Divulgación científica
La divulgación científica es aquella propaganda que se hace en los medios masivos de comunicación y que inevitablemente nos bombardean día tras día, estos medios son los tabloides de supermercado, la radio, las cadenas de correos electrónicos, los videojuegos e incluso la televisión con sus comerciales llenos de mensajes subliminales.
Muchas veces los divulgadores amarillistas tienen que recurrir a la ficción para aumentar las ventas de sus pobres artículos, algunos ejemplos de estas mentiras que bien vendieron son que el hombre llegó a la luna o que el tétanos es malo para la salud cuando la verdad es que fortalece los músculos y da habilidades telepáticas, pero no, no les conviene que leamos sus mentes y por eso nos dan vacunas que inhiben esos poderes, ¡desdichados!.
Otras veces se hace con fines mercantiles, las empresas no consultan laboratorios porque los científicos no hacen más que mirar por el microscopio para ver cómo es que se aparean los protozoarios con los cocos, eso les emociona y excita pero no es algo que vender al lector común que no se va a conformar con un par de bichos todos feos teniendo sexo. Los laboratorios no tienen ninguna imaginación creativa por eso se dirigen a algunos ancianos pulguientos que escriben ciencia ficción en lejanos castillos abandonados resguardados por dragones ¿o la divulgación científica te ha hecho creer que los dragones no existen?, esos viejos echan a volar su imaginación y con la ayuda de algunos amigos como el hachís, por ejemplo, relatan todo tipo de “avances científicos”. Estos avances científicos se venden bien al pueblo que está ansioso por saber y poder comprender cómo funciona el mundo y, ¿por qué no?, cuándo llegarán los extraterrestres a hacernos mierda.
Una de sus últimas ocurrencias ha sido que el hombre a enviado robots a Marte cuando la verdad es que Marte ni siquiera existe, comprenda usted la magnitud del problema al que nos enfrentamos con estas circulaciones.
Historia
Inventada a mediados de la Edad Media su función principal era fomentar la herejía y el paganismo. La sociedad de la época vivía en la cumbre del conocimiento, las lecturas obligatorias no podrían ser mejores: El Corán, La Teología de San Agustín, el Necronomicón, Harry Potter conoce al Cid Campeador, La Biblia. Pero no tardarían en llegar varios hombres celosos por no poder comprender los textos sagrados y comenzaron a revelarse divulgando una sarta de conjeturas como hechos, el primero de ellos fue Galileo Galilei Galileón, célebre pringado, que decía que la Tierra no era el centro del universo sino que en el centro había un planeta de nomos que arrojaban carbón a una caldera gigante, en septiembre de 1632, un segundo antes de su muerte, fue lanzado al espacio con una catapulta gigante para que escarmentara.
Teníamos mucha suerte de contar con la Inquisición, un órgano especializado en la revisión y comprobación de las teorías publicadas o recitadas por los juglares, desafortunadamente hemos perdido esa autoridad cultural y ahora nos venden lo que sea. Cuando menos el tiempo que existió funcionó muy bien, logró que Newton se retractara por llamar científico a un término recién inventado por él mismo, la “gravedad”, también consiguieron que negara la existencia de las matemáticas y de las manzanas.
Más tarde los franceses publicarían una de las más bellas obras poéticas, pero nada científicas, la Enciclopedia[1]. Voltaire (donde dio la vuelta el aire), Diderot, Rusó y otros metieron en un mismo saco todas sus propuestas que máquinas de vapor, dibujos de estructuras anatómicas, recetas para amarrar al amor de tu vida, clasificación científica, el Evangelio según San Mateo, o sea, todo contenido fraudulento que con el paso del tiempo fue asimilado por la cultura legítima. La Inquisición no capturó a los enciclopedistas porque como franceses lloraban y corrían en círculos cuando se les acusaba de algo.
En últimos años y gracias a la divulgación científica, verdaderas disciplinas positivistas han sido tachadas de pseudociencia, por ejemplo todas las ramas que servían para predecir el futuro: el Tarot, la necromancia, la Meteorología, las galletas de la suerte y la estadística fueron desechadas de la enseñanza igual que las relativas a las apariciones, por fortuna las revistas científicas aún consideran al fantasma como hecho verificable, lo que se les cuestiona es descartar la existencia del fantasma divertido (también verificable) y sólo quedarse con el alma en pena quejosa y desagradable.
Formatos donde se vocifera
Es preocupante que las perniciosas campañas de divulgación estén siendo transmitidas por todos los medios de comunicación conocidos por la humanidad. Así en la televisión la publicidad está llena de estas pseudociencias, un buen ejemplo son los anuncios sobre Coca Cola de dieta, sin azúcar, cuando la realidad es que una coca sin azúcar sería una Pepsi, otro es cuando anuncian que tu programa favorito comenzará a los ocho de la noche, la falsa información de nuevo, el programa siempre comienza a las 8:02 o a las 8:03., y en los propios programas se dice que la televisión existe, no se deje engañar, la televisión no existe.
Prensa, radio, teléfono móvil, paquete de golosina, todo tiene información científica ¿crees que miento? revisa detrás de la barra de chocolate y verás una serie de nombres científicos imposibles de asimilar. Hace algunos meses se inició un programa de divulgación científica en el sueño, una máquina que envía mensajes cuando dormimos por eso es que hace cuando menos tres meses sueñas con todo tipo de oscuros mecanismos taladrando tu ojete.
Verdadera divulgación científica
Por eso es que se han hecho grupos activistas para contraponerse a estas sociedades anónimas, entre estos órganos benefactores destaca la Inciclopedia que está basada en la precisión informativa, no tiene ánimos de lucro[2], y es una fuente prima porque los inciclopedistas hacen los experimentos e investigan todos los hechos ellos mismos antes de publicarlos.
Grandes mentiras propagadas por la divulgación científica
Una lista con muchas de las mentiras que han cambiado nuestra concepción del mundo y lo que en verdad pasó.
En Historia la divulgación científica dice:
- Que la Edad Media terminó en el siglo XV cuando en primera fuente se sabe que acabó en 2005 con la publicación de El Código da Vinci.
- Que Hitler se suicidó. Pero no se suicidó, se ahogó con un fideo.
- Que América fue descubierta por Cristóbal Colón. Ni siquiera cerca, América no existió sino ¡hasta 100 años después de la muerte de Colón! ¿cómo se explican eso? ¿eh? ¿eh?.
- Que el siglo XVII sucedió antes que el XX. Ni siquiera vale la pena explicarlo por su ridiculez.
- Que la historia no es un desarrollo científico y que no corresponde a la divulgación científica. Valiente esfuerzo por enmascararse.
En Ciencia:
- Que medio es la mitad de algo. Nosotros decimos que medio no es la mitad de algo.
- Que el accidente de Chernóbil fue causado por negligencia. La verdad es que fue causado por los americanos celosos por la buenaventura del gobierno soviético.
- Que la masacre en Texas sólo es ficción. Nosotros decimos que no, de nuevo, puedes venir a Texas y te lo probaremos.
- Que la alquimia transmuta materia. La alquimia evidentemente sólo sirve para crear la piedra filosofal, la misma que Harry Potter lleva en sus calzones.
- Que la tierra es redonda. La tierra es plana como vuestra cabeza, no más.
- La generación espontánea. Toda falsa excepto en algunos casos de dinero ilícito, apareció de la nada, amén.
¿Sabías que…
- …Muy Interesante es un proyecto conjunto de los masones para apartar la atención de lo evidente?
- …el método científico no importa en la divulgación científica, por eso la divulgación científica tampoco le importa al método y ya no van al cine juntos?
- …todo este artículo es una recopilación de ¿Sabías que… ?
- …no podía ser de otro modo?