Accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya

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Cita3.pngTeníamos una regla importante de convivencia ahí, siempre pedir la mano antes de comerse a la hermana del amigoCita4.png
Roberto Canessa sobre el accidente
Cita3.pngOk, pon primera velocidad y estacionate lentamente...Cita4.png
Copiloto antes de impactar el Glaciar de las lágrimas

El Accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, o más sencillamente conocido como el "Milagro de los Andes" [1], fue un acontecimiento que se dio el 13 de octubre de 1972, cuando el equipo de gordos chetos rugby, Old Christians de Montevideo, viajaba en avión hacia la angosta república de Chile para realizar un partido, pero al cruzar los andes, el avión donde viajaban se estrelló contra uno de esos cerros grandes que abundan la zona. El vuelo se recuerda más que nada por la valentía de los pasajeros para sobrevivir 72 días en un glaciar y para comerse a sus amigos y madres.

Hechos

Antecedentes

Se ha estudiado esta foto anterior al vuelo varias veces, señalando al viejo tétrico de atrás como sospechoso

El 12 de octubre de 1972, 40 jugadores uruguayos del club Old Christians, tomaron el vuelo hacia Chile para jugar contra el club Old Boys (no el argentino) como partido amistoso, el cual, se tomó poco amistoso y los jugadores buscaron todo el apoyo posible y fueron acompañados de sus novias, madres y algunas mascotas, tal vez gatos. Ese mismo día, el pronóstico del tiempo en los Andes no era el mejor para que se volara por esos rumbos, y ni el Condorito saldría ileso si pasara por ahí, pero como en ese entonces, a las televisoras aún no se les ocurría poner mujeres tetonas para presentar la sección del clima, ni los camarógrafos levantaban un párpado por ver esta.

El vuelo despegó, y los pasajeros iban bastante contentos, dando la pinta de que nadie pudiera imaginar que horas después estarían recogiendo sus propios dedos. Desde que el avión cruzaba las pampas argentinas, el mal tiempo se hacía presente, con varias corrientes de aire y lluvias torrenciales, agravándose la situación por la incapacidad de algunos para ir al baño, habiendo por desgracia solo uno en el avión. Los pilotos de la aeronave decidieron hacer una escala improvisada en Mendoza, donde los pasajeros abarrotaron los baños y los puestos de alfajores. Aunque los pasajeros estaban listos para seguir en el viaje, se tuvo que detener el vuelo todo un día, esperando lograr que la lluvia ya no les mojaba los zapatos a día siguiente.

Accidente

A falta de chismosos en los Andes, se hizo una representación artística del choque

Ya en día 13 (tal vez eso atrajo la mala suerte), el vuelo fue reanudado ya por la tarde para que se pudieran comprar souvenirs. La condiciones del clima seguían malas, y los pilotos tuvieron que hacer unas cuantas maniobras de festival. Aproximadamente a las 15:00 horas, el avión sobrevolaba Malargüe, presuntamente aún en Argentina, con dirección hacia el Paso del Planchón, pero las nubes causaron que se perdiera la trayectoria, haciendo que los pilotos tuvieran una montaña casi en sus narices, pero no, aún no se daba el choque, ya que en un acto de gallardo y fascista, el piloto decidió pasar por encima de sus obstáculos en vez de rodearlos, llegando a una altura de 6000 metros sobre el cielo el nivel del mar. El avión entró en un vórtice transitorio inestable donde los pilotos tuvieron que jugar al Battleship, al perder sus coordenadas y su sentido de orientación.

Después de un tiempo, el Paso del Planchón para los pilotos se volvió lo que Rusia para Napoleón, seguido, el avión se internó en medio de una serie de nubes, los movimientos de la aeronave imitaron burdamente a los Lowrider y se comenzó a tomar un rumbo casi involuntario hacia abajo. Mientras se propagaba el pánico y la taquicardia en los tripulantes, los pasajeros parecían disfrutar el caos, haciéndose unos a otros bromas sobre sus posibles muertes, hasta que un listillo se dio cuenta que lo que veía por la ventana era hielo y no nubes, y las gaviotas no eran gaviotas sino cabras de montaña. Enseguida el miedo dominó las mentes de los pasajeros, y algunos iniciaron a sentenciar el viaje como su último, así como a sentenciar a los que les caían mal. El piloto logró esquivar varias montañas, buscando una apropiada que le propiciara un escape por si mataba a todos, hasta que la nariz del avión (probablemente lo único que quedaba), se estrelló en el cerro El Sosneado, de alguna forma aún en Argentina.

Supervivencia

Tras el impacto, algunos pasajeros ya habían muerto, aunque era una real hazaña el haber deslizado un vehículo de cientos de toneladas por la nieve sin matar a todos, solo Santa Claus podría creerlo. Varios sobrevivientes terminaron con graves heridas, dentro de un asiento o dentro de otras personas [2], lo que conllevó a enfermedades y posterior muerte. Ya pasados los primeros días, eran solo 27 individuos los que quedaban en pie, cifra que sería la más duradera, por lo que se procedió a la leer algo de William Golding, y posteriormente, la formación de una especie de sociedad perdida con leyes y un rol definido para cada sujeto.

De alguna forma, la supervivencia no estuvo tan mal.

Roberto Canessa, el más entero moral y físicamente, tomó papel de líder entre los sobrevivientes, ayudando a la facilitación de la supervivencia. De este surgieron ideas como crear deslizadores con el metal del avión, guantes hechos de la piel de los asientos o la forma de como comer nieve sin congelarse el cerebro, pero se le reconoce más por iniciar el canibalismo por supervivencia, o eso se dice al haberle sorprendido intentando tragarse su pierna. Otro de los que destacaron por su valentía fue Fernando "Nando" Parrado (nótese la rima), que trató de mantener la calma en la montaña, además de tratar de inculcar buenos hábitos en tiempos de desesperación, incluyendo las pajas.

Poco a poco, varios de esos 27 fueron cayendo debido al frío, las enfermedades o a la gula de algunos. Con el tiempo, la necesidad de alimentos de los individuos se conflictuó más y más con su religión católica; el miedo de que dios pudiera estrellarles otro avión encima por haberse comido los dedos de su amigo era bastante latente, hasta que al final, algunos terminaron forzando su agnosticismo y otros muriendo de hambre, para volverse el pecado de los primeros. Pero la comida y la creencia no eran los principales problemas, ya que la necesidad de comunicarse y hacer ruido a lo bruto podía atraer aludes, cosa que solo se manifestó una vez, claro, solo matando 8 personas, que si bien, podría verse con el visto bueno para comérselos, estos fueron enterrados en la nieve, demasiado conservados como para guardarse en un frigorífico. La desesperación llegó al límite cuando Liliana Navarro, siendo la última mujer, falleció repentinamente, cosa que orilló a algunos a hacer cosas inexplicables, implicando los fuselajes del avión y sus propios traseros.

Travesía y rescate

Cita3.pngSoy uruguayo, envíenos pan y mujerzuelasCita4.png
Nando Parrado escribiendo el mensaje para el huaso.

A pesar de que el título pareciera implicar rupias y hongos verdes, en realidad consistió en el hartazgo total de los sobrevivientes, y el viaje emprendido por Canessa, Parrado y Antonio Vizintín por los andes en busca de ayuda. Ya era diciembre, y aunque no había árbol de navidad o un niño Dios de cerámica, el calor del sur, propició que a varios se les cayeran los mocos congelados de la nariz y tomaran fuerzas para poder ir por ayuda. Los tres individuos ya mencionados parten al amanecer, conllevando la esperanza de sus amigos y algunas fotos de las hermanas de estos, ya que después de todo siguen siendo humanos. Un tiempo después de haber salido, Vitinzín tropieza con sus propios pies y cae varios metros abajo sobre su pierna [3] ; para desgracia de Canessa y Parrado, Vitinzín no muere y quedan sin excusa por no haberlo ayudado y por sacar un tenedor de plástico. Sin posibilidad de comérselo, ambos envían a Vitinzín de vuelta, lo cual, no se sabe si llegó de vuelta después de todo.

Más muertos que vivos, Canessa y Parrado bajan de los andes y llegan a Chile, estos, sin pasaporte pero también sin Pinochet aún, siguen caminando hasta que se topan con un río, habiendo del otro lado de este un huaso similar a la futura mascota de la Copa América de 1993. Con sus últimas fuerzas, Parrado le hace señas obscenas para intentar comunicarse, lo cual terminó siendo inútil, pero el huaso termina enviándoles un papel y un lápiz, con supuesta forma de avioncito, lo cual ellos se tomaron a mal, aún así escribieron el mensaje de ayuda. El huaso de nombre Sergio Catalán, fue por ayuda, y no regresó con un comando de helicópteros, pero si con carabineros, que si bien solo hicieron preguntas y golpearon a unos cuantos por el camino, contactaron bases militares que fueron a rescatar en helicóptero junto con Canessa y Parrado a los otros sobrevivientes. Una escena digna de Comando o Afganistán.

Pasajeros

Emulando a las guerrillas cubanas, Canessa le quitó el gorro a algún cadáver y lideró con mano dura el grupo.

En total viajaban en el avión 45 personas, pero solo se recuerda a los que no murieron de infarto o salieron volando antes del impacto. Poco a poco, solo quedaron 27 sobrevivientes, los más aptos para un Reality show.

Héroes principales

  • Roberto Canessa: Anterior médico y posterior rival de Lacalle en elecciones, fue uno de los principales líderes del grupo, siempre seguro de sus decisiones, principalmente la de comer humanos. Pasó de ser el ignorado del avión que nadie se quiere sentar con él, a ser el sobreviviente más conocido. Después del accidente, sus experiencias lo alejaron del rugby, pero lo incursionaron al lado oscuro de la política, obteniendo un fracaso más doloroso que tener nieve en el culo por tres meses.
  • "Nando" Parrado: Estrella del equipo de rugby de un seno adinerado, Parrado se olvidó del balón y sus biletes en su estadía en la montaña, volviéndose más humano y consciente de su entorno, y posteriormente del rescate olvidando todo eso, para volverse corredor de autos, mediano apostador e incluso en algún momento conductor de TV, ya que cualquier raro puede obtener un rato de fama. A pesar de todo esto último, Parrado aún se da tiempo de su amado rugby de vez en cuando.
  • Carlos Páez: Conocido de cariño como "Carlitos", nació en una familia media, como hijo favorito del artista también llamado Carlos Páez. Fue anteriormente conocido como un gran rugbier y bebedor de mate empedernido, para después, a sus 18 años quedar en el accidente, donde demostró una magnífica capacidad de supervivencia pero más allá de eso no movió un dedo por nadie. Actualmente no dejó sus primeros hábitos y aparte se dedica al campo en Uruguay, cuidando vacas, incluso casado con una.
  • Antonio Vitinzín: Ex jugador de una posición poco importante que a nadie le importa, se sabe poco de la pasada y actual vida de Vitinzín, solo destacando por fracturarse una pierna. Actualmente es posible que este en algún rincón de Uruguay o se haya ido a Chile para terminar en una celda del estadio nacional.

Valerosos fallecidos

En total fueron 29 los valerosos fallecidos en los andes, claro, al triple de esa cantidad de personas les caen bombas en la nuca en Siria diariamente, pero mérito es mérito. Muchos cuerpos yacen en el fondo de la nieve en el Glaciar de las lágrimas, otros, medio digeridos en las cañerías de los sobrevivientes, de cualquiera de las dos formas se les rememora. Algunos nombres de los fallecidos, por no nombrar todos por pereza, son:

  • Héctor Lagurara: Piloto graduado con trabas de la escuela de aviación, sacrificó su vida intentando salvar la de los pasajeros del avión, y por no tener que hacer declaración y papeleo a la policía.
  • Julio César Farradás: Otro piloto, no en acción durante el choque, ya que estaba algo ocupado rascando sus testículos
  • Susana Parrado: Hermana querida de Nando, sobrevivió algunos días después del choque, pero terminó pereciendo. Fue velada por Nando y este prohibió su ingesta a los otros, aunque hay rumores de necrofilia.
  • Arturo Nogueira: Gran amigo de Parrado y Canessa, fue un duro golpe para los sobrevivientes su fallecimiento, recordado por su repertorio de chistes verdes.
  • Liliana Navarro: Valerosa y decidida, fue la última sobreviviente femenina del choque, por lo que antes de su deceso, su presencia fue bastante requerida por los otros.

Consecuencias del Canibalismo

192px-Star of life2.png Advertencia: Inciclopedia sí da consejos médicos (no como Wikipedia), gracias al gentil auspicio del
Dr. Leandro Gao y su staff de enfermeras.
Una vez que se consume, es difícil dejarla.

Las secuelas de todo lo vivido en los Andes fueron bastante duras para los sobrevivientes, principalmente por hacer cosas que nunca en su vida imaginarían, soñarían o les contarían, el canibalismo fue una de ellas, provocando a largo plazo en algunos desde pesadillas con cortes de carne hasta el deseo subconsciente de probar más. La inmensa culpa también desgastó la mente de muchos, debido al hecho de solo pensar en que "te comiste a tu mejor amigo, luego tú te salvas, pero su madre viene a recogerlo", ¿Qué justificable excusa podría haber?, la madre estaría dispuesta a abrirte las tripas en ese mismo momento y luego bailar sobre ellas, con todo esto, es claro que cada individuo sobreviviente necesitó una gran fuerza de voluntad para superar lo ocurrido, o al menos medio kilo de buena droga.

Las consecuencias de la antropofagia no solo fueron perjudiciales, ya que se comenta que la posible ingesta de músculo humano, le desarrolló a muchos un aumento de fuerza y masa muscular notable, que ayudó a sobrevivir a muchos en las montañas, y posteriormente a montar toros mecánicos a otros; también la ingesta de la masa cerebral puede que haya creado un aumento de inteligencia, desarrollo motriz, y poniéndolos verde como a los villanos de Superman. Nada de esto ha sido ratificado y afirmado por médicos, y algunos sobrevivientes se han reservado sus comentarios, tal vez por el miedo de la posibilidad de que sí se pongan verdes.

Impacto Social

Antiguo diseño de un monumento para las víctimas, no se recibió muy bien.

La noticia de la desaparición del avión se supo un par de días después de lo ocurrido tanto en Uruguay como en Chile y Argentina, en estos últimos sólo por estar implicado su territorio en el accidente, sino jamás se hubieran enterado. En los noticieros de televisión y radio, así como en periódicos y revistas de todo ámbito de Uruguay, la noticia encabezaba las portadas y titulares, ya que en "el paisito" nunca pasaba nada, aunque claro, se comerían sus palabras con Bordaberry un rato después. Debido a la imposibilidad de saber más sobre el accidente, el morbo fue quedando atrás, y poco a poco ya nadie daba un carajo por la noticia, inclusive los familiares.

Cuando se dio el rescate, los medios volvieron a estallar, y de alguna forma, la valentía y coraje de los sobrevivientes fue maximizada para quedar como emblema de "un país de valientes". Los medios asediaban a Canessa y Parrado e hicieron que se llenaran de dinero hasta los calcetines, en poco tiempo, la noticia llegó como otro avión estrellado a todo el mundo, dándoles una gran popularidad y posteriores documentales en el History Channel. Hoy en día se recuerda a las víctimas con la biblioteca "Nuestros Hijos" en Montevideo, planeada por algunas madres de los fallecidos que creían que los libros evitarían que se cayeran más aviones.

Impacto en el gobierno

Para muchos, el accidente y el gobierno uruguayo no tienen ninguna relación, ya que ese tipo de paranoias no se inventarían hasta 2001, pero para otros, estos dos factores guardan una estrecha relación, conocida por muchos como el Efecto "Bordaberry" o el efecto "A la mierda".

Este supuesto efecto consiste en una teoría simple planteada por el, en ese entonces, presidente de Uruguay, Juan María Bordaberry, que mencionaba:

Cita1.png"Si el avión se va a la mierda, ¿el país porque no?"Cita2.png

La teoría puede sonar irracional en sí, pero analizándola fríamente, se puede concluir que Bordaberry tenía planeado, que si los uruguayos recibieron de buena forma una noticia trágica, en ese entonces bastante reciente como la del accidente, podrían recibir de buena forma el pacto de las fuerzas armadas y el golpe de estado, cosa que claro, no sucedió, pero aún así, se salió con las suya por 3 buenos años.

Véase También

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menos seria y verídica, Wikipedia
tiene un artículo sobre:
Vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya


Referencias

  1. ¿O será tragedia?
  2. Nótese como primera incitación a comerse entre ellos.
  3. Algo así fue la caída.


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Artículo destacado

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Los rumores sugieren que sus autores fueron instruidos
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