Incilibros/Caín
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ATENCIÓN: Este artículo no es apto para fanáticos Su lectura puede causar incendios de embajadas y hacer llorar sangre a las estatuas de la virgen. |
Fuera del jardín del Edén, Adán y Eva vivieron en modo ahorro de energía. Sin Wi-Fi, sin nube celestial, sin Windows XP, con la pesadilla de usar Windows Vista y con una tablet que mostraba solo: “Iniciando ecosistema humano… Cargando libre albedrío…”
Caín y Abel 2.0: Startup, Influencers y una oferta de capital semilla
Poco después nacieron Caín y Abel. Caín era un apasionado del blockchain, y fundó CriptoGrano, la primera startup agrícola descentralizada con pagos en “Etherechote”, una criptomoneda respaldada por espigas de trigo. Su lema: “Del suelo al cielo, en tiempo real.” Abel, en cambio, se volvió influencer eco-minimalista. Tenía un canal en YouTube llamado "Pasto Santo", donde enseñaba a pastorear con mindfulness, ayunar con propósito y escoger la túnica ideal según la fase lunar.
Un día, Dios activó el modo «Feedback Divino» y les pidió sus ofrendas. Abel le ofreció leche fresca, grabada en 4K con dron, además de un buen solomillo de cordero. Caín le envió un NFT con un código QR que decía: “Escanéame, Señor”, además de una caja de manzanas. Parece ser que Caín no sabía o no le importaba que Dios odiase las manzanas. Dios aceptó la ofrenda de Abel y le dejó un comentario celestial con cinco estrellas. A Caín le salió este mensaje: “Tu ofrenda no cumple con nuestros Términos y Condiciones.” Y ahí, bueno… el primer bug emocional serio.
Los ángeles de soporte intentaron mediar, pero ya era tarde: Caín sintió el primer pantallazo azul del alma.
MORALEJA: La tecnología sin empatía puede llevar al colapso del sistema operativo humano.
Asesinato en el Valle del Edén: un caso para Hercule Poirot
El día amaneció extraño en los alrededores del Edén: los rebaños estaban inquietos, las cabras balaban en tonos menores y, lo más alarmante… el ícono de “hermano activo” en el perfil de Caín estaba en gris. Abel yacía muerto en el campo, junto a un altar improvisado. A su lado, una oveja con expresión de testigo ocular.
Fue entonces cuando apareció ÉL: bigote afilado, gabardina beige celestial, y una tablet con apps de deducción avanzada. Hercule Poirot, consultor divino en crímenes existenciales. Dijo:
—¡Mes amis! Este no es un simple asunto de celos pastoriles… ¡esto es un crimen con algoritmo moral escondido!
Interrogó a los animales. El burro no hablaba, pero asintió sospechosamente. El gallo cantó tres veces sin explicación aparente. Poirot se sentó bajo una higuera, abrió la app “Motivos Pro” y esta le indicó: «Sospechoso: Caín. Motivo probable: Rechazo celestial y mala gestión emocional. Arma: Una piedra. No registrada.»
Apareció Eva, nerviosa, y dijo:
—Monsieur Poirot, Caín ha dicho que va a fundar una empresa de reforestación emocional en Nod.
Poirot alzó una ceja y dijo:
—¡Exactement! El culpable no solo huye… ¡emprende!
Reunió a todos: Adán, Eva, la serpiente (en modo consultora) y al buey del GPS divino.
—Mes amis… el asesino es Caín. Pero el crimen fue incubado por un sistema que nunca le enseñó a perder. El error no está solo en la acción… sino en el código fuente.
Dios, desde el cielo, actualizó los perfiles: «Caín: exiliado (modo nómada activado). Abel: mártir (estatus legado). Hercule Poirot: 5 estrellas en HeavenHelp.
Mientras el detective desaparecía entre la niebla del Génesis, murmuró:
—El Edén no necesita vigilancia. Necesita educación emocional y un botón de reinicio.
Caínopolis S.A.: Génesis de una corrupción
Tras su exilio por el «incidente» Abel, Caín se reinventa. Cambia su foto de perfil por una más sobria, con túnica ejecutiva, y anuncia: “Fundador de la primera ciudad humana. Visionario. Arquitecto del mañana.” Así nace «Caínopolis», un emprendimiento urbano “eco-revelado” con slogan pegadizo: “Del castigo al capital”. Pero debajo del mármol de apariencia divina, hervía el caos…
Comisiones ilegales: para cada nueva choza construida, Caín exigía un diezmo “por seguridad de alma y techo”. Los contratistas sabían que, sin su bendición, ni una piedra se movía. Tráfico de influencias: en el consejo municipal celestial, tenía ángeles comprados con vino consagrado y viajes de ayuno en globo. Contratos inflados: el Jardín de Infancia de Profetas costó 400 talentos… aunque solo incluía una tienda de campaña y una cabra domesticada que enseñaba a balar. Desvío de fondos: una cuenta bancaria bajo el alias “C.Nod Zurich Holdings” recibía transferencias sospechosas y cuando lo interrogaron, Caín dijo que era una “ofrenda diferida para tiempos de sequía moral.”
Un joven profeta llamado Auditías comenzó a investigar, pero desapareció misteriosamente tras publicar un papiro titulado: “La Piedra Filosofal de los Sobres en B”. Al final, Dios lanzó una inspección divina: una tormenta de rayos en forma de formularios y una auditoría firmada por el mismísimo Melquisedec.
Caín, presionado, lanzó un comunicado:
—Todo fue por el bien común. Si alguien se ha sentido espiritualmente defraudado… lo lamento en 12 tablillas.