Paella

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Típica paella... adolescente
Cita3.pngValencia, Valencia, paella, paellaCita4.png
Guiri aprendiendo todo lo que necesita saber sobre la paella
Cita3.png Ai agüeta de València, que me faltas para mi paella, chè collons!!!Cita4.png
Valenciano a punto de ponerse a preparar una paella

Paella; dícese del platillo fallero de origen valenciano (de la zona de Valencia, Rumanía) a base de arroz, verduras, y chicha carne, cocinado y servido en una especie de vasija metálica también denominada paella o paellera. Etimológicamente, el nombre proviene del idioma valencià paella, que significa sartén para hacer paellas y fideuàs (por que otro uso no tiene, que nosotros sepamos), y a su vez, del latín patellae, cuyo significado es vasijae metalicae paellis bonum facere. Ahí es .

Toponimia

Algunos otros creen que el nombre surgio en la época medieval, la epoca de las pelucas y los peinados raritos en los hombres con modales afeminados, en la que se usaba en vez de pantalon medias de baile de clasico. La costumbre de hacer paella surgió de un rey de ese entonces que por alguna circunstancia desconocida hasta el momento, tuvo que cocinar para su mujer... llego su hermano y le pregunto "...tu cocinas?", a lo que respondió "pa'ella" en tono apesadumbrado. Enterose de este hecho el vulgo; se burló y mofó. El hermano, para que quedara bien parado el rey, hizo cambiar un poco la historia y el nombre; ..."a lo que respondió "Paella!"

La Paellera: artilugio para cocinar una paella

Una paellera limpia, osease, recién comprada.

La paella, ese arroz del cual trata el artículo, es cocinado en un recipiente llamado paella, o paellera (nótese la originalidad). Dicho artilugio es una mutación de la sartén convencional: Ochenta veces más grande, sin mango, plana... Además, se le han añadido dos asas a los laterales, a modo de orejas, para poder cogerla sin sufrir quemaduras de primer grado. Su diseño aerodinámico le permite evaporar el caldo a altas velocidades, con un consumo de menos de 0´35 litros por kilómetro.

A parte de la paellera convencional, podemos encontrarnos distintas versiones de la misma: Con forma de corazón, de distintos colores, con radio incorporada, reversible, irreversible, elástica, estilo románico, gótico y post-moderno. Por supuesto, también puede personalizarla, añadiéndole tubos de neón, sonido estéreo, y etcéteras.

Lo cierto es que puede ser cocinada también con la típica cazuela pero... no querrá que todo el mundo le acuse de extranjero... ¿No? No, mejor no.

Breve historia

La paella surge entre los siglos XV y XVI y se sabe que Isabel La Católica era una gran aficionada a comerla, tal y como podemos leer en Las Crónicas del Reino isabelino de Castilla, las memorias de la reina, escritas casi a pie del confesionario y recientemente publicadas por entregas por la revista Hola! Concretamente en el capítulo octavo la reina escribe: En los días del Señor, non faltava en el mío castillo el platillo valenciano, que yo poder comía hasta tres paellas en la mesma comida. Y esto, por cierto, confirma los rumores que la reina Isabel, no sufría de bulimia.

Sin embargo, la paella surge en las zonas rurales de Valencia, por necesidad de campesinos o pastores de una comida estilo fastfood, rápida y cocinada con los ingredientes que tuvieran más a mano, si es alguno tuvieran, ya que en épocas de hambruna, con una cebolla ya pasaban. Pero en su origen, los ingredientes más básicos eran, como no, el arroz, las aves, el conejo, verduras frescas y aceite de oliva; se mezclaba todo con agua y se cocinaba a fuego lento. El resultado era una paella bastante bruta y poco elaborada, que provocaba hasta indigestiones... ya que solían echar al caldo los aninales vivos, con piel y todo.

Una vez comprobado que la paella podía ser causa de indigestión, fue utilizada por la Santa Inquisión como instrumento de tortura. Abolida la Inquisición, la paella fue muy impopular, inclusive en Valencia. No fue hasta finales del siglo XIX que el escritor valenciano Blasco Ibáñez la puso de moda en sus novelas; y ya en el siglo XX, con la llegada masiva del turismo en las Españas, se convirtió en plato nacional.

La receta: cómo hacer una paella

Y hete aquí, que si sigues estos pasos podràs convertirte en el paellero oficial de tu familia, de tu grupo de amigos, o de tu trabajo, que hay quien devora paellas a cualquier hora del día. Estos son los ingredientes principales (basados en la receta original de doña Ampariuetes Arrossetes Chúfez, cocinera oficial que fue, del rey Jaime I El conquistador, ínclito soberano de las fermoses valencianas tierras):

  • Arroz, que sin arroz no hay paella posible, igual que para los chinos, sin arroz no hay 3 delicias; pues lo mismo.
  • Chicha: hay donde escoger, pero con un poco de gato conejo, pollo y algo de pato (esto último es opcional). Puedes substituir el pato por oca, ya sabes el dicho, de oca en oca, paella por que me toca.
  • Bachoqueta: Judía verde plana (mejor que sea sionista, de la parte este de Jerusalén) y garrofón (especie de alubia que sólo crece en las garrafas de agua que hay desperdigadas en la zona de La Albufera de Valencia.
  • Tomate, de la huerta, if possible.
  • Agua de Valencia, típico brebaje valenciano que elaborarás así: 2 litros de vino espumoso (nada de Moët et Chandon, con un cava semi-seco bastará), ginebra de garrafa y vodka del de los cubatas de los sábados, asssssssúcar, jugo de frutas y mucho hielo.
  • Azafrán pa' darle color al arroz y pimetón, pa' ese toque asiático que toda buena paella necesita.
  • Aceite oliva virgen, elaborada por campesinos altaneros cordobeses que aún no se hayan estrenado en sus dotes amorosos...
  • Sal, al gusto.
    Una paella recién hecha.

Y procederás así.

Primero encenderás un fuego. Cuidado no incendies tu casa. Lo mejor es hacer el fuego fuera, en la calle (si no llueve, claro), o en el campo en su defecto. Sobre unos soportes metálicos colocarás la paellera y echarás el aceite de oliva virgen. Cuando el aceite se queme, echarás toda la chicha de una sola vez y sin complejos (de culpabilidad). Retiras la chicha (atención, tampoco la achicharres, eh!) y acto seguido repites la operación con las verduras. Luego sofríes el tomate y te tomas una cerveza ( el kalimocho también es ideal) mientras esperas el sofrito. También es apropiado ir picando algo, unos calamares a la romana, un poco de choco o unas papas fritas... Una vez acabado el delicioso aperitivo, añades la chicha achicharrada ( me lo veo venir) a la paellera y lo cubres todo con agua de valencia. Este el momento de añadir el pimentón, el azafrán y un poco de sal. Justo entonces, será el tiempo de tomarte el primer Tinto de Verano del día. Te tomas uno, o dos, pero no te emborraches. Finalmente echas el arroz, dejas que se evapore el caldo, y cuando ya te hayas trincado el tercer Tinto de Verano, tapas la paellera con un trapo y la dejas reposar un rato, que no se canse. Apagas el fuego, y a la mesa. Ojo, se come directamente de la paellera. La paella sólo se emplata en los restaurantes snobs de downtown Valencia, y en los de la Quinta Avenida.

Paellas varias y variantes en las Españas

Sí, eso se come

Además de la paella de toda la vida, la que hacía tu madre, pueden ser encontradas multitud de variantes de estas. Por que ya se sabe, para gustos, color paellas.

Socarrat

A la hora de sacar el arroz, se descubre que la base se ha ennegrecido, dándole al plato una apariencia de podredumbre bastante real... a ese arroz quemado, y por ende no comestible, se le llama socarrat, que en la valenciana linguæ significa quemao, y es bien apreciado por gourmets selectos y alemanes enrojecidos por el sol.

Paella de chiringuito subastada a un turista alemán.

El día que descubran el arroz negro les darán palmas las orejas.

Paella de chiringuito

Dícese de aquel arroz que puede ser usado como argamasa para la construcción de nuevos edificios. Tiende a estar frío y emite un fuerte olor a cuajada. No posee sabor alguno, y ni los perros se dignan a probarla. Es comprada a altos precios, junto a un Tinto de Verano Hacendado por altos cargos de empresas alemanas. Suele ser consumida por turistas y veraneantes españoles, acompañada por una ensaladilla rusa pasada.


Paella para guiris

Cita3.png I'd like Paíla, typical spanish foodCita4.png
Guri pidiendo su comida en un restaurante

Pronunciada Paíla, es la paella que suelen pedir los turistas guiris, usualmente por las noches, y acompañada de un bote de bicarbonato, en los restuarantes de la costas españolas y los del interior, durante los meses de verano. Muchos de estos guiris vienen de Francia, Alemania, Inglaterra y últimamente de Tuvalu Ulterior. Es muy común que la paella destinada a los guiris sea congelada, de modo con sólo 3 minutos de microondas ya está lista para comer. Ésta variedad es muy apreciada en todo el mundo y goza de más predicación que un Big Mac.

Paella de marisco

¿Para qué describirla? No la vas a ver en tu vida. Paella constantemente discriminada y poco preparada, debido a sus diferentes ingredientes que la hacen ver rara entre las demás paellas, como también se ha hecho polémica en base al si es correcto mezclar paella con marisco, o marisco con paella; ya que como resultado puede ser antinaturalista, pero los hay que les gusta esta paella y han luchado por los derechos de preparación y difusión de ésta. Sólo existe una condición: que el marisco no esté fermentado.

Pa-ella no, pa-mi

Chiste malo que solía contarnos nuestro abuelo frente a una humeante a paella a punto de hincarle el diente tenedor ( o cuchara)

El eterno dilema: La existencia de la bachoqueta en la paella

"Bachoqueta", "judías", "verduritas" y "che mamá, ¿no ves que así estropeas la paella?" son los nombres que reciben esos simpáticos fragmentos verdes que todos vemos en las paellas, que nunca fallan, que sabes que tienen que ir por los cojones del cocinero... pero que luego hábilmente arrinconamos a un lado del plato, para luego tirarlo a la papelera más cercana.

Se está produciendo un crimen...

¿Por qué, si son tan repulsivos al gusto, y tan poco agraciados a la vista, siempre aparecen? El secreto siempre ha pasado de generación en generación, al igual que el vestido de novia de tu bisabuela, la hipoteca de ese piso que nunca visitáis, y esa sífilis que se contagió tu padre tiempo atrás. No obstante, inventarse teorías es grátis, y por ello se recopilan aquí algunas de ellas:

  • La bachoqueta no es comestible. Simplemente está ahí como ornamento, igual que los huesos que repelas ávidamente.
  • No hay bachoqueta. Es un producto de tu imaginación. Sufres algún desorden jurídico-administrativo cerebral y asocias la paella a la verdura. Pero tranquilo, hay solución... acude al psiquiatra.
  • Es todo una conspiración contra ti. ¿Alguna vez has visto a alguien quejarse de la bachoqueta? ¿No? Extraño, ¿verdad?. No es tan extraño, si se llega a la siguiente conclusión: Solo te ponen bachoqueta a ti. Seguramente, alguien te odia, y se dedica a sabotear todas las paellas que te vayas a comer... y luego lo grabará con una cámara oculta. Seguro.

Si tienes alguna teoría más, envíanos un correo a Ilovebachoqueta@inciclopedia.com. ¡Y podrás entrar en un sorteo de 12 kilos de bachoqueta!

Tradiciones paelleras

Comer paella es toda una tradición a escala mundial, pero más concretamente en Valencia y sus tierras. Y la paella conlleva otras sagradas tradiciones, lo cual hace que una tradición acarree otras tradiciones dentro de ella... Paradójico. Estas son algunas de las más importantes:

Comer directamente de la paellera

Tu abuelo zampándose una paella.
Cita3.pngCuando seas padre, comerás de la paelleraCita4.png
Un progenitor desalmado riéndose de su hijo, que se come la paella en un plato de plástico

Todas las sociedades tienen un rito para pasar de la infancia a la madurez: Los judíos, el Hanuka; los andaluces, su primera corrida de toros; los valencianos, la primera vez que se come directamente de la paellera.

Y es que, cuando eres pequeño, observarás durante los primeros 28 años de vida como tus padres, tus abuelos, y el indigente que habéis apadrinado comen directamente de la paella, pinchando las mejores carnes, mientras tu tendrás que comer en un platito bastante patético. Pero todo eso cambiará, y podrás comer directamente de la paellera, ¡y tus ancianos padres ya no serán tan rápidos! ¡Y toda la carne será para ti! ¡PARA TI! ¡MWAHAHAHAHAHAHAHAHA!


La paella pa' currantes de los jueves

La costumbre en algunas familias de comer paella los jueves surge seguramente tras la Revolución Industrial: los trabajadores famélicos, al terminar el día iban a sus casas a devorar una paella. (¿Sólo estaban famélicos los jueves?) Hoy día, es sabido que todos los jueves, en los restaurantes de los suburbios de las grandes ciudades, siempre hay paella en el menú: legiones de currantes inundan esos restaurantes todos los jueves, en busca de su merecido alimento, el cual riegan con vino tinto de la casa (generalmente aguado) y mezclado con gaseosa. Dicha paella suele ser bisexual mixta: es decir, de carne y de pescado, muy completa, muy para todos los gustos.

La Paella familiar de los domingos

Ven a comer con la familia, picolo bambini...

En esta vida, solo podemos estar seguros de una cosa: Este domingo, hay paella.

Y es que llega un momento de la vida en el cual empiezas a contar tu vida no por el número de años que tienes, ni por los polvetes que has ido consiguiendo... si no por las paellas que has tomado domingo tras domingo, con toda tu familia: Tu padre y tu tío poniéndose rojos a cerveza, tu primo intentando ligar con tu hermana, tu madre discutiendo con tu abuela sobre como se hace la paella, tu abuelo durmiendo y tú solo, como de costumbre.

La paella familiar de los domingos es una arcana costumbre en la cual todos los familiares se reúnen en torno a la mesa, y disfrutar de la compañía del resto. Este es el momento para hablar mal de cualquier familiar que no se encuentre entre vosotros, de sacar algún espinoso tema sobre herencias (con tu abuelo aun vivo, pero durmiendo), o para hacer contrabando de estupefacientes. Disfruta de la paella.

Véase también


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Este artículo ha sido destacado en la Portada Española por el pueblo.
Por lo tanto, se trata de un artículo de Pata Negra, rico rico, y con fundamento.