Que Lo Haga Ricardo
A este artículo seguramente le haga falta ser ortografiado, expandido, arreglado, terminado, y muy posiblemente, borrado. El autor ha sopesado seriamente la posibilidad de hacerlo él mismo, pero tras arduas deliberaciones, finalmente ha decidido Que Lo Haga Ricardo. |
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Que Lo Haga RicardoTM es una filosofía de vida inherente al ciudadano inteligente. Hay un montón de cosas que podemos dejar de hacer el tiempo suficiente como para que otro incauto con menos paciencia o más sentido de la responsabilidad se haga cargo. Es un axioma impepinable de la realidad social y es nuestra obligación aprovecharnos de ello.
Que Lo Haga Ricardo en diferentes ámbitos vitales
En casa
Hay multitud de tareas domésticas que le acechan agazapadas cual hienas esperando amargarle el día. ¡Que las haga Ricardo! La capacidad de escabullirse miserablemente de tan tediosas labores es un arte compleja, pero muy satisfactoria. Describiremos algunos ejemplos.
- Sacar la basura: Ningún científico ha sido jamás capaz de determinar el momento exacto a partir del cual se puede asumir que una bolsa de basura está totalmente llena. Mientras en la bolsa de basura sigan cabiendo cosas, no es necesario sustituirla por otra bolsa nueva. Las leyes físicas de la presión juegan a nuestro favor. Recuerde que la presión hace diamantes, pero también hace la basura más compacta.
- Reciclar: Este punto va unido al anterior. ¿Por qué tenemos que esforzarnos inútilmente en separar nuestros malolientes desperdicios, cuando sabemos a ciencia cierta que, de todas formas, el basurero de turno va a volver a amontonarlos todos juntos en su camión? Además, el reciclaje doméstico supone un porcentaje mínimo en comparación con las posibilidades ecológicas del reciclaje industrial en fábricas y grandes superficies. ¡Que lo hagan ellos!
- Hacer la compra: Neguemos la evidencia. No hay necesidad de salir a comprar comida. El que resiste, gana. Usted está bastante seguro de que podrá sobrevivir unos cuantos días más rascando con una cucharilla los restos de las latas de conserva que se acumulan en la nevera. En casos extremos, puede echar un vistazo al cubo de la basura de antes, convenientemente repleto (¡Dos pájaros de un tiro!). Seguro que alguno de sus familiares está más necesitado de alimento que usted. Tarde o temprano, se rendirá y se arrastrará babeante hasta la tienda de comestibles más cercana. Y, si decide no hacerlo, ¡mejor aún! Las reservas de comida aumentarán hasta alcanzar para las siguientes semanas (dependiendo del índice de masa corporal de su ex - familiar)
- Hacer limpieza: El caos es una forma propia del orden. Esta frase le permitirá disfrutar de mucho tiempo libre en su sofá, mientras sus congéneres husmean rebuscando algún resto comestible entre las montañas de basura, artefactos diversos, restos orgánicos y materiales inclasificables de todo tipo que decoran el salón. Alguno de ellos se rendirá finalmente y agarrará una escoba. Tal vez sea para abrirle la cabeza a usted a escobazos, pero tarde o temprano entrará en razón. La resistencia pasiva es un invento estupendo.
En el trabajo
El competente desempeño de la actividad profesional es una de las tareas que caracteriza al hombre productivo moderno. Pero desengañémonos: el trabajo está sobrevalorado. Si fuera algo bueno, no nos pagarían por hacerlo.
- Médico de urgencias: Es posible que el apéndice palpitante de esa niña esté a punto de reventar, pero, bien mirado, en sólo cuarenta minutos, su turno terminará y llegará un relevo fresco y dispuesto a hacerse cargo de tan delicada situación con ánimos renovados. Un ratito en los lavabos de la cafetería escuchando con el Ipod las canciones de Pink Floyd a todo volumen y el problema se desvanecerá por sí solo.
- Policía: Esas alarmas son bastante ruidosas. Usted se encuentra de patrulla a menos de dos manzanas del lugar de los hechos, pero hoy día cualquier persona de bien guarda bajo su almohada un buen arsenal de armas de corto alcance. Y además, ¿para qué están las patrullas de vecinos? Apague la dichosa emisora de radio y abra de una vez esa caja de donuts. Lástima no tener palomitas para disfrutar del espectáculo.
- Piloto de Aerolínea Regular: Todo el mundo lo sabe: en las películas, cuando le ocurre algo al piloto, cualquier mindundi del tres al cuarto es capaz de hacer aterrizar la aeronave sin complicaciones con la sola ayuda de unas escuetas instrucciones transmitidas por algún empleado de limpieza del aeropuerto desde la torre de control. Así que, ¿por qué molestarse en apretar todas esas palancas y botones? La azafata está esperando en el reservado. ¡Que lo haga Ricardo!
- Negociador de rehenes en casos de secuestro: La Inteligencia Artificial ha sido desarrollada de forma exponencial en los últimos años. Cualquier algoritmo de respuestas no muy sofisticado, al estilo de los contestadores automáticos de las compañías telefónicas, cumplirá con creces con la sencilla labor de convencer al chalado del cinturón de explosivos atrincherado en la escuela parroquial para que deponga su actitud y se entregue a las Autoridades con lágrimas en los ojos. Todo el mundo tiene derecho a ponerse enfermo de vez en cuando, máxime cuando retransmiten por televisión gratuita el partido de fútbol de su equipo favorito.
- Operario de una central nuclear: Uno de los indicadores de presión da un valor por encima de lo permitido. Hay un protocolo para comprobar el circuito primario, el secundario, el terciario y hasta el cuaternario. ¿Y bien? Sí, es cierto que en Chernóbil ocurrió un accidente terrible por una bobada así. Pero, ¿para qué están los protocolos sino para incumplirlos? Usted es muy extravertido, le gusta estar de conversación con los compañeros de trabajo (especialmente si son compañeras), se pasa el día en la cafetería fumando y hablando de música. Y sabe que precisamente esas son sus obligaciones laborales. No esas bobadas del mantenimiento, controles y demás tonterías. Deje los libros de física atómica e ingeniería para quienes jamás se comen una rosca con el sexo opuesto. La última vez que usted usó Internet fue para descargarse la discografía completa de Pink Floyd. Seguro que encuentra algún pringado que se encargue de cumplir el protocolo, esté o no calificado. Pruebe a decírselo a la señora de la limpieza y a la recepcionista, que sean ellas las que revisen el circuito primario, el secundario y el terciario. Si saben desmontar una cafetera y limpiarla seguro que saben también supervisar los circuitos de refrigeración de la central nuclear. Si encuentran alguna fuga o rotura pueden repararla usando esparadrapo.
Delegacion de labores.- Esta claro que el mejor trabajador en grupo es aquel que sabe adaptarse al tamaño de la Empresa, si haces las labores que superan tus funciones pueden creer que eres un trepa, un usurpador de cargos y levantar suspicacias entre tus inmediatos superiores, mejor no hacer esas tareas, pero tambien, si las labores que desarrollas son en exceso sencillas, puede significar que te estas metiendo en el terreno de los peones y aprendices, limitandoles su aprendizaje y dificultando su carrera, por lo cual es mejor dejarlo estar....Llegado este punto. La dificil tarea de valorar tus labores justas, se puede resumir en una sola...delegación. Si delegas a un inferior, o compañero más novato, es igual, esas tareas dificiles de catalogar como propias, estas promocionando y facilitando ascensos, formando y adecuando al personal. Asi pues, que lo haga Ricardo, tiene sus ventajas siempre.
En la vida cotidiana
En cualquier momento de nuestra vida, podemos encontrarnos con circunstancias en las que, de una u otra forma, una rápida actuación por nuestra parte resulte necesaria o incluso imprescindible. Deberemos aprender a reconocer y prever estos momentos, para así poder salir pitando en cuanto vislumbremos la posibilidad de que nos topemos con alguno.
- Auxilio en carretera: Un artefacto humeante que pudiera haber sido un coche alguna vez, arde en el arcén de la autopista estampado contra un muro en plena noche mientras unos desesperados bracitos intentan en vano accionar el mecanismo de apertura de las puertas traseras entre gritos de espanto y dolor. ¿O era otra cosa? ¡A tanta velocidad, uno nunca está seguro! Bueno, Ricardo vendrá detrás que lo verá mejor. Además, que yo sepa, no cobro ningún sueldo mensual por labores de atención en carretera a otros conductores. ¡Que se arreglen los del seguro!
- Pagar la cuenta: Tras la opípara cena en el restaurante de cinco tenedores de la esquina, no hay que darse prisa en sacar la cartera. Está comprobado: una adecuada visita al excusado en el momento oportuno es el mejor medio para cenar gratis noche tras noche. A la vuelta, recuerde que puede cruzarse con el camarero que viene de cobrar a sus compañeros de mesa. No dude en decirle que se quede con el cambio. ¡Usted es un Señor! Muéstrese ofendido ante los demás comensales por no habérsele permitido hacerse cargo de la minuta. Antes de volver a su casa, no olvide pronunciar aquello de "¡La próxima vez pago yo!".
- Defendiendo al inocente: Ese pequeño grupo de cabezas rapadas parecen estar manteniendo un ligero intercambio de opiniones con un compañero magrebí. Seguramente le estarán intentando vender alguno de esos bates de béisbol, puños americanos o cuchillos de doble hoja. Y si se trata de otra cosa, ¿para qué pagamos nuestros impuestos? ¡Son esos policías obesos, los que descansan en sus coches patrulla comiendo donuts y tomando café, quienes se deberían hacer cargo! De todas formas: si tan enfadados están con él, será porque algo les habrá hecho, ¿no?
Otros recursos
Finalmente, si falla eso de "Que Lo Haga Ricardo", queda también otro recurso: "Que se quede sin hacer".
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Para los interesados en la versión menos seria y verídica, Wikipedia tiene un artículo sobre: Que Lo Haga Otro |