Giordano Bruno

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Giordano Bruno
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El Bruto de Nola
Personal
Nacimiento Giordano Bruno nació en Nola, Reino de Nápoles, en 15481.
Defunción Se quemó a sí mismo en el año 1600 en la plaza de las pizzas, Roma.
Estado actual Auto-inmolado
Lugar de residencia Plaza de las Pizzas, Roma
Sobrenombres Jordanio el Bruto
Su obra
Se dedica a Cosmólogo, Filósofo, Teólogo, Catador de Hierbas
Origen Italiano
Hazañas logradas Proclamó un universo infinito, negó la existencia del infierno y de la Virgen María, se quemó a sí mismo
Relaciones Dios (alias Hermes), la Iglesia Católica
Enemigos Copérnico, la Virgen María, las mujeres en general
Obras Teorías sobre el universo infinito
Películas Aún no, pero sería un éxito en comedia
Poderes Ingerir hierbas con efectos chistosos, teorizar sobre el universo infinito
Objetos Bigote bien peinado, hierbas aprobadas por la iglesia

Giordano Bruno (Nola, Reino de Nápoles, 1548 - Sila, Estados Papales, 1600, también conocido como Jordanio el Bruto por el Papa Francisco), fue un astrofísico, filósofo, procteólogo, matemático, poeta y experto en hacer enojar a las iglesias. Reconocidas son sus teorías sobre el universo, donde pregonaba que el universo era infinito y había un infinito número de tierras con un infinito número de soles y un infinito número de hoteles, y que por eso el hereje de Copérnico no tenía razón al decir que el sol estaba al centro del universo.

Reconocido es también que negaba otras cosas como la existencia de la virgen María, de Trinity, y de las mujeres en general, puesto que nunca había visto una. Era tan católico que creía que Dios, el de la barba, estaba en todas partes y se llamaba Hermes; por tanto, negaba la existencia del infierno, porque si Dios estuviera en todos lados estaría en el infierno y si estuviera en el infierno se le quemaría la barba. Precisamente por eso, San Pedro bajó del cielo y lo castigó quemándolo vivo con su aliento mortal. O eso dicen los archivos parroquiales.

Biografía

Infancia y juventud

Cita1.pngNacido en un pequeño pueblo de Statu quo, aproximadamente entre Europa y Asia, estuvo marcado por la experiencia del pecado desde una edad temprana. Su infancia fue una época muy difícil, su madre murió antes de que él naciera y el embarazo lo llevó a término su padre. Este hombre, una persona culta y con sólidos principios morales, pero que padecía homosexualidad, fue quemado en la hoguera a principios de los años 1960 por los jacobinos. La imagen de su padre asándose afectó profundamente al pequeño Giordano, quien desde ese día prefirió ser vegetariano.Cita2.png

En 1565, se unió a la Orden de los Dominicos pues por sus ropas creía que se estaba uniendo a la orden de los Sith pues ninguna otra agrupación iba vestida así. Aunque no era lo que buscaba, aún podía jugar con su sable bajo la túnica.

Al ingresar a la orden, Bruno descubrió una nueva discíplina, la Proc-teología, un campo para el estudio de la rectitud espiritual. Sus superiores elogiaron la dedicación de Bruno, pero les preocupaba su enfoque poco convencional para difundir la Palabra. Una vez lo sorprendieron usando un colonoscopio durante un sermón, proclamando: "¡Mirad, os muestro maravillas en vuestro interior!"

Después de una paliza, pensó que sería mejor estudiar las cosas de afuera que las de adentro.

La debacle de Adoctrin y el intento de fuga

Los problemas empezaron a acechar a Bruno cuando le picó el demonio de la iconoclastia. La primera infracción fue rechazar imágenes de santos que abarrotaban el espacio de su celda e insistir en que solo usara el icónico crucifijo como decoración. "Minimalismo, hermano", les decía Bruno a sus colegas escépticos. No estaban convencidos.

Luego, le aconsejó a un compañero novato que dejara de lado su novela biográfica sobre la virginidad Mary y que, en su lugar, actualizara su material de lectura. Aparentemente, esto constituía la herejía n.° 1011, lo que le valió a Bruno un viaje automático al marcado rápido de la Inquisición.

A continuación tiene acusaciones de reuniones secretas de herejes arrianos (resulta que discutir la doctrina gnóstica del siglo IV hace que el dominicano promedio se vuelva loco). Antes de que alguien sacara una invitación de Iron Maiden, Bruno aprovechó la oportunidad y desapareció del complejo, con la audiencia de la Inquisición aún pendiente, sin dejar nada más que migajas de una fiesta de pizza ilícita disfrutada apenas unas horas antes.

Vida errante

Giordano Bruno en el multiverso de la herejía.

Después de una espectacular huida del convento en 1576, Giordano Bruno inició una carrera como trotamundos, en parte por el amor a la libertad y en parte por una aversión bien fundamentada a convertirse en asado argentino.

A partir de ese momento, Bruno vivió como un filósofo errante, recorriendo Italia, España, Alemania e Inglaterra (incluso otros países aún peores), en una búsqueda constante de herejías y buen café. Dicen que se le podía ver montado a caballo (sin pantalones, por supuesto[1]), susurrando maldiciones contra los ineficientes sistemas de transporte mientras sus túnicas ondeaban en una batalla perdida contra el viento.

Era un habitual de los salones intelectuales y de las tabernas más sórdidas. Era capaz de intercambiar ideas revolucionarias por sobras de comida, alguna que otra moneda o, si tenía suerte, una prostituta indecente para la noche. Su especialidad: debates teológicos que terminaban con las frases "¡Te quemarán por esto!" y "¿Y eso qué tiene de malo?".

Algunos rumores dicen que infiltraba círculos de herejes clandestinos, presentándose como un apóstol apóstata (sea lo que sea que eso signifique). Otros aseguran que pasaba sus noches esquivando dagas inquisitoriales en las tabernas, protegiéndose únicamente con su lengua afilada y su descaro infinito. Aunque, siendo sinceros, evitar la heterodoxia no le resultaba muy difícil: la gente rara vez entendía lo que estaba diciendo.

No satisfecho con desmenuzar las ideas convencionales sobre el universo, una noche construyó una máquina interdimensional con un barril vacío, tres velas benditas y un ejemplar desgastado de Las Confesiones de San Agustín. El artefacto se activó con un sonoro eructo, y Giordano fue lanzado a través de un caleidoscopio de realidades alternativas.

En su travesía, se encontró con varias versiones de sí mismo: en uno, era un prolífico vendedor de indulgencias; en otro, un bailarín de flamenco; en otro un flamenco; en otro más, era inexplicablemente un mercenario con máscara roja; y, para su horror, en uno era inquisidor. Al volver a su realidad, Bruno proclamó la existencia de infinitos mundos, aunque omitió el pequeño detalle de que en todos ellos seguía siendo incomprendido.

De vuelta de su viaje interdimensional, Bruno todavía estaba mareado cuando vio por la ventana una criatura peculiar: una especie de paloma-rata o rata-paloma (difícil saberlo), de esas que abundan en los callejones de la ciudad eterna. La criatura, con la gracia de un ave y el descaro de un roedor, devoraba con entusiasmo un trozo de pizza (que tiene queso y pan, sus alimentos favoritos por ser italiana paloma-rata). En ese momento de delirio—o claridad—Bruno lo entendió todo. “El universo es como esa paloma-rata”, pensó. Ni ave ni roedor, sino ambas cosas y ninguna, la llamó el Alma del mundo y todo y todos estamos ahí como en Evangelion con su juguito de naranja.

La idea de la materia original surgió de un desastre culinario. Intentando hacer una sopa con lo que había recogido durante su vagabundeo, Bruno creó accidentalmente una sustancia tan viscosa e indestructible que ni los perros callejeros la querían. “¡Eureka!”, exclamó, “¡He descubierto la sustancia primordial del universo!”. A partir de entonces, siempre llevaba un trozo de esta masa en el bolsillo, lista para ser arrojada a cualquier inquisidor demasiado curioso.

Finalmente, su teoría del movimiento terrestre surgió durante una noche de borrachera memorable. Después de girar en círculos una y otra vez en una taberna, Bruno salió tambaleándose y juró a gritos: “¡La Tierra se mueve!”. Los transeúntes, confundidos, no sabían si era una revelación cósmica o simplemente el resultado de demasiados tragos.

Proceso y condena

Artículo principal: Juicio inquisitorial contra Giordano Bruno
"Las ideas son más inflamables que la leña", advierten expertos"
15:40 17 de febrero de 1600Ciudad: Roma; República de la FeInforma: Fray Tomás Torquemada Jr.

CIUDAD DEL VATICANO (1600) - En un golpe devastador contra el crimen filosófico organizado, las autoridades inquisitoriales han detenido y sentenciado al notorio pensador Giordano Bruno, tras encontrar en su posesión más de 3 kilogramos de materia filosófica original no autorizada y 47 pensamientos heréticos de alta pureza, listos para su distribución.

La investigación, que duró 7 años, reveló un elaborado esquema donde Bruno operaba una red clandestina de distribución de ideas pluralistas, incluyendo la escandalosa teoría de "múltiples mundos", que los expertos calculan podría haber afectado a más de 10,000 mentes vulnerables en toda Europa.

Durante el allanamiento de su celda, los oficiales decomisaron varios manuscritos ilegales, incluyendo un tratado particularmente peligroso sobre la transmigración de las almas, y aproximadamente 2.5 metros cúbicos de "espacio infinito" no declarado. También se encontraron sustancias sospechosas descritas como "dudas sobre la transubstanciación" y "cuestionamientos trinitarios".

El Tribunal del Santo Oficio ha sentenciado a Bruno a ser ejecutado en la hoguera, después de que pruebas forenses confirmaran que sus ideas eran 99.98% puras y potencialmente contagiosas. La fiscalía presentó como evidencia crucial un frasco que contenía "esencia pura de pensamiento libre", suficiente para contaminar a toda una universidad.

Las autoridades advierten a la población que mantengan sus pensamientos dentro de los límites establecidos y reporten cualquier actividad filosófica sospechosa. El caso Bruno se considera un éxito en la lucha continua contra el tráfico ilegal de ideas no ortodoxas.

Ejecución

Artículo principal: Giordano Bruno (cráter)
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Como parte de una elaborada ceremonia de justicia astronómica, Giordano Bruno fue lanzado hacia su cráter homónimo en la cara oculta de la Luna el 17 de febrero de 1600 con unas toneladas de dinamita, convirtiéndose así en el primer hereje en ser ejecutado mediante explosión lunar. Los testigos reportaron que sus últimas palabras fueron "¡Já! ¡Les dije que había otros mundos!".

La explosión fue tan espectacular que pudo observarse desde la Tierra durante una libración particularmente favorable, aunque de manera bastante oblicua, como corresponde a todo evento inquisitorial que se respete. Los cráteres vecinos Harkhebi y Szilard también fueron utilizados posteriormente para ejecutar a sus respectivos namesakes, estableciendo así una peculiar tradición selenita de justicia astronómica.

Se dice que el Santo Oficio quedó tan satisfecho con el método que consideró brevemente renombrar la práctica como "transsubstanciación lunar", aunque la propuesta fue rechazada por considerarse "demasiado herética". Los astrónomos modernos aún pueden observar pequeñas partículas de filosofía no autorizada flotando en la órbita lunar, residuos de aquella explosiva ejecución.

Las autoridades eclesiásticas de la época reportaron con satisfacción que la ejecución fue "infinitamente más efectiva" que la hoguera tradicional, aunque significativamente más costosa en términos de logística medieval espacial.

Pensamiento

Artículo principal: No se habla de Giordano Bruno

Cosmología

Bruno, un bocazas revolucionario que acabó siendo el primer humano en experimentar un "asado filosófico" patrocinado por la Iglesia, defendía que la Tierra era una stripper cósmica girando alrededor de su Sol-cliente. Mientras que el aparente movimiento de los cielos era solo un engaño óptico, como cuando te mareas después de dar vueltas. También argumentaba que, como Dios es infinito, el universo debía ser igual de de presumido.

[…] el universo es uno, infinito, inmóvil... Como tu ex: incomprensible, sin límites, y tan denso que ni se molesta en moverse. Teófilo en "De la causa, principio, et Uno", el manifiesto suicida de Giordano Bruno.​

La constelación de Orión (ese grupo de puntos brillantes que los antiguos, muy borrachos, decidieron que parecía un cazador). Bruno, actuando como el primer conspiranoico espacial, juraba que las estrellas eran otros soles con sus propios planetas lameculos orbitando alrededor. Y como buen vendedor de humo, aseguraba que estas ideas no ofendían ni a Dios ni a la religión (spoiler: la Inquisición no compró el argumento).

Insistía en que el universo era como una gigantesca resaca: una mezcla homogénea de agua, tierra, fuego y aire, sin ningún ingrediente fancy para las estrellas. Las "leyes físicas" eran como las ETS: se propagan igual en todas partes. Tiempo y espacio infinitos, un concepto tan herético que hizo que los sacerdotes necesitaran terapia. Su universo era tan permanente que las ideas cristianas de creación y juicio final quedaban tan fuera de lugar como un vegano en una barbacoa.

La cosmología de Bruno era como una orgía interminable: todo igual de caótico en todas direcciones, con sistemas planetarios reproduciéndose por todo el cosmos como conejos en primavera.

Física

Malditamente irónica fue la evidencia dada por Giordano Bruno sobre la relatividad del movimiento, antes de que la Inquisición le diera un bronceado permanente.​ Bruno, con ese masoquismo intelectual que lo caracterizaba, demuestra que la Tierra no es una perezosa inmovil. Si un tonto deja caer una piedra desde lo alto del mástil de un barco en movimiento (para descalabrar a alguien), la piedra, siguiendo las leyes de la física y no las del Vaticano, caerá justo al pie del mástil como si hubiera ensayado el truco, sin importar que el barco esté de maratón; demostrando que uno no puede juzgar el movimiento de un cuerpo en términos absolutos, como tampoco puede juzgar la moral de un Papa.

Todas las cosas sobre la Tierra son como pasajeros en un autobús espacial: van donde va la Tierra, les guste o no. Una piedra lanzada desde lo alto del mástil volverá abajo porque, seamos sinceros, ¿a dónde más iba a ir? ¿A Marte? La cena de las cenizas (1584) - Título que resultó ser proféticamente irónico

Bruno también fue fan número uno del atomismo, desempolvando las ideas materialistas de la Antigüedad como quien encuentra calcetines viejos pero útiles. Esto lo explicó en varios de sus bestsellers, especialmente en "De triplici minimo et mensura" (o "Cómo hacer que la física suene importante en latín"), donde insiste en que todos los compuestos físicos son como adolescentes: cambian constantemente y vuelven a sus elementos básicos o átomos, que luego forman nuevos cuerpos en un universo que parece más indeciso que alguien eligiendo qué ver en Netflix (la famosa "alternancia vicisitudinal", porque todo suena más elegante en bruniano). Y por si fuera poco, señaló que la aritmética, la geometría y la física son como el trío de amigos inseparables del conocimiento.

Magia

Nuestro amigo Giordano Bruno, quien literalmente se quemó las pestañas estudiando esto (perdón, muy pronto), nos explica que la magia no es solo agitar una varita mágica. Es mucho más complicado que eso

Según Bruno (quien no era fan de Harry Potter pero hubiera apreciado la idea), necesitas:

  1. Poder activo (más que un café doble)
  2. Un sujeto receptivo (alguien más crédulo que tu tía compartiendo cadenas de WhatsApp)
  3. El momento adecuado (no, las 3 AM no siempre es la mejor hora)

Bruno, haciendo equipo con sus compas Ficino y Pico della Mirandola (el squad renacentista), nos explica que hay tres mundos:

  • El divino (arriba ⬆️)
  • El material (abajo ⬇️)
  • Y la fantasía (ese lugar donde vives cuando deberías estar trabajando)

¿El secreto del éxito mágico? El amor. Sí, Bruno era básicamente el primer coach de seducción de la historia. Pero ojo: no es solo mandar indirectas por Instagram, sino entender la compleja red de vínculos que une todas las cosas.

Advertencia: Si vas a ser mago, controla tu fantasía. No queremos que termines como esos influencers que creen que sus filtros son reales.

Firmado: Giordano Bruno

(PD: Por favor, manténganse alejados de la Inquisición. No es buena para la salud.)

Libros

Honores

En la cultura popular

Véase también

  1. ¿Cuándo has visto un caballo con pantalones?