Incilibros/Un colombiano en el exterior

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Apto para extranjeros.png ARTÍCULO APTO PARA EXTRANJEROS
Este artículo trata de un tema local de Colombia,
pero para entenderlo no hace falta tramitar la visa.
Si lo va a editar, por favor, asegúrese de que se mantenga así.
Cita3.pngSu pasaporte por favor... ya... por favor, retírese lentamente de la ventanilla, ponga sus manos sobre la nuca lentamente y dé media vuelta...Cita4.png
Aduana sobre colombiano que llega a un aeropuerto en el exterior.
Cita3.pngSeñorita, su pasaporte por favor... aja, colombiana... por favor quítese lentamente la ropa y entre a aquel cuarto...Cita4.png
Aduana sobre colombiana que llega a un aeropuerto en el exterior.
Cita3.pngMamá, estoy triunfando en los miamis. Mándame para los pasajes.Cita4.png
Cantante sobre colombiano que se fue a Miami pensando que Emilio Estefan le lanzara al etzito.
La última producción cinematográfica de Güevoliwood. Estreno para algún diciembre. Pronto en los principales semáforos del país.

Señor usuario, nuestro nuevo sistema de máxima seguridad en Inciclopedia ha producido este documento con el ánimo de identificar plenamente a los colombianos en el exterior. Como ustedes saben se trata de una raza que sabe mimetizarse perfectamente y en cuanto están bien integrados todos terminamos bailando cumbia, vallenato, tomando aguardiente y hablando de política. Nuestros informantes han podido acceder a los archivos secretos de la CIA que dicen que los colombianos pretenden conquistar el mundo por medio de vallenato y del bla bla bla.

Preparación del viaje

Cuando un colombiano va a salir de Colombia lo hace por muchos motivos: pasiar, trabajar, hacer compras, conocer, huir de la justicia, recibir un reconocimiento, participar en un certamen deportivo, tomar un curso de ingles con barreras,mejorar la raza de chilenos,peruanos y ecuatorianos o ir a vivir a otra parte. Para preparar el viaje se da todo un proceso que tarda un año y que implica a muchas otras personas. Primero que todo decide que va a salir de Colombia, para lo cual tiene que hacer varias vueltas en las oficinas públicas:

Pegar en el respaldo de tu pasaporte.
  1. Solicitar el pasaporte para lo cual tiene que hacer una fila de por lo menos cuarenta cuadras a la redonda. Hay unos que amanecen en el andén de la oficina pública.
  2. El man de la oficina pública le dice que tiene que sacar veinte fotos tamaño postal, dos con la mamá para ver si tiene mama, otra con el papá pa’ ver de quién es hijo, tres fotos de la mascota de la casa que incluye el perro con todos los registros de vacunación actualizado, el gato y si tiene gallinas estas deben estar registradas con nombre y apellido en la Superintendencia de Industria y Comercio y cuatro cartas de recomendación del abuelo, el tío político más cercano y dos primos. Si no tiene abuelo, tío político ni primos, el individuo tiene que mandar una carta escrita a mano y firmada al presidente de la República el cual le responderá en el lapso de tiempo de dos años si puede o no continuar con el siguiente trámite.
  3. Pasado esta vuelta, el colombiano debe esperar a que le hagan el pasaporte por lo menos cuatro años. Cuando se lo dan, el colombiano organiza una fiesta en la casa para celebrar a la cual vienen todos los amigos del trabajo, la familia y las siete novias. Hacen un baile de dos o tres días, matan marrano, se emborrachan y entonces viene el paso siguiente: el embellecimiento del pasaporte.
  4. El pasaporte colombiano se somete entonces a un proceso de estética y embellecimiento. El man se va para el Sanandresito más cercano (ese lugar es una especie de mercado de Libre Comercio) y busca una cubierta para el pasaporte. Si es fanático del fútbol esta tendrá el escudo de su equipo favorito, si es amante de los autos, pondrá una foto de Juan Pablo Montoya con cara de estúpido, el casco rojo en la mano y la otra en el paquete. Si está muy enamorado de la novia pondrá una foto de la novia de cuando hicieron un paseo de olla al río aquel y si es marica, pondrá una foto de la Feria de las Flores.
  5. La sacada de la visa, no importa a donde vaya el colombiano, siempre le pedirán visa. Hay que pedir cita en la embajada del desdichado país escogido por el colombiano para inmigrar. Por lo general y por una extraña razón aun desconocida por sociólogos y psicólogos, los cónsules siempre creen que el colombiano además de delincuente, se quedará en el país de destino traquetiando, o putiándo si es una fémina, o de refugiado ( allá se inventa el cuento)o trabajando limpiando mierdas o cualquier otra indigna labor que ya,aunque los colombianos seguimos haciendo, entramos en franca competencia con los habitantes del primer mundo que ya se encuentran limpiando mierdas también ante la situación. Podrían a veces dar la visa, pero se acuerdan de la naturaleza delincuencial y de baja calaña del colombiano y por ende la niegan.
  6. Ante la negativa de visa, el infeliz se va para su barrio o su pueblo y le dice a sus otros colegas ( vagos y desempleados) que si le dieron la visa, pero lo que está pensando el pobre diablo en realidad, es irse en tránsito por otra republiqueta igual a esta a cuyos ciudadanos aunque se les tiene la misma consideración por infelices, pobres e indios, no se les considera narcos, sicarios, secuestradores o putas... y por ello no pieden visa. Entonces se van por Venezuela, Nicaragua, Honduras, Argentina... y así llegan al primer mundo, a seguirla cagando comolo venían haciendo en su país de origen.

Despedida

La fiesta de la entrega del pasaporte no es la única fiesta. Es la primera. La segunda es la despedida. El colombiano entonces dice que se va a ir y todos se dan cuenta. Todos se hacen amigos del man, qué alegría que te vas, ojalá y volvás, qué suerte la tuya, pa' dónde vas, cómo te va a hacer de falta el ajiaco y todos hacen una colecta para hacerle una fiesta de despedida. Matan otro marrano, le traen regalos pa’ que lleve pal exterior y lo ponen a contar cómo es el país que va a ir. Como los colombianos hablan mucha carreta, el colombiano en mención elabora una narración detallada de cómo es la vida al país que va, así nunca haya ido ni siquiera lo conozca de oídas. Cuando le preguntan cuándo se va, la fiesta se acaba, porque el colombiano responde: "Cuando me den la visa". Cuando llega el gran dia, lo acompaña al aeropuerto hasta el perro de la casa, lo usual es que sienta ganas de llamar a hugo en el aeropuerto, no se sabe si es de los nervios de "montar en avion" o de la enorme bandeja paisa que le preparo la mama (pa'quel chino se vaya bien comido), da vueltas con todos sus aompañantes por todas la tiendas del aeropuerto, se toman fotos, compran un cafe juan valdez, se toman mas fotos, entran a la capilla, se sientan, miran jijuelmilveces el reloj hasta que llega la hora de entrar a la zona internacional, donde en la puerta llora "hasta el perro de la casa", se dan las respectivas bendiciones, lloran, se dicen las tipicas frases de despedida: "te amo y no te olvidare", "se cuida", "come bien", "nos llama cuando llegue", "los quiero", "te extrañaremos", "disfrute por alla", "se levanta una gringa", "tome hartas fotos", "nos trae algo", el man abraza a la novia a moco tendido, se besan , se abrazan, se prometen casarse cuando llegue y dos dias despues de haber llegado a las extranjas ya ni se acuerda del nombre de la ex noviecita colombiana...

Solicitud de visa

Colombianos hacen fila delante del señor embajador.

Porque muchos sacan el pasaporte y se les olvida pedir la visa, entonces se van y entran de manera ilegal al país que quieren, pero cuando se dan cuenta que existen cosas como visas y permisos de trabajo, ya son multimillonarios y participan de las elecciones del país en que están.

Pero los que saben que hay que sacar visa entonces van a otra oficina, esta vez la de la embajada del país al que quieren ir. Primero consultan en Inciclopedia qué países del mundo no piden visa a los colombianos.

Para dar una ayuda a los colombianos que quieran salir de Colombia, aquí está la lista de esos países:

Colombiano con todo.

Ahora tomemos un ejemplo: colombiano solicita visa en la Embajada de los Estados Undidos de Amen-rica.

Para sacar la visa en esa Embajada usted tiene que pagar 500 dólares en la caja. Para pagar esta cantidad, la persona que lo atiende es muuuy amable, lo hace sentar, le desea suerte en el trámite y lo invita a un café.

El colombiano sale muuuy animado y piensa que valió la pena haberle dado el último sueldo que le dieron en la empresa después de renunciar. Se imagina entonces en la Wall Street poniendo un puesto de aguacates y rellenas de jamón.

Entonces tiene que hacer una fila de 800 cuadras a la redonda. Cuando llega después de diez días de espera, le dan una cita para el próximo año. Esto es motivo de una nueva fiesta, porque si le dieron cita es por algo ¿o no? A nadie le dan cita para decirle que no.

Cuando llega el día de la cita, le dicen que no.

Despedida final

...a todos mis amigos... glub, glub... les prometo que volveré a mi Chibchombia del alma pa’ más parranda... Escena típica de una colombiana que va al exterior al día siguiente.

Para despedir al colombiano viene toda la familia, todos los amigos y todos los vecinos. Se hace una delegación, se pagan unos cincuenta buses que llevan toda esa multitud hasta el aeropuerto. Se llevan dúos de boleros o de vallenatos, se dicen algunos discursos en la sala de espera del aeropuerto y todos pasan a besarlo y a abrazarlo. Le ayudan con las veinte maletas que el colombiano lleva: los libros del colegio, los libros de la universidad, los cuadernos del colegio en donde escribía sus poemas estúpidos, todos los muñecos que le regalaron las novias durante los últimos años, varias botellas de aguardiente, varias cajas de dulce valluno, una olla hirviendo con sancocho casero, varios paquetes de arepa de maíz precocido, dos enciclopedias de gastronomía colombiana con CDs incluidos para preparaciones rápidas, la vieja cámara fotográfica del abuelo, dos biblias de la abuela con cuarenta camándulas, 300 estampitas de los 300 santos patronos de la región, mil postales de la ciudad natal, un cuaderno norma con más poemas estúpidos, mi primer balón de fútbol y muchas otras cosas. Cuando llega a la aduana los policías le dicen que tiene sobrepeso y que si quiere llevar todo eso tiene que pagar dos mil dólares.

Equipaje

Como ayuda auxiliar a los oficiales de aduanas, la CIA tiene un documento en el que se amplía la información sobre los artefactos que puede llevar un colombiano o colombiana en las maletas:

  • 1) Cuarenta pares de zapatos, empacados en cajas de cartón amarradas con lo que los nacionales llaman "cabuya": una cuerda hecha de fibras naturales sacadas de una planta similar a esa de donde los mexicanos fabrican el tequila.
  • 2) Ropa de invierno made in Medellín que no soporta los -10°c de Boston, y que termina tirada en el basurero más cercano a la residencia del colombiano migrante. Esta ropa, dicho sea de paso, será recogida por otro colombiano "vivo" (palabra que significa "inteligente por encima del promedio") que tampoco llevó ropa adecuada para el clima mientras dice "estos gringos sí que botan ropa nueva, carajo!".
  • 3)Un "encargo", es decir, un paquete para algún otro colombiano que vive a donde va el migrante, con el que la familia de ese otro, para no pagar envío, ha decidido encartar al migrante; este paquete generalmente consta de la medicina bionergética que los alemanes salvajes no fabrican, los anticonceptivos para la niña, que en Francia son más caros, el saco de lana virgen que le tejieron los indígenas uwa's al niño para aguantar el frio de Amsterdam o alguna otra cosa similar y vergonzante.
  • 3) Una caja de "bocadillos veleños": recipiende de madera de 20x30cms amarrada con la susodicha cabuya, y que en su interior posee unos dulces cúbicos fabricados con un milímetro cúbico de guayaba por cada kilo de azucar y colorante. Se le advierte al oficial de aduana que en caso de decomisar el producto, de ser consumido, puede producir diarrea durante una semana, al igual que los otros productos alimenticios que se nombrarán a continuación.
  • 4) Un racimo de "plátano verde": Una especie de banano transgénico gigante que en caso de comerse crudo produce la diarrema mencionada. Suele cocinarse frito con una variedad de técnicas extenuantes, y comerse con algo llamado "suero costeño": un menjurge derivado de la leche podrida y más salado que el queso del mismo nombre. No es dulce este plátano verde, como el banano, sino salado.
  • 5) Un atado de "panela": es un cubo de color miel de más o menos 10x5 cm y una libra de peso cada una, en cuyo interior se alcanzan a divisar las patas de las abejas que quedaron atrapadas durante la fabricación del alimento mencionado. Si le pregunta al migrante "qué demonios es eso?" (cosa que no le recomendamos o soportará la verborrea que padecen estos ciudadanos de Colombia) le dirá que cura el resfriado común mejor que cualquier antigripal, y además combate los frios del invierno alemán mejor que cualquier calefacción que pueda encontrar.
  • 6) El paquete de bonbonbum, chocolatinas jet y supercoco pa'regalar y 10 manillas de los respectivos colores de la bandera nacional compradas a cualquier marihuanero en la calle por la modica suma de 500 pesos cada una.
  • 7) Finalmente encontrará una bolsa plástica transparente con un polvo blanco. Antes de enviarlo a la cárcel por narcotráfico, verifique que no sea "areparina": un producto con el cual se fabrica la "arepa": una especie de pan de maiz, base de la dieta de la república. Debido a que esta harina suele venderse en bolsas extremadamente grandes, la mamá del migrante no ve ningún problema en sacar un poco del recipiente original y depositarla en la maleta disimuladamente como "sorpresa" para su hijo.

Primer vuelo

Colombiano que viaja por primera vez en un avión invita al capitán a unos traguitos.

Cuando se sube al avión lo primero que hace es tratar de abrir las ventanas y como no puede llama a la azafata la cual le explica que no se puede, que se siente y que se amarre el cinturón de castidad. Cuando el avión comienza la marcha, el colombiano se pone en pie y comienza a cantar el Himno Nacional, a lo que las azafatas tienen que sentarlo a la fuerza, le amarran las correas y se aseguran que las güevas le queden incluidas para que no se vuelva a levantar.

- ¿Qué va a tomar, señor? - Para mí un aguardiente doble con pasabocas... - ¿Y para comer? - Una bandeja paisa, pero sin garra...señorita ¿dónde está el baño? - Al fondo a la derecha.

El tipo se para, se pasa por encima de los compañeros de puesto, camina mareado y llega el baño. Entra y cuando trata de orinar siente que todo se le sube, que le tiembla el paquete y que estuviera miando en un ascensor.

"Señores pasajeros, les habla el capitán. Nos estamos alejando del Aeropuerto Eldorado de la ciudad de Huecotá, en este momento pasamos por los techos de Medallo, como pueden ver está jugando el Nacional contra el Millos y por eso descenderé un poco. Acto seguido iremos directamente hacia Panamá y después llegaremos al Hueco para pasar más rápido. Por favor, el individuo que se encuentra en el servicio sanitario desde hace 30 minutos le suplicamos que salga con las manos en alto porque no tenemos sino un sólo servicio y lo necesito. Gracias".

Llegada

Las colombianas son mujeres más bien tímidas, que gustan de pasar desapercibidas en el lugar en donde están, bastante recatadas en el vestir, muy moralistas y silenciosas, se ruborizan fácilmente y no gustan de los puestos públicos (pero sí los púbicos).

Cuando él avión esta aterrizando y todos los pasajeros están sentados con el cinturon de seguridad, el chibchombiano siempre se pone de pie y aplaude. Luego, en la fila para inmigrantes, todos los pasajeros están a la espera del control de pasaportes. El hombre espera mientras sostiene las 20 maletas y saca cómo puede el pasaporte con cubierta rosada. Cuando es su turno, el policía le pide el documento, pero ya sabe que es colombiano porque es el único que se está comiendo un tamal tolimense en la fila. Pronto llegan más policías y comienzan a abrir las cajas de chocolate que le había dado la mamá, la bandeja paisa que ya estaba vinagre, la bolsa en donde guardaba los calzoncillos pa’ lavar y vacean por tierra el talco desodorante creyendo que es coca y la cual se aspira todo un perro pastoral alemán que queda mareado con la pecueca. Otro policía le revisa el cuerpo para comprobar que no tenga guardado nada y le encuentra la billetera con una foto de la primera novia cuando era pequeña, una camándula de la Virgen de los Sicarios, la novena a San Antonio traducida en inglés y un tiquete del Transmilenio. Después de cinco horas de probar que el colombiano este no es un mafioso y mientras las mulas gringas ya han pasado sin ningún problema, lo dejan entrar al país.

Primer día en Nueva York

Pasados los controles, el colombiano sale a su nuevo mundo. Descarga las 20 maletas en el andén, saca su ruana con rayas y bolitas y pide un taxi. Pronto llega un taxi para atender los requerimientos del recién llegado. Para el siguiente diálogo haremos una traducción simultánea tanto del español colombiano como del idioma gringo:

- Mono ¿por cuánto me llevas al 'Bronca home?
Señor ¿cuánto cuesta una carrera hasta el Bronx, por favor?

- What the hell?
¿Qué dice caballero?

- Listo, va pa’ esa llave. Ayúdame con todos estos paquetes, tené cuidado con las porcelanas chinas que me regaló mi prima Leonor y cogé con maña estas güevonaditas que me dio mi cucha y no me mirés con esa cara de güeva pues... hágale.
Muy bien señor. ¿Me ayuda por favor con este equipaje? Por favor tenga cuidado con estas baratijas que me dio mi prima Leonor. Por favor lleve con mucha precaución estos detalles de mi madre y por favor no me mire con cara de sorpresa... vamos.

Colombiano cuando vuelve a su tierrita

Oficina de colombiano en la bolsa de valores de Nueva York.

En Colombia con un cartón de universidad lo tratan de dotor mientras en otro país tiene que lavar platos y vender flores en la calle. En Colombia se puede dar el lujo de tomar taxi, en el extranjero tiene que compartir metro con cualquiera.

Las diez cosas de un colombiano cuando vuelve al país:

  1. Llegá hablando en otro idioma porque olvido el español en unos meses que vivió fuera del país.
  2. Trata mal a los de inmigración porque son lentos.
  3. No encuentra las 20 maletas de las compras con las etiquetas Made in Paris que se consiguen en los sanandresitos.
  4. La familia lo recibe con papayera, trío, bandeja paisa, guarapo, masato, chicha, la abuela hace un rosario en pleno aeropuerto por la llegada del niño y manda celebrar tres misas de acción de gracias al Divino Niño.
  5. Llega con el pelo pintado de amarillo porque se cree gringo.
  6. Regala centavos de dólar y euro a toda la familia y le promete a los amigos que en la próxima les trae.
  7. Cuenta la misma historia que está super bien, que gana mucho dinero, que es mejor vivir en el extranjero que en Colombia...
  8. Ya no conoce a los vecinos del barrio.
  9. Se pone todas las camisetas del país donde vivió.
  10. El barrio sabé a que horas llegá y en que avión y cuanta plata trae.
  11. A todos les cuenta que regresa en un mes porque le dieron vacaciones en la empresa, pero no dice que está de ilegal.
  12. El pasaporte lo deja encima del televisor para que todo el que llegue lo abra.
  13. El man se cree el rey del barrio porque es el único que ha salido del país, no saluda a nadie, no escucha música colombiana, todo es en inglés (eso sí, no entiende nada porque siempre estuvo en la colonia de latinos, solo aprendio a decir yes very well mondongo...)
  14. Despues de un mes de comer, jartar y acabar con los pocos ahorros llega lo dificíl: la mamá ya no lo trata igual, los hermanos están mamaos de escuchar la misma historia , los tíos le cierran la puerta cuando lo ven llegar porque viene es a goteriar el almuerzo.

Primera carta

Los colombianos saben ganarse la vida en donde se encuentren.

La siguiente es una carta interceptada por la CIA de colombiano en Nueva York a mamá en Tunja.

"Nueva Knor, viernes 20 de diciembre de 2024

Aló mamá. Aló, aló... huy, qué pena sumercé, se me olvidaba que estaba escribiendo una carta y no hablándole por el teléfono.

Querida mamá, le escribo desde Nueva Knor. Sumerce se preguntará cómo me encuentro en estos momentos. Me encuentro sentado escribiendo una carta y con un frío el diablo. Pero ya estoy haciendo un chocolatico y me conseguí un pandebono lo más de raro en la esquina.

La vida en este país es muy aburrida mamá: no hay televisión por lo que concluyo que son muy subdesarrollados. Pasan sí muchos programas gringos y muy pocos tienen los subtítulos de traducción en las patas, así que quedo gringo viéndolos. Hay unos canales latinos, pero nada que pasan las telenovelas colombianas que nos veíamos juntos en la casa. Los noticieros también son más bien pobres porque todas son noticias de esos Estados Unidos, yo no sé por qué. Mamá, si puede me manda las viejas botas del abuelo, esas que usaba pa’ meterse a los pantaneros, que aquí caen unos aguaceros de piedras blancas y me da mucho frio con estas alpargatas de cabuya que vusted me hechó en la bolsa.


Pasaporte oficial de Colombia. Inciclopedia ofrece este servicio a todos los ciudadanos colombianos en el mundo que requieran servicios consulares y no puedan acceder a ellos debido a las rumbas y otras ocupaciones. Basta que diga que la obtuvo del servicio consular inciclopedista. No tiene porque agradecer.

He estado trabajando mucho en la Wall Street como les dije antes de salir de Colombia. Puse un puesto de empanadas y las animo con la guitarra de cuerda y las melodías del maestro Jorge Veloza. Los gringos no entienden mucho, pero se hartan de empanadas y ya tengo unos buenos ahorritos pa’ volverme pa’ Tunja. Ah, no se le olvide mandarme las botas. Se las da a mi prima Maryoris que ella las lleva a la oficina postal y deben llegar antes de que se me congele el cerebro. Yo no sabía que aquí hacía más frío que en Boyacá. De saber, me hubiera ido a vivir a Cartagena.

Del idioma no he tenido ningún problema. Todo el mundo habla español y solo los gringos no hablan, pero nadie les hace caso. Cuando van a pedir algo uno les mira la cara y les cambian los colores, entonces uno sabe si están contentos o bravos. Pero ya sé dos palabras: Yes que se usa para casi todo. Uno dice siempre yes, yes, yes y la gente cree que uno habla mucho inglés y que uno es una persona de pocas palabras. La otra palabra es Okey y uno la dice cuando ya ha dicho mucho yes, como pa' variar sumercé.

Mami, hasta aquí le escribo que se me están entumiendo los dedos. Voy a ver si ya está el chocolatico y dígale a Tránsito, la novia mía, que pal próximo diciembre vuelvo a Colombia y me caso con ella y a lo mejor me la traigo haber si me ayuda a sembrar de papas una tierrita que estoy que me compro en Manhattan. De pronto me la traigo a vusted, pero me da miedo que se me enferme por aquí sin las telenovelas y con estos fríos que yo no sabía que existían. Es como estar parado en el Páramo de las Papas empelota y a medianoche.

Se despide sin más novedades por lo pronto el cariño de tu retoño: Fulgencio"

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