Argumento de autoridad
Según la RAE, se considera Argumento de autoridad a todo aquel argumento que se encuentra avalado por una personalidad o institución reconocida en su campo. La fuerza del argumento crece proporcionalmente al grado de importancia de la autoridad; así, un dicho de Cervantes siempre será más cierto que otro de Lope de Vega, quien a su vez ganará a Pérez-Reverte en cualquier discusión, siendo éste superior a cualquier autor con menos ventas que él, así hasta llegar a los escritores de prospectos de medicinas o al quiosquero de su barrio (quienes obviamente tienen menos fuerza argumental que usted, dado que usted sabe lo que dicen todas esas personalidades y ellos, presumiblemente, no). Es importante hacer la diferencia entre el argumento "Por mis cojones", y el de autoridad. Aunque prácticamente son iguales sólo que en éste el argumento es válido en razón de los cojones de una autoridad reconocida.
La historia del Argumento de Autoridad
Edad muy antigua
La historia del Argumento de Autoridad es muy difusa y se pierde en la gran barriga del tiempo. A falta de testigos, se supone que el primer Argumento de Autoridad fue el que empleó Dios con Adán y Eva, recogido siglos después en sus Memorias de Un Dios Omnipotente (editorial Séptimo Cielo, Babel, 1387 A.C. ISBN 84-86319-53-6)
Adán: ¿Por qué no?
Dios: Porque yo soy Dios, ¡y digo que no!La sutil distinción del Todopoderoso al referirse a su propia autoridad como fuente de verdad y sabiduría se considera el inicio de una larga edad de oro del Argumento, autores tan afamados como Tomás de Aquino[1] corroboran ésta tesis plasmada en un libro realmente grueso, ergo, debe ser cierta.
Después de que nuestros primeros padres fueran expulsados del paraíso por no hacer caso a la falacia ad hominem primigenia y condenados a convertirse en cavernícolas, ellos mismos enseñaron ese tipo de comportamiento divino a su descendencia.
En tiempos pretéritos (aunque según consenso general algo menos pretéritos que los anteriores, que serían, por tanto, pretéritos pretéritos o pretéritos pluscuamperfectos[2]), el jefe de la tribu, quien era el más fuerte pero no necesariamente el más listo, decía qué es lo que procedía a la hora de cazar y recolectar. Al principio el sistema tenía sus fallos, pero pronto el resto de la tribu aprendió. Si el jefe mandaba a cazar un tiranosaurio y alguno se le rebelaba, señalando que era mucho más fácil cazar los abundantes conejos de la pradera, el jefe le convencía inmediatamente mediante un seco y contundente argumento aplicado en mitad de la frente. Por una reacción típicamente Pavloviana[3], el resto de la tribu se iba a cazar al dinosaurio; así comenzó la expansión del Argumento de Autoridad. (Secretamente, los cavernícolas se cagaban en la familia del jefe; así nació el anarquismo).
Edad de los filósofos perezosos
Más adelante surgieron los filósofos, quienes descubrieron que si argumentaban mucho y largo podían probar cualquier cosa que quisiesen. Así comenzaron a asegurar la existencia de cosas y, curiosamente, la gente les escuchaba.
Los filósofos más destacados descubrieron que cuanto más argumentaban y más famosos se hacían menos tenían que argumentar en el futuro, hasta alcanzar un punto, según Platón[4], en que únicamente arguyendo a la autoridad que su envestidura filosófica les daba podían probar que el Sol es cuadrado o que la Tierra viaja por el espacio a lomos de una tortuga gigante.
Lo anterior causaba grandes problemas a los soldados de los ejércitos invasores, viéndose obligados a tomar un par de aspirinas después de cada asalto para digerir los dilemas existenciales que les causaban. Conocedores de esta circunstancia los mandamases enviaron soldados sordos a los campos de batalla; esto fue el fin de los filósofos como tales (aunque guiándonos por sus escritos podemos asegurar que no murieron: ascendieron a un plano de consciencia superior alcanzando la paz espiritual).
Edad reciente
Pronto a alguien se le ocurrió inventar los pensadores, que eran la versión light de los filósofos, pero que comenzaron a expandir su radio de acción y a interesarse en la política (pobres diablos). Grandes joyas del Argumento de Autoridad han surgido durante ésta época, que aún continúa, y que fue resumida magistralmente por Maquiavelo en su celebérrima frase:
En épocas modernas los pensadores se han multiplicado, congregándose en colonias conocidas como universidades Gobiernos de todo el mundo estudian un plan de control de la población universitaria, debido al peligro que supondría que todo el mundo tuviese autoridad; algunos teóricos de la Teoría de la Conspiración atribuyen a esto el exponencial aumento de los pirados con armas en las escuelas americanas[5].
Medida del pA (potencial de Autoridad) y escala de pA
Los entendidos en la materia pronto se dieron cuenta del gran potencial que tenía el Argumento de Autoridad para subyugar a las masas. Sin embargo, cuando quisieron ponerlo en práctica descubrieron uno de sus principales impedimentos: era imposible encontrar una autoridad que fuese aceptada universalmente.
Si durante un debate sobre literatura alguien citaba a Cervantes como fuente indiscutible de nuestra sabiduría occidental, siempre aparecía algún hereje defendiendo a Oscar Wilde. Si era sobre fútbol, había quien osaba poner en duda la supremacía de la Selección española con afirmaciones grotescas sobre Brasil o Argentina. Si sobre política, la cosa se ponía peor aún. Era preciso establecer un criterio unificador a fin de que estos argumentos trascendiesen las fronteras de sus respectivas patrias (aunque, como dijo Aznar, "España es la mejor" y eso es indiscutible[6]) y contribuyesen a la expansión de la verdad hasta el infinito y más allá (George Lucas)
Tras un duro camino plagado de dificultades y ojos morados, un grupo de matemáticos auspiciados por las teorías de Einstein consiguieron el objetivo buscado. En 1963, en el aula de conferencias de la Schopenhauer School of Scientific Studies, se dio a conocer el nuevo método universal de determinación del denominado "potencial de Autoridad" que mide la importancia de una personalidad concreta respecto a una escala cuantitativa, unificada y universal, a fin de terminar de una vez por todas con los larguísimos debates que azotaban el desarrollo del proyecto.
Dicho método, avalado por múltiples personalidades en su campo cuyos nombres no es necesario siquiera mencionar, constaba de una serie de ecuaciones desarrolladas formando teoremas independientes cuya complejidad trasciende la de la mente humana común. Las distinguidas autoridades presentes aquella mañana en la SSSS la aceptaron por unanimidad sin darle más vueltas al tema.
Desistimos aquí, por razones de espacio, de trascribir el teorema completo; nos limitaremos a reseñar, de forma testimonial, la ecuación final que se emplea habitualmente para mediciones rápidas y poco precisas, siempre teniendo en cuenta que su margen de error es considerable debido a la gran cantidad de simplificaciones requeridas para hacerla accesible a las masas. También transcribimos, con finalidad meramente ejemplar y sin valor científico ninguno, los valores obtenidos en las mediciones experimentales avaladas por el Massachussets Azkaban and Institute of Mathematical Sciences.
Puntuación | Personalidad | Utilidad y datos importantes |
---|---|---|
90 | Einstein | Probar absolutamente cualquier cosa que necesite ser probada e incluso varias que no lo necesitan. Máxima autoridad en cualquier campo, desde la metafísica a la bollería industrial. Úsese con moderación: puede producir envanecimiento[7]. |
85 | Cervantes | Cualquier discusión sobre literatura, aunque sea el último best-seller del verano o la obra cumbre de un gran escritor checoslovaco del siglo XVIII. Autor de todas aquellas frases que se le ocurren un día a alguien que quiere hacerlas pasar por ingeniosas. |
70 | Gandhi | Dichos filosóficos sobre la paz de los pueblos, lo efímero de la existencia humana y la importancia de la amistad. Gran elección para cuando no se sabe qué poner de nick en el messenger. |
54 | Beethoven | Música en general, y clásica en particular. Escribió una famosa sinfonía, "Para Elisa" actualmente presente en nueve de cada diez cajitas de música y postales de corazoncitos. |
36 | Bill Gates | Odiado y alabado a partes iguales. Bien empleado, puede dar la última palabra al interlocutor en una discusión sobre informática, pero debe citarse con moderación; la secta del pingüino acecha... |
15 | Dan Brown | Ninguna conversación conspiranoica está completa sin una cita de este autor. |
3 | Persona corriente | ¿Qué esperaba? Ande, deje de creerse que sabe pensar y váyase a ver la televisión un rato. |
La falacia del argumento de autoridad y cómo combatirlos, por Nietzsche
Los estudios de la SSSS no eran infalibles aunque deberían serlo. Un reducido grupo de disidentes afirmaba la total ineficacia del Argumento de Autoridad. Dicho grupo, siguiendo al pie de las enseñanzas del gran Nietzsche, desarrolló un protocolo alternativo para desmontar las hipótesis arrojadas por el pA y demostrar que las así llamadas autoridades no son más que ciudadanos corrientes, que respiran, van al baño como todos los demás y pagan sus impuestos a fin de mes (quizá lo hacen).
Dicha hipótesis, según la formulación más frecuente defendida por Hückel y Legrand (por contraposición con la de Martz-Shendhal, mucho menos extendida) reza como sigue:
Primer postulado (de la igualdad de los hombres): Todos los seres humanos son iguales ante la ley.
- Primera conclusión: Ningún ser humano es superior a otro.
Segundo postulado (de la igualdad de los orígenes): Todos los seres humanos tienen un origen común: el mono, según la tesis darwinista, o un tentáculo del Monstruo Volador de Espagueti, guiándonos estrictamente por la interpretación teológica.
- Segunda conclusión: Ningún ser humano es diferente, en términos biológicos, de otro.
Tercer postulado (de la igualdad de oportunidades): Todo ser humano es un genio in potentia, dependiendo el desarrollo de sus capacidades de factores sociales, educativos y medioambientales estrictamente independientes de su voluntad.
- Tercera conclusión: Ningún ser humano está mejor situado social, política o económicamente que otro por méritos propios, ya que todos estos factores dependen exclusivamente de circunstancias ajenas a la propia persona y no constituyen, por tanto, un sistema fiable de determinación de sus méritos propios.
De lo que se desprende que:
El lector se preguntará qué tiene que opinar un matemático respecto al tema, pero lo importante no es que haya sido un matemático, sino un matemático Nobel. Sin embargo al poco tiempo de su formulación Heimholtz fue acusado de plagiar casi literalmente el texto de una famosa novela de ciencia ficción titulada Derechos humanos y perdió todo su prestigio, por lo que actualmente se considea que su hipótesis es totalmente errónea. Mas algunos adeptos continúan considerándole como un pionero, y siguen sus enseñanzas al pie de la letra.
Argumento de no autoridad
Es el usado por personas a las que se les considera como des-autoridades, o sea, que no valen ni un comino a pesar de ser conocidos. Generalmente todos los argumentos que expresan nunca se toman en cuenta por ser totalmente absurdos o incluso estúpidos. Vale resaltar que Bush es el principal exponente, seguido por Michael Jackson y por el Papa, en tercer lugar.
Enlaces patrocinados por Coca-Cola™
Las referencias obligadas
- ↑ Tomás de Aquino cita a San Agustín, quien a su vez, hace referencias a San Mateo, y San Mateo a Jesús, como se nota, la pija en mano
- ↑ Lo dicho por el gramático Andrés Bello en su ya mítico discurso de la taberna de viejos
- ↑ A B. F. Skiner le gusta el conductismo, pero a Anthony Burges no.
- ↑ Platón fue el más respetado porque tenía la barba más larga. La misma tendencia se sigue actualmente en Inciclopedia
- ↑ Como bien apuntó el sociológo canadiense James Logan en su discurso de 1975 ante la Asociación Mundial de locos con armas
- ↑ Más se da el caso de que Aznar no es ninguna autoridad válida, por tanto, sus argumentos son erroneos
- ↑ Incluso Stephen Hawking, que siendo quien es, utiliza a Einsten para sus propósitos
Artículo destacado Este artículo ha sido destacado en la Portada por decisión popular. Los rumores sugieren que sus autores fueron instruidos |