Listado de películas de catástrofe

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Si has llegado hasta aquí es porqué eres un sadomasoquista, y te va el morbo; vamos que disfrutas viendo una película de catástrofe. Bueno, tal vez no. Quizás tengas vocación de héroe y crees que puedes salvar, en medio de un cataclismo, a todas esas personas que ya sabemos de antemano que van a morir. O quizás pertenezcas a algún cuerpo de Protección Civil y, gracias a la lectura de este artículo, pretendas documentarte para hacer bien tu trabajo. En cualquier caso, y por tu seguridad, haz caso del letrero de advertencia adjunto, no tengamos que lamentar ninguna tragedia más añadida al presente listado.

Aquí presentamos la biblia de las películas de catástrofe.

Emergencias Declaradas:

Los agentes de Protección Civil , los bomberos ,tu abuela,y el personal de los hospitales lo saben muy bien: de entre todas las emergencias declaradas por la población civil, muy pocas terminan con bien: el gato del vecino que no puede bajar del árbol al que se ha subido, tu suegra, que sufre de ataques al corazón y no acaba de morirse nunca o que le quemen el pelo a tu hermana en la peluquería porque se le ha ocurrido rizárselo permanentemente. Todo éso tiene remedio, pero recuerda, éso, o algo peor podría haberte sucedido a ti. Quedas avisado.

Cielos Hostiles.

Desde la invención del aeroplano, en tiempos de los hermanos Wright, hasta nuestros días, siempre se ha dicho que la aviación es el sistema de transporte más seguro del mundo. ¿Realmente es así? Cuando algo sucede ¿siempre la culpa es del piloto o de la azafata? El caso es que, en la década de los años 70 del siglo pasado sucedía que cuánto más perfectos y evolocionados eran los aviones, más temía la gente a viajar en ellos. Ésto unido a la crisis del petróleo de aquellos días, que encarecía a cifras desorbitantes los precios de los boletos en clase turista -por no hablar de uno en first class-, trajo consigo un descenso notable de pasajeros. Pronto todas las compañías americanas de aviación contrataron los servicios de Hollywood para promocionarse entre el gran público.El resultado fue devastador: el público, no sólo quería subirse a un avión, sino que puestos a elegir, antes prefería montarse en un patinete. He aquí una reseña de los comerciales más impactantes de aquellos días.

Cartel de Aeropuerto. Se nota que el piloto tiene experiencia en este tipo de maquinas.
  • Aeropuerto/Airport (1970). Este film sienta las bases y da inicio a la edad desastrosa del género de catástrofe. Basada en una novela de Arthur Hiley escrita en un rollo de papel higienico y dirigida por George Seaton, el film narra como los pasajeros abordo de un nuevo y flamante Boeing 707, la pasan charqui con tragos, bailes gays y un montón de tías desnudas al frente de la cabina del piloto cuando uno de ellos amenaza, en pleno vuelo, con detonar una bomba; bomba que le regalaron para su cumpleaños. Aquí tenemos todos los tópicos que se repetirán hasta que te entrara ganas de destruir el rollo cinematografico,en todos los dramas aéreos que luego sucederían a esta película: el capitán liado con la azafata, azafatas liadas entre ellas, monjas y capellanes a bordo del avión -por aquello de que volar nos acerca a Dios-, pasajeros histéricos que quieren saltar de la nave en pleno vuelo, terroristas aéreos o niños que entablan relaciones demasiado liberales con el personal de vuelo. El éxito de este film propició varias secuelas y todas acabaron saliéndose de la pista, y consecuentemente estrellándose. Son éstas...
  • Aeropuerto 75. El piloto de un avión lleno de retrasados mentales, o alrevés, topa de morros en pleno vuelo con un Boeing 747. Como resultado, así de entrada, los pilotos del gigantesco avión, mueren debido al mezclar cerveza, con marihuana, remedios, cigarros y finalmente chili salieron disparados al aire y la azafata se hace cargo de los mandos. Destacan las escenas de la azafata, a la que le acaba de venir el periodo. El periodo que ésta pasa a los mandos del avión provoca situaciones de pánico entre los maricones a bordo de la nave, cuando ésta decide aterrizar sobre una nube. Charlon Heston, alias Charleston y habitual en estas películas, finalmente se hará cargo de la situación, posando el avión en tierra y violandose a la chica azafata en el cuarto del conserje en el aeropuerto.
    • Aeropuerto 77. De nuevo un Boeing 747 caído en desgracia cuando es saboteado por un terrorista sobre el mar Caribe. La nave de papel aterriza en el mar, y todo el pasaje tendrá que practicar submarimismo durante un rato, en espera de un nuevo destino. Lo peor es lo que le sucede al terrorista, ya que no sabe nadar y, bueno...
El Concorde,luego de que el piloto empezara a tener alucinaciones con helados.
  • El Concorde -Aeropuerto 79-. Más de lo mismo: sabotaje a bordo pero, esta vez, el Concorde logra terminar con bien su primer viaje transatlántico. Para celebrarlo, el capitán, Alain Delon, aterriza en Los Alpes suizos luego de alucinar con que todos los pasajeros eran barquillos de helados para regocijo y alegría del pasaje. Aquí la catástrofe consiste en que nadie de abordo se ha traído consigo sus esquís.

Aunque no sea una secuela de la saga el filme Alarma: vuelo 502 secuestado/Skyjacked de 1972 debería haberlo sido. En la línea de Aeropuerto, aquí no hay bomba, sino un jovén Osama que amenaza a todo el pasaje con llevarlo a Rusia y convertirlos en comunistas. Sería el primer papel de Charlon Heston como piloto anticomunista.

El avión del presidente del Mundo Libre, en su mejor plano.

Más recientemente, se estrenaron otras catástrofes aéreas, si bien focalizadas en temas políticos y sociales:

  • El avión del Presidente/El avión presidencial/ AirForce One (1997). Con Harrison Ford en el elenco como Presidente del Mundo Libre, su mensaje es más bien político: todos los terroristas son rusos, con lo cual, todos los rusos son terroristas y el Mundo Libre, lo es, gracias al Airforce One, el avión presidencial que vela por nuestra seguridad. Nótese que faltaban aún 4 años para el 11-S y que los enemigos de Alá América son otros.
  • Turbulencias/Turbulance (1997). Mítica película con tintes sociales, en la que la azafata distribuye al pasaje sabiamente en función de su categoría social: ejecutivos blancos, latinos preguntones, raperos negros, incautos policías, y delincuentes que sufren el mal de las alturas. Lo mejor de la película es el aterrizaje en una autopista del centro de Los Ángeles.
    El dirigible Hidenburg luego de que lo multaran por mal estacionamiento.

Finalmente mención especial para Hidenburg (1975), sobre el desastre del dirigible Hidenburg, que en 1937 realizó su último viaje. Basada en hechos fiticios creados por un estadounidense que queria llamar la atencion, abordo del zeppeling, viajaban autoridades nazis, espías y periodistas americanos, desde Alemania a Estados Unidos. Era su primer viaje transatlántico y alguno debió encenderse un cigarrillo en el momento más inoportuno y sobrevino el desastre. Como consecuencia, los dirigibles jamás volvieron a surcar los cielos. Tampoco los nazis no sin antes proveerse de un buen paracaídas.

Océanos Embravecidos.

Si viajar por aire le puso los pelos de punta a mucha gente, viajar por mar no está exento de peligros, como bien sabían los fenicios, los griegos, los romanos, Cristobal Colón -que mejor se hubiera quedado en casa, el tío- y los hooligans ingleses, en tiempos en los que para viajar de un continente a otro no había otra que subirse abordo de una embarcación. Como el desarrollo de la aviación restaba clientes a la navegación, pronto ésta lanzó al mercado una serie de filmes con fines publicitarios para captar clientes. He aquí nuestra pequeña reseña.

El último viaje. Notesé la herrumbe que recubre la nave y la destartalada chimenea. No es de extrañar un accidente marítimo en naves como ésta.
  • El último viaje/The last voyage (1960) Obra de clara inspiración titánica, que seguía la estela del éxito de algunas películas anteriores sobre la tragedia del Titanic. Sin embargo, más que una pelicula de catástrofe, viene a ser un drama humano: el de un hombre que busca desesperadamente a su esposa abordo de un desvencijado transatlántico que se está hundiendo. Y es que a diferencia del Titanic, donde el barco era nuevecito, aquí se trata de auténticas chatarras flotantes y ocurre lo que tiene que ocurrir: los motores dejan de funcionar en alta mar, las calderas explotan, se abren vías de agua y es todo como un sálvese quien pueda.
  • La tragedia del Titanic en 1912, representa el más célebre desastre de la historia de la navegación moderna; no sólo por lo que les ocurrió a quienes viajaban en él, que la mitad del pasaje jamás llegó a su destino, sino porque el hecho en sí de que un barquito de nada, nuevecito, se hunda en su viaje inaugural, es algo que no sucede todos los días. Su historia, ya desde los tiempos del cine mudo, ha generado muchas películas. Estas son las más recordadas por el público.
    Una noche para olvidar abordo del Titanic.
    • Titanic (1953) Precedida de dos anteriores filmes en los años 20, esta versión se limita a dramatizar la historia de la tragedia pero plantea importantes polémicas, a saber... ¿Pudo haberse evitado el accidente de haber estado el capitán en el puente de mando en lugar de estar echándose una siesta?... De haber sido así, ¿porqué no se impartieron cursos acelerados de natación para todos los pasajeros, especialmente para los de tercera clase edad? Y por último ¿Si el barco era insumergible, el iceberg con el que chocó también lo era? La polémica aún continúa.
    • Una noche para recordar/A night to remember(1957). Basada en una novelita que recoje los testimonios de algunos supervivientes, el problema que esta película plantea era difícil de resolver: ¿cómo hacer que la gente vaya a verla si uno ya sabe de antemano que todos los protagonistas van a morir más tarde o más temprano...? Su título contiene la solución: más que una película para recordar, es más bien una película para olvidar.
    • Titanic (1997) Bodrio televisivo en el que lo único bueno es ver a una guapísima Catherine Z. Jones batiéndose en duelo contra las olas que amenazan con hacer volcar su barquita salvavidas. No faltan tópicos como la escena horripilante en la cual una niñera, antes de subir abordo, tiene un sueño premonitorio según el cual, el barco se va a hunbir; es decir, pura cultura popular.
    • Titanic (1997) La versión de James Cameron, y ganadora de 11 Oscar, con un Leonardo Di Caprio y una Kate Wislet como los nuevos Romeo y Julieta del mar. Fue una éxito total de taquilla y el público fue torturado hasta la saciedad por una hilarante voz femenina que cantaba aquello de My heart will go on... por cortesía de Celine Dion. En previsión de mayores catástrofes, en los cines donde se exhibió regalaron al público chalecos salvavidas y la gente gritaba feliz: ¡la peli es muy buena y Leo Di Caprio al final muere, je, je...!
    • Britanic (2000) Más de lo mismo, pero esta vez en británico. Se trata de una producción para la televisión que explota el fenómeno del Titanic, convirtiéndolo en un hospital flotante. Destaca la interpretación de Jacqueline Bisset como jefa de enfermeras.

Pero en el cine han habido muchos más barcos que se han enfrentado a situaciones peores que la toparse con un iceberg. ¿Qué tal "una" de olas gigantes? ¿Apetece? Si es así, toca hablar de la saga del Poseidón...

El Poseidón original hundiéndose.
  • La aventura del Poseidón/The Poseidon adventure (1972) Éste es sin lugar a dudas otro clásico entre los clásicos. Si Aeropuerto inaugura el género de cine de catástrofe, el Poseidón lo catapulta hacia el éxito y lo consolida como una nueva empresa rentable. Producida y dirigida por el llamado "padre del cine de catástrofe", Irwin Allen, la película tenía todos los requisitos para ser un taquillazo: una gran historia que contar y al frente, grandes estrellas de cine, como Gene Hackman, que se llevó el Oscar al mejor actor, interpretando al misionero que guía al grupo de supervivientes atrapados en el Poseidón hacia una salida. Sin bromas: una gran película. Sin embargo, fue víctima de su gran éxito, porque generó innecesarias secuelas y algún que otro remake. Son éstos:
    Poseidón de la ultima entrega de la saga
Cartel del último remake, hasta la fecha de Poseidón.
  • Más allá de la aventura del Poseidón/Beyond the Poseidon Adventure (1979) Producida de nuevo por Irwin Allen, en un momento de clara decadencia de este tipo de películas, esta cinta es rematadamente absurda y estúpida y sobretodo inverosímil. ¿Quién se va a creer que el Poseidón es capaz de navegar, antes de que una ola gigante lo tumbe, desde algún lugar del océano Pacífico al mar Mediterráneo? ¡Sí! El Poseidón ya tumbado y hundiéndose recibe ayuda de ¡la guardia costera francesa! Delirante. Y lo peor, por si los supervivientes abordo no la pasaban lo suficientemente canutas, ahora resulta que en las bodegas hay unas joyas que ciertos ladrones quieren recuperar a toda costa...
    • La aventura del Poseidón/The Poseidon Adventure (2005) Es un remake que sigue lo "políticamente correcto": unos terroristas islamistas colocan unas bombas en el barco. Lo típico. Al final las bombas explotan y reina la alegría.
    • Poseidon (2005) Con Kurt Russell como ex alcalde del Nueva York del 11-S y la eterna sonrisa de Emmy Rossum como su hija abordo de un nuevo y lujoso Poseidón que va a cabalgar sobre otra ola gigante. Fue otro reciente remake de la historia en la que lo único importante es el despliegue de efectos especiales en toda la película (explosiones, cortocircuitos, y mucha agua, y una música a todo volumen que no para) Destaca la interpretación de Richard Dreyfuss como gran nadador y mejor surfista.

Naturaleza Desatada.

En ocasiones es el hombre quien despierta la furia de la naturaleza, en otras es ella misma quien reacciona al verse atacada por la acción del hombre. En los últimos tiempos, para algunas películas, se prefiere dar un mensaje mejor: es la lucha contra el cambio climático que el hombre ha provocado. De manera que si llueven ranas, si hace un calor de la hostia, si nieva fuera de temporada, es el cambio climático.

Incendios

Provocados por pirómanos o por un simple cortocircuito, las llamas siempre quedan bien en la gran pantalla. Los últimos días de Pompeya/The last days of Pompeii(1935), o Viejo Chicago/In old Chicago (1937), mostraron como el fuego podía acabar con una ciudad entera. En la primera un volcán se ceba con Pompeya hasta reducirla a cenizas, en la segunda, una vaca, al tirar al suelo un candil de petróleo, es la responsable de un fuego que consumirá la ciudad. Irónicamente, la vaca es sacrificada y asada, aprovechando los rescoldos del incendio, para alimentar a los supervivientes. Pero en el cine, hubieron otros incendios que han hecho historia, y que han ayudado a que tengamos otro concepto de lo que significa ser bombero; o sea, no estar todo el santo día tocándose uno la bomba o la bombera. Son éstos:

No es el WTC, sino La Torre de Cristal achicharrándose por culpa de un descuido...
  • El bosque en llamas/Fire (1977) De nuevo Irwin Allen, esta vez en plan incendiario. Filmada para la televisión, la temperatura no logró subir las audiencias y nadie se achicharró viéndola. Este film sólo pretendía advertirnos: cuidado con las barbacoas al aire libre.
  • Ciudad en llamas/City on fire (1979) Más fuego: un trabajador de una planta química es injustamente despedido. Como venganza, decide incendiarla, y de paso a toda una ciudad. Los valencianos tomaron esta película como un claro homenaje a sus fiestas de las fallas, pero en la película todos echamos en falta los pertardos, la mascletá y una buena paella.
  • Infierno en la torre/El coloso en llamas/The towering inferno (1974) Esta película supone la cima absoluta del cine de desastres, y por ende, el último gran éxito de Irwin Allen en la gran pantalla; lo que vendría después no estaría a la altura de este film, y nunca mejor dicho, considerando que la acción transcurre dentro del edificio más alto del mundo en aquella época... Todos conocemos el argumento: la chacha que limpia la portería de dicho edificio, se olvida de echar a la basura unos trapos que previamente ha mojado en lejía y amoníaco. La mezcla provoca un gran incendio que trae de cabeza a los bomberos de la ciudad, mientras que el espectador ha de decidir quién se achicharra y quién no. El fuego es tan devastador que riéte tú de las calderas de Pepe Botero o de las de Dante. Paul Newman, como arquitecto, y Steve McQueen como jefe de bomberos, caldean el ambiente en este film, que no hubo ni un mal aparato de aire acondicionado que rebajara la temperatura de los cines donde fue exhibida.

Inundaciones y otros desastres naturales

Y para refrescarnos, un poco de agua. El agua y el fuego ya fueron tratados en la memorable Y llegaron las lluvias/The rain came out (1939), donde el majarajá de algún reino perdido de la India lo pasa muy mal al descubir que, por culpa de una inundación, nadie sabe nadar. Cómo tampoco saben hacer los protagonistas de las siguientes películas.

  • Inundación/Flood (1976) Una presa mal construída revienta llevándose por delante al actor principal de esta producción, también a la chica, al director y al apuntador. Producida por Irwin Allen, ésta sería una de sus últimas intentonas para lograr un gran éxito. No lo logró, ya que olvidó repartir flotadores entre el elenco.
  • Avalancha/Avalanche (1978) Como en la película anterior, cambiamos el agua, por nieve, y aunque éso no represente un gran cambio, ésta producción no animó demasiado al público a aprender a esquiar.
Alerta de tornados: corre a esconderte.
  • Twister (1996) Protagonizada por los cazatornados Bill Paxton y Helen Hunt, y nominada a dos premios Oscar, el film no es más que la historia de la reconciliación de la pareja aludida con muchos tornados como telón de fondo. Especial mención para Dorothy, la máquina que medirá la intensidad de los tornados, en un guiño a El mago de Oz/The wizzard of Oz (1939) y la escena de la vaca que vuela, en lugar de la vaca que ríe. Fue un taquillazo.
  • La tormenta perfecta/The perfect storm (2000) Otro gran éxito, basado en hechos reales, ambientado en el Atlántico norte: la odisea de un pequeño pesquero que zozobra en medio de la gran tormenta aludida en el título. Aqui George Clooney interpreta al capitán de dicho barco que se empeña en ir a pescar atunes allí donde no los hay, sólo para descubrir más tarde que pagará tal osadía haciéndole compañía a los peces.
  • El núcleo/The core (2003) Hilarante historia que se inspira en Julio Verne y su Viaje al centro de la tierra: el núcleo del planeta tierra ha dejado de girar y se necesita de un mecánico para que lo arregle o lo termine de estropear.

Bichos

Bichos que sin explicación enloquecen, bichejos atontados prestos para darte el susto de tu vida, han tenido su minuto de gloria en el cine. No vamos a hablar de tiburones, ni de arañas gigantes voladoras, que de esos bichos ya hablaremos en otra ocasión; pero sí de bichos cuyo inusual comportamiento desencadena una catástrofe. Los pájaros/The birds (1963) de Alfred Hitchcock hizo las simpatías del gran público provocando cada día más adeptos a la ornitología. Sin ser específicamente una película de catástrofe en sus planteamientos, si lograba crear un clima de angustia total, cuando los protagonistas no pueden hacer callar a sus periquitos. Menudos bichos eran esos pájaros, que podían sacarte un ojo de un picotazo. Y más bichos: hablemos de La comida de los dioses/Food of Gods (1976), donde el gigantismo de los bichos (conejos, ratas, ocas y abejas) no es lo anormal, sino el hecho de que éstos pretendan dominar el mundo. Pero más risible resulta El enjambre/The swarm (1978), penúltimo y otro fallido golpe de Irwin Allen, en el que unas laboriosas abejitas latinas pretenden instalarse ilegalmente en los Estados Unidos sin visado, ni carta verde ni nada, creyendo que en dicho país, tendrían la miel asegurada.

Terremotos y Volcanes.

Junto a los desastres aéreos los terremotos y los volcanes ocupan un lugar preferente en los gustos del público como cine de catástrofe; quizá porque somos unos masoquistas y amamos contemplar la destrucción. El tema ya había aparecido en la gran pantalla antes de la década de los 70: San Francisco (1936), filme que retrata las peripecias de dos familias enfrentadas con el terremoto que asoló dicha ciudad como colofón final, y Cuando dos mundos chocan/When worlds collide (1953), una locura de serie B en la que el planeta tierra va a achicharrarse sin remedio. Aunque en ambas se muestra un gran seismo, éste no es el tema central. Hubo que esperar décadas hasta el estreno de Terremoto/Earthquake (1974) para sentir en el cine, cómodamente en nuestras butacas, lo que es vivir un auténtico cataclismo.

Destrucción de Los Ángeles en Terremoto. Nótese las maquetas de los edificios y de los autos.

Efectivamente, en Terremoto, dirigida por Mark Robson, y de la mano de casi todos los habituales del género (Charlon Heston, Ava Gardner, George Kennedy y Lorne Green) se cuenta una historia intrascendente, abúlica y soporífera, que aúna a todos los personajes para ponerlos donde deben estar: en un Los Ángeles que va a ser destruido por un seismo de 9.9 grados en la escala de richter, o lo que es lo mismo: la llegada del tan ansiado y esperado big one. Cómo se ve éste es un tema muy californiano y muy angelino. Apesar de algunas escenas hilarantes (varios extras que ya salen heridos antes de que les caigan encima cristales y deshechos de los edificios, un ascensor que se va abajo con la adición de sangre pintada en la pantalla, o las alargadas pestañas postizas de Ava Gardner) y de vergonzosas maquetas (la del accidente de un camión en una freeway de Los Ángeles) la película fue nominada a cuatro premios Oscar, ganando el de mejor sonido por introducir en las escenas del terremoto un nuevo invento: el sensurround (emisión de ondas a baja frecuencia que eran capaz de sacudir tu butaca en el cine como si la tierra temblara de verdad) En 1987 se estrenó una nueva versión para la televisión intitulada El gran terremoto de Los Ángeles/The great Los Angeles earthquake, que sin sensurraound disponible, provocó muchas sacudidas y hasta vómitos entre el público. Y otra más en 2005, 10.5, mareante película en la que lo único que se sacudía hasta la saciedad era la cámara.

La escena del accidente de un camión en una autopista durante el seismo.

Los japoneses, por su parte aún fueron más lejos y quisieron la destrucción total de su país, lo cual, y desde el lanzamiento de la primera bomba atómica, es, por cierto, muy japonés. Nippon Chinbutsu/Tidal wave (1973), cuyo título en español ignoramos, quiso mostrar a la madre de todos los desastres: el hundimiento y la destrucción final de Japón. En otras palabras, lo que no lograron los americanos en 1945 con la bomba nuclear, lo consigue la madre naturaleza. Bastaron una serie ilimitada de seismos y un tsunami final y listo, no vuelves a comer sushie en tu vida. En 2005 se estrenó un remake, también japonés, llamado El hundimiento de Japón/The sinking of Japan, con una historia todavía más ridícula que la anterior: aquí el archipiélago nipón sencillamente se hunde bajo el mar al montarse, una sobre otra, las placas tectónicas en las que se halla Japón. Éste film, más que nada, es una broma de mal gusto.

Y si de bromas de mal gusto hablamos, no quitaremos la vista de encima de algunas películas en las que los volcanes son la única excusa de guionistas y directores para haberlas filmado.

  • Al filo del tiempo/El día del fin del mundo/When time ran out (1980). Producida y dirigida por Irwin Allen, supuso el telón final para éste en el género de cine de catástrofe. Otro dato: está considerada como la peor película del género en la historia del cine. Y otro más: los efectos especiales son tan risibles que parecen haber sido creados por un niño enfadado. Quizá lo fueron.
  • Un pueblo llamado Dantes Peak/Dantes Peak (1997) Con Pierce Brosnan y Linda Hamilton. Por fin una película que recupera todos los ingredientes del género (o sea catástrofe en curso o a punto de producirse y una serie de personajes que han de evitarla a toda costa) sin abusar de sus premisas, con unos personajes muy bien medidos y unos exelentes efectos especiales.
    Los Ángeles bajo el volcán, o alrevés.
  • Volcano (1997) Risible y olvidable historia en la que, de pronto, porque sí, y porque a los guionistas les da la gana, un volcán subterráneo en erupción en pleno centro de Los Ángeles, quema y abrasa media ciudad (la otra media la guardarían para un próximo desastre). Ni siquiera el gran Tommy Lee Jones, como aguerrido bombero pudo salvarla, a la película, que Los Ángeles no necesita quien la salve. Crítica y público eruptaron sobre ella y tuvo, pues, muy malas erupciones.

Visitantes del Espacio.

Tras la Segunda Guerra Mundial los OVNI's, el KGB, el comunismo, Fidel Castro, y tu prima Antonia, la de Caracas, ayudaron a infundir entre la sociedad americana el miedo a que, ahora, la amenaza viniera desde el exterior y no desde el interior de la tierra. El cine ha reflejado ese miedo por vía de películas de serie B, en las que los murcianos marcianos son vistos como comunistas en plena invasión mundial; lo cual fue muy común en la década de los 50 del siglo pasado. Además también hubieron otras supuestas invasiones provinientes del espacio exterior, igual o peor de devastadoras.

Planetas.

Cuando dos mundos chocan/When worlds collide (1951) era en un principio una película de ciencia-ficción, en la que se quería provar si un puñado de americanos, montados en un cucurucho volador, eran capaces de salir al espacio exterior. La excusa para tal hazaña, aparte de que los rusos parecía que ya pronto iban a lograrlo, era ésta: dos planetas fuera de órbita se dirigen hacia La Tierra y la idea de los científicos, es huir al primer planeta y recomenzar la vida en él, como ya hizo miles de millones de años atrás Noé con su arca. A pesar de esta ridícula historia, este filme incluye grandes escenas de destrucción: la primera inundación a gran escala de Nueva York, el primer gran seismo en el estado de California y un devastador incendio que consume a medio Estados Unidos. Es decir, todas las desgracias y catástrofes en una sola película destruyendo el mundo entero. Llegados a este punto, cabe suponer, que no estaba previsto que ni a Europa, ni a Asia ni a toda Latinoamérica les sucediera nada malo, ya que en aquel entonces, para la mayoría de los estadounidenses, dichos continentes no eran el mundo.

Meteoritos.

Desde la probada extinción de los dinosaurios a causa de la inoportuna visita de un meteorito, el hombre siempre ha estado temeroso de que uno de ellos le cayera en la cabeza. Y hay varias películas que así lo prueban.

  • Fuego en el cielo/ A fire in the sky (1978) Plantea una historia sencilla: resulta que un meteorito de nada se dirige hacia la Tierra. Algunos científicos creen que se quemará en la atmósfera. Otros creen que finalmente impactará. Y así todo el rato, todos, perdiendo el tiempo en discusiones tontas hasta que es demasiado tarde...
    Las Torres Gemelas en Nueva York, destruidas al paso del meteorito en Armageddon.
  • Meteoro/Meteorito/Meteor (1980) Una de las muchas reconciliaciones entre el Mundo Libre y el bloque soviético. Es cierto que las ha habido mejores, pero cualquier excusa es buena para reconciliarte, especialmente si un meteorito amenaza con caerte encima y dejarte sin perritos calientes ni hamburguesas. Con Sean Connery como científico americano sabelotodo y Natalie Wood como científica rusa ignorante. Ambos se gustan y se enamoran, quizás para unir conocimientos, y durante esta unión, Nueva York sucumbe al paso del meteorito.
Impacto profundo de un Deep Impact.
  • Impacto Profundo/Deep Impact y Armageddon Ambas estrenadas el mismo año, 1998, cuentan idéntica historia bajo perspectivas diferentes. En la primera, Deep Impact, el primer presidente negro de color de la historia del cine, no Obama, sino Morgan Freeman, y la periodista interpretada por Tea Leoni, intentan prevenir al mundo de la catástrofe que se avecina: Bill Gates no liberalizará microsoft y Windows no será nunca libre; por si fuera poco, un devastador meteorito, del tipo Deep Impact se dirige hacia la Tierra, pero éso último no es importante. Lo importante es recluir a todos los científicos, y librepensadores del país en unas cuevas, para que presenten batalla contra Bill Gates. Cuando es evidente que ni éste puede enfrentarse él sólo al meteorito, cunde el pánico, y Nueva York se convierte, una vez más, y con el permiso de Los Ángeles, en la capital oficial de los cataclismos.

En Armageddon un patán, Bruce Willis, y un descerebrado, Ben Afleck no se ponen de acuerdo para ir a pescar. La imprevista llegada de un meteorito aún los enfrenta más, hasta que toman la decisión de salir al espacio exterior y encontrarse con el bólido especial para probar entre sus fans, las de ellos, quién es el más macho. De nuevo la ciudad de Nueva York se lleva la peor parte y, por extraño que parezca, París le va a la zaga. Ya conocemos el dicho: París bien vale un cometa.]]

El presidente esta preparado para una catastrofe

Invasiones.

En cuanto a las invasiones por parte de seres extraterrestres tenemos dos tipos: la invasión bactereológica y la invasión física. Bichos y bichillos, bacterias y microbios malignos del espacio exterior campando a sus aires por la Tierra. De miedo. ¿Y esos aliens que amenazan con someternos y con quedarse nuestro planeta para ellos solos? Aterrador. Toda una legión de homeless a escala global en manos de los murcianos marcianos. Injusto, y socialmente inaceptable.

  • La amenaza de Andrómeda/The Andromeda strain (1972) Parte de un suponer verdaderamente acojonante, del inglés acollonating: ¿qué sucedería si un cohete espacial regresara a la Tierra portando consigo un micro-organismo extraterráqueo? Pues aparte de irnos por las patas pa'abajo, es decir, de asustarnos mucho, dicho microbio tendría vida e intelegencia propia, tan desarrollada como para acabar, con un simple estornudo, con la humanidad entera. Al menos esto era lo que planteaba Michael Crichton en su novela, que luego fue llevada al cine para que, una vez vista que la hubiéramos, nos estrujáramos el coco pensándo a dónde íbamos a escondernos, si la tal Andrómeda decidiera venir a hacernos una visita de cortesía.
Aliens sueltos en Los Ángeles en La guerra de los mundos.
  • La guerra de los mundos/War of the worlds (1953) Guerra total entre murcianitos marcianitos y el hombre. Basada en una horripilante historia del gran H.G. Wells, tuvo antes su primera versión radiofónica por Orson Wells, quien llegó a aterrorizar a toda la ciudad de Nueva York,en 1937, durante la emisión de su programa de radio. Muy bien lo debió hacer el señor Wells, que la gente creyó que todo era real. Más tarde fue llevada al cine, esta vez ambientada en Los Ángeles, y no en el Londres original de la historia. Aquí los ET's tienen muy mal genio, pero como son alérgicos a la aspirina, al final la gripe se ceba con ellos. En 2.005 el gran Steven Spielberg retomó la historia, pero introduciendo un cambio sustancial, tanto que, si en la película original los marcianos querían nuestro planeta para quedárselo, en esta ocasión nos quieren a nosotros para que sirvamos de abono a unas plantas que son su principal alimento. Así pues, la misma historia, pero ahora, con algunos toques de cine gore añadidos.
  • Independence Day (1996) Dirigida por Ronald Emerich, no es más que una actualización de la historia de La Guerra de los Mundos, para honra y gloria de Will Smith y Jeff Goldblum. Música atronadora, signos patrios americanos, grandes escenas de destrucción, y un windows que, no sólo no se cuelga, sino que además es compatible con el sistema de computación de los extraterrestres (Algunos dicen que en realidad Goldblum usó una Macintosh pero eso sólo deja más en evidencia la incompetencia de los guionistas, ya que una Mac habría borrado el virus dos segundos después de que Goldblum terminara de programarlo). Y éso sí que es catastrófico. Fue tal su éxito en taquillas, que Ronald Emerich fue llamado para dirigir una secuela llamada Re-Independence Day, dónde los americanos libraban una gran batalla épica para independizarse de ellos mismos, pero la historia no coló.
    Los marcianos no respetan nada en Independence Day.
    Pese a todo, esta película fue del agrado de George W. Bush, quien al verla declaró: "Esta película es más patriótica y americana que Lo que el viento se llevó (sic), me ha emocionado que un presidente salve a su pueblo combatiendo contra el eje del mal en un F-18 (sic) y no sufran ustedes, que ya he ordenado la inmediata reconstrucción de Los Ángeles y Nueva York.(sic)"

Gente Incauta y Descuidada.

Después de todo lo expuesto, sólo cabe decir aquello de que "gente precavida, vale por dos" ya que por lo visto, hay gente por esos mundos que es muy desgraciada ¿No? Porque si no es así, pues habértelo pensado dos veces antes de montarte a un avión, o de subir abordo de un barco... Lo mismo puede aplicarse cuando vas por ahí, y de pronto, te topas de bruces con un cataclismo: que no te pille en un descuido, no seas incauto y estate atento a las señales. El cine ya nos ha brindado muchos consejos, y está claro que todos ellos, en un momento dado, pueden salvarte la vida. Estos son los consejos extraídos de las siguientes películas.

Vagones de un tren practicando el parapente, o mejor, el parapuente.
  • Pánico en el puente/El puente de Cassandra/The Cassandra crossing (1976) Puede suceder, como en este film, que un virus contamine a todos los pasajeros de un tren, y este sea puesto en cuarentena por las autoridades locales. ¿Porqué no? Al fin y al cabo cosas peores han sucedido por ahí. Consejo: lleva en tu equipaje todo un cargamento de antibióticos. Si a pesar de la emergencia aún sigues abordo del tren, bájate o salta de él a la menor sospecha de un cambio de vías; nunca se sabe a qué herrumboso y abandonado puente pueden conducir éstas al tren. No querrás terminar tu viaje colgado de una viga o practicando el parapente, aunque en este caso, lo peor sería practicar el parapuente.
  • Montaña rusa/Roll Coaster (1977) Si estás pasando la tarde en un parque de atracciones y tienes la mala suerte de que un loco amenaza con bombardear la montaña rusa, pues mejor: no subas a ella y todo eso que te ahorras. Si es demasiado tarde y ya estás abordo, paciencia: ten a mano un paracaídas para ti y para tu novio-a y saltad los dos. Otro consejo, sólo para norteamericanos: ten a mano una pistola recortada y dispara al primer sospechoso.
El día de mañana va a ser un buen momento para irse a esquiar a Nueva York.
  • Pánico en el túnel/Daylight (1996) Si de pronto, atravesando un túnel submarino alguien decide volarlo por los aires, ya que esas cosas suceden todos los días, ten cuidado; tras la explosión asegúrate de seguir de una pieza. Después, toma un curso acelerado de submarinismo y natación, y reza para que tu monitor no sea Silvester Stallone. Con él no aprenderás nada, y el pánico se apoderará de ti.
  • El día de mañana/El día después de mañana/ The day after tomorow (2004) Ya es mala suerte que en plena excursión por Manhattan no cese de llover, se inunde el metro y tengas que volver en taxi a tu hotel. La cosa se complica si de pronto la temperatura cae bajo cero y todo se congela. Peor aún, una glaciación global provoca que los gringos se muden a México, y que la Reina de Inglaterra tenga vocación gerontófila de cubito de hielo. Es el mundo al revés. Consejo: espérate a pasado mañana para visitar Nueva York y a que todo se descongele.

Todo lo anterior

En su reciente pelìcula 2012 Ronald Emerich no podía decidirse por que desastre cumpliría las promesas mayas así que los juntó a todos, haciendo que inundaciones, tornados, erupciones volcánicas, caídas de aviones, neutrinos y Donuts gigantes atacasen al mismo tiempo, pero al final fue todo mucho ruido y pocas nueces porque sobrevive un continente entero.

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