Vestidismo
¡Hey! ¡Usted está desnudo! ¡Pervertido! ¿No le da vergüenza? ¡Busque sus atuendos y vístase! |
El vestidismo es una práctica realizada por ciertas personas (vestidistas) que consiste en llevar a cabo sus actividades cotidianas vestidos, generalmente en público. En la mayoría de los países se considera una práctica antinatural. Si bien el concepto de antinatural implica una apariencia o conducta anormal, casi todos los grupos que se autodefinen como vestidistas pretenden expresar en libertad su derecho a estar vestidos. El vestidismo considera que la prohibición de la práctica de estar vestidos se debe a problemas culturales como la falta de comunicación, pobre autoimagen corporal y morbo sexual.
Generalidades de esta filosofía
Como ideología el vestidismo pretende legitimarse por la percepción del vestido propio y del de los demás como un componente cultural. Las personas de cada cultura tienen derecho a vestirse para así marcar más las diferencias sociales religiosas o étnicas y hacer más sencilla la segregación.
La práctica del vestidismo manifiesta abiertamente su carácter de sugestión sexual. El vestido sugiere el sexo. Es decir, las ropas son usadas como canal para decir cual es el género de la persona vestidista y si está dispuesta, o tal vez no, a unirse a una bacanal y engendrar hijos sin amor.
También se pretende con esta práctica denotar el estado anímico del vestidista. Esto logra que la comunicación a nivel humano sea dejada de lado para pasar a usar como lenguaje un mero código de colores, manchas y combinaciones de los estilos de vestir, o manifestaciones del vestidismo que es lo mismo. Si un vestidista está contento se vestirá de colores brillantes, si está triste se vestirá de gris o negro, si está enojado se vestirá de jean o cuero, etc.
Es sabido por todos que el vestidismo, tan antinatural como es, esconde intereses comerciales de grandes transnacionales capitalistas, como Ripley, Saga Fallabella y Walmart animando el consumismo y la degradación de la humanidad. Comunes son los casos de las películas y series de TV en la que muestran a una adolescente sufriendo los estragos de la depresión hundiéndose en el vicio del vestidismo saliendo a comprar ropa. Desde el punto de vista médico, el vestidismo es considerado un vicio similar al alcoholismo.
A pesar de todo, muchos grupos vestidistas están comenzando a luchar por que dicha ideología sea respetada en el marco de los Derechos Humanos y su práctica deje de ser perseguida por los indios brasileños y los locos calatos de cada país.
Problemas del Vestidismo
Identidad de género
Contrariamente a la práctica normativa del nudismo en el vestidismo muchas veces resulta difícil identificar la identidad sexual del vestidista. La usanza del vestidismo permite al vestidista muchas veces ocultar su identidad sexual real provocando así, y de manera alevosa, confusión en sus interlocutores de turno, caos y anarquía. Muchas veces con el propósito de alterar los ánimos de su victima de turno para luego salirle con la "sorpresa".
Erotismo
El vestidismo pretende usar como práctica regular la búsqueda de excitación sexual en el viandante promedio. Si bien el erotismo en un ambiente privado pertenece a la pareja, los vestidistas pretenden llevar este estado de alerta sexual a todos los ámbitos de la vida. A través de el uso de escotes, ropas cortas o transparentes, o estampados gráfico-lingüísticos. Algunos de estos llegan a ser tan explícitos como las camisetas de mujer que dicen "me lo trago todo" o en el caso de los hombres "soy arquitecto, bésame la viga", por poner unos ejemplos.
La Moda
Desde que se inventó la máquina de tejer y luego la de coser los vestidistas la pasan cada vez peor, si bien en sus orígenes el vestidismo pretendía un fin práctico, ahora el propósito era meramente estético cayendo con toda desfachatez en lo ridículo, lo impráctico, lo absurdo, y cambiando tan rápido que cuando un vestidista logra completar su conjunto (ropa interior, calzado, prenda superior, prenda inferior, sombrero y accesorios) a la moda, la tal habrá cambiado tanto que terminará con el vestidista malgeniado o asumiendo el vestidismo como vicio.
Vestidismo como vicio
El vestidismo puede llegar a convertirse en una dependencia de características patológicas al punto que la persona se desespera si no consigue cosas nuevas con que vestirse. Su causa principal es la adicción provocada por la influencia psicosocial en el ambiente social en el que vive la persona. Se caracteriza por la constante necesidad de adquirir ropa, así como por la pérdida de autoestima, dependencia afectiva y síndrome de pobre.
El vestidismo a estos niveles supone un serio riesgo para la salud que a menudo conduce a la muerte como consecuencia de afecciones de tipo hepática por tanto renegar si no se tiene prenda deseada, hemorragias internas, atragantamiento con lana, o suicidio.
El vestidismo en estos casos puede afectar a las personas trastornando sus patrones de comportamiento. Existen tanto vestidistas que compran a diario, como los que lo hacen semanalmente, mensualmente, o sin una periodicidad fija, pero de manera compulsiva cada vez. El proceso degenera en "síndrome de pobre" cuyo síntoma principal es la depresión y la cleptomanía.
Cada vez el vestidista afectado querrá probarse nuevas prendas aunque sólo las use frente al espejo en la tienda y luego las guarde en el desván por el resto de su vida.
Me cansé de que se me cuele el chiflón, quiero ser vestidista
Si a pesar de nuestras advertencias usted desea optar por el vestidismo no se angustie, Inciclopedia le muestra la manera más sencilla de iniciarse en esta práctica y evitar algunos posibles problemas que como vestidista novato podría sufrir.
Como iniciarse en el Vestidismo
Consígase una hoja de parra, o una de ficus dependiendo de cuanto necesite usted tapar. En su defecto busque una oveja, llama, camello o perro lanudo para robarle el abrigo. Confeccione hilo con el pelo de animal, para lo que previamente deberá usar una rueca, pero cuidado, si se pincha podría quedarse dormido unos cien años, así que use un dedal. Cuando tenga listo el hilo en cantidad suficiente, entrelácelo en perpendiculares hasta formar una tela, la calidad de la misma dependerá de su habilidad para entrelazar adecuadamente. Con la tela envuélvase como pueda según la cantidad de tela que disponga. Si usted es pobre incluso unos cuantos cm2 en zonas estratégicas pueden bastar.
Ahora está usted listo, tras seguir estos sencillos pasos se ha iniciado en el vestidismo. Ahora acérquese al club de vestidistas más cercano y haga amigos. Como sea, por mucho que se cubra no olvide cubrir también la zona genital, pues de dejarla expuesta los otros vestidistas no lo aceptarán en el club y lo echarán a patadas.
Vístase un poco
Vuelva a desvestirse
Artículo destacado Este artículo ha sido destacado en la Portada por decisión popular. Los rumores sugieren que sus autores fueron instruidos |