Ijiranaide, Nagatoro-san

Ijiranaide, Nagatoro-san es un anime de pérdida de tiempo, tonterías sin sentido, situaciones que te hacen preguntarte ¿por qué carajos estoy viendo esta mierda? Y demás contenido que haría que tu padre te diera una paliza con el cinturón al enterarse de que paga internet para que veas este tipo de porquerías. Encarna a la perfección ese estilo de anime bullying sadomasoquista, donde el protagonista está rodeado de mujeres hermosas, pero a cambio, es maltratado por ellas a diario...

Primera temporada

El acoso que todo forever alone quisiera sufrir. Y así se explica por qué este anime es el favorito de los otakus.

Naoto Hachioji es un nerd de campeonato, cursando segundo año de prepa, o eso parece, y que ha tocado el fondo del fondo del pozo de la decadencia, a un nivel que ni los protagonistas de esos animes de harén con suerte inmerecida han alcanzado. Este pobre diablo no tiene ni un amigo, ni un alma, ni una mosca con quien charlar. Hasta su familia parece pasar de él como si fuera un estorbo. Un buen día, o más bien un día cualquiera para él, estaba como siempre aislado del mundo, leyendo manga guarro en la biblioteca de la escuela, cuando de repente aparece un grupo de chicas chismosas, metiches y fresitas. Naoto intenta pasar desapercibido, pero estas lo olfatean como si fuera un nerd virgen que no se lava ni con jabón de cuete, y empiezan a meterse con él y a hacerle un bullying de aquellos.

La que lidera este relajo es una tal Nagatoro, que por alguna razón desconocida empieza a sentir algo por este pobre infeliz. Puede que sea lástima, o tal vez un fetiche raro por ser conquistada por un nerd perdedor, quién sabe. El caso es que rápido desarrolla una amistad medio sádica con el chico, y desde entonces lo busca todos los días para hacerle la vida imposible, sin motivo aparente. Y él, probablemente por ser un desesperado con la esperanza de perder la virginidad con ella, no le dice que se largue, aunque ella lo hace llorar y lo saca de quicio. Tuvo mil oportunidades de mandarla a freír espárragos, pero no lo hace, y ella sigue ahí porque, al parecer, es una cabeza hueca a la que le encanta joderle la existencia a los demás.

Con el tiempo, Naoto empieza a socializar con las amigas de Nagatoro, quienes, para no variar, son igual de locas y todavía más sádicas, porque no comparten el extraño gusto de Nagatoro por los nerds vírgenes. Y el anime es básicamente eso, de principio a fin: Nagatoro y su pandilla fastidiando la vida del "senpai", quien solo se la pasa sufriendo episodio tras episodio, sin absolutamente nada que se pueda llamar "trama" con dignidad.

La dichosa obra censurada por la escuela. ¡Qué falta de visión artística, privar a los estudiantes de esta joya!

Pero todo carnaval tiene su fin: la presidenta del club de artes, al que pertenece este despistado, se pone de un humor de los mil demonios por el desmadre en que se convirtió el salón de artes, y prácticamente clausura el club, que era lo único que mantenía entretenido a este pobre hombre. Sin embargo, por compasión hacia su nerd de mascota, Nagatoro le suplica a la presidenta se enfrenta con la tipa pechugona de cabello morado, y así se organiza un concurso de artes: la obra que llame más la atención del público gana.

Con eso, Senpai se mata dibujando, pintando, manchando y pasando horas pegado a un banquito frente a un lienzo (algo que, de todos modos, ya hacía todos los días). Al final, el ganador fue, obviamente, Senpai de WO, ya que las pinturas del presidente estaban llenas de blasfemias y tuvieron que ser recolectadas por el consejo de ética nazi de la escuela .

Segunda Temporada

La segunda temporada salió al aire con un único objetivo: hacer que por fin el Senpai y Nagatoro terminen juntos. Después de 12 episodios de siempre la misma cosa en la primera temporada, el director del anime pensó que una chica que usa tortura psicológica y humillación pública como forma de demostrar afecto a un chico víctima de bullying constante no sería una trama sobre alguien que necesita ir al psicólogo, sino más bien una comedia romántica.

Ahora Nagatoro ya no es solo una sádica sin alma, sino una sádica con alma que se está enamorando de su víctima. Mientras que el senpai claramente está desarrollando el síndrome de Estocolmo y enamorándose de su agresora y abusadora, probablemente por ser un virgen necesitado que nunca recibió atención en su vida y no entiende nada de relaciones sociales, así que cree que ese sentimiento raro dentro de él (odio y ganas de llorar) es amor.

La temporada introduce un nuevo personaje: la hermana mayor de Nagatoro, a quien el senpai conoce cuando visita su casa para intentar devolverle un cómic, aunque en realidad era otra broma pesada y el cómic resultó ser un hentai.

Después de muchas situaciones en las que Nagatoro tortura psicológicamente al senpai, los dos terminan enamorándose y comparten un besito en la mejilla, dejando a los fans shipeadores con esa sensación de "awwwwnnnnnn" justo cuando termina la segunda temporada.

Personajes

Naoto Hachioji (Senpai)

El típico y tradicional nerd de los animes ecchi y harém. Vivía aislado de la civilización moderna en su mundillo de videojuegos y pintura, hasta que, milagrosa y misteriosamente, terminó rodeado de chicas atractivas. Sin embargo, a diferencia de los protagonistas de harenes donde las mujeres están locas por él y caen rendidas a sus pies, en el caso del senpai, estas beldades resultan ser sádicas psicópatas sin ningún afecto real hacia él. Y es que el pobre no tiene ni un mísero amigo, ni siquiera un compañero al que llamar suyo, a diferencia de los nerds de otros animes ecchi como High School DxD, que siempre tienen otros amigos pervertidos. Aun así, logró sacar algo bueno del maltrato, ya que algunos de esos "bullyings" eran más bien bendiciones disfrazadas, como verse obligado a tocar los enormes pechos de Gamou (que en realidad eran panes) o que Nagatoro se burlara de él insinuando que tendría que pintarla desnuda. Con el tiempo, tanto él como el público se dieron cuenta de que los bullyings eran, en realidad, una mierda, y que ellas simplemente estaban como una regleta.

Nagatoro después de que el senpai le toca los pechos o algo por el estilo.

Hayase Nagatoro

Es la chica que, sin más ni más, empieza a molestar al Senpai, esa clase de acoso que cualquier otaku desearía sufrir. Esta iniciativa de hostigar a un nerd marginado, que luego evoluciona hacia un interés amoroso genuino, es otra de esas situaciones imposibles que en la vida real no pasarían ni co*giendo, como los falsos noviazgos de Rent-A-Girlfriend o las mujeres violadas en los hentai que empiezan sufriendo y terminan enamoradas de su agresor. Nagatoro es, además, la más civilizada y racional entre sus amigas, porque de haber dependido de ellas, el Senpai habría terminado completamente trastornado de tanto """"sadismo"""" en sus sesiones de tortura, obligándolo a tocar pechos. Pobre desgraciado, tocar pechos... qué horrible, ¿no? Ojalá nunca me pase a mí...

Maki Gamou

Ella es una de las más, si no la más cabeza hueca de todo el anime, siempre proponiendo las travesuras más alocadas del lugar, algunas de las cuales hasta Dios duda, como ponerle un collar al peludo, querer raparle el cabello, dejándolo con cara de skinhead neonazi, para consecuentemente ser golpeado en público por los antifas, además de la clásica, y ya mencionada aquí un trillón de veces, escena en la que lo hace tocar 1 átomo de su mano en sus pechos de vaca lechera, siendo que todo no eran más que paquetitos de pan esponjoso y suave, de esos que son la preferencia de Craque Neto. Gamou es también el personaje más bugeado de todo el anime, teniendo una apariencia y fisonomía de quien sufrió un derrame, además de que su única atracción son sus par de pechos, fuera de eso es insana, no usa el cerebro para nada más que bromas y molestias, y vive con una mirada de sádica y una sonrisita de bofetada estampada en su rostro de hentai girl.

Yoshi

¿Dije que la peste de Gamou es el espectro más enfermo del anime? Retiro lo dicho. Surge desde las sombras más oscuras del universo de los animes de harén la tal Yoshi, pariente de aquel bichito verdoso que Mario esclaviza para desplazarse en sus juegos. Ella, con toda certeza en este mundo, no tiene cerebro, siendo una completa y genuina acéfala, con su caja craneana llena solo de polvo. Por cierto, hasta da pena escribir estas cosas de Yoshi, pues es una criaturita indistinta tal vez una adolescente con autismo que imita todo lo que ve, que solo tiene este comportamiento masoquista porque vive pegada a Gamou, y a donde va ella, la peste la sigue. La única forma de participación de Yoshi en todo el anime es repetir lo que los demás dicen, pues la falta de cerebro le impide construir frases, así que solo repite lo que otros dicen y hace todo lo que Gamou le dice. Punto final, esa es Yoshi.

Sakura

Esta es el personaje más inútil de todo el anime, y mira que el propio anime ya es un show de inutilidad, logrando ser más desechable que la presidenta del club de artes y su prima que no tiene ni un tercio de lo atractiva que es esta. Si todas las demás chicas debían comportarse como las típicas putitas del instituto, con las que todos tenemos que convivir por un cierto período de nuestras vidas, pero resultaron ser mucho más solo chicas traviesas que disfrutan molestar a los nerds del colegio, Sakura logra ser de hecho la típica zorra piriguete de los institutos. Apenas aparece, pues vive ocupada dando el anillo a los mauricinhos, playboys y demás plagas urbanas. Tiene una personalidad calma, hablando siempre a velocidad 0.25x, y además de eso no tiene mucha más personalidad.

Sana Sunomiya

La presidenta del club de artes. Si la decepción matara, todos los fans de este """anime""" habrían muerto de la peor forma posible. Ella debía ser, y de hecho al principio parecía, la chica comportada, la chica esforzada, que estudia mucho, se esfuerza para alcanzar sus objetivos, y de hecho lo es y lo hace todo, pero no de la forma esperada. Esto porque, como presidenta del club de artes, Sana pinta unos cuadros un tanto sugerentes, siendo tales "sugerencias" nada más y nada menos que ella misma desnuda, mostrando a todos los espectadores sus curvas naturales... naturalmente ficticias, idealizadas por el mundo de los animes de putería, dejando a cualquier otaku apestoso con una erección. Además, no tiene ningún sentido del pudor, quedándose desnuda frente a cualquiera, con su típica expresión seria, casi muerta, y su voz de persona exigente y esforzada hasta el extremo, esforzada en propagar sus desnudos en forma de arte, por supuesto.

Literalmente la primera escena de Hana en el anime.

Hana Sunomiya

La prima menor de Sana, notable por su sostén rosa visto en varios momentos del anime. Es introducida en la historia como amiga de infancia del Senpai (quién diría que ese inútil tiene una amiga de infancia), pero a diferencia de los animes clichés que meten a la amiga de infancia del protagonista para rivalizar con la protagonista femenina, aquí Hana notó de inmediato que el Senpai quiere salir con Nagatoro, y ella lo ayudará a darle unos besos, llegando incluso a pelear con Gamou y Yoshi, creyendo que las dos iban a arruinar el encuentro de Senpai y Nagatoro.

Misaki Nagatoro

Como Nagatoro no tiene padres (como cualquier figura colegial de anime japonés), Misaki es quien desempeña la figura materna para Hayase Nagatoro. Sin embargo, Misaki es tan sádica e irresponsable como su hermana menor, siendo evidente que Hayase es así de sádica por influencia de su hermana mayor.

Producción

Autor

El único "rostro" conocido de Nanashi: un avatar digital que probablemente esconde a un ermitaño otaku con una colección de body pillows de Nagatoro.

Nanashi (que significa "sin nombre", porque nadie en su sano juicio firmaría con su nombre real esta obra) es el mangaka responsable de convertir el acoso escolar en un género romántico-comedia. Antes de traumatizar a los lectores con Nagatoro-san, este individuo ya merodeaba por los rincones más oscuros de Internet, publicando doujinshis NSFW bajo el mismo seudónimo. Sí, amigos, el creador de esta "dulce" historia de bullying disfrazado de amor empezó su carrera dibujando material para adultos, lo cual explica mucho sobre los fetiches raros que impregnan la obra.

No se sabe mucho de su vida, porque, como todo buen autor de manga que se precie, prefiere mantenerse en las sombras, evitando que lo relacionen con su creación. Quizás teme que algún otaku enfurecido lo acorrale en una convención para preguntarle por qué Nagatoro no besó al senpai en la boca en el capítulo 69. O quizás simplemente sabe que, si sale a la luz, su familia lo desheredará al enterarse de que gana dinero humillando personajes ficticios.

Lo único seguro es que, tras años de dibujar contenido subido de tono, decidió "redimirse" con un manga "mainstream"... aunque, viendo el resultado, solo logró llevar el humor sadomasoquista a un público más amplio. Gracias a él, ahora miles de adolescentes creen que si una chica los insulta y los hace llorar, es señal de que están enamorados. Qué podría salir mal?

Anime

La producción del anime de Ijiranaide, Nagatoro-san fue un milagro de la industria, porque alguien en MAPPA (sí, los mismos que animan cosas serias como Attack on Titan y Jujutsu Kaisen) levantó la mano y dijo: "¿Y si adaptamos este manga de una chica que psicológicamente destroza a un pobre tipo por diversión?" Y, contra todo pronóstico, le dieron luz verde.

El estudio, conocido por su animación de alta calidad, decidió que este proyecto merecía el mismo trato que una obra maestra, lo que explica por qué los pechos de Nagatoro rebotan con más fluidez que las peleas de Satoru Gojo. La dirección corrió a cargo de Shinji Ushiro, un hombre cuyo currículum incluye trabajos en ciertos géneros que no mencionaremos aquí

La música, por su parte, fue compuesta por Yuki Hayashi, quien normalmente hace bandas sonoras épicas para héroes, pero aquí se limitó a poner melodías alegres mientras una adolescente destruía la autoestima de un chico en tiempo real. El opening, con su tono pegadizo y sus imágenes de Nagatoro sonriendo como si no acabara de arruinarle la vida a alguien, es un resumen perfecto de la experiencia: colorido, enérgico y ligeramente perturbador.

La primera temporada se estrenó en abril de 2021, justo cuando el mundo ya estaba lo suficientemente traumatizado como para aceptar este tipo de contenido sin cuestionarlo. La segunda temporada llegó en 2023, porque aparentemente hubo suficientes fans pidiendo más tortura disfrazada de romance. Y así, con un presupuesto decente, un estudio de prestigio y una premisa que haría llorar a cualquier psicólogo, Nagatoro se convirtió en un éxito, demostrando una vez más que el anime no tiene límites... ni dignidad.

Véase también

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