Iván Pávlov

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Tú condicionamiento pavloniano
hará que creas que hay algo malo aunque no.
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Iván Pávlov WTF!!! gané un Nobel!!!
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¡El amo de los perros!
Personal
Nacimiento Defunción Siberia
San Petersburgo
Estado actual Salivando
Lugar de residencia En una mansión con un jardín lleno de perros y campanas
Sobrenombres El campanero
Su obra
Se dedica a Fisicoculturista y vampiro
Origen Un lobo
Hazañas logradas Inventar el reflejo condicionado y el tubo para beber de Tetra Pak
Relaciones César Millán
Enemigos Erwin Schrödinger


Poderes Hacer salivar a cualquiera
Objetos Una campana y un metrónomo

Iván Petróvich Pávlov (del ruso: Torturapperruski; Siberia, 1849 - Tio1grado, 1936) fue un fisicoculturista ruso, célebre por haber creado el primer método de adiestramiento canino basado en el sonido de una campana. Gracias a este invento, logró que sus perros (y algunos no tan perros) le obedecieran, le hicieran la cena, le lavaran la ropa y le dieran masajes. Por esta hazaña, recibió el Premio Nobel de Literatura en 1904. Su trabajo es conocido como el condicionamiento clásico (también llamado Perro de Pávlov en honor a su gato). Durante su breve estadía en Inciclopedia creó las páginas VPD y VPDP para que los usuarios trabajaran gratis y salivaran cada que recibían un voto verde.

Biografía

Quería ser cura como su papá, pero en la escuela de teología no le enseñaban lo que le gustaba: abrirle la panza a los animales. Era un hábito que adquirió cada que tenía que recuperar sus tareas que se comían sus perros. Así que se fue a estudiar medicina en San Petersburgo, donde practicó sus habilidades con el cuchillo y conoció las campanas, que serían el amor de su vida.

Después de sacarse el doctorado en 1883, se fue a Alemania a seguir estudiando cosas raras, como cómo funciona el intestino y la sangre, pues no sólo era un docto médico, también era medio-vampiro.​ Estos profesores se quedaron impresionados con la habilidad de Pavlov para hacer agujeros en el intestino de los animales, sin saber que él había aprendido a hacerlo con sus propios dientes.

En 1890, consiguió un trabajo de profesor de fisiología en la Academia Galáctica Imperial de Rusia y le pusieron de jefe del Departamento de Fisiología. Allí se dedicó a investigar cómo funcionaba el aparato digestivo y los jugos gástricos, que son los líquidos que salen cuando uno tiene hambre o ganas de vomitar. Pavlov se pasó más de 10 años haciendo agujeros en el intestino de los animales voluntarios, pero también de los que no eran voluntarios. Era una operación muy difícil, porque el jugo gástrico se salía del intestino y se comía la piel y la barriga de los pobres bichos (y el piso cuando lo hacía con Xenomorfos). Pavlov se inventó una técnica que consistía en inventar el tubo para beber de Tetra Pak para las tripas. Así podía sacar jugo gástrico de cualquier parte del intestino, desde la boca hasta el culo, y guardarlo en frascos. ¿Para qué? Obviamente para que le dieran un premio Nobel por tener la paciencia para competir contra las compañías de jugos de frutas.

Por eso pronto se quedó sin campanas.

Es famoso por inventar la ley del reflejo condicional. La descubrió con su ayudante Iván Filíppovich Tolochínov, que era el que le hacía el café y le limpiaba los charcos de baba. Pávlov se dio cuenta de que los perros que usaba para sus pruebas salivaban cuando veían la comida o a los científicos, y pensó que eso era porque les gustaban mucho. Así que les llamó «reflejos condicionales», que significa que los perros se ponían cachondos con cualquier cosa. La diferencia entre «condicionado» y «condicional» es importante, porque el primero suena más profesional y el segundo más de colegio.

Hizo el famoso experimento de poner un metrónomo (un reloj que hace tic-tac muy rápido, no una campana como dicen los ignorantes) antes de darle comida en polvo a un perro, y vio que el perro se ponía a salivar solo con oír el metrónomo. Eso quería decir que el perro asociaba el sonido con la comida, o que le gustaba el ritmo. Pávlov se fue a Madrid a presumir de sus hallazgos en otro congreso, donde leyó su trabajo con el título The Experimental Psychology and Psychopathology of Animals, que en español significa “Cómo hacer que los animales se vuelvan locos con un metrónomo”. Durante el congreso hizo salivar a todos sus colegas cuando llevó una modelo rusa como ejemplo.

La Guerra civil rusa y la llegada de los bolcheviques no le afectaron en nada. Aunque no le caían bien los comunistas, estos le dejaron en paz porque les gustaban sus perros. En agosto de 1935, la Unión Soviética celebró el Congreso Mundial de Científicos Locos y Normales. Le nombraron el fisiólogo más importante del mundo, y le dieron una medalla y un pastel. Iván Pávlov se murió tras la rebelión de sus perros que vieron la entrega del pastel por televisión, lo salivaron pero llegó sin él. Se habían vuelto más inteligentes y antojadizos que los perros promedio.

Investigaciones

Los perros de Pavlov a menudo respondían menos debido al hecho de que todos estaban disecados, sin embargo, Pavlov aún realizaba sus experimentos.

Lo primero que hizo fue conseguir unos perros que estuvieran muy hambrientos, para que se les hiciera la boca agua con cualquier cosa. Luego se puso violento y les hizo un agujero en la quijada para poder medir la cantidad de saliva que producían. Después les puso una campana cerca del oído y les dio un poco de comida. Los perros se pusieron muy contentos y empezaron a babear como locos.

Repitió este proceso varias veces, hasta que los perros asociaron el sonido de la campana con la comida. Entonces hizo la prueba definitiva: sonó la campana sin darles comida. Y los perros siguieron salivando igual, pero no tardaron en sentirse engañados por no recibir nada. Pávlov se quedó alucinado y se dio cuenta de que había descubierto algo muy importante: el reflejo condicionado. O lo que es lo mismo, que los perros eran unos tontos que se creían cualquier cosa.

También tuvo algunos problemas por culpa de sus experimentos. Un día se le escapó uno de sus perros y se fue a la iglesia. Cuando empezaron a tocar las campanas, el perro se puso a salivar tanto que se ahogó. Otro día, se olvidó de apagar la campana y los perros inundaron toda la casa.

Sobre la educación

Pavlov se dedicaba a torturar perros con campanas y comida. Un día se le ocurrió que eso era muy importante para la ciencia, y se puso a escribir libros y a dar conferencias sobre el tema. Así nació el condicionamiento clásico, que es una forma de decir que los perros (y los humanos) son unos borregos que se dejan manipular por cualquier cosa. No tenía ni idea de educación, pero sus ideas sirvieron para que otros inventaran teorías sobre cómo adoctrinar y alienar. Estas teorías se han aplicado a muchos tipos de seres vivos, desde las bacterias hasta los inciclopedistas

Véase también

Spanish inquisitio.jpg ESPERAMOS QUE TE VAYA MUY BIEN

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