social. En estos casos se suele tomar una muestra de ADN que contiene los rasgos de la especie original y hacer un clon.
Para completar el proceso se le asigna al clon toda la documentación anterior (partida de nacimiento, licencia de conducir, DNI, VISA) y se designa a un veterinario que ponga a dormir al desdichado cuerpo equivocadamente reasignado.
Aclaraciones
- ↑ Desahuevina 500mg
- ↑ Tierra de hombres que se vuelven murciélagos, lobos y ratas.
- ↑ Adaptación de pies a patas o viceversa
- ↑ En muchos casos una extirpación de pulgares es lo mejor.
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Porque así lo quiso Dios
Si Dios se hizo hombre, es claro que también le va a esto del cambio de especie.- Vea estas hermosas criaturas, y nada de hacer caras o se te notará que eres un
estúpidotransespecifóbico.
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Artículo destacado Este artículo ha sido destacado en la Portada por decisión popular. Los rumores sugieren que sus autores fueron instruidos |