Claustrofobia
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Claustrofobia (que viene del latín "Claus", que significa Santa Claus, y del chino "trofobia", que significa gato, pero como en China los gatos son ilegales se le conoce también como miedo) es el miedo o pánico compulsivo hacia Santa Claus, especialmente cuando el afectado se encuentra en un lugar muy estrecho que facilitaría su repentina aparición mágica. Santa Claus, personaje principal de aquella famosa historia verídica de terror que se suele contar en Navidad sobre un vagabundo obeso sin trabajo durante el resto del año y que en las noches de navidad entra a robar a tu casa por la chimenea, sigue afectando a mucha gente.
Es el segundo cuento ficticio de terror que causa tanto miedo en las personas en la actualidad. El primero es el Apocalipsis (uno de los tantos cuentos de la Biblia) y el tercero es Peter Pan). Pero a diferencia de los otros dos, éste se trata de un hecho basado en historias reales.
La mayoría de los claustrofóbicos le tienen miedo a los lugares cerrados ya que, según aseguran sus testimonios, Santa Claus es un experto en aparecerse en este tipo de espacios (roba en las casas entrando por la chimenea), y además -por su obesidad- podría darse fácilmente el caso de que dicho espacio cerrado se limitara a la persona afectada y el señor Claus. Aparte de todo, también es santo y con sus poderes mágicos de santo puede hacer lo que se le venga en gana y, claro, ese es buen motivo para sentirse nervioso, sabiendo qué clase de santo es.
Síntomas básicos
El "Manual diagnóstico y Estadístico de Locos con Trastornos Mentales IV" clasifica la claustrofobia como un miedo irracional hacia la macabra risa, gusto por los niños, ropa misteriosamente roja, actitud comunista (a lo que más le temen los fachos) y saco gigante con el que roba casas y deja carbón. Como ya habíamos mencionado, la fobia está muy unida al hecho de quedarse solo con Santa en ascensores, túneles, metros, baños (especialmente los baños) y por supuesto, habitaciones pequeñas. Siempre se intenta ser sinceros con el niño desde temprana edad como cualquier padre de familia que cría a su hijo en los valores católicos, apostólicos y romanos (cualquiera de los tres valores sirve, no se preocupe) diciéndole siempre la verdad. Muchos niños se lo toman con bastante madurez, e incluso quieren que venga a traer aquellos regalos. Se dice que sus regalos varían desde pequeños objetos que fácilmente podrían atragantar al niño y objetos electrónicos que nublan su mente de la realidad y los estudios. Además, claro, de no cumplir siempre con la expectativa del niño, un golpe bastante duro que le puede ocasionar un trauma de por vida.
En cuestión, la enfermedad se viene observando desde la infancia y después de ella; dependiendo de a qué edad se confiese quién es "Papá Noel" en realidad. Cuando el niño demuestra algún tipo de temor a la Navidad y especialmente a la nochebuena, normalmente el niño no quiere dormir y quiere mantenerse despierto con sus papás. En el caso de un adulto claustrofóbico no dejará dormir a sus hijos ni a su esposa. Y si hablamos de una persona mayor de edad no dejará dormir a su perro. Así que todo es un círculo vicioso.
Puede haber nauseas y mareos, además de sensación de pánico. Sobre todo si los siente la madre de familia luego que Claus haya entrado a su casa. Por algo lo llaman Papá Noel.
Diagnóstico
Durante años el hecho de que una persona obesa y con barba descuidada acuda a las casas a dar regalos extraños sin ningún motivo, ha sido la razón por la cuál muchos niños y ancianos le tenían miedo a la oscuridad y optaban por suicidarse o seguir viviendo con su temor. Durante años, los padres advierten a sus hijos diciéndoles "No dejes que ningún extraño te regale nada. Si puedes, quítaselo de las manos y sal corriendo" para que, obviamente, el niño no corra con la mala suerte. Muchos claustrofóbicos se van de su casa los días de Navidad a las casas de sus familiares sin hijos para no observar la presencia de dicho personaje en sus casas. Todavía existe el hecho de que Santa tenga un muy extraño interés en los niños, dándoles regalos y ganádose su afecto en muchas ocasiones; la principal razón por la cual muchas parejas deciden no tener hijos.
Los poderes mágicos y la habilidad de entrar a las casas lo más aterradoramente posible por las chimeneas, es algo que atemoriza hasta al anciano más valiente, si bien la navidad y los regalos con carbón, han sido una variante atemorizante para el mundo infantil. Se podría decir que la presencia de un ser viejo, gordo y mágico interesado en los niños no es algo de lo que se deba perder cuidado. Este hecho involucra la aparición de un ser que maneja la magia negra, los poderes de transportación y las habilidades metafísicas, de las cuales Stephen Hawking se mostraría envidioso. Sin duda alguna, es un ser maligno.
Mediante un diagnóstico hecho en el Polo Norte se probó que las mayoría de las personas que le tenían fobia a Santa también se la tenían a sus renos, quienes, según ellos, son en realidad espías disfrazados contratados por el gobierno. El hecho de volar, se debe a que los disfraces de pájaro siempre han sido caros y difíciles de conseguir, y por eso se tuvieron que conformar con los trajes de renos.
La propaganda anti-comunista utilizó a Santa Claus como ejemplo del típico hombre comunista, y así logró alejar a los claustrofóbicos. Mucho también se debe a los fuertes rumores sobre la posibilidad de que Karl Marx sea Santa Claus, y con su actitud comunista se dedica a regalar cosas a todos por igual. Muchas cosas lo delatan: como su ropa roja, su barba y su filosofía comunista.
Tratamiento
La única manera de tratar dicha patología es decirle al afectado que el mismísimo no existe (aunque esto sea una total mentira) y convencerlo mediante pruebas inventadas, como diciendo que los regalos lo ponen ellos mismos u otros seres mitológicos como Jesucristo, el Papa o el niño Jesús (contraparte de Jesucristo). Otros sugieren que la manera de enfrentar la fobia es dándole la cara; es decir un duelo con armas o un mano a mano con San Nicolás. Esto será difícil, ya que que él posee muchas habilidades, como contar con poderes de santo, estar muy gordo (lo que le facilitará una lucha sumo) y el hecho de que hace mucho que no se baña, ni se tiñe las canas o se afeita; lo que puede marear al contrincante con el hedor. Otros pueden salvarse con buenos tratamientos psicoanalíticos que pueden durar años y no garantizan que no haya una recaída.
Hay que convencerlo de que no en todos los lugares a los que vaya se aparecerá dicho ser maligno. A pesar de que es otra mentira, esto lo tranquilizará un rato. Luego, como ya habíamos dicho antes, pasar a la famosa fase de hacerle creer que Santa Claus no existe, y es sólo un personaje ficticio como Spiderman, Dios y el Pulpo Paul.
Estudios sobre la Claustrofobia
Cartas a Santa Claus
Estudios acerca de esta enfermedad han demostrado que 9 de cada 10 niños sienten temor hacia Santa Claus. Esto se debe a frases comunes de sus padres: "Te traerá carbón, hijo de puta" (Frase del papá) "Él y el carpintero sexy te llevarán a Japón" (Frase de la mamá).
Los niños expresan su temor en muchas de las cartas que le envían a Santa Claus:
Querido honorable señor Papá Santa Claus Noel: |
Causas de la claustrofobia
Se conoce que la claustrofobia puede ser una enfermedad bastante contagiosa, también puede ser hereditaria. Se han registrado conversaciones entre madre e hijo sobre este tema. Algunas de padres claustrofóbicos, otras de niños y otras de otras personas. Hay algunos casos en los que los padres son los claustrofóbicos:
- Niño:Mami... ¿Santa Claus existe?
- Mamá:¡Ya te dije que te callaras! ¡No hablemos más del tema!
Otras más comunes son en los niños:
- Mamá de FULVIO TORREALBA: Hijo... ¡Es navidad y vendrá Santa Claus!
- FULVIO TORREALBA: ¡Nooo! ¿Por qué? ¿Yo qué hice mal?
Y hay otros casos cuando el niño va solo por la calle y...
- Niño: Mi mamá dice que no hable con extraños y menos que vaya a cuartos oscuros.
- Sujeto barbudo y gordo: ¡Pero niño, yo soy Santa Claus!
- Niño: Bueno, está bien.
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