Incilibros/Manual para ganar un juicio

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Así que usted la cagó y ahora tiene una demanda o cargos en su contra y muy posiblemente irá a parar a prisión, pero usted dirá “no quiero ir a prisión”, “soy demasiado débil para estar en la cárcel” o simplemente se cagará de miedo cuando sepa que puede ir a parar a ese horrendo lugar, aquí le diremos en fáciles pasos la forma de ganar un juicio, salir libre y luego tomar venganza contra aquellos que lo acusaron, pero no se apresure que aún hay trabajo por hacer.

Lo primero no depende de usted

La policía deteniendo con amabilidad a un hombre

Para empezar hay dos formas de saber que usted tiene una imputación en su contra, depende del lugar donde se encuentre: la primera, si está en España o en algún otro país parásito de la Unión Europea tercermundista, recibirá un citatorio para presentarse al juzgado correspondiente; la segunda, si reside en Hispanoamérica o anexos será detenido, insultado y golpeado por los elementos policíacos y luego que lo hayan preparado psicológicamente le informarán amablemente de los cargos.

Atención: Es muy posible que si fue arrestado en Latinoamerica se trate de una confusión y no sea usted a quien buscaban, así que tenga paciencia: será liberado en un lapso de tiempo no mayor a 10 años y le ofrecerán una justa disculpa por la equivocación.

EXIJA SUS DERECHOS: Tiene derecho a un refresco (por la nariz), a lavarse la cabeza (en el inodoro) y de vez en cuando un toquecito en las bolas.

Preparación

El primer paso es crucial para todo proceso judicial: consiga mucho dinero, este manual no le dirá como hacerlo, depende de su propia imaginación. El dinero es necesario porque estamos concientes de que malinterpretará o no seguirá al pie de la letra los pasos que aquí le damos y terminará siendo condenado, lo que le costará una muy jugosa fianza.

Reacción de su abogado cuando se entere que está despedido

En segundo lugar, es recomendable no confiar en la defensa que la Corte le proporciona. Si corre con suerte estos “abogados” resultarán ser pasantes de derecho, hambrientos y desaliñados, que viven en los juzgados solamente alimentándose de café y archivos viejos, como carecen de experiencia para la defensa siempre salen perdiendo; si tiene menos suerte resultarán abogados aliados con el fiscal para, muy disimuladamente, trabajar en conjunto con él para condenarlo y luego irse a beber y contarlo como graciosa anécdota. Nosotros le recomendamos conseguir un abogado, y debe ser uno en específico: el abogado del diablo que siempre ganará el juicio. Su honorario es un poco elevado, por caso cobra el dinero equivalente al Producto Interno Bruto de un pequeño país, digamos Alemania, ahora, si usted no es el dueño de tal país - y le aseguramos que no lo es - la segunda opción es defenderse a sí mismo, sí, como lo oye, seguro, barato y sobre todo divertido.

Inicia el juicio

Actualmente los juicios se llevan con todas las garantías de la ley

Quizá le amedrente un poco y eso es normal, la mirada inquisitiva del juez, el parloteo del juzgado riendo de su suerte y el monólogo interno del fiscal que, por alguna extraña razón, usted podrá escuchar, diciendo que tiene ganado el caso. No caiga en pánico ni desespere, recuerde que nuestro sistema de justicia moderno vino junto con una variedad de métodos, incluyendo el soborno, el juego de dados, los manuales de asamblea, las amenazas de violencia de la muchedumbre, la astrología, los rituales Masónicos, y el asesoramiento de intestinos de cabra (intestinomancia). Puede escoger alguno de estos métodos para su defensa.

Antes que cualquier otra cosa debe jurar sobre un libro. La ciencia del derecho considera que ciertos textos tienen poderes mágicos que obligan a una persona a decir siempre la verdad, estos libros son:

  • La Biblia: Jurar sobre un libro lleno de amor, paz, guerras, venganzas, sepso y transgresiones siempre es bien visto.
  • Kamasutra: Si puede realizar cuando menos el 60% de las posiciones se le considera inocente., por supuesto, lograrlo es algo ilusorio
  • Harry Potter: Si eres juzgado por el Ministerio de Magia, este resultará útil.
  • El Quijote: Para probar tu inocencia deberás vencer satisfactoriamente a un molino de colosal figura, y te aseguramos que aunque leas esto también malinterpretarás los pasos y fracasarás.

Es mejor continuar con el juicio.

Primero comenzará el fiscal diciendo a todos que usted es malo, que es un peligro para la sociedad, que alguien tan feo sólo puede ser un criminal, etc., etc., aunque vea a todo el público y el jurado haciendo señas de aprobación y asintiendo con la cabeza, no se acongoje, el juicio apenas comienza y aún quedan muchas oportunidades para probarse libre.

Y hablando de pruebas, el fiscal llegará con montones de pruebas, seguramente falsas, con las que intentará demostrar su culpabilidad. Hablará de decenas de testigos que lo identifican, de grabaciones, de fotografías, de huellas digitales y ADN encontrados en la escena. Alégrese, todo esto es circunstancial y no puede afirmar ni negar nada, así que confíe e inicie con su turno.

Su turno de defenderse

Esta persona siguió nuestros consejos y le fue muy bien en su juicio

Para este paso usted ya habrá preparado un discurso elocuente y sustancial que asegurara lo exoneren. Por ejemplo, algunas frases que nunca fallan son:

  • Es mi primer día. -Muy usado por Homer Simpson en el trabajo-
  • Me tendieron una trampa.
  • Yo no sabía que era delito.
  • Me dijo que era mayor de edad
  • Señoría, ¡<inserta tu nombre aquí>! es inocente, el tuerto es el culpable (busque a un tuerto entre el público y señálelo enfáticamente)
  • Señor Juez, si hubiera sabido que era su hija…
  • Me encantaría que me arrestaran, señor juez, pero mire usted que mala suerte que tengo alergia a los calabozos, atchís! atchís!! (mirarle con cara de niño bueno y forzar una sonrisa).
  • o en el peor de los casos puede lloriquear como nenita lo que provocará lástima y algo de repugnancia entre el juzgado.
  • "Señoría, yo no soy malo, solo soy un poco esquizofrenico, pregunteselo al duendecillo lila que esta colgado del estrado"

Luego continúe con el discurso, exponiendo las razones por las que NO pudo cometer el delito: Mi religión me lo prohíbe; yo no tengo tanta fuerza en los brazos; hace un mes me cambiaron el corazón; no me gusta la pizza; hacer el mal me pone triste; u otras charadas que confundan el buen entendimiento de los juzgadores.

Esperando la sentencia

Si es usted negro (o lo fue) y famoso no le hará falta ni tener abogado.

Usted y el fiscal han terminado su declaración, las cosas no pintan nada bien. El jurado parece estar deliberando en contra suya, además de que cuando usted se defendía accidentalmente sacó el ojo de uno de los integrantes, ellos no creen que en esas condiciones haya sido accidental y están preparados para condenarlo.

Lo que puede hacer ahora, aguarde el clásico final de un juicio en que será liberado, para esto aguarde a que llegue el testigo sorpresa, el que siempre se arrepentirá de callar y en el último minuto declarara en su favor; si ha llegado le felicitamos, es alguien libre; pero si no llega, que es lo más probable, la tensión aumentará y un comando armado entrará a buscarle y a liberarle para que sea su líder convicto, pero si esto tampoco sucede siéntese a esperar la sentencia de muerte.

Horas habrán pasado antes de que se emita una resolución, usted ya habrá cantado 6500 elefantes sobre la tela de una araña durante la espera, hasta que la puerta se abre y el líder, ahora tuerto, del jurado pronunciará las palabras finales, el juez, al que durante la defensa usted amenazó de muerte 10 veces, esperara ansioso. Y al fin: el jurado considera al acusado culpable.

Se le recomienda usar las siguientes expresión:

  • ¡Noooo!
  • El más enfático: ¡Nooooooooooooooooo!
  • El valentonado: ¡¡Los mataré a todos en cuanto salga!
  • O el clásico y sencillo: ¡Oh!, ¡mierda!
  • ¡Soy inocente!!!!! -usado por Fujimori, ya ven lo bien que le está yendo-

El juez dirá –llévenselo– y lo que debe hacer es tirarse al suelo y llorar y llorar y, bueno, llore mucho y quizá le conmuten algunos años de cárcel, siempre funciona. Recuerde que si ud. tiene familia, ellos tb. llorarán.

Es el momento de la apelación

La actitud es muy importante, aunque usted sea culpable siempre ponga cara de inocencia

Como era de esperarse, ha perdido y ahora tendrá que pasar el resto de sus días en una de las hermosas y paradisíacas prisiones, con la más selecta de la compañía. Pero antes de que se concrete apele, sí, la palabra del juez no es ley, digamos que sólo es antecedente judicial, si se ve lo suficientemente lastimero y penoso puede hacer que cambien el veredicto, pero no se relaje aún.

Busque la menor sentencia. A cambio de esos años encerrado le propondrán algunas opciones, como ejecución por hacha o guillotina (depende del desarrollo tecnológico de la región); una estancia en un centro psiquiátrico; catador de venenos; donador de órganos en vida, 40 horas de servicio comunitario (lo que es inadmisible para la dignidad humana) y el pago de una fianza.

Recomendamos que si no puede alegar y probar su demencia, pague la fianza que desde el principio se tenía planeado, usted perdió y tendrá que pagar el dinero, que al final es lo que la justicia quiere y ahora sí, y sin mayores trámites que una patada en el culo al salir de prisión, quedará completamente libre, para amar, para gozar, para vivir o para encerrarse a ver el fútbol en casa, si es que luego de pagar la multa aún tiene casa.

Como se sentirá miserable, pobre y sin amor luego del juicio, busque a quien levantó la demanda y atropelle su casa, queme a su esposa y acuéstese con su gato atropelle a su gato, acuéstese con su esposa y queme su casa, luego de hacer esto se verá acusado y será llevado y a juicio, así que suba a inicio para empezar a leer otra vez.

Si es usted la víctima

Si es usted la víctima y quiere demandar a alguien para meterlo en la cárcel, piense que usted será tomado como un loco, un año después prestarán atención a su caso, otro medio año iniciará el juicio en el que le exprimirán jugosas sumas de dinero y probablemente resulte implicado y termine en prisión. Muchas personas prefieren morir justamente en el acto delictivo antes que iniciar un proceso legal, si se trata de un asalto, de un secuestro(Veasé Donde Está Elisa?) o de un microbús que lo atropelle muera inmediatamente o si se trata de falsificación, abuso de confianza o acoso sexual, también procure morir.

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Este artículo ha sido destacado en la Portada por decisión popular.

Los rumores sugieren que sus autores fueron instruidos
por el mismísimo Miguel de Cervantes.