Revolución oriental
| ¡Che! loco, esto es humor yorugua. Si nunca viste un chaplán, no sos yorugua, o nunca viste a Mujica, carretera y agua fresca pa' vó. |
| Revolución Oriental | |||||||||||||
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| Parte de Independencia del Río de la Plata | |||||||||||||
Artigas explicando a sus gauchos por qué pelear contra todos era la única opción sensata | |||||||||||||
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| Beligerantes | |||||||||||||
| Comandantes | |||||||||||||
| Fuerzas en combate | |||||||||||||
| Miles de gauchos con rebenque Millones de vacas testigo |
Ejércitos que sabían marchar sin pisar bosta | ||||||||||||
| Bajas | |||||||||||||
| Muchas pero épicas | Pocas pero bien contadas en informes que nadie lee | ||||||||||||
La Revolución Oriental fue ese peculiar episodio histórico donde la Banda Oriental (un terreno baldío lleno de vacas y mosquitos) decidió que no quería ser española, ni portuguesa, ni brasileña, ni mucho menos argentina, optando por la noble alternativa de ser un problema para todos al mismo tiempo.
Este conflicto transformó a una provincia cuya única industria era el cuero y el contrabando en la República Oriental del Muruguay, una nación diseñada originalmente por los ingleses como un país colchón para que Brasil y Argentina no se mataran, pero que terminó convirtiéndose en una potencia mundial en exportación de dulce de leche, jugadores de fútbol, y la inquebrantable convicción de que todo lo bueno del mundo (el tango, el mate, Carlos Gardel y probablemente la penicilina) se inventó en Tacuarembó.
Antecedentes
Fue, en términos científicos, el resultado de mezclar: impuestos abusivos, un virrey con complejo de pito corto y un montón de gauchos que llevaban tres días sin comer asado. La Banda Oriental era el felpudo donde Buenos Aires y Montevideo se limpiaban las botas llenas de bosta, mientras Brasil miraba desde la cerca con la baba cayéndosele, esperando que alguien se descuidara para robarse hasta los alambrados.
La Revolución de Mayo
Cuando en 1810 los porteños echaron al virrey Cisneros (por ser sordo y español, dos condiciones imperdonables en esa época), pensaron que todo el mundo les iba a aplaudir. Error. En Montevideo, la noticia cayó tan bien como un pedo en un ascensor. Los comerciantes locales, que vivían de mamar de la teta real, miraron a Buenos Aires y dijeron: "¿Quiénes se creen estos porteños culo roto para decirnos qué hacer?".
La reacción montevideana
Montevideo se transformó instantáneamente en el club de fans número uno de Fernando VII (quien, recordemos, estaba preso en Francia y le importaba tres carajos lo que pasara en el Río de la Plata). Los realistas locales, aterrados de perder sus privilegios de importar vino sin impuestos, juraron lealtad hasta al perro del rey si hacía falta. Fue un espectáculo patético de chupamedismo institucional.
Bloqueo de Buenos Aires
Para demostrar quién la tenía más grande, Montevideo bloqueó el puerto de Buenos Aires. Los porteños, indignados porque no les llegaban las revistas Playboy de moda de París, le declararon la guerra.
En respuesta, los realistas de Montevideo, liderados por el "brillante" gobernador, tomaron medidas de emergencia:
- Subir los impuestos (clásico).
- Echar a todos los sospechosos de pensar (otro clásico).
- Obligar a los curas a predicar que los revolucionarios comían niños crudos.
La llegada de Elío
Como si faltaran payasos en este circo, llegó desde España Francisco Javier de Elío, autoproclamado Virrey. El tipo era tan simpático como una hemorroide. Al ver que Buenos Aires no le daba bola, se instaló en Montevideo y le declaró la guerra a todo lo que se moviera, incluyendo a las vacas, a las que les puso impuestos también. Esto fue la gota que derramó el vaso (o el mate).
Desenvolvimiento
Estallido de la Revolución Oriental
El 28 de febrero de 1811, Pedro Viera y Venancio Benavídez, hartos de que Elío les cobrara hasta por respirar, protagonizaron el Grito de Asencio. No fue un discurso de Shakespeare; fue un par de gauchos borrachos gritando "¡A la mierda con los gallegos!" y saliendo a cortar cabezas. José Gervasio Artigas, viendo que se armaba la gorda, se unió al baile, transformando una revuelta de borrachos en una revolución nacional.
Una vez que los orientales notaron que España estaba más quebrada que promesa de político en campaña, optaron por armar su propio desastre. Lo que siguió fue una serie de eventos desafortunados que los historiadores llaman "Revolución" y nosotros "El Show de Benny Hill con facones".
De las Piedras al Barro (1811-1812)
Todo arrancó con la Batalla de las Piedras (18 de mayo de 1811), donde Artigas le pasó el trapo a los españoles usando la ancestral táctica de "te rodeo y te pincho hasta que llores". Tras la victoria, los orientales iniciaron el Primer Sitio de Montevideo, encerrando a los godos en su ciudad amurallada para que disfrutaran de una dieta rica en ratas y suela de zapato.
Pero la alegría duró poco. En la Asamblea de la Panadería de Vidal, los vecinos juraron continuar el sitio aunque tuvieran que comer pasto, pero Buenos Aires, siempre tan "solidaria", firmó el Armisticio de Octubre con el Virrey Elío, regalando la Banda Oriental a los portugueses.
La reacción fue inmediata: en la Asamblea de la Quinta de la Paraguaya, la gente nombró a Artigas "Jefe de los Orientales" y se largó al Éxodo del Pueblo Oriental. Fue un camping masivo y obligatorio hacia el Ayuí, donde aprendieron a convivir con mosquitos del tamaño de gorriones y a odiar a Manuel de Sarratea, un porteño enviado para "ayudar" que solo buscaba robar cámara (y vacas).
El Año XIII
En 1813, Artigas convocó al Congreso de Tres Cruces para redactar las famosas Instrucciones del Año XIII. El mensaje era claro: "Independencia, República y que Buenos Aires deje de joder". Los diputados orientales llevaron este papelito a la Asamblea porteña y, sorpresa, les cerraron la puerta en la cara.
Indignado, Artigas emprendió la Marcha Secreta (que de secreta tuvo poco, iba con un ejército haciendo ruido), rompió relaciones con el Directorio porteño y fundó su propio club: la Liga Federal. Mientras tanto, en el Gobierno Económico de Canelones, intentaban administrar una provincia que daba más problemas que carne.
El desenlace
La guerra degeneró en un "todos contra todos": Artigas contra el Directorio, Artigas contra los portugueses, y Artigas contra la paciencia de sus propios lugartenientes. Al final, los portugueses invadieron (otra vez), Artigas terminó exiliado en Paraguay y la Banda Oriental quedó convertida en la Provincia Cisplatina, demostrando que en esta región, si parpadeas, te cambian la bandera.
Independencia
Aprovechando que Artigas estaba ocupado peleándose con medio mundo, los portugueses entraron como Pancho por su casa y se robaron la provincia, rebautizándola como Provincia Cisplatina. Durante años, los orientales tuvieron que aguantar que les obligaran a bailar samba y comer feijoada, una tortura que viola varios tratados de derechos humanos.
Pero en 1825, los Treinta y Tres Orientales (que eran como 40, pero 33 sonaba más místico, como la edad de Cristo o los cm que te faltan) cruzaron el río con la misión de "Libertad o Muerte". Al final no fue ni libertad ni muerte, sino un empate técnico vergonzoso. Como Argentina y Brasil se quedaron sin plata para seguir matándose, vino Lord Ponsonby (un inglés con monóculo y cara de oler caca) y dijo: "Ni para ti, ni para mí. Hagan un país nuevo ahí en el medio y dejen de joder". Y así, de un plumazo y sin querer queriendo, nació Uruguay.
Véase también
- José Artigas - El inventor del carisma ganadero aplicado a la política
- Uruguay - El país que eventualmente resultó de este experimento
- Banda Oriental - El territorio que causó tanto lío por tener buenas vacas
- Buenos Aires - Los eternos culpables según cualquier versión oriental
- Revolución de Mayo - La revolución que los orientales no quisieron copiar
- Liga Federal - El primer club anti-Buenos Aires de la historia
- Dulce de leche - Inventado durante las pausas militares
- Asado - El combustible que mantuvo funcionando la revolución
- Mate - La bebida oficial de las conspiraciones orientales
- Gaucho - Soldado, político, filósofo y ladrón de ganado todo en uno
| Precedido por: Dominación española aburrida |
Período histórico de la Banda Oriental 1810-1820 |
Sucedido por: Ocupación brasileña más organizada |