Surf
| Nombre oficial | Suicidio Recreativo Flotante |
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| Origen | Un hawaiano aburrido dijo: "¿Y si me paro en este palo y veo qué pasa?" |
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| Categoría | Acuático, de riesgo, de ego inflado. |
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| Primer registro | Siglo IV d.C., Polinesia (el primer wipeout fue épico, seguro). |
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| País de origen | Hawái (se expandió como una religión peligrosa). |
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| Popularidad | Mundial (¡especialmente entre gente que vive lejos del mar!). |
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| Número de jugadores | 1 surfista vs 1 océano enojado (las probabilidades nunca están a tu favor). |
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| Idioma predominante | Inglés mezclado con gritos de terror y hawaiano mal pronunciado. |
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| Competencias destacadas | WSL Championship Tour, Juegos Olímpicos (donde se ven los mejores wipeouts), competencias locales (donde la abuela es la que más anima). |
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| Sitio web oficial | La WSL (donde gente bronceada hace que lo imposible se vea aburrido). |
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El Surf, Surfing o simplemente Caerse del Fierro, llámesele como se le llámesele, es un deporte acuático (a veces en el espacio según Silver Surfer) que consiste en pararse sobre un trozo de madera y dejarse arrastrar por las olas hasta estrellarse contra las rocas o perderse en el mar para siempre.
El objetivo secundaria es mantenerse de pie sobre una tabla el mayor tiempo posible antes de que la ola te lance contra el fondo marino a conocer al Titánic, todo esto mientras finges que no tienes miedo y que realmente sabes lo que estás haciendo para no ser avergonzado frente a los extraños que te ignoran completamente.
Historia
Orígenes
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El surf fue inventado hace más de 1000 años como una forma de suicidio por los pueblos del mar (Bolivia) en un intento de enamorar a la Pachamama y hacer el delicioso contra ella.
Por supuesto, gracias a que los bolivianos no sabían ni saben nadar, se hundieron como piedras hasta el fondo del Lago Titicaca donde el Monstro del lago Titicaca se los comió y ya sabes toda la historia sobre como eso los llevó a vivir a Hawái, hasta hay una película de Disney que habla de eso y no vale la pena repetirlo aquí.
Tras morir atragantados por 150 cocos en la garganta, los hawaianos les robaron el invento y lo perfeccionaron haciendo que funcionara por fin, haciendo que sea lo único que valga la pena de esa cochina isla tropical. Así elegían a sus reyes como Kamehameha I, atrapaban a sus peces, elegían a sus parejas y decidían qué hijo iba a sobrevivir y, en periodos de escases, cuál iba a estudiar diseño gráfico para morir de hambre.
Llegada de los haole
En 1778, cuando Jaime Cocinero llegó a Hawaii creyendo que había llegado a Islandia, encontró una cultura del surf tan desarrollada que obviamente lo catalogó de pecado mortal y quiso aprender para pecar juntos. Los que también lo demonizaron, pero no quisieron aprender fueron los misioneros, que condenaron que alguien se divirtiera en el agua con las chiches al aire, considerándolo antinatural y prohibiendo que los lugareños se desnudaran, se divirtieran o acercaran al mar para siempre, .
Pero los hawaianos siguieron surfeando en secreto en sus bañeras mientras los cristianos sufrían enfermedades tropicales letales que convertían sus hábitos franciscanos en faldas de plantitas. Así se desarrollaron las primeras técnicas de surf clandestino, inaugurando la tradición de hacer cosas peligrosas solo porque te dijeron que no las hicieras, como cuando tu mamá te dice que no te juntes con Stephen Hawking.
El renacimiento moderno
El surf moderno (si consideras moderno a algo de cien años) resucitó gracias a Duke Kahanamoku, que era tan bueno nadando que ganó medallas de oro olímpicas humillando a los fraudes que no tenían las manos palmeadas ni respiraban bajo el agua como él, pero en su tiempo libre se dedicaba a pararse en tablas porque nadar rápido perseguido por tiburones tigre y tigres tiburón no era suficientemente peligroso. Duke viajó por el mundo (surfeando, como debe ser) haciendo demostraciones de surf, donde unos iban a verlo como dominaba las olas y otros iban a verlo porque estaba mamadísimo y andaba en calzones.
En California, para los años 50, Malibu ya estaba repleto de californianos bronceados que habían cambiado sus trabajos de oficina por una vida de "seguir las olas, man", creando así la primera generación de surfistas profesionalmente desempleados.
La invasión de los Bitchs Beach Boys
En los años 60, los Beach Boys —la banda más sobrevalorada y bronceada de la historia— cantaron clichés sobre chicas con bikini y autos descapotables, convenciendo a millones de adolescentes no de drogarse, como sería lo correcto y deseable, sino de que el surf era tan fácil como memorizar la letra de una canción y comprar una tabla.
La industria del cine, se unió a la fiesta con películas como "Gidget" y "Beach Blanket Bingo". Estas cintas retrataban el surf como una fiesta interminable en la playa, donde chicas en bikini (o con la mitad de ellos) esperaban a que un surfista musculoso las invitara a bailar. Lo que no mostraban era la realidad: que la mayoría de los surfistas pasan cuatro horas en el agua para atrapar dos olas mediocres, terminan con los labios azules por la hipotermia y las ganas de vomitar.
Modalidades
Surf de olas grandes
Llegas al sur de olas grandes sintiéndote como Superman (no sabes que más bien eres Jackass). Buscas la ola más grande de todas y si por casualidad encuentras un tsunami catastrófico, mejor aún.
Te subes a tu tabla mientras los jet skis te remolcan porque, obviamente, remar hasta allá sería como intentar llegar a Marte usando únicamente tus brazos de oficinista. Cuando finalmente estás frente a ese muro de agua, te das cuenta de que deberías haber escrito un testamento.
Si sobrevives, te convertirás en una leyenda local en lugares como Mavericks, Nazaré y Pipeline, donde otros masoquistas acuáticos van a demostrar que tienes testosterona donde antes debía estar tu cerebro.
Surf competitivo
Te despiertas una mañana y buscas la manera de convertir algo tan libre y espiritual como deslizarse sobre las olas en un circo con reglas incomprensibles, jueces prejuiciosos y puntajes más arbitrarios que el box.
Viajas a lugares con nombres exóticos como Tahití, Fiji y Reino Gay y Lésbico de las Islas del Mar de Coral porque competir en Mar del Plata no suena lo suficientemente místico. Compites frente a jueces que son ex-surfistas cuyas rodillas suenan como maracas oxidadas y que califican tus maniobras usando criterios tan subjetivos que hasta un horóscopo tiene más consistencia científica. Pasas años entrenando para participar en torneos de la World Surf League (WSL) donde luchas por premios en efectivo que apenas cubren tus gastos de viaje y el dudoso honor de aparecer en revistas especializadas que solo leen otros surfistas obsesivos como tú.
Tabla larga
Tu tabla mide más de 1 kilómetro para los experimentados, tres metros para cobardes, y es tan estable que podrías organizar una cena familiar completa encima de ella sin derramar ni una gota de vino.
Desarrollas la habilidad de caminar hasta la punta de tu tabla gigante mientras finges que no estás aterrorizado de caerte y convertirte en el hazmerreír de toda la playa y del cielo cuando llegues allá en unos minutos.
Bodyboard
Estar de pie sobre una tabla es una complicación innecesaria inventada por masoquistas, así que optas por quedarte cómodamente acostado como un perezoso marino. Usas una tabla más pequeña y te calzas aletas en los pies, lo que te hace parecer un pato mutante.
Te acuestas sobre tu pequeña plancha de salvación mientras las olas te llevan como si fueras un pedazo de equipaje perdido, pero secretamente sabes algo que los surfistas tradicionales se niegan a admitir: tu deporte es infinitamente más divertido porque no tienes que preocuparte por mantener el equilibrio mientras una montaña de agua intenta convertirte en puré humano.
Soportas las miradas condescendientes de los surfistas "reales" con la dignidad de quien sabe que está viviendo la vida de la manera más inteligente posible: horizontalmente y sin expectativas de grandeza atlética.
Equipo
Todo comienza con la tabla, un pedazo de fibra de vidrio al que los surfistas le rezan. Son ridículamente caras para ser un simple trozo de plástico, pero el surfista prefiere comprar una nueva antes que pagar el alquiler o alimentar a sus hijos.
Luego, está el traje acuático, un cosplay de goma que te hace ver como una foca recién nacida. Se supone que te mantiene caliente y excitado, pero lo único que logra es que te suden los huevos, o si eres mujeres, también. Ponerse un neopreno es un deporte de contacto en sí mismo. Una vez que te lo pones, te mueves como un robot oxidado. Y quitártelo es aún peor: el traje mojado se pega al cuerpo, haciendo que te veas como si estuvieras luchando con un pulpo.
Y para rematar, están los accesorios que hacen la experiencia aún más especial. El leash es la correa que te une a la tabla. Gracias a esto, la tabla no escapa de ti o, mejor aún, no te escapes de la tabla. La wax es la cera de tortuga marina para no resbalarte, aunque la mayoría de surfistas se resbalan de todos modos. Es más un ritual que una medida de seguridad, un placebo para que te sientas un poco menos torpe. Finalmente, están las quillas, las aletas que te dan el control para que no te estrelles contra el agua como un misil perdido en el océano.
Técnicas básicas
La primera que debes dominar es el paddling o remada, que consiste en nadar como un perro desesperado mientras tu tabla se comporta como un iceberg del Titanic. El secreto está en remar hasta que tus brazos se sientan como espaguetis hervidos.
Luego viene el take-off, es como saltar de un tren en movimiento, pero el tren está hecho de agua y tú eres un pingüino con esclerosis múltiple. Si logras ponerte de pie sin que tu tabla te castigue los testículos o te perfore un pulmón, o ambos, felicidades: ya eres mejor que el 80% de los humanos que intentan esto.
Una vez de pie (si es que llegas ahí), descubres que surfear es como manejar un auto sin frenos, volante ni llantas, mientras alguien te arroja cubetas de agua helada en la cara. En el wipeout tu cuerpo se convierte en un proyectil humano que la ola lanza a donde se le da la gana. Sales del agua tosiendo agua salada en el mejor de los casos, puedes también toser tu bikini (o bañador, o esqueleto) con una sonrisa de "estuvo genial".
Los surfistas
Los surfistas, esa extraña especie que se cree superior por pasar el día en calzoncillos mojados y con sal en el cabello. La sociedad los ha clasificado en distintas categorías, aunque todos comparten el mismo problema existencial de querer vivir de la nada.
Tipos de surfistas
- El Soul Surfer: Generalmente vive en una van y sobrevive comiendo bananas y la buena vibra que la gente que no está en una van le da. Habla constantemente de "la conexión con la madre océano", y considera a los surfistas competitivos unos traidores al espíritu puro del surf. Por lo general, su tabla es más vieja que él.
- El Aggro Local: Considera que las olas en un radio de 50 kilómetros de su casa son su propiedad privada. Usa términos como "invasión" y "respeto" mientras te explica por qué no puedes surfear en "su" playa.
- El Weekend Warrior: Un ingeniero o contador que ha gastado $3000 en equipo para surfear 2 horas los sábados. Su carro está lleno de arena y sus conversaciones están llenas de referencias técnicas que no entiende ni ha practicado. Para él, lo importante no es surfear, es aparentar que surfeas.
- El Grom: Suele tener 14 años, 40 kg y la capacidad de hacer maniobras que desafían la anatomía También es experto en hacer que los adultos se sientan viejos, gordos y torpes con solo mirarlos.
- El Old School: Veterano que aprendió a surfear cuando las tablas se hacían con troncos enteros. Critica constantemente todo lo moderno del surf, sus historias siempre empiezan con "En mis tiempos..." y siempre terminan con un resoplido.
Surfistas legendarios
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- Kelly Slater: El Michael Jordan del surf, excepto que su carrera ha durado más que algunas civilizaciones. Es tan bueno que otros surfistas profesionales lo consideran una especie diferente de homo sapiens, sería Aquaman si no fuera tan calvo.
- Laird Hamilton: Inventó el tow-in surfing (ser remolcado por jet skis) porque remar era demasiado fácil para él. Es famoso por surfear olas que la mayoría de la gente no se atrevería ni a mirar desde la playa. Es tan extremo que probablemente come cristal molido para el desayuno.
- Mick Fanning: Australiano que se hizo mundialmente famoso no solo por ser tricampeón mundial, sino por ser atacado por un tiburón durante una competencia en vivo por televisión. Su reacción de golpear al tiburón mientras gritaba "¡Fuera de aquí!" se convirtió en meme instantáneo y mostró que los australianos realmente son una raza aparte de la humanidad, que ven a un tiburón como si fuera una molestia de mosca.
- Duke Kahanamoku: El primer atleta que consideró que un deporte no era suficiente y que necesitaba dominar todo lo relacionado con el agua, como el Avatar pero con pura agua. Tenía más talento en su dedo gordo que la mayoría de la gente en sus dos dedos gordos.
Peligros
Contrario a lo que dicen los biólogos, los tiburones son bastante listos; no atacan humanos, atacan surfistas. Desde abajo, ven un ser que se para en un pedazo de madera y no tiene ni el respeto por la tierra ni la gracia de una foca. Para un tiburón, los surfistas son una ofensa a la cadena alimenticia y deben ser eliminados.
Pero el mayor peligro no viene del mar, sino de la propia estupidez del surfista. A pesar de que el surf se practica en el agua, muchos no saben nadar. Una decisión tan brillante que algunos lo intentaron en el retrete de su casa y terminaron en el drenaje. Otros peligros incluyen ser seducidos por sirenas, quienes te prometen olas perfectas solo para ahogarte en su nombre. Además, las corrientes de resaca te alejan de la costa mientras tú remas como un hámster en una rueda, hasta que te das cuenta de que la playa es ahora solo un recuerdo lejano. Las lesiones por impacto son la especialidad de la casa, y los surfistas han desarrollado una impresionante resistencia al dolor: desde cortes con su propia quilla hasta golpes en la cabeza con la Fosa de las Marianas.
Véase también
- Ahogamiento
- Hipotermia
- Tiburón
- Traumatismo craneoencefálico
- Bancarrota (por gastar todo en equipo de surf)
- Divorcio (por priorizar las olas sobre el matrimonio)
- Bodyboard
- Windsurf
- Kitesurfing
| Deportes |
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| Deportes de balón, bola y pelota |
| Baloncesto - Balonmano - Béisbol - Fútbol - Fútbol americano - Fútbol canadiense - Fútbol sala - Golf - Rugby - Tenis - Tenis de mesa - Polo acuático - Bádminton - Voleibol - Pool - Canicas |
| Deportes de combate |
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