Sídney

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Ópera de Sídney.png ¡Advertencia!
Este artículo contiene información sobre una ciudad donde todo puede matarte, desde las arañas hasta los turistas.
Si tienes fobia a los animales venenosos o a los precios exorbitantes, no sigas leyendo.
LA INCICLOPEDIA NO SE HACE RESPONSABLE DE ATAQUES DE PÁNICO


Lema ¡Al menos no es Melbourne!

Establecida Un día que los ingleses se aburrieron y decidieron mandar a todos sus delincuentes al fin del mundo

Tipo de Gobierno Gobernado por tiburones y agentes inmobiliarios

Alcalde El que sobreviva más tiempo sin ser mordido por algo venenoso

Situación Peligrosamente cara

Población 5 millones de supervivientes

Gentilicio Sydneysider, Australiano loco

Himno "Waltzing Matilda" versión Death Metal

Sídney (pronunciado "Síd-nii" por los locales, "¡Ayuda, un dingo!" por los turistas) es la única ciudad de verdad en toda Oceanía. El resto del continente-isla-prisión de Australia es un gigantesco parque temático de sobrevivencia o muerte, donde cada criatura viviente ha evolucionado con el único propósito de despachar seres humanos de las formas más ingeniosas posibles. Sídney, en comparación, es el área de seguridad (relativa).

A menudo confundida con "Disney" por los disléxicos, Sídney fue fundada por británicos que consideraron que la prisión de alta seguridad de Gran Bretaña no era lo suficientemente extrema. Desde entonces, la ciudad mantiene su tradición de ser un lugar donde solo los más fuertes (o los que tienen más dinero) sobreviven.

Según las estadísticas, es "técnicamente habitable" y "solo moderadamente letal para humanos adultos sanos". Los niños son considerados "carnada" de tiburón, mantarraya, araña, wómbats, canguros o piratas, en la mayoría de los casos.

Historia

Cita3.pngPerfecto, enviemos aquí a todos nuestros criminales. ¿Qué es lo peor que podría pasar?Cita4.png
Rey Jorge III momentos antes del mayor error de cálculo de la historia británica
Cita3.png¡Por fin! ¡Un lugar donde encajo perfectamente!Cita4.png
Cocodrilo Dundee al llegar a Sídney
Gente buena y bonita fue la primera en habitar la ciudad.

La historia de Sídney comienza en 1788 cuando el Capitán Garfio, después de navegar durante ocho meses con una flota de barcos llenos de criminales británicos que habían sido condenados por delitos como robar un pan para su familia, evadir el impuesto a la ginebra o, en casos extremos, hablar en voz alta en la biblioteca, llegó a esta bahía y exclamó: "¡Perfecto! Aquí es donde construiremos nuestra colonia penal... ¿qué es esa araña gigante que me está mirando directamente a los ojos?" (últimas palabras).

Los marineros de la Primera Flota habían pasado los últimos meses del viaje apostando sobre qué los mataría primero una vez llegaran: el escorbuto, los convictos amotinados, o la fauna local. Nadie apostó por los precios de la vivienda, que resultaron ser el verdadero asesino silencioso. Irónicamente, las mismas habilidades que llevaron a los convictos a la cárcel son ahora los pilares de la supervivencia en la Sídney moderna: robar pan para sobrevivir, evadir impuestos para pagar el alquiler exorbitante y mantener las apariencias para no llamar la atención de un marsupial enfurecido.

Los primeros colonos tuvieron que desarrollar rápidamente habilidades que ninguna universidad británica enseñaba: distinguir entre las 47 especies diferentes de serpientes (todas mortales, incluso las no venenosas que traían pistola), las 23 variedades de wombats letales (clasificados por la velocidad de la muerte) y las 156 formas documentadas en que un canguro aparentemente adorable puede convertirte en papilla humana.

Los primeros años

Arthur Phillip, primer gobernador de Australia, devorado por kiwis, que ironía.

Los primeros años de Sídney fueron una demostración perfecta de cómo una nación logra construir un imperio, no por su ingenio, sino por su pura y obstinada incapacidad para admitir un error.

El primer gobernador, Arthur Phillip, llegó con un manual de instrucciones para establecer una colonia penal que, desafortunadamente, había sido escrito en un pub londinense por un burócrata que nunca había salido de su oficina. El plan original incluía la construcción de una iglesia, una oficina de impuestos y un campo de críquet. Desgraciadamente, la primera flota no trajo constructores, sino más bien un grupo de carteristas y falsificadores que tuvieron que improvisar.

La iglesia se construyó con ramas retorcidas y tenía el aspecto de un nido gigante, la oficina de impuestos consistía en un baúl en el que nadie depositaba nada, y el campo de críquet tuvo que ser abandonado después de que un equipo fuera derrotado por un canguro en pleno partido.

Los colonos aprendieron a construir casas con el material local no porque fueran ingeniosos, sino porque las casas de madera se caían a los tres días. Empezaron a comer pescado porque sus cosechas de trigo desaparecían de formas misteriosas, seguramente era el ladrón, pensaban, pero todos eran el ladrón, concluían.

La fiebre del oro

El Salvaje Oeste australiano estaba en Sídney.

En 1851 se descubrió oro en Nueva Gales del Sur, lo que desató lo que los historiadores modernos llaman "la migración más masoquista de la historia humana". Miles de aventureros de todos los rincones del mundo abandonaron empleos seguros, familias amorosas y países donde las arañas tenían un tamaño razonable para embarcarse en viajes épicos hacia una tierra que prometía riquezas infinitas pero que entregaba principalmente experiencias traumáticas y anécdotas increíbles.

La realidad fue ligeramente diferente a las expectativas. Los que sobrevivieron a los primeros seis días se dividieron en dos categorías: aquellos que efectivamente encontraron oro suficiente para comprar su pasaje de vuelta a casa, y aquellos que encontraron suficiente oro para comprar antiveneno durante el resto de sus vidas naturales. Un tercer grupo, los más numerosos, fueron aquellos que regresaron a sus países de origen con pesadillas recurrentes sobre patocastores venenosos, historias que nadie creía sobre tigre de Tasmania asesinos, y una extraña adicción a verificar el interior de sus zapatos tres veces antes de ponérselos.

Los periódicos de la época documentaron meticulosamente los "casos de demencia post-australiana", una condición médica reconocida que incluía síntomas como mirar constantemente hacia arriba (por si caían koalas), caminar exclusivamente por el centro de los caminos (para evitar emboscadas), y una incapacidad total para relajarse en presencia de cualquier animal más grande que un hámster.

Modernidad

Sídney, intentando con todas sus fuerzas parecer una ciudad cosmopolita y no una colonia penal a la que le fue bien.

El fin de la fiebre del oro no solo trajo más gente a Sídney, sino también una nueva y más peligrosa ambición: el complejo de superioridad. La ciudad decidió que era hora de dejar de ser la "prisión ruda del sur" para convertirse en la "ciudad más importante y sofisticada de Australia y de toda la parte de abajo del planeta, gracias por preguntar". Para esto, se embarcó en una competencia silenciosa, y muy obvia, con su rival Melbourne, una ciudad que, según los habitantes de Sídney, es una especie de sótano artístico lleno de café y gente vestida de negro.

Cita3.pngSi construimos algo que parezca un origami y que cueste miles de millones, nadie se dará cuenta de que el 90% de la población son descendientes de criminales.Cita4.png
Burócrata australiano del siglo XX exponiendo la estrategia nacional

Para probar su superioridad, Sídney construyó sus dos grandes obras maestras de la arquitectura moderna. La Ópera de Sídney, que fue concebida después de que un arquitecto danés le ganara un concurso a otros 232 participantes (incluyendo uno que propuso que todos los de Sídney escaparan con el presupuesto a mejores tierras), y cuyo diseño se inspira en las velas de los barcos... o en platos secándose. La gente de Sídney la ama, aunque la mayoría de las veces solo la usa como fondo para sus selfies o para ir a conciertos de rock sinfónico, para luego presumir que vieron un espectáculo en la Ópera. La otra gran obra fue el Harbour Bridge, conocido como "la percha" por su forma. Su única función no es solo conectar dos puntos de la ciudad sin ser comida de tiburón.

Cita3.png¿Ir en shorts a un restaurante de lujo? Es parte de nuestra cultura. ¿No tener dinero para la hipoteca? También.Cita4.png
Guía turística de Sídney a un grupo de europeos despistados

Sídney, en su eterna búsqueda por ser la ciudad perfecta, también adoptó una obsesión con la playa y la vida al aire libre, ignorando que el sol australiano es un asesino silencioso mucho más eficiente que cualquier criatura marina. Los habitantes han perfeccionado el fingir que no tienen problemas, y que su vida consiste en beber flat whites mientras caminan despreocupados con su tabla de surf siendo un escudo del tamaño del cuerpo, no porque practiquen surf.

Geografía

Cita3.pngPodríamos haber construido una ciudad bonita y ordenada. Pero no, la bahía tenía que ser un laberinto y el suelo un dolor de cabeza.Cita4.png
Geólogo anónimo primer habitante en pedir un mapa
¿Pensabas que era una ciudad? No, son pedazos de montañas submarinas mal pegadas.
Las colinas de Sydney según Google.

Sídney está ubicada en la costa este de Australia, en lo que los geólogos de la época describieron como "una bahía estratégicamente inútil". A diferencia de otras ciudades que se asientan sobre terrenos planos y aburridos, la ciudad se extiende a lo largo de un puerto que no es una bahía, sino una serie interminable de fiordos, calas y ensenadas que los lugareños usan para confundir a los repartidores a domicilio.

Los colonos, acostumbrados a la tierra plana de Inglaterra, se encontraron con una ciudad de colinas incesantes. Estas no sirven para vistas espectaculares, sino para recordarle a sus habitantes, con cada paso, que no tener coche es un pecado capital. El suelo está hecho principalmente de arenisca, un tipo de roca tan blanda que los canguros la pueden excavar, pero tan dura que se negaba a ser domesticada por los constructores. Cada calle que parece recta en el mapa es, en realidad, una montaña rusa diseñada para el tráfico.

El famoso puerto natural no se formó por la erosión de los ríos, sino por un acto de pura rebeldía geológica que buscaba crear el hábitat perfecto para que los barcos de turistas se perdieran para siempre.

Clima

Mapa de calor de Sídney, donde el rojo indica "Vas a sudar hasta la última neurona" y el azul es el agua que no puedes beber porque te van a salir branquias. El amarillo y el azul jamás los visites, jamás.

Ha sido oficialmente clasificado como "subtropical húmedo con tendencias homicidas documentadas". Los veranos, que técnicamente duran de diciembre a marzo, alcanzan regularmente temperaturas de 400°C y una humedad del 1000%, haciendo que caminar por la calle se sienta como moverse dentro de la boca de un dragón. Es la temporada donde la insolación y los ataques de tiburones tienen una correlación estadísticamente significativa, solo por si pensabas que nadar era una buena idea.

El otoño trae temperaturas más moderadas, que engañan a residentes y visitantes haciéndoles creer que finalmente pueden salir a la calle, hasta que descubren que es la temporada de apareamiento de los invertebrados locales, que interpretan el clima agradable como una invitación personal para reproducirse de maneras letales para quien se cruce en su camino.

El invierno en Sídney presenta temperaturas perfectas para actividades al aire libre, siempre y cuando mantengas una vigilancia constante contra la fauna que, contrariamente a la creencia popular, no hiberna sino que simplemente se vuelve más sigilosa y, según algunos herpetólogos, más creativa en sus técnicas de emboscada.

División administrativa

La ciudad se divide en varias regiones, cada una con su propio ecosistema letal característico:

Sydney CBD (Distrito Central de Negocios)

El corazón financiero de la ciudad, donde los únicos depredadores son los banqueros y los agentes inmobiliarios. Aquí es donde un café cuesta lo mismo que el PIB de un país pobre como Ucrania, y un apartamento de una habitación dentro de otro departamento, cuesta más que un castillo en Europa.

Una foto así te hace creer que son felices, pero es al contrario.

The Rocks

El barrio histórico donde los turistas van a "experimentar la auténtica Australia colonial" y terminan siendo auténticamente asaltados por precios que violan los derechos humanos.

Bondi Beach

La playa más famosa de Australia, conocida por sus surfistas, sus cuerpos bronceados y sus ataques regulares de tiburones que los medios locales prefieren llamar "encuentros marinos no deseados".

North Shore

Donde viven las personas realmente ricas, protegidas de la fauna local por muros electrificados y sistemas de seguridad que incluyen cocodrilos entrenados.

Western Sydney

La zona oeste, también conocida como "El Oeste Salvaje", donde las únicas reglas son las de la supervivencia y donde los canguros han formado pandillas organizadas.

Fauna

Canguros mutantes en Sydney CBD.

La fauna letal de Sídney es un grupo de criaturas que han perfeccionado el arte de matarte, desde la más adorable hasta la más obvia. Olvídate de los canguros inofensivos; aquí todo es un depredador en potencia.

Los animales domésticos son el primer nivel de amenaza. El perro australiano ya no es tu mejor amigo; ha evolucionado con glándulas salivales venenosas capaces de paralizarte. Y los gatos Sydney Saber-tooth te atacan con sus colmillos venenosos y una "mirada de indiferencia letal" que te congela la sangre (si es que los habitantes aún tienen sangre, después de vivir entre los insectos de la ciudad).

Casuario en Bondi Beach, si lo ves es porque morirás, si no lo ves es porque ya te mató.

Después viene la fauna urbana común. Las urracas vengativas te odian por haberle gritado a su abuelo hace años y lo recuerdan, bombardeándote desde el cielo con la precisión de la fuerza aérea. El ibis o "pollo de la basura" te ataca con su hedor letal, produciendo un olor que haría llorar a un zorrillo.

En la cima están los depredadores élite. El gran tiburón blanco snob es un crítico de moda y surf que solo ataca a los que considera dignos; la mayoría de las veces te deja ir por "falta de clase". El casuario psicópata te sigue con sus garras perforadoras de metal, simplemente para ver tu terror. Y la serpiente tigre acosadora prefiere seguirte a dos metros de distancia por horas, solo para estudiar tu pánico.

Finalmente, hay especies adicionales documentadas. La araña Redback se especializa en emboscadas en tapas de inodoro, mientras que su primo, el pulpo de anillos azules, usa su camuflaje para hipnotizarte antes de matarte en piscinas naturales. El lagarto monitor te persigue subiendo árboles, solo para recordarte que la evolución le dio una ventaja táctica.

Economía

Acogedor departamento tipo estudio, con una ubicación privilegiada a las afueras de Sídney para personas con carácter, únicamente 100 millones de dólares.

La economía de Sídney es tan única que desafía las leyes de la física, la lógica y la dignidad humana. En este modelo económico, es más barato vivir en la Estación Espacial Internacional que rentar un cuarto de una habitación.

La economía local se basa en el turismo masoquista internacional donde la gente de altos recursos va a sentirse pobre, a eso se le suma el mercado inmobiliario especulativo, donde propiedades aptas para ratas se venden por precios millonarios.

Los agentes inmobiliarios de Sídney tienen su propio diccionario:

"Acogedor": Apenas cabe una persona delgada de pie.

"Con carácter": Las tuberías están a la vista porque no hubo presupuesto para acabados.

"Ubicación privilegiada": Cerca de un hospital, por si te da un ataque al corazón al ver la cuenta del arriendo.

"Estudio": Un espacio tan reducido que no puedes sentarte y acostarte al mismo tiempo sin violar las leyes de la física.

Según el Departamento de Milagros Económicos de Nueva Gales del Sur, el salario promedio solo alcanza si comes tres veces por semana y duermes a la intemperie cuatro noches. La inflación se mide en "unidades de café", y una subida del 5% significa que un café con leche ahora vale un coche usado. El proceso de compra de una vivienda incluye una inspección con equipo de protección personal, una evaluación de riesgos por un economista certificado y la necesidad de desarrollar inmunidad a la pobreza extrema.

Transporte

Ferries acosando lo único que vale la pena visitar en la ciudad.

El sistema de transporte público de Sídney es tan eficiente que los pasajeros a menudo llegan a su destino el mismo día que salieron, aunque no necesariamente el mismo año.

Los trenes de Sídney funcionan con una puntualidad suiza, si Suiza fuera un país del tercer mundo con problemas de alcoholismo crónico. Las estaciones están equipadas con cámaras de seguridad para monitorear no solo a los criminales, sino también a las arañas gigantes que ocasionalmente atrapan al tren en sus telarañas.

Los ferries cruzan la bahía ofreciendo vistas espectaculares de la Ópera y el Harbour Bridge, además de la emoción adicional de posibles encuentros con tiburones que han aprendido a hundirlos. Cada ferry viene equipado con chalecos salvavidas y testamentos en blanco.

El sistema de autobuses está diseñado por la misma gente que creó el laberinto del Minotauro, pero menos intuitivo. Los conductores han desarrollado la habilidad de conducir mientras simultáneamente luchan contra serpientes que ocasionalmente abordan el vehículo.

Gastronomía

Los depredadores no se salvan.

La escena gastronómica es reconocida mundialmente, principalmente por sus precios que desafían las leyes de la física y la economía. La ciudad ofrece:

  • Canguro a la parrilla: Irónicamente, una de las pocas carnes que no intentará matarte antes de ser cocinada pero después sí
  • Barramundi: Pescado local que solo ocasionalmente viene con parásitos cerebrales
  • Pavlova: Postre que causa disputas internacionales entre Australia y Nueva Zelanda sobre su origen

Comer en Sídney es una aventura donde un sándwich cuesta más que una cena gourmet en París, y donde siempre existe la posibilidad de que tu comida contenga ingredientes "sorpresa" cortesía de la fauna local que ocasionalmente invade las cocinas.

Deportes

Estos tres sidneyéses estaban felices de albergar los Juegos Olímpicos, el resto no.

El Rugby League es el deporte más popular, donde hombres gigantes se golpean brutalmente entre sí, preparándolos así para la vida diaria en Australia. El Cricket puede durar hasta cinco días, tiempo suficiente para que varias especies de insectos establezcan colonias en el estadio. Mientras tanto, el surf es practicado por valientes (o dementes) que desafían a tiburones, medusas, y corrientes asesinas por la simple emoción de deslizarse sobre agua que técnicamente podría matarlos.

Turismo

Así lo ven los habitantes de tan aburridos que están de él.

Sídney recibe millones de turistas al año, y un porcentaje importante regresa a casa con historias increíbles, un trauma psicológico y un agujero en la cartera, el resto no regresa y quizá viva ahora en la panza de algún animal.

Como hemos repetido hasta el cansancio, aquí tienes las típicas atracciones de postal: el Ópera de Sídney y el Sydney Harbour Bridge. Y sí, puedes escalar el puente con un equipo de seguridad, por si te ataca una bandada de murciélagos. Después de tanto hablar de ellos, es difícil encontrar más cosas que ver, pero haremos un esfuerzo.

Puedes ir al Taronga Zoo, donde ves animales salvajes de forma "segura", aunque de vez en cuando se escapan y montan una fiesta en los suburbios. También están los Royal Botanic Gardens, que son un buen lugar para admirar la flora local mientras esquivas serpientes venenosas camufladas.

Para que tu visita no termine en tragedia, te dejamos un par de consejos de supervivencia: nunca salgas de tu hotel sin antiveneno universal, y si algo se mueve en tu zapato, no son tus pies. Recuerda, los precios son solo una "sugerencia" y el local que te diga "no es peligroso" probablemente te está mintiendo para no asustarte y cobrar tu seguro de vida.

¿Sabías que...

  • … Sídney es la única ciudad del mundo donde el seguro de vida incluye cobertura específica contra "muerte por fauna urbana"?
  • … la Ópera de Sídney fue diseñada por un danés que nunca había visitado Australia y pensaba que las únicas criaturas peligrosas eran los canguros?
  • … el Harbour Bridge ha sido evacuado 47 veces por "invasiones de vida silvestre"?
  • … existe un protocolo oficial para "negociar territorios" con colonias de arañas en edificios públicos?
  • … Sídney tiene más especies venenosas por kilómetro cuadrado que cualquier otra ciudad del mundo?
  • … los primeros mapas de la ciudad incluían advertencias como "aquí hay dragones", excepto que los dragones eran reales y se llamaban cocodrilos?
  • … la frase "throw another shrimp on the barbie" nunca se usa realmente, porque las gambas atraen tiburones terrestres?
  • … existe un mercado negro de antivenenos donde una dosis puede costar más que un auto?
  • … los servicios de emergencia tienen un departamento especializado en "rescates de fauna doméstica hostil"?
  • … Sídney es la única ciudad donde "muerte natural" incluye ser comido por algo?

Véase también