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Senofobia
La senofobia (derivada del japonés ( o )( o ) ), o denominada de manera impopular como mastrofobia, es un grave trastorno mental con terribles secuencias para el bienestar del sujeto que consiste en la repulsión hacia el busto femenino. Se presenta en muchas escalas. La más grave sólo afecta a una minoría de la gente, con consecuencias devastadoras para su ser. No obstante, en grados menores se presenta en la mayoría de la población mundial.
No debe confundirse con la sinofobia (miedo a los chinos, especialmente a aquellos que espían detrás de los estantes en sus tiendas). Las mujeres chinas guardan una fuerte senofobia, de ahí su poca talla, y por tanto han de ser alabadas por los senófobos.
También debe evitar confundirse con la xenofobia, esto es el miedo a tetas de extranjeras y no necesariamente a los pechos en sí. Por ejemplo, demostrar asco a una turista alemana de cincuenta años haciendo top-less en la playa es xenofobia.
Causas científicas
Tras diversos estudios realizados a seres humanos de distintas edades, sexos y poblaciones y a una lagartija común, se encontraron pequeñas variaciones en el cerebro de senófobos frente a un cerebro normal.
Sin embargo, desconocemos el verdadero origen de la senofobia. Es posible que tenga un carácter genético tal como propone Richard Dawkins:
No obstante, aparte de que las palabras de Dawkins se consideran irrelevantes para la ciencia por razones más que obvias, si el origen fuese genético, los senófobos no tendrían descendencia. Por tanto, se limita a los casos más extremos.
Diversos autores psicoanalistas, cuya existencia sólo está para dar por el culo ya que prácticamente todas las teorías Freudianas están desvalidadas, afirman que una mala experiencia en la edad infantil puede provocar un profundo trauma para odiar a los pechos. Es decir, que de mamar de la teta no saliese ya leche puede volverse uno senófobo.
Una corriente psicológica más decente, el conductismo, critica la postura psicoanalítica diciendo que una mala experiencia infantil con pechos se explica mejor recibiendo calambrazos mientras se mama. Para corroborar su experimento, se metieron a varios senófobos en un laberinto de tetas para comprobar su reacción. Se suicidaron.
Finalmente, la psicología moderna y la psiquiatría lo definen como un trastorno cognitivo-fisiológico-autoinmune-ornitorrinco que se produce al producirse cierta influencia ambiental/social entra al cuerpo neuronal y sodomiza literalmente algunas regiones cerebrales, hasta acabar provocando el fin de la producción de un neurotransmisor: la quierotetasina. Desde entonces, al sujeto le tirarán más dos carretas que dos tetas.
Posibles causas religiosas
Debido a algunos casos se sospecha que el pánico o repulsión por los pechos tendría su origen en una formación religiosa centrada en la culpa por mirar las mamas de las coreligionarias, ya que estas serían sagradas o implícitamente malvadas, dependiendo del caso.
Senos sagrados
Desde que a los pintores renacentistas se les ocurrió pintar a Jesús lactante, muchos fieles católicos manifiestan cierto pánico ante el visionamiento de pechos femeninos, ya que temen despertar la ira de Dios, los celos de Jesús, o que la virgen los rechace de su gracia por tener una erección. Aunque tambien es sabido de senos sagrados que han compartido de sus virtudes con unos pocos escogidos.
Senos malvados
La narración del Coran™ tiene un sesgo bastante peculiar con respecto al relato de Adán y Eva, puesto que implica que vestían alguna prenda antes de que fueran echados del paraíso a causa del pecado de Eva; quien seguramente tentó a Satán meneando las tetas (Corán™ Sura 7:27). La interpretación más aceptada por los ulemas y otros maestros del islam es que Eva vestía una burka, misma que se sacó para comer, y fue allí cuando la exhibición de sus pechos tentó a Satán.
Grados de presentación
Grado bajo
Es el nivel más frecuente, afectando tanto en hombres como en mujeres. Surge al haber un enorme rechazo al visualizar pechos con determinados rasgos, como por ejemplo, que sirva de patas delanteras de la mujer anciana que los esté enseñando.
Grado medio
Los pacientes con un grado medio de senofobia, sienten rechazo ante la visión del busto prácticamente desnudo de mujeres de mediana edad realizando actividad física, es también desagradable para ellos presenciar una partida de billar entre señoras en lencería, o un partido de voley playa en primera fila.
Grado alto
Los enfermos que presentan un número más alto de síntomas, son aquellos a los que les repulsan los masajes realizados con las glándulas mamarias por asiáticas en edad universitaria, y los que son incapaces de ver a una embarazada dando el pecho al niño sin preguntar si pueden ser los siguientes.
Tratamiento y cura
Advertencia: Inciclopedia sí da consejos médicos (no como Wikipedia), gracias al gentil auspicio del Dr. Leandro Gao y su staff de enfermeras. |
Es incurable. Gracias por su comprensión...
En realidad, sí existe una solución eficaz ante este problema. Primero hay que superar el miedo irracional con un familiar. La mejor candidata es la prima veinteañera que siempre va paseando con un reluciente escote. El paciente tras observar 10 minutos sin parpadear, es un claro signo de mejoría. Una vez que se completó esta fase, hay que conocer mujeres, que estén involucradas en trabajar en cabarets.
El paciente debe inhalar y exhalar, sin ahogarse con su saliva, cuando observa a una mujer bailando mientras se escucha You can leave your hat on. El tiempo de duración para que se cumple este tratamiento es el doble al anterior. Si al paciente le cuesta abrir los ojos, basta utilizar dos palillos chinos, para mantener la concentración. Una vez cumplidos con estos requisitos ¡Felicidades! El paciente podrá ver todos los magumbos sin la preocupación que sus globos oculares estallen de la emoción al ver semejantes "detalles visuales".