Shōgun
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Shōgun es el término acuñado al mandamás de Japón en la antigüedad, previo a que ocurriera cierta restauración que hizo a Nipolandia un colega de occidente. Además, se caracterizaban por tener la fuerza necesaria para mover corrientes de ríos, derrotar a una horda de enemigos sin sudar la gota gorda y emborracharse hasta la madrugada sin padecer un lapsus mental.
Shogun es un término en desuso, razón por lo que sólo es mencionado en obras literarias ambientadas en el pasado, o aparece la palabra en cierto personaje de Genshin Impact.
Etimología
Los shogunes devienen de la abreviatura de Taishōgun (征夷大将軍), que implicaba que sean los conquistadores, aquellos líderes cuya mirada ocasionaría expulsar espuma a sus enemigos. Eran los controladores de los bárbaros, es decir de aquellos extranjeros que se perdieron en la bahía para colonizar otra isla. Para resumir su objetivo, los historiadores retiraron la mayoría de los caracteres dejando el nombre de shogun. Al ser los jefazos de los samurais por sus méritos, habilitaron que los llamaran generalísimo, sinónimo de dictadorzuelo, que se encargaba de señalar el dedo a quien merecía casarse con su hija o perder el quicio, aparte de la cabeza. A partir de la llegada de las armas de fuego, el shogun fue uno de los privilegiados en poseer un9 de aquellos escopetones, por lo que lo hubo una reinterpretación: Sho Gun.
A partir del concepto de shogun, se intentaron crear cargos con el mismo nombre para calmar la situación de grandeza de los que ostentan ese título. Los Seito, los Chinfuju, los Seitekei, los Mochisetsu y cualquier nombre que se les ocurra pudieron presumir que eran shogunes a pesar que ninguno llamaba la atención.
Historia
En un inicio que los shogunes antes de ser considerados como los venerados y temibles líderes, eran unos perros con cara de Cheems forjando espadas. Tras las guerras Gunpei, Minamoto Yorimoto, por su buena precisión al tiro al arco, decidieron otorgarle el puesto por su buena vista. Él ha sido el primero del shogunato de la historia, reconocido por ser una figura militar quien traicionaba sus hermanos si alguno tenía la intención de rebelarse. Por esta razón se le ocurrió que si el protector era el que tenía el poder militar, porque estaba de adorno el emperador. ¡Qué listo que sos Minamoto! Tras caer del caballo de guerra porque el equino se soltó para seguir sus instintos un caballo rápido que buscara comida rápida, el sucesor fue su hijo, pero para desgracia de los Minamoto, se olvidaron dejar descendencia. Por este motivo fueron sustituidos los Hojo. Ellos elegían unos shogun sockpuppet llamados Kujo 1 y Kujo 2 y luego fueron renombrados como príncipes anónimos. Tras acabarse la selección de sustitutos se desenvolvió la restauración Kennmu.
Con la restauración Kennmu, el emperador andaba de vuelta a las andadas, por lo que antes de huír con los pies descalzos, su ejército se llevó unas insignias imperiales como consuelo. El periódo de negociación no llevaba a un acuerdo, Kusunoki Masashige un fiel creyente del bushido armó una estrategia defensiva que ofendió a muchos en su yamashiro (son aquellos castillos donde se avistaban los dragones se mordisquean mientras andaban ebrios). Para variar, los Hojo contaban con el apoyo de Ashikaga Takaugi, quien mantenía su sonrisa con los ojos cerrados y este momento de estupidez de los Hojos por no detectar al estereotipo del traidor, los llevó a la derrota. Con esta traición y re traición, Japón terminó partido por la mitad, políticamente hablando (los terremotos no tuvieron nada que ver), creándose así dos cortes. La corte del norte marcó el origen del Shogunato Ashikaga. En 1467, debido a los problemas entre el sucesor del título, dos daimyos Hosokawa Katsumoto y Yamana Sōzen, apoyaron a diferentes candidatos pero como las palabras no eran suficientes, se inició la acción en la guerra de Onin, momento cumbre para que el golpe patada y el ahikido fueran las respuestas más eficaces para apaciguar el conflicto.
Con los Ashikaga, los hechos no eran los más prometedores. Algunos favorecían las artes y la escultura. El yoooooo, en particular, pasó a ser el bruh del oriente por ser utilizado en momentos insatisfactorios como el de Yoshikazu que no superó un reto de bebidas para tener la condición física y participar una batalla clandestina de sumo. Otro caso frecuente en los shogunatos de la época fueron que recibían ese título a temprana edad. Al menos, estos niños tuvieron la temprana experiencia con los harems y demás presencias inaugúrales de las destacadas obras de plata como el templo de pabellón de plata; que antes de morir el shogun Yoshimasa, la complementaron con aluminio debido a que andaba con la vista corta. Tras la caída del último shogun de este periodo, debió transcurrir la época de Oda y Toyotomi para que surgiera el tercer shogunato. Este tercer shogunato se basó en la lucha de varios daimyos, a través de múltiples matrimonios arreglados y, el primero de ellos Ieyasu, se sentó en su cuarto jurando que de ahí no lo sacan ni con un remolque. Tras participar en la batalla de Sekigahara, logró tener el puesto para él. Tras la batalla (que en realidad fue una campaña militar por tantos combates de relleno), se exhibieron las cabezas de los perdedores en un museo dedicado a los generales triunfadores. Si extranjeros como Francisco de Goya vieran esta galaría se desmayarían de la emoción.
Después de obtener el título, fue de los que propusieron expulsar a los cristianos que estaban en temporada de colonización cuando se enteraron de su tour en Filipinas. También formó parte del Sitio de Osaka, suceso, que fue uno de los primeros que han sido publicados en inglés y emitido en dos temporadas. Tras culminar la última temporada, Ieyesu tuvo su final feliz que le duró 250 años de tranquilidad para su familia. Todo se debe a su estrategia favorita: salir corriendo o nigendurayo en su idioma oficial. En 1639, expulsaron a los portugueses, ocasionando momentos de dramatismo que hasta inclusive lo adaptaron por streaming en una serie llamada… Shogun. Tras estos eventos, los shogunes restantes no hicieron mucho que digamos, algunos se creían perros, como Tokugawa Tsunayoshi, quien aparte de mover el rabo, ocurrió el momento más bravo de los samurais donde el ancestro de Keanu Reeves esquivaba flechas a cámara lenta para demostrar su lealtad a a Kira Yoshihiza.
Como todo inicio feliz, debe haber un final malo encubierto. Se evitaron mencionar los incendios, falta de arroz y la razón por la que uno de los últimos shogunes logró inseminar más de 50 esposas. Y viendo que los extranjeros exigían que abrieran los puertos, no les quedó más remedio que admitir que el shogunato iba en decadencia. El clavo que llevó al ataúd a los sueños y esperanzas de querer mantener el poder ha ocurrido cuando Tokugawa Yoshinobu o Keiki se colocó un un uniforme francés en su cumpleaños y sintiéndose avasallado por su moda, se le contagió la rendición de los franceses.
Administración
Siguiendo el fin del sistema de la estratificación de Europa, las relaciones personales con el shogun permitían que obtuvieran mejores recursos para irse al sauna. En teoría, el mandamás es el emperador, aunque con el acceso del repertorio de katanas y rifles ocultos en los aposentos del palacio, lo llamaban Shogun (yo tengo Gun, de acuerdo a las traducciones hechas por IA). Con los Kamakura, el emperador y a la Corte Imperial se le permitió mantener el control sobre sus tierras, así como determinar las cantidad de impuestos que impulsan a evadir el fisco o guardar sus ganancias debajo de la alfombra. De los cargos más relevantes, fueron los Shikken y Rensho, los cuales habilitaron a los Hojo mantenerse en el poder bajo las sombras. En cuanto los órganos destacados, se encuentran el mandokoro encargado de las finanzas y el stock. El samurai dekoro, es el encargado de la policía y sostener el mango de la espada si ocurría algo sospechoso. Y el monchugo es el encargado de manejar la justicia a base de dictar normas que autorizaban “armar caldo” para el regocijo de los infractores.
Con el shogunato Ashikaga, los daimyos fueron la nueva clase que mantenían al margen a los shogunes. La mayoría de los cargos administrativos eran un recalco del anterior, agregando unos extras, como supervisores de los clanes o los shogudai que se encarga de ser el pagafantas del shogunato. Finalmente, en la época Tokugawa su rol se enfoca en darle relevancia a los daimyos quienes han obtenido mayor influencia donde los invitaban al castillo para que le entreguen su apoyo. También tenían un consejo de ancianos, que en vez de enviarlos al asilo, que entendían sobre política exterior siendo éstos los responsables de las desdichas de este imperio.
Con tantas supervisiones y oficinas con el propósito de evitar traiciones entre clanes que haría a Casas de Canción de Hielo y Fuego un parque de diversiones, el descontento social, sumado a las presiones internacionales hizo que el emperador recuperara su poder político, dejando así a los samurais en mandarlos a la calle. Al menos no fueron sucios, debido a que le entregaban condecoraciones por su participación, evitando asï acusaciones por tacañería.
Palabras más, palabras menos, los shogunes actuaban de manera dinámica e inusual. Por lo que no era de esperarse que en el periodo Edo, aparte de echarse He Gassen encima, se reportaran casos de nipones con tres corazones, siendo los dos extras presentados en la boca y en un lugar oculto que mantiene cuerdos a sus habitantes.
Uno de los motivos por los que nunca derrocaron al emperador, se sostiene en que Amaterasu, la diosa del sol los calcinaría si se atrevían tocarle un pelo. Por lo que en un pueblo machista, que su diosa siga manteniendo a raya. Pues al chile…. Que bueno.
En el exterior
Los shogunes eran descriptos como los reyes de Japón, como en el caso de la dinastía Ming quienes le debían un favor al jefe por lograr controlar el problema de los piratones japoneses. Tras controlarlos, aparecieron los europeos quienes iniciaban expediciones hasta llegar a las costas donde lo trataban de hereje. Si se comportaban correctamente, terminaban siendo samurais con ochenta granjeros para que mastiquen en su lugar. En particular el Anjin Sama era el diseñador de las velas occidentales en oriente. Obviamente debieron matar primero su identidad inglés para que sea considerado uno de los suyos.
Uno de los suertudos en pisar Japón en la época aislacionista ha sido Isaac Titsingh quien escribió unos cuantos libros sobre la cultura nipona y como consideraba al emperador como un papa… japonés. En su estadía, Isaac reafirmó que las habilidades, su autoridad y sus ideas alocadas como anunciar que arrojar dinamitas era un arte marcial abusando su argumento de autoridad lo destacaban por encima de los europeos envidiosos (tema aparte era que las dinamitas funcionasen).
Para los noventas, una cabeza flotante y un robot decidieron acudir ayuda a los aliens cuando sus superhéroes con mallas ajustadas, Los Power Rangers, se volvieron infantes por un truco extraño. Por este motivo, los aliens recopilaron el ADN de los mejores shogunes para fabricar el Shogunzord, el mejor mecha coloso hasta que fueron desplazados por los primeros Rangers que pegaron nuevamente la pubertad.
Tras el éxito de la serie que exhibe una visión realista de los shogun (nada de menciones a Dino Rey y demás ñoñerías), muchos japoneses protestaron para que resucite el shogunato. El motivo era claro: estaban ansiosos que en la reciente era hubiera batallas épicas siempre y cuando no sean arrojando otro par de bombas.