Alboraya

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Gañan.jpg Lor apañole' semos asín.

(Humor español que probablemente no entiendas si no provienes de la Península Ibérica o de las colonias restantes)


Dios1.png Dios quiere que este artículo sea ampliado
Falta información sobre:
Cultura, arte, población, fauna y flora


La chufa está invadiendo los EEUU de AA

Alboraya es un pueblo lleno de horchata (una bebida psicotrópica blanquecina extraida de la chufa -y se bebe a pesar de todo-) y fartons (una bollería con forma fálica cubierta de una sospechosa sustancia blanca).

Este pueblo siempre está en obras, es el pueblo con más obras por habitante del planeta solo superado por Madrid. En la Avenida de la Horchata, que está en obras, hay unas horchaterías, en obras, donde puedes tomarte una horchata al lado de los martillos hidráulicos.

Está al lado de la ciudad de Valencia y se puede llegar con el autobús 70 o con el metro, en las estaciones de "Enpalmaet" y "Al-booo-raya".

En Alboraya también celebran no se qué historia del "miracle dels peixets" (o milagro de los pescaítos) que no tengo ni zorra de qué debe de ser porque aunque llevo varios años viviendo en Alboraya todavía nadie ha sido capaz de explicarme qué narices se celebra ese día.

Testimonios

Una vez, durante un vuelo a Nueva York, coincidieron en asientos contiguos un huertano de Alboraya que iba a promocionar la exportación de horchata a los USA y un yupiejecutivo metrosexual, que iba a lo suyo. Entablaron conversación, se preguntaron de dónde eran, respectivamente, y el diálogo transcurrió (maomeno) como sigue:

—Y usted, ¿de dónde es? -diría el yupi.
—El huertano se lo dijo: -De Alboraya.

Y al yupi, que habría tenido malas experiencias con esta población, se le vino a la boca sin poderlo remediar una respuesta automática:

Mierda de pueblo, mierda de chufas, mierda de horchata...

El chufero alucinaba: estupefacto, indignado, ofendidísimo, quedó un ratillo callado, y luego que se repuso algo preguntó al otro, lo más cortésmente que pudo y como si no pasara nada, que de dónde era él.

El ejecutivo muy ufano, y algo ensoberbecido por ser de Madrís (maomeno), dijo sonriente que de Leganés. El huertano lo vio claro y enseguida repuso en plan tranquilo:

Mierda de pueblo, mierda de lago, mierda de monstruo.

Y esto lo sé yo porque era el azafato.