Incilibros/Haga usted mismo el guión de su telenovela

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Cita3.png♫ ¡¿Acaso Dios se equivocó por darle a una sola flor tanta belleza?! ♫Cita4.png
Tema introductorio de una novela típica.
Cita3.pngLo más importante para actuar en una telenovela son las reacciones. Uno no dice nada, otro te dice algo y luego haces cara de sorpresa.Cita4.png
Joey Tribbiani haciendo su humilde aporte a esta guía


¿Ha crecido usted con las telenovelas que su madre lo ponía a ver durante el almuerzo? ¿Los personajes y los villanos lo dejaron impactado de por vida? ¿Se prometió que cuando usted fuera grande, haría una de estas obras de arte? ¿Desea hacer una historia que conmueva los corazones de miles de personas alrededor del mundo, o por lo menos en México? ¡Excelente! Está usted en el lugar donde le explicaremos todos los clichés necesarios para que pueda usted hacer una telenovela de calidad.

Benditos sean los triángulos amorosos. Espero que no le suceda a usted.

Conozca qué es una novela

Una novela es una obra en la que las pasiones, las intrigas, el amor y la amistad son los principales protagonistas. Bueno, son los factores más importantes, porque los principales protagonistas son personas como usted, o como yo. Sí, aunque en la vida real sean más ricos de lo que usted jamás será. Para que una novela triunfe, debe tocar los corazones de los espectadores, y engancharlos a cada giro argumental, cada nuevo personaje, cada oscura revelación, cada artículo promocional.

Nombres de personajes

Las novelas (al menos en América, en el Lejano Oriente quién sabe) son, junto con los RPGs y las series de animé, los programas que ponen los nombres más raros a sus protagonistas. Para que los personajes de su novela suenen como tales, simplemente cumpla con las siguientes características:

  • Deben ser nombres binomiales: no basta con que se llame "José", debe llamarse, y ser llamado por los demás personajes, como "José Fernando".
  • Deben ser combinaciones poco usadas: no funciona "Juan Carlos", mejor use "Juan Everaldo" o "Carlos Esteban".
  • Los nombres a combinar deben ser poco comunes pero no tanto: puede probar suerte llamando a un personaje "Alfonso Hermenegildo", pero bajo su propio riesgo. Como norma general, puede usar un máximo de cinco sílabas.

Jerga novelera

Ahora bien, el guión de su novela debe sonar como novela. Para empezar a calentar, escriba 500 veces las siguientes frases (no se vale copipegue):

  • "¡Nada nos separará, Manuel Antonio! ¡Nunca!"
  • "¡Maldita sea!"
  • "¡Te voy a destruir!"
  • "¡Aunque sea lo último que haga!"
  • "Debo confesarte que... ¡Estoy esperando un hijo tuyo!" (inserte efecto de sonido para indicar sorpresa aquí)
  • "Debo confesarte que... ¡Yo soy tu padre!" (inserte el mismo efecto de sonido aquí)
  • "¡Juro... que me vengaré de José Ignacio!" (sí, otra vez el mismo efecto de sonido)
  • "Me temo que... sólo le quedan 42 días de vida." (¡y dale con el mismo efecto!)
  • "¿Acepta usted a Florinda Meza como su legítima esposa? Quienquiera que se oponga, que hable ahora o que calle para siempre..." (no, aquí no va el efecto)
  • "¡No lo hagas, María Fernanda! El hombre con el que te vas a casar... ¡es tu hermano perdido!" (ahora sí)

Ya que tenemos bien memorizado el repertorio, vamos a estudiar algunos detalles técnicos no muy importantes para el éxito de su culebrón (la telenovela, malpensados).

¿Dónde hacer la novela?

Buena pregunta. Técnicamente hablando, depende de su presupuesto. Si está escaso de recursos, el barrio donde vive basta y sobra para hacer una excelente novela. Pero si tiene bastante y eso no es problema, los lugares más recomendables son:

  • Tiempo: En algún momento entre la época colonial y hoy. Las novelas futuristas no han tenido mucho éxito, y tampoco las ambientadas en la prehistoria. Pero si quiere intentarlo...
  • Espacio: Si es usted de América Latina, el lugar ideal es Latinoamérica, por supuesto. Si hablamos de un dorama japonés (excusen el Engrish), o de una novela coreana, puede ser en algun lugar del Lejano Oriente. El punto es que quede cerca de donde vive, o el presupuesto se irá por las nubes.

¿Y los personajes?

Bueno, eso es fácil de resolver. Los personajes de una novela caen en una de dos distintas plantillas, como si fueran miembros de dos equipos de fútbol.

Los protagonistas

Son los buenos, los que le dan cara, voz y nombre a la mayoría de las novelas. A pesar de no haberle hecho mal a nadie, siempre se la pasan sufriendo a costa de los villanos. A pesar de eso, son unos santos que no sienten rencor por nadie y no dañarían ni a una mosca. Eso sí, por más cliché que parezca, inevitablemente salen ganando al final de la novela.

Los villanos

Todo lo contrario. A pesar de tenerlo todo (casa, automóvil y hasta seguro contra lluvia de animales), sienten que les falta algo: hacer sufrir a víctimas inocentes para demostrar su poderío o algo por el estilo. Por alguna enferma razón terminan ensañándose contra nuestros queridos protagonistas, pero siempre terminan sufriendo un accidente, en la cárcel, o muertos, como si de la ley de equivalencia de intercambio se tratara.

Los extras que nadie quiere

La satanista bruja

Escondida bajo los nombres de adivina, gitana, sortilega, chamana, etc., casi nunca se le dirá "bruja" y será muy amiga de la protagonista haciéndole de fiado la lectura de cartas, pasada de huevo, jubeo de cuy y lectura de coca.

Luego la protagonista, por consejo de la satanista, hará las mismas rogativas con algún yeso de santito en su cuarto o en la parroquia del barrio. Si por el contrario le reza a las haditas dejará entrever que es devota de María.

La cieguecita

Los personajes débiles hacen las delicias de la sintonía. Toda telenovela que se precie de tal debe contar con una cieguecita o al menos una desvalida de edad avanzada que le dé más párrafos a los guiones de los antagonistas, especialmente cuando los actores son malos deben adecuarse a un presupuesto acotado. Elija una o varias de las siguientes acciones:

  • Envenénela con una pócima conseguida a través de... adivinó, la bruja del barrio.
  • Amárrela.
  • Róbele las joyas. En toda teleserie la ciega, aunque pobre, siempre tiene una fortuna en alhajas para ser usurpada por los antagonistas.

Lalito/Beto/el niño cualquiera

Casi toda telenovela que se respete debe tener a un niño infante menor de edad en el elenco. Sin embargo, por detalles de derechos de autor, patentes y marcas registradas, hay muy pocos nombres disponibles para personajes de esta clase (Lalo en México, Beto en otras latitudes). El futuro Don Alberto/Eduardo/etcétera suele aparecer en esta serie como el hijo o hermano de la protagonista, y usualmente es víctima de todas las desgracias dirigidas a su parentela, incluyendo envenenamiento con carcinógenos, accidentes de tránsito o pobreza extrema. Sin embargo, usualmente el niño tiene todavía más optimismo por la vida que los protagonistas adultos, e incluso puede llegar a contagiarles el entusiasmo por la vida en el rarísimo caso de que los villanos se las arrebaten.

Para empezar la trama

Bueno, ya tenemos planeado el lugar y la época donde haremos la novela. Podríamos hacerla sin un guión, pero saldría muy posiblemente un bodrio (a menos que sea usted Salvador Dalí). Y además, por algo este libro se llama "Haga usted mismo el guión de su telenovela", así que no tendría razón para venirse por aquí. En fin, viendo que usted está mentalmente embotado y además abandonado por sus musas, le daremos un empujón para que empiece su labor creativa.

Aviso: Recuerde moderar su guión, debe escribir cada capítulo para que dure 15 minutos cuando máximo. Eso porque los otros 45 minutos están reservados para los comerciales.

El primer amor

Bien, ya tenemos un protagonista y una protagonista. O un protagonista y otro protagonista. O una protagonista y otra prota... mejor dejémoslo en uno y una, ¿está bien? El punto es que ambos están en la flor de la vida, se ven y... ¡voilà, se enamoran! Por supuesto deberá ser un amor "prohibido" de alguna forma, y los protas deberán pasársela luchando por su amor toda la novela. Sino, la novela no tendría chiste, ¿verdad?

Plan para hacer caer a alguien en desgracia

Otro platillo típico de toda telenovela. Siempre hay un villano tratando de hacer caer en desgracia a alguno de los protagonistas, usualmente por venganza, a veces porque le da la regalada gana. Más adelante veremos algunas de las viles tácticas de uso común entre los villanos de telenovela.

Adulterio, violencia y divorcio

Elemento presente en toda novela que se precie. Él la engaña, ella le pide el divorcio, empieza un pleito legal. Es el momento justo para enganchar al espectador y ponerlo a ver episodios de relleno.

Hijo de padre desconocido

Siguiendo con el protagonista, poco después descubre que su padre no es su padre. Y para empeorar, su verdadero padre biológico es... ¡el padre de su pareja! Esta es la típica excusa que tiene toda novela para que los protagonistas se separen, excepto que, como toda novela que se respete, nunca sucede. Porque casi siempre resulta ser mentira. O aún mejor, el padre de su pareja resulta no serlo, enredando aún más la trama y haciéndole una trenza mental a todos los espectadores.

Cambio rápido de fortuna monetaria

Existen dos tipos de cambio de fortuna: un pobre (preferiblemente naco o su equivalente local) que se gana la lotería, obtiene una herencia, o (si tenemos elementos del Realismo Mágico) un genio se le aparece y le otorga grandes riquezas. El otro, menos común, es cuando alguien podridamente rico se vuelve pobre. Por supuesto, esto último casi siempre suele sucederle a los villanos como castigo.

Empeoramiento brutal de fortuna monetaria

Uno todavía menos común es cuando uno de los protagonistas es pobre, y le sucede un accidente que no cubre su seguro (bueno, lo más probable es que no tuviera ni con qué tener un seguro), lo cual lo fuerza a convertirse en esclavo de alguien del género opuesto. Lo que sigue después de esto se deduce fácilmente.

Grupo juvenil

Oh sí, cualquier grupo de dizquecantantes puede llegar a triunfar en esto.

Típico tema cliché de cualquier novela juvenil. Básicamente consiste en un grupo de amigos y/o amigas que se unen para hacer algo. Cantar (aunque sea deprimentemente), armar un equipo de fútbol, hacer un periódico, buscar los misterios del planeta... en fin, las posibilidades son infinitas. ¡Aprovéchelas!

Ah, el amor

Cita3.pngElla es vegetariana, él es zoofílico; y lucharán contra la gripe porcina para defender su amor.Cita4.png
Propaganda anunciando una nueva novela.

Las novelas sin un romance son como las películas de Jackie Chan sin golpes ni patadas: sosas, sin sentido, y con una pésima audiencia. O sea, no existen. No queremos una pésima audiencia, ¿cierto? Entonces debemos trabajar en darle un excelente desarrollo romántico a la trama. Aquí van algunos clichés desgastados pero efectivos para darle a la trama ese toque de amor e intriga que ocupamos.

Robar a la pareja

Dulce venganza de los villanos de telenovela. Consiste en dos pasos importantes:

  1. Lograr que la pareja de alguien (preferiblemente el protagonista a quien tanto odia) termine tan enojada con su pareja que la deje.
  2. Seducir a la susodicha pareja para que se quede con el villano de turno.

Sobra decir que, a pesar de lo atractiva que pueda resultar la idea, nunca hay que dejar que se concrete en forma permanente. Muchos emos y demás pesimistas terminarían perdiendo la esperanza en la humanidad, así como la esperanza de mantener una pareja estable. Y no deseamos terminar demandados por un suicidio en masa, ¿verdad?

Amor prohibido

Cita3.png♫ Amor prohibido, murmuran por las calles
Porque somos de distintas sociedades ♫Cita4.png
Selena cantando su famosa canción "Amor Prohibido" (que a su vez, fue el tema de apertura de la novela del mismo nombre)

Ah, Selena no pudo haberlo descrito mejor. Otra clásica excusa para deshacerse de la bella pareja que forman los protagonistas: el es rico y ella es pobre, o al revés. Como el honor, la clase y todas esas tontas normativas sociales no permiten amar a una persona de distinta clase social, hasta los propios padres harán todo lo posible por que se separen, así implique lograr que se odien (véase la sección 1 del paso anterior) o decirles que son hermanos biológicos (véase un tanto más atrás; sé que suena tonto, ¡pero funciona!)

Complejo de Romeo y Julieta

A veces no es necesario que sean de distinta clase social, sólo basta que sus padres se odien a muerte. Puede que sean enemigos jurados por ser fanáticos de equipos de fútbol rivales, o porque él le rompía las muñecas a ella cuando eran niños; el motivo queda a su criterio.

La risa también ayuda

Una novela puede ser la obra más seria del planeta. Pero también una pizca de humor puede romper el hielo que causan tantas infidelidades, intrigas y calamidades. Esta fórmula es muy usada en las novelas brasileñas y colombianas, con mucho éxito. Si es usted un amargado, puede omitir este paso, pero no diga que no se lo advertimos...

Evento cómico

Puede que los propios eventos de la novela sean cómicos per se. Por ejemplo, un tipo bien pobre se gana una herencia y va a vivir a una mansión, con todos los chascos que eso implica. O un tipo podrido en plata descubre que es hijo de una familia en extrema pobreza... y lo obligan a volverse uno también. Mientras más improbable y absurdo sea, mayor será el impacto.

Personaje cómico

O puede que los propios personajes sean los que le pongan el humor al programa. Un tipo parrandero, un ricachón que intenta ligarse por dinero a una muchacha más fea que el difunto presidente de Tuvalu Ulterior, la vecina chismosa, un tipo muy amanerado, o simplemente un tartamudo pueden volverse los personajes más populares de la serie. Incluso más que los protagonistas, ojo.

Para empeorar la trama

Bien, ya tenemos personajes bien desarrollados, y una trama con intrigas y pasiones. ¿Ahora qué queda? Empezar a enmarañar el nudo con eventos inesperados. Bueno, los clichés son esperados, pero nadie los ve venir. Igual, si no los ponemos, la novela va a ser increíblemente aburrida.

Caída a precipicio o accidente en auto

Lo que más pena nos da es que alguien tenga que matarse para hacer realidad esta escena.

Toda novela debe tener un accidente automovilístico. Si está ambientado en la época colonial, simplemente sustitúyalo por un accidente en un coche de caballos. Esta escena (junto con el salario de los protagonistas y la vestimenta) es uno de los elementos más caros del presupuesto de una telenovela, así que será mejor que empiece a ahorrar.

Internamiento en un hospital

Toda novela debe tener un protagonista y/o un villano internados en el hospital. El coma a menudo es resultado de la escena anterior. Las fracturas, también. La sífilis, bueno, esa ya es causada por la siguiente escena.

Escena casi, casi porno

Toda novela debe tener una escena en la que los personajes principales tienen sexo frente a las cámaras (aunque censurando lo más importante). Asegúrese de tener protagonistas faltos de pudor, y procure que sea lo más realista posible: tome en cuenta que estas escenas podrían ser lo único que le garantice rating.

Asesinato repentino

Toda novela debe tener un asesinato. O por lo menos, un intento de asesinato, el cual causará una investigación sobre quién es el culpable y durará por lo menos un 25% de la novela. Lo más normal es que algún secundario (amigo/pariente/vecino/compañero de trabajo/escuela/equipo/banda/juerga de los protagonistas) se mande alguna metida de pata ridícula que lo haga descubrir el plan del villano (o su pasado oscuro), así que el villano lo mata para que no se lo cuente a nadie; dos o tres capítulos de los protagonistas llorando y luego no se vuelve a hablar del tema hasta casi el final de la novela.

Entrando al convento

Aunque no toda novela debe tener esta escena, a veces una (recalco, una) de las protagonistas es metida por la fuerza a la vida religiosa, todo con tal de que no se case con el sangre sucia de su novio. Usualmente puede achacársele la culpa a los padres de la criatura, o a los villanos, aunque jamás puede descartarse que ambos sean los mismos.

Final cliché

Cuando estamos a final de temporada y ya se nos acabó el presupuesto, hay que ver cómo terminar la novela sin que nos pidan una segunda parte. Los siguientes eventos cliché siempre funcionan, se los aseguro.

Cárcel

Cita3.pngMamá, soy Paquita... ya no haré travesuras.Cita4.png
Paquita la del Barrio desde la cárcel.

El villano es hallado culpable del intento de asesinato de uno de los protagonistas y metido tropecientos años a la cárcel. Conste que dijimos "intento de asesinato", los protagonistas jamás mueren en media novela, así hayan estado a punto de tener un paro cardio-respiratorio después de accidentarse en un automóvil que haya estallado en llamas. Sí quiere ser un poco más realista ¿Para qué demonios lee esta guía? recuerde el apartado del "asesinato repentino" de allí arriba, han pasado soposcientos capítulos desde el asesinato y ya nadie se acuerda de quién era el muerto, pero aún así arrestan a su asesino, este se pudre en la carcel para siempre y todos contentos.

Muerte

El villano sufre un accidente estúpido y se muere. Así de simple se llevan su merecido.

Casorio

Tiene que haber casorio, así el novio tenga que llegar con cuello ortopédico.

Los protagonistas por fin se unen en santo matrimonio (aunque la protagonista esté secretamente embarazada). Viven felices para siempre, tienen (más) hijitos y por fin viven en paz. Fin. Uff, por fin terminamos el dichoso guión... voy a descansar.

Ya tengo el guión listo, ¿y ahora?

La Editorial Inciclomedia le ofrece varios libros para seguir con su proyecto:

Y aquí un cliché orgullosamente inciclopédico: ¿Sabía que...

  • ...sin contar el siguiente vínculo, este artículo contiene cuatro links al famoso arte japonés del hentai?
  • ...puede usted entretenerse un rato buscándolos? Nota: quien los encuentre NO ganará un premio.