Fahrenheit 56K

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Cita3.png¿"Fahrenheit 56K"? ¡Ah, sí! Esa película norteamericana tan buena de Steven Spielberg.Cita4.png
Esperanza Aguirre , pasándose tres pueblos
Cita3.pngSí, jefe, aaaah,... ahhhh, el Partido... es muy malo..., ahhhh..., la libertad de expresión es... muy buena... ahhhh...Cita4.png
Julia Roberts follando con su jefe El Maestro y diciendo las frases adecuadas para que éste llegue al orgasmo.
Cita3.pngEl Partido es muy malo. La libertad de expresión es muy buena. (Repetido 2389 veces)Cita4.png
Argumento de la obra Fahrenheit 56K
Cita3.png¡Quiero ser califa en lugar del califa!Cita4.png
El Líder Iznogud con sus maquinaciones
Cita3.pngLos libros al menos tienen una ventaja. Son combustibles, arden.Cita4.png
El Inquisidor mientras intenta localizar al Hereje
Cita3.png¡Es lamentable! ¡Hay gente que no nos cree ni siquiera las pocas veces en que decimos la verdad!Cita4.png
El Líder Iznogud en chat con el Inquisidor.
Cita3.pngHay tonterías que nadie diría gratis.Cita4.png
El Inquisidor informando al Líder Iznogud.

Fahrenheit 56K es una distopía en forma de obra de teatro escrita por Fernando de Querol Alcaraz. Sus temas principales son la censura, la libertad de expresión e Internet. Trata de una sociedad dictatorial y corrupta dominada por el Partido, donde éste persigue a los disidentes, comete muchos fraudes inmobiliarios, sobre todo en Marbella, miente continuamente, vandaliza Inciclopedia e impone su ideología por la fuerza. Algunos disidentes exponen sus críticas a través de Internet pero sin poder disfrutar de banda ancha. En la obra aparecen una serie de instituciones y personajes. Consta de una serie de diálogos, muchos de ellos a través del chat. En la obra aparecen la mayoría de los tópicos típicos de las distopías y otras obras de ficción.

Origen

Estaba el autor visitando la página web de Playboy, pensando qué excusas poner si le pillaba su mujer, cuando con el P2P inadvertidamente se descargó el Magic Google Copy&Paste DeLuxe. Probó el programa y éste realizo múltiples copy&paste de diversas páginas web sobre la libertad de expresión, repitiendo las mismas cosas tropecientas veces, hasta que se paró el bucle de iteración. Y así quedó una serie de diálogos en varias páginas. Que si no se para el programa, hubieran sido más páginas todavía. Luego se añadió un poco de 1984 (como ya es tradición en las distopías), varias toneladas de topicazos y se publicó en forma de libro, teniendo el grosor adecuado para ponerlo para equilibrar las mesas cojas.

Los buenos requetebuenos

El Maestro

El Maestro es un intelectual bueno requetebueno, que está en desacuerdo con el Partido, es partidario de la democracia y de la libertad de expresión, ha escrito un montón de libros sobre un montón de temas aunque en realidad lo hace recurriendo a negros y tiene tiempo para un montón de actividades: organizar una campaña de desobediencia civil contra el Partido sin que éste lo mande al Gulag, charlar con el Messenger con otras personas, soltar interminables parrafadas con otras personas sobre la libertad de expresión, dar consejos paternalistas a una ex-musulmana aconsejándole que se haga atea, leerle a su secretaria un poco de la novela 1984 de Orwell para aumentar su cultura y hacerse el intelectual, follarse a su secretaria, escribir muchos libros, etc. En cambio, para lo que no tiene tiempo es para ejercer su profesión de maestro. Nunca aparece dando clases a sus alumnos.

Está preparando un libro que coincide, excepto en detalles secundarios, con la versión del Partido y que discrepa con lo que dice El Hereje. Todo dentro de un entorno de cordialidad y respeto a las opiniones contrarias, que para algo es el bueno requetebueno.

Julia Roberts

Julia Roberts tiene un trabajo muy descansado: solamente tiene que charlar con el Maestro sobre lo malo que es el Partido y lo buena que es la libertad de expresión

Julia Roberts es la secretaria del Maestro. Su trabajo es bastante descansado. Su principal ocupación es charlar con su jefe el Maestro mientras éste le toca el culo, sobre lo malo que es el Partido y lo buena que es la tolerancia y la libertad de expresión.

Este trabajo le deja mucho tiempo libre y tuvo tiempo de intervenir como protagonista en varias películas tales como Pretty Woman, El informe pelícano, La boda de mi mejor amigo, Novia a la fuga y otras.

Luego está la cuestión: ¿se acuesta o no con su jefe? En la obra no pone nada. Pero sí se acuesta con su jefe, lo que pasa es que lo llevan con discreción. Para que su jefe llegue al orgasmo tiene que decir: "El Partido es muy malo y la libertad de expresión es muy buena".

El Hereje

El Hereje es un disidente que no está de acuerdo con el Partido en un asunto. Se dedica a escribir libros en contra de la versión del Partido y los vende en un local. El Partido quiere localizarle para darle unas estancia gratuita en un hotel llamado prisión.

El Hereje también usa de vez en cuando el Messenger y, como todos los buenos requetebuenos de esta obra, es partidario de la democracia y de la libertad de expresión.

Los malos requetamalos

El Partido

El Estado está dominado por el Partido, que es dictatorial y corrupto. A los disidentes les paga una estancia gratuita en un hotel llamado prisión como ocurre en La Ladrona. Intenta detener al Hereje pero no consigue localizarle. Además, el Partido miente continuamente y está reescribiendo la Historia, especialmente su propia Historia. Más o menos: "Queridos ciudadanos: Antes hemos dicho esto. Pues ahora es esto otro. ¡Come y calla!".

El Partido comete muchos fraudes: cobra comisiones por recalificación de terrenos, desvía fondos de las arcas públicas a una cuenta del Líder en Suiza, construye edificios sin licencia sobre todo en Marbella, etc. Circulan muchos rumores sobre fraudes pero el Partido procura desacreditarlos mediante una propaganda continua.

Además, las distintos jerifaltes del Partido desconfían unos de otros y se pegan mutuamente puñaladas por la espalda. Hay luchas e intrigas por el poder dentro del mismo Partido. El Partido pretende que los ciudadanos se crean toda su ideología, sometiendo a sus dogmas su entendimiento y su voluntad. Mismamente como la Iglesia Católica.

Luego hay además una serie de aduladores organizaciones que apoyan al Partido y se dedican a desacreditar a los disidentes.

El Líder, Iznogud

El Líder Iznogud coge un cabreo tremendo cuando los ciudadanos no se creen todas las mentiras del Partido

En la época en que se desarrolla la acción de la obra, el Líder, el Jefe Supremo del Partido, el mandamás, es Iznogud. Éste, al igual que sus antecesores, es corrupto y coge dinero de los fondos reservados y los manda a una cuenta en Suiza. Además permite la construcción de edificios sin respetar las normas urbanísticas especialmente en Marbella. Además, indica a sus subordinados que hay que capturar al Hereje. Y sufre una frustración y un cabreo enorme cuando los ciudadanos no se tragan todas las mentiras que dice el Partido. Está deprimido y su psicólogo le ha sometido a una terapia para superar sus traumas.

Anteriormente hubo una serie de intrigas y luchas por el poder. Iznogud no era todavía el Líder. Entonces Iznogud pensaba continuamente: "Quiero ser califa en lugar del califa. Quiero ser el Líder en lugar del actual Líder, que entonces pasará a ser el anterior Líder. Y cuando sea el anterior Líder ya no será el actual Líder, que seré yo." Casi era como un trabalenguas.

Luego, de todas esas luchas de poder salió con la victoria y consiguió ser el Líder en lugar del Líder. El que era actual Líder pasó a ser el anterior Líder y pasó una temporada en prisión por sus fraudes mientras Iznogud cometía fraudes similares.

El anterior Líder

El anterior Líder Jesús Gil y Gil

El anterior Líder era Jesús Gil y Gil. Era corrupto, cobraba comisiones y permitía edificaciones sin respetar las normas urbanísticas especialmente en Marbella. Tuvo rivalidad y conflictos con Iznogud y, a consecuencia de una serie de maquinaciones, fue derrocado y pasó una temporada en la prisión por trafico de influencias, blanqueo de dinero y varios fraudes más.

El Inquisidor

El Inquisidor con algunos de sus subordinados

El Inquisidor es un funcionario del Partido que se dedica a perseguir al Hereje y a soltar parrafadas con el Maestro sobre lo mala que es la democracia y la libertad de expresión. También da discursos hablando de lo mala que es la democracia y que los disidentes son malos, sufren esquizofrenia y que es mejor que los ciudadanos se traguen todo lo que diga el Partido. Tampoco le gusta eso de un cambio de gobierno por unas elecciones (como ocurre en las democracias). A él le gusta más un cambio de gobierno estilo Rambo, con combates como en una película de Hollywood.

Ahora bien, es un fanático intolerante pero además es un inepto y un poco corto de luces. En toda la obra no consigue localizar el local donde El Hereje vende sus obras hasta el final. Ni siquiera entonces consigue capturarlo. Cuando el Hereje pone sus libros en formato electrónico en Internet, entonces (y solamente entonces) se da cuenta de que los libros prohibidos que escribía el Hereje podrían difundirse por Internet. Entonces coge un cabreo fenomenal.

Otros personajes

Sara, una ex-musulmana.

Pablo, seguidor del Hereje.

Daniel, que es malo, apoya al Partido y permite al Maestro lucirse exponiendo sus argumentos.

Luego una serie de personajes que aparecen en la pesadilla del Maestro.

Argumento

Más o menos, la obra es una recopilación de topicazos típicos de las distopías y de las obras de ficción. Tiene algunos elementos de la novela 1984, especialmente la falsificación de la Historia. Consta de una serie de diálogos interminables sobre el Partido y la libertad de expresión.

La mayoría de las escenas suele responder a uno de estas clases: dos buenos hablando entre sí, un bueno hablando con un malo, un malo hablando con otro malo.

Dos buenos hablando entre sí

Varias de las escenas son diálogos de dos buenos entre sí (sea en persona o por medio de chat), por ejemplo, el Maestro y Julia Roberts o el Maestro y el Hereje . El dialogo es más o menos así:

El Maestro—El Partido es muy malo. La democracia y la libertad de expresión son muy buenas.

Julia Roberts—Es verdad, jefe. El Partido es muy malo. La democracia es muy buena. La libertad de expresión es muy buena.

Esto repetido tropecientas veces.

Un bueno hablando con un malo

Otras escenas son de un bueno hablando con un malo, por ejemplo, el Maestro hablando con el Inquisidor o el Maestro hablando con Daniel. El dialogo es más o menos así:

El Inquisidor—La libertad de expresión es muy mala. Los disidentes solamente merecen la prisión.

El Maestro—No estoy de acuerdo. La libertad de expresión es muy buena. Se debe dejar libertad de expresión a los disidentes.

Esto repetido igualmente tropecientas veces.

Dos malos hablando entre sí

Otras escenas son de dos malos hablando entre sí, por ejemplo, el Líder Iznogud con El Inquisidor. El dialogo es más o menos así:

El Líder—La libertad de expresión es muy mala. Espero que se capture pronto al Hereje.

El Inquisidor—A sus ordenes. La libertad de expresión es muy mala. Los disidentes son muy malos y están todos locos. Capturaremos pronto al Hereje.

Esto igualmente repetido tropecientas veces.

La pesadilla del Maestro

Los diálogos son tan monótonos que el mismo Maestro se duerme de aburrimiento y, mientras está dormido, tiene una pesadilla donde aparecen individuos muy malos e intolerantes quemando libros (un poco monotemático este Maestro).

Final feliz

Al final, el Inquisidor consigue localizar el local donde el Hereje vendía sus libros (lento pero seguro). Ordena quemar todos esos libros. Entonces el Hereje decide colgar sus libros en formato electrónico en Internet.

El Inquisidor se da cuenta entonces que los libros prohibidos que escribía el Hereje podrían difundirse por Internet. Un poco corto de luces este señor: ¿no se le había ocurrido antes? Entonces, en un cabreo tremendo, se dedica a quemar libros y ¡módems! Luego suelta un monólogo diciendo que eso de la censura está feo y lo que hay que hacer es recurrir a argumentos. O sea, otro de los tópicos de las obras de ficción: tópico del "malo que se vuelve bueno".

Finalmente el Maestro y el Hereje hablan por un chat y cada uno dice que le gustará mucho leer los libros del otro. Todo en un ambiente de cordialidad y gentileza, como unos gentlemans ingleses. "Le presento mis respetos.", "Será un placer leer su libro." "Gracias, es usted muy amable." "Favor que usted me hace." "Estaré encantado de leerlo."

La dictablanda

La sociedad que se presenta es una dictadura, pero más bien flojita y bastante inoperante. El Maestro discrepa del Partido en algunos asuntos y, aún así, el Partido le deja hacer en vez de mandarlo al Gulag. Contradice al Inquisidor en las parrafadas y éste se limita a mostrar su desacuerdo, sin ordenar su detención. El Maestro, además, organizó una campaña de desobediencia civil en contra del Partido. Algunos disidentes exponen sus críticas por Internet sin que el Partido pueda evitarlo. El Partido se ve incapaz de conseguir que sus fraudes permanezcan en secreto.

Al único que quieren meter en la cárcel es al Hereje. Aún así, no consiguen capturarle ni siquiera al final. Solamente al final consiguen localizar el local donde vendía sus libros sin pagar IVA ni nada. Al final, el Inquisidor se vuelve bueno y reconoce que hay que recurrir a argumentos y que la libertad de expresión tampoco es tan mala. La dictadura tampoco puede impedir que el Hereje difunda sus libros por Internet.

Versiones alternativas

Artículo principal: Anexo:Versiones alternativas de Fahrenheit 56K

Fahrenheit 56K permite una serie de versiones alternativas posibles, donde se puede especificar con más detalle quienes son los diversos personajes e instituciones que aparecen. Véase en el anexo dichas versiones alternativas.

Véase también

Enlaces externos

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