Cleptomanía
La cleptomanía es un trastorno de la conducta caracterizado por la dificultad o imposibilidad de evitar robar cosas de poca importancia o valor monetario como ceniceros de moteles, servilletas, bloques de nieve en el Artico y maletines nucleares. A veces si se trata de objetos lujosos y caros, pero el individuo afectado no les otorga el valor que les corresponde.
Esta condición se relaciona con otros trastornos obsesivo compulisvos como hurgarse la nariz y escribir en la Inciclopedia, más precisamente este último. Según los estudios, el 98.9% de quienes han editado aquí tienen una probabilidad sobre el promedio de ser sorprendidos llevándose un gancho de ropa en la sección textil de un supermercado o el emblema a un automóvil Lada.
De acuerdo a la poesía literatura especializada, la cleptomanía es mucho más frecuente en mujeres que en hombres. Se desconocen las razones de aquello, pero no es difícil imaginar la cantidad de cachivaches que pueden tomarse prestados dentro de las 15 cajas de zapatos de la compra habitual de una chica.
Cómo opera la cleptomanía
Son complejas las causas que explican la cleptomanía de nacimiento. Tanto, que cansa a científicos y médicos. También puede ser originada por un daño cerebral traumático provocado, por ejemplo, por asfixia originada por monóxido de carbono.
Normalmente (si es que pudiésemos usar esa palabra), este trastorno se manifiesta en una conducta de robo poco profesional, en la cual no hay intención del cleptómano de esconder el hecho o de tomar resguardos para no ser capturado. Digamos que roba por moda, y porque el individuo siente una presión quizás inducida por un jedi la cual disminuye una vez efectuado el robo propiamente tal.
Es muy frecuente la aparición de este cuadro en el mundo de la farándula, siendo célebres las imágenes de la actriz Winona Ryder robando boutiques de Beverly Hills y Calasparra (especialmente en esta última ciudad). Este hecho evidencia por fin que el cleptómano roba efectivamente por moda.
Sea cual sea el resultado, lo cierto es que en la injusticia de Estados Unidos y su equivalente inglesa, la cleptomanía no se considera como argumento para la defensa, cuestión que ha puesto tras las rejas por igual a ladrones de bolsas de supermercado y a piratas aéreos.
Enfermedades asociadas
La cleptomanía se asocia con trastornos de la personalidad y enfermedades como la anorexia y la bulimia, razón por la cual es tan frecuente que desaparezcan cosméticos y cámaras de televisión en los desfiles de moda.
En estos casos lo más frecuente es que las principales sospechosas sean las modelos más delgadas, las cuales por su condición deben asociarse con otras personas al perpretar el ilícito.
Relación con el robo hormiga en el retail
De acuerdo a lo observado en estudios de fundo campo, el 5% del robo hormiga que se efectúa en el comercio corresponde a hurtos de cleptómanos. Por lo tanto, puede decirse que el 5% de las hormigas que incurren en esta práctica padecen cleptomanía (el resto son hormigas delincuentes comunes). O sea son pocas hormigas ¿no? Y son tan chiquitas además. Además sigue siendo un misterio cómo unas pocas hormigas son capaces de robarse una botella de Coca Cola de dos litros.
Tratamiento
La terapia tradicional para curar la cleptomanía se basa en fármacos inhibidores de la serotonina, la treintatonina y el esfínter trasero, combinados con sicoterapia. Sin embargo, en el último tiempo ha tenido mucho éxito un tratamiento alternativo de tipo conductista, consistente en suministrar al paciente sandwiches de embutido y mayonesa en forma ilimitada, durante una hora, mientras se lo somete a electroshock y a apreciar reproducciones de cuadros de Botero. A esta técnica se le conoce como "terapia de la naranja mecánica".
Los resultados, de acuerdo a los estudios, indican que el 75% de los cleptómanos de nacimiento moderan este trastorno a niveles muy bajos, e incluso las hormigas de las que ya hablamos se convierten en seres humanos.
Cleptómanos famosos
- Winona Ryder.
- Lindsay Lohan.
- Megan Fox.