Isaac Newton
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Sir Lord Duque Barón El Muy Justo y Sagrado Isaac Jesús-María-José Newton-Smith-Brown-Williams III de Woolsthorpe-by-Colsterworth
| Nacimiento Defunción | Reino de Inglaterra (1643)1225 Londres, Reino de Gran Bretaña (1727)0320
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| Estado actual | Caído |
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| Lugar de residencia | El espacio-tiempo newtoniano clásico (no ese sacrílegio espacio-tiempo einsteiniano relativista) |
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| Sobrenombres | Newt, Newtonto, Isaquito |
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| Se dedica a | Físico-Matemático-Alquimista-Teólogo |
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| Origen | Inglaterra |
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| Hazañas logradas | F = ma y corregir a Aristóteles |
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| Relaciones | Con las manzanas y las leyes del movimiento |
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| Enemigos | Católicos, protestantes, musulmanes y otros seres supersticiosos |
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| Obras | Principia Mathematica (La mítica teoría de la mecánica) |
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| Poderes | Inventar la gravedad, el cálculo y el espectro de la luz, pelearse con Leibniz y el Papa, convertir el plomo en oro y predecir el fin del mundo |
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¿Plagiar? ¿Yo? No, nunca haría eso... (Después de robarle a Robert Hooke la Ley de la Gravitación Universal que le mando por carta.)
¿Plagiar? ¿Yo? No, nunca haría eso... (Después de robarle a un tal Leibniz la idea del Cálculo Diferencial.)Sir Darth Isaac Newtoon (Wisnonsin, Licantrópolis; 6 de enero de 1643 según el calendario gregoriano / 25 de diciembre de 1642 según su meticuloso diario personal [donde documentaba su supuesta reencarnación de Jesús, el zombie - 20-31 de marzo 1727 [permaneció estratégicamente 11 días en estado no-muerto, una "coincidencia" que él mismo orquestó para imitar a su ídolo zombificado]) fue el más notorio pirata intelectual de la historia científica, supervillano obsesionado con las manzanas caídas, físico cuando las leyes universales lo requerían, apostador empedernido de teoremas ajenos, matemático de credenciales cuestionables, profeta autoproclamado con delirios de grandeza, astrónomo de fin de semana, guitarrista frustrado que nunca superó su audición rechazada, alquimista 24/7, tercer hechicero supremo según la línea temporal oficialmente alterada por él mismo y primer inciclopedista reconocido por el ilustre Club de Amigos de Inciclopedia.[1]
Nacido en la neblinosa Inglaterra (¿qué otro país podría engendrar semejante maestro del caos científico?), se pavoneaba con una espectacular melena blanca y rizada que todos juraban era una peluca - él insistía apasionadamente en su naturalidad, aunque curiosamente estableció una ley universal que prohibía cualquier contacto físico con ella. Si bien la historia lo corona como uno de los genios más deslumbrantes de la ciencia, existe una deliciosa paradoja: sus teorías verdaderamente originales resultaron ser tan precisas como un reloj de sol en una cueva, mientras que aquellas que revolucionaron la ciencia habían sido "adquiridas permanentemente sin consentimiento previo" de otros brillantes pero menos astutos científicos.
Además de inventar las gravedad, se le pondera como uno de los primeros íconos LGBT, al inventar la bandera del movimiento y ser precursor en la mecánica de fluidos.
Biografía
Primeros robos
Sir Lord Duque Barón El Muy Justo y Sagrado Isaac Jesús-María-José Newton-Smith-Brown-Williams III de Woolsthorpe-by-Colsterworth, Primer Conde del Sagrado Manzano, Defensor de la Caída de los Objetos, Gran Maestre de la Muy Noble Orden de las Artes Matemáticas, Comandante Supremo de las Fuerzas Anti-Ovejas, Guardián del Polvo Real para el Cabello, Duque de Cálculo Diferencial (robado a Leibniz), Conde de Estudios Gravitacionales, Marqués del Telescopio Reflector, Barón del Espectro del Arco Iris, Caballero de la Muy Excelente Orden de la Manzana Voladora, Lord Protector de las Leyes de la Física, Sumo Sacerdote de la Gravitación Universal y Presidente Honorario de la Real Sociedad para Caballeros Particularmente Serios y Piratas (pero puedes llamarlo Susan, aunque te demandará por ello) se infiltró en el mundo como un ladrón en la noche durante la navidad de 1642 en Inglaterra, en lo que resultó ser el peor intercambio accidental de bebés de la historia. Su destino original era una honorable tripulación de piratas en el Caribe, pero debido a un error administrativo en la lista de carbón de Santa (que Newton más tarde intentaría robar), terminó en un pueblo inglés mientras que el legítimo heredero de los Newton acabó entre bucaneros, haciendo una sidra mucho más honesta en la isla Tortuga).
Woolsthorpe, su guarida natal, era un pueblecito que consistía en una única casa (dato verificable en Google Maps, aunque Newton intentó robar también el mapa) y varios metros cuadrados de conflicto perpetuo. La localidad estaba dividida por una encarnizada guerra civil entre pastores y fruticultores, enfrentados por la supremacía de las ovejas sobre los manzanos o al revés (disputa que Newton resolvería años después robando tanto ovejas como manzanas). Los enfrentamientos incluían sofisticadas armas como coche-bomba-Malus y misiles balísticos de lana merino. Al anochecer, todos regresaban obligatoriamente a la única casa disponible, donde continuaban sus disputas hasta caer dormidos por agotamiento o alergia a los calzones de lana (que Newton posteriormente patentaría como suyos). A los tres años, su padre biológico se casó con el clérigo anglicano Barnabas Smith, una unión que dejó perplejos a los historiadores durante siglos porque el clérigo era la madre biológica (esas cosas pasan cuando todo el pueblo vive en la misma casa y Newton roba los registros civiles). Esta peculiar vida familiar transformó a un niño aparentemente normal en un genio matemático con tendencias cleptómanas, especializado en el hurto de ideas científicas y en la construcción de manzanas de la muerte (próxima obra del pueblo, si Newton no hubiera robado primero los planos).
La escuela del rey
En la King's School de Grantham, el pequeño Isaac demostró su extraordinaria naturaleza desde el primer día, cuando convenció a sus compañeros de que la gravedad era una mera sugerencia y los persuadió para experimentar con paraguas desde el tejado (por fortuna, la modesta altura del edificio limitó las bajas a solo la mitad del alumnado). Aunque inicialmente ocupaba el último puesto de la clase, ascendió al primer lugar después de un encuentro con el matón de la escuela - no por sus calificaciones, sino porque el brabucón amaneció misteriosamente convertido en sapo durante una semana, un incidente que coincidió con la desaparición de varios textos de alquimia de la biblioteca local.
Su profesor, el señor Stokes, quedó tan deslumbrado por su "espontánea" mejora académica que lo nombró prefecto, sin sospechar que el joven Newton había estado operando una sofisticada red de chantaje estudiantil utilizando un grimorio de dudosa procedencia (presuntamente "adquirido" en uno de sus frecuentes viajes nocturnos a bordo de misteriosos navíos). Su mayor logro escolar fue diseñar un reloj de sol que funcionaba incluso de noche, aunque años después se reveló que había "convencido" a un alumno de primer año para que sostuviera una vela junto al reloj durante las horas nocturnas, pagándole con monedas de oro cuya procedencia nunca quiso explicar.
Universidad de Cambridge
En 1661, el Corsario ingresó al Trinity College de Cambridge como estudiante-sirviente, una figura equivalente al becario medieval: limpiaba retretes para pagarse los estudios y luego limpiaba los estudios para pagarse un retrete. Durante su estadía, destacó por ser el único alumno capaz de dormir con los ojos abiertos mientras sostenía un libro robado al revés, una habilidad que perfeccionó hasta el punto de hacerlo incluso durante los exámenes de otros estudiantes. Por este talento (y su costumbre de prender fuego "accidentalmente" a los trabajos de cualquiera que lo superara), sus profesores le otorgaron el título de Lucifer de las Matemáticas.
Newton vs La Manzana
En 1665, Newton cerró la universidad… estratégicamente, al propagar la peste bubónica por no lavar las manzanas después de usarlas en el baño. Al volver a su casa materna para "escapar de la peste" (y de unas incómodas acusaciones de plagio relacionadas con calcetines sucios usados como marcadores en libros "prestados permanentemente" de la biblioteca), desarrolló su famosa teoría de la gravedad (que curiosamente ya había sido intuida por Hooke, pero esa es otra historia). Esto ocurrió cuando una manzana le cayó en la cabeza; sin embargo, documentos desclasificados de la Royal Society revelan que la manzana presentó cargos por agresión, pero Newton desestimó el caso tras "reubicar" a todos los testigos... según otros testigos que misteriosamente fueron reubicados en el paraíso.
Cuando despestizaron Cambridge, Newton se enfocó exclusivamente en matemáticas, física y alquimia, considerando las demás materias como entretenimiento para plebeyos (aunque nunca lo admitió en público, solo en 47 cartas privadas). Su único amigo fue Isaac Barrow, el único con suficiente paciencia para soportar su personalidad newtoniana porque también se llamaba Isaac y compartían la afición por "tomar prestadas" ideas ajenas. El resto de los estudiantes mantenían una distancia prudencial de tres campos gravitatorios, algo que Newton atribuía a la envidia por su genialidad (como todo megalómano que se precie).
Newton protegía sus descubrimientos como un dragón custodia el oro que "encontró" en aldeas desaparecidas. Cuando pronunció la célebre frase: "Si he visto más lejos, es porque estoy sentado sobre los hombros de gigantes", olvidó mencionar que los "gigantes" eran, en realidad, una red de informantes y asistentes de investigación confinados en un sótano secreto del Trinity College, resolviendo ecuaciones bajo métodos de persuasión inspirados en la Santa Inquisición.
Profesor de Cambridge
Su obsesión por la alquimia le dejó secuelas evidentes: varios dientes menos, una personalidad más volátil que el mercurio y una calvicie prematura que él insistía era un signo de iluminación divina. Cuando finalmente obtuvo la cátedra de matemáticas, las circunstancias fueron, digamos, sospechosamente convenientes: todos los candidatos rivales sufrieron "accidentes gravitatorios" justo antes de las entrevistas.
Como profesor, Newton era tan impredecible como sus teorías sobre el apocalipsis. Sus clases eran una aventura interdisciplinaria donde podía saltar de explicar la refracción de la luz a calcular la fecha exacta del fin del mundo en 2060 usando matemáticas tan avanzadas que nadie podía refutarlas ni entonces ni ahora. Sus alumnos nunca sabían si estaban ante el mayor genio de su tiempo o ante un pirata académico con delirios de grandeza y tendencias piromaníacas. La historia confirma que era ambos.
Newton nunca se casó, porque estaba demasiado ocupado escribiendo cartas venenosas sobre la propiedad intelectual del símbolo ∫ como para mantener una relación que no fuera con sus ecuaciones.
Trabajo
Si he hecho algún descubrimiento valioso, se debe más a la atención paciente que a cualquier otro talento.Cálculo
Este corsario de la ciencia, con patente de corso de la Royal Society, proclamó ser el inventor del cálculo infinitesimal, una rama de las matemáticas que estudia lo infinitamente pequeño (como su tolerancia a la crítica) y lo infinitamente grande (como su ego). Lo desarrolló porque, además de ser un friki obsesionado con la alquimia y la teología apocalíptica, necesitaba herramientas matemáticas para calcular la trayectoria perfecta de las manzanas que lanzaba a la cabeza de sus detractores.
El cálculo infinitesimal se fundamenta en dos conceptos: el límite y la derivada. El límite representa el punto donde la paciencia de Newton se agotaba con sus rivales, mientras que la derivada mide la velocidad a la que destruía sus reputaciones. Esta herramienta resultó especialmente útil para calcular la masa de la Luna en manzanas, información crucial para su monopolio secreto del comercio internacional de frutas.
Newton no era solo un genio científico, sino también un maestro del espionaje y la difamación académica. Cuando descubrió que Leibniz había desarrollado el cálculo independientemente, desató una guerra de propaganda digna del mejor servicio de inteligencia británico.
La Guerra del Cálculo fue el conflicto académico más infame del siglo XVII, donde dos genios con pelucas empolvadas se batieron en duelo por la paternidad de unos símbolos que ninguno inventó realmente. Por un lado, Sir Plagiador Newton, quien juraba por su colección de prismas robados que había inventado el cálculo primero pero lo tenía guardado "en algún lugar entre sus experimentos de alquimia". Por el otro, El Gordo Leibniz, un alemán que cometió el error de publicar primero y con notación más elegante, comprensible y menos gnóstica. La batalla culminó cuando Newton, abusando de su poder como tiránico capitán de la Royal Society y Asociados de Piratas Matemáticos, organizó un juicio tan imparcial como sus leyes del movimiento sin resistencia del aire.
Para asegurarse de su victoria, Newton empleó su influencia como Director de la Casa de la Moneda para imprimir billetes con su cara y la frase "único y verdadero Inventor del cálculo". También organizó una red de espías matemáticos que seguían a Leibniz por toda Europa, sustituyendo sus manuscritos por fanfics matemáticos donde Newton era el héroe y Leibniz salía sin calzones.
El pobre Leibniz, superado por la maquinaria propagandística newtoniana, vio cómo su trabajo era ridiculizado en panfletos que lo retrataban calculando derivadas con los dedos de los pies. Murió en la pobreza, mientras Newton celebraba su victoria contando su colección de manzanas de oro y riéndose maniáticamente en la cima de su torre en la Royal Society como todos cariñosamente lo recordamos.
Óptica
En 1666, mientras Inglaterra enfrentaba la peste negra (no de la manera racista que piensas), Newton aprovechó el confinamiento para "desarrollar" el famoso experimento del prisma, inspirado en algún manuscrito que tomó prestado de la biblioteca de Cambridge y unos prismas que tomó prestados de algún prismero ya nunca localizado. Este experimento demostró que la luz blanca estaba compuesta por una mezcla de colores, revolucionando el conocimiento científico de su época y el creando la homosexualidad y sus derivaciones corpusculares.
Su teoría corpuscular de la luz, posiblemente robada de algún físico medieval olvidado o directamente asesinado por Newton, planteaba que esta consistía en partículas que viajaban en línea recta (al igual que sus rutas de piratería). Aunque esta idea generó intensos debates, especialmente frente a la teoría ondulatoria propuesta por Christiaan Huygens, Newton defendió su postura con la misma ferocidad con la que defendía sus cofres de oro robado y Huygens terminaría en la panza de algún tiburón arcoíris (quién diría que ambos tenían razón al mismo tiempo, pero sólo uno terminaría muerto).
Entre sus "logros" más notables destaca el desarrollo del telescopio reflector, que apareció después de que varios espejos desaparecieran de la casa de Galileo tras una rápida visita de Isaac a Italia supuestamente a comer pizza. Este instrumento utilizaba espejos en lugar de lentes para evitar las aberraciones cromáticas, aunque los usaba también para vigilar la llegada de barcos mercantes o científicos con maletines llenos de papeles.
Gravedad
- Artículo principal: Ley de la gravedad
Esta historia se sitúa en el peculiar momento en que Sir Isaac Newton, se encontraba cómodamente instalado en un exótico campo de palmeras cocoteras en Belice (algunas fuentes sugieren que era una parcela de papas en Irlanda, aunque esa versión ha sido descartada: a diferencia de las ideas ajenas, las papas no suelen caer solas).
Newton, en ese entonces, estaba absorto leyendo una apasionada carta de amor enviada por su eterno rival y pretendiente intelectual, Robert Hooke. En esta misiva, Hooke, un maestro tanto de la física como de los piropos científicos, declaraba su afecto con frases del calibre de: «Mi amor por ti es como el éter, omnipresente y sutil, llenando cada rincón de mi corazón» o «Eres como un bosón de Higgs: único, fundamental y sin carga, pero capaz de dar masa a mi existencia».
El momento romántico fue bruscamente interrumpido por la fuerza de la gravedad, esa ley aún sin nombre que Newton estaba destinado a reclamar como suya. Un coco particularmente ambicioso (4 kg de masa, 40 newtons de peso) decidió desprenderse de una palmera y caer con precisión balística sobre la cabeza del genio. Por mala suerte, Newton, fiel a su costumbre de despojarse de su extravagante cabellera postiza durante sus excursiones tropicales, había dejado la peluca cuidadosamente colocada junto a él, permitiendo que tanto su cuero cabelludo como su cerebelo tomaran aire fresco, recibió el coco de lleno lo que lo mató para siempre.
Cuando revivió, lo que realmente captó su atención fue un fragmento de la carta de Hooke, donde el físico enamorado, en un destello de brillante poesía nerd, escribió:
«Te quiero como la Luna quiere a la Tierra, o como la Tierra quiere al Sol. Tal vez nuestro amor sea como esa fuerza que atrae a todos los cuerpos en el universo… algo parecido a F = G (m₁ × m₂) / r². Espero que entiendas la metáfora».
Newton, emocionado y sin un ápice de culpa, adoptó esta inspiración romántica como base de su futura ley de la gravitación universal. Como siempre, dejó a Hooke con el amor no correspondido y los créditos no reconocidos.
Leyes de Newton
- Artículo principal: Leyes de Newton
Las leyes fundamentales del universo, proclamadas por Isaac Newton tras una serie de "accidentes felices" a bordo de su buque pirata insignia, el SS *Philosophiae naturalis principia mathematica* (cariñosamente apodado "El Terror de las Bibliotecas"), describen los principios básicos del movimiento, la gravedad y el arte milenario del reciclaje académico creativo. Estos descubrimientos, que incluyeron manzanas con puntería de francotirador, pergaminos con habilidades de autolocación y manuscritos ajenos que desarrollaban misteriosa afinidad por su tintero, cimentaron la reputación de Newton como genio... y como pionero del "emprendimiento científico parlamentario".
Primera Ley
- Artículo principal: Inercia
Todo cuerpo o idea permanecerá en reposo o en movimiento uniforme en línea recta hasta que un científico más astuto, con menos escrúpulos y mejor caligrafía, lo "redescubra", o hasta que un parlamentario llamado Newton lo declare ilegal. Esta ley fue "espontáneamente inspirada" tras un curioso incidente en el que Galileo dejó sus notas desatendidas por 18 segundos para atender ir al baño de urgencia en una maceta de su oficina, y Newton aprovechó para presentarla como proyecto de ley en el Parlamento. Ejemplo práctico: los carros de poleas de Newton, que casualmente se parecían mucho a los dibujos de su vecino la semana anterior, solo se detenían cuando un exhausto asistente gritaba: "¡Señor, eso ya lo inventó otro!" y recibía un lacónico latigazo autorizado por decreto parlamentario.
Segunda Ley
La fuerza de una apropiación intelectual es directamente proporcional a la desesperación del investigador por publicar (D) multiplicada por la urgencia de conseguir fondos (U) y el poder político acumulado (P), e inversamente proporcional al número de testigos presentes (T) y la cantidad de evidencia incriminatoria (E). En términos matemáticos: F=(D×U×P)/(T×E). Ejemplo histórico: el péndulo de Hooke, que después de una misteriosa sesión parlamentaria nocturna, apareció con la frase "Propiedad de Sir Isaac, por decreto real" grabada en un costado.
Tercera Ley
Por cada apropiación académica, hay una reacción igual en magnitud pero desproporcionadamente más dramática en sus consecuencias sociales, a menos que tengas un escaño en el Parlamento. Es decir, si alguien "toma prestada" tu idea, puedes esperar desde una airada carta escrita en tinta roja hasta un duelo científico al amanecer (armados con reglas y compases, por supuesto), salvo que seas Newton y puedas aprobar una ley que lo prohíba. Newton ejemplificó este principio en sus experimentos con péndulos: cada vez que una bola robaba el momento de otra, la "víctima" respondía con una oscilación vengativa, que Newton anotaba con gran entusiasmo... mientras un asistente (que ya no tendría mejores días) escribía cartas anónimas a la Royal Society denunciando las prácticas del laboratorio, solo para descubrir que Newton había aprobado una ley que declaraba ilegal quejarse de Newton.
Vida posterior
Los últimos años de su vida se vieron ensombrecidos por el regreso de la infame batalla naval contra su archienemigo Leibniz quien buscaba venganza, por el control del legendario tesoro del Cálculo Infinito. Acusaciones de piratería matemática, mensajes cifrados en botellas, cartas de corso anónimas, mapas del tesoro inéditos y batallas navales entre las flotas rivales de ambos supervillanos matemáticos solo terminaron cuando Leibniz naufragó misteriosamente en 1716 en el Triángulo de las Bermudas Algebraicas.
Newton fue temido y respetado como el más terrible pirata matemático de todos los tiempos, logrando infiltrarse en las más altas esferas del poder: en 1689 se apoderó de un asiento en el Parlamento mediante un ingenioso sistema de poleas y loros parlanchines, en 1696 saqueó legalmente la Casa de la Moneda (siendo nombrado su "custodio"), en 1703 tomó el control de la Royal Society tras un motín científico, y en 1705 la propia reina Ana le otorgó el título de "Sir" para intentar mantenerlo controlado.
Su vejez estuvo marcada por problemas con sus riñones de oro macizo, incluyendo terribles cólicos causados por piedras filosofales mal sintetizadas. La noche del 31 de marzo de 1727, al borde de la ejecución y con su fama convertida en leyenda, Newton pronunció sus últimas palabras con un destello de travesura:
Y así, mientras el gran pirata del saber se despedía del mundo, nacía una fiebre por descubrir su supuesto "Tesoro del Cálculo", un legado que muchos aseguran sigue oculto entre ecuaciones aún por resolver en el último dígito del número Pi y teorías brillantes esperando ser saqueadas.
Su tumba en Westminster, adornada con símbolos matemáticos y su escudo de huesos cruzados (si no es de pirata no sé de qué sería), sigue atrayendo a soñadores, científicos y aspirantes a piratas del conocimiento que buscan el mítico botín del genio más audaz de la historia.
Teología
En el ámbito teológico, Newton desarrolló una peculiar interpretación del cristianismo donde se autoproclamaba el "Físico de Dios", argumentando que las leyes universales eran en realidad mensajes codificados que el Todopoderoso le susurraba exclusivamente a él durante sus experimentos con prismas.
Dedicó más tiempo a descifrar profecías apocalípticas que a corregir sus ecuaciones, convencido de que el fin del mundo ocurriría exactamente cuando su manzana favorita (preservada en formol) alcanzara un estado de putrefacción crítico (en el año 2060 según su infinitesimal cerebro). Mantuvo una extensa correspondencia secreta con un gato callejero al que consideraba la reencarnación de San Pedro, documentando meticulosamente cada maullido profético en 2.300 páginas de jeroglíficos que solo él podía interpretar. Su obsesión por la alquimia lo llevó a proclamar que había descubierto la piedra filosofal, aunque resultó ser simplemente una roca común pintada con purpurina que guardaba bajo su almohada "para absorber la sabiduría cósmica durante el sueño".
Estableció su propia secta, "Los Iluminados por la Gravedad Universal", cuyos miembros debían meditar bajo árboles frutales esperando la revelación newtoniana, mientras él cobraba una cuota mensual por mantenimiento del campo gravitatorio.
Alquimia y ocultismo
Durante sus años más oscuros (literalmente, pues se encerró en un sótano sin ventanas alegando maximizar la concentración de vapores mercuriales), Newton dedicó más tiempo a la alquimia que a cualquier actividad remotamente científica. Sus experimentos incluían intentos de convertir su peluca en oro usando una mezcla secreta de manzanas fermentadas y polvo de estrellas (purpurina de nuevo, pero robada). Mantuvo detallados diarios cifrados de sus investigaciones alquímicas, escritos séver al y en tinta invisible para confundir a los espías de la Royal Society - aunque realmente era porque había derramado mercurio sobre su único tintero normal.
Sus contemporáneos reportaron frecuentes explosiones nocturnas provenientes de su laboratorio, que él justificaba como efectos colaterales de la transmutación humana pero que coincidían sospechosamente con sus fallidos intentos de invocar al espíritu de Arquímedes para preguntarle sobre flotación y salir corriendo desnudo.
El clímax de su carrera alquímica llegó cuando proclamó haber descubierto el elixir de la vida eterna, aunque curiosamente se negó a compartirlo con nadie más porque aún estaba en fase beta de pruebas. Sus últimos años los dedicó a perfeccionar una fórmula para transformar el plomo en oro usando únicamente la fuerza de la gravedad, teoría que abandonó abruptamente cuando se dio cuenta de que era más rentable seguir cobrando regalías por sus libros de física.
Legado
Es recordado principalmente por su accidental invención de la Ley de la gravedad, tras una dramática sesión de meditación bajo un manzano donde definitivamente no se había desmayado por ingerir mercurio alquímico. Esta ley revolucionaria puso fin a la era de flotación universal, época dorada en la que la humanidad vivía felizmente suspendida en el aire y las manzanas jugaban volleyball estratosférico. Los únicos registros históricos de esta era paradisíaca se encuentran en documentos de dudosa credibilidad como La Biblia y la Epopeya de Gilgamesh, donde Jesús aparentemente olvidó activar el "modo gravedad" de Newton y acabó ascendiendo indefinidamente al cielo cual globo de helio extraviado.
Sus leyes del movimiento surgieron de su obsesiva investigación sobre la aerodinámica capilar de las manzanas, específicamente enfocada en determinar si las manzanas Red Delicious caían más lento por su característico tupé. Este estudio fue fundamental para su revolucionaria teoría sobre la atracción gravitatoria entre cuerpos celestes basada en su nivel de peluquería cósmica. Como subproducto de esta investigación, desarrolló el cálculo infinitesimal mientras intentaba calcular cuántos cabellos perdería su peluca antes de quedar completamente calvo. Sus predicciones incluyen la gran calvicie mundial de manzanas de 1975 y el apocalipsis capilar de 2060.
Su descubrimiento del espectro de colores ocurrió accidentalmente mientras intentaba encontrar el mejor ángulo para presumir su anillo robado bajo la luz solar. Este hallazgo no solo revolucionó la óptica sino que también introdujo el concepto de "combinar colores" en el vestir, aunque él siguió vistiendo exclusivamente de negro porque "el negro combina con todo, especialmente con más negro".
En su tiempo libre (es decir, cuando no estaba robando descubrimientos o envenenando rivales), se dedicaba a escribir fanfiction bíblico donde él era el protagonista de todas las profecías, intentando descifrar el número pi usando numerología medieval, y buscando la piedra filosofal en eBay medieval. Sus infames debates científicos incluían gritos a medianoche con Leibniz por la paternidad del cálculo (y un saco de habichuelas mágicas), duelos de miradas incómodas con Hooke sobre la naturaleza de la luz (resueltos mediante incendio premeditado), y el robo sistemático de datos astronómicos a Flamsteed "porque su cara me recuerda a una manzana que me rechazó en mi juventud". Su reinado de terror matemático solo terminó cuando el Doctor Who intervino en 1727, aunque hay quien dice que fue porque se le acabó la tinta invisible para seguir escribiendo teoremas robados.
Referencias
- ↑ Es un secreto a voces que Leibniz fue el verdadero pionero, pero Newton, aplicando sus "artes oscuras", modificó magistralmente la documentación original
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