Burj Al Arab
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Burj Al Arab (برج العرب, en letra de médico) significa literalmente “si tienes que preguntar el precio, mejor vete a un Ibis Budget”. No, no somos una nave espacial ni un velero gigante de una dimensión paralela (aunque lo intentamos), sino el hotel más escandalosamente caro y excesivo que este mundo terrenal ha visto jamás. Nos ubicamos en Dubái, el único lugar donde puedes encontrar lujos innecesarios en medio de la nada, y aun así pensar que eso tiene sentido.
Somos tan exclusivos que inventamos nuestra propia categoría de 7 estrellas, porque saltarse la sexta es suficientemente cabalístico como nuestros clientes más exclusivos que también son psicológicamente extraños. Aquí se alojan personajes como Chales Foster Kane, Elon Musk, Smaug y hasta Jimbo Wales (sí, el mismo que te persigue por $3 en Wikipedia).
Tenemos un helipuerto en cada habitación, el 39% de su altura es una pérdida de espacio lo que hace que sea el aire más caro del mundo. Nuestras suites cuestan lo que el PIB de un país pobre (como Alemania), y después de la pandemia, incluso decidimos convertir una de ellas en un museo, para poner las momias de nuestros jeques pasados.
Sobre nosotros
El Burj Al Arab no es solo un hotel. Es una experiencia. Una experiencia que no podrías pagar ni vendiendo tus 17 riñones.
Nuestra historia
Todo comenzó allá por el año 700 d.C., cuando un jeque visionario, o quizás simplemente víctima de una insolación del desierto, pensó que construir un hotel en medio del mar sería una idea brillante. El objetivo era competir con La Meca en robar dinero del turismo. Pero no funcionó bien porque en aquel entonces, las tribus árabes tenían menos dinero que un venezolano estafado por un ejército de mercenarios. Su idea de lujo era una balsa con un cojín encima flotando en el mar, que para el siglo VIII era, digamos, el Ritz-Carlton del momento.
Pero no nos rendimos. Solo esperamos unos 1300 años hasta que descubrimos que ese líquido negro que usábamos para freír kebabs tenía otro uso. Se llamaba petróleo y era bastante rentable. De pronto, teníamos más dinero que arena. Y cuando tienes tanto dinero, ¿qué haces? Exacto, construyes una isla en el mar porque construir islas sobre tierra es muy tonto.
Inspirados por nuestra historia balsera hicimos el hotel en forma de una vela. ¿Un velero gigante? ¿Un rascacielos? ¿Una trampa para confundir a los turistas sobre el tamaño de nuestra flota pesquera? ¡Sí, sí y sí! Para hacerlo realidad compramos dos millones de esclavos subsaharianos que lo terminaron en 1999, sobreviviendo dos que fueron despedidos porque olvidaron poner un caramelo sobre una almohada.
Interior
El diseño interior del Burj Al Arab es el resultado de una épica batalla entre minimalistas y barrocos. Los barrocos ganaron en las habitaciones, que cuentan con:
- Cantidades obscenas de mármol
- Terciopelo suficiente para vestir a un ejército de osos de peluche tamaño real
- Suficientes hojillas de oro para hacer creer a los huéspedes que están dentro de una barra de chocolate gigante
- Elefantes vivos sosteniendo columnas, porque la conservación es importante y los elefantes siempre han soñado con ser cariátides
- Billetes de 500 euros como papel higiénico, porque el dinero sí crece en los árboles (al menos en Dubái)
- Literalmente cualquier cosa que el cliente desee, porque el cliente siempre tiene la razón (especialmente cuando paga tanto)
Los minimalistas, por su parte, ganaron el vestíbulo. Pintaron todo de blanco y se sintieron muy orgullosos por aproximadamente 5 minutos, hasta que el jeque lo vio y decidió que necesitaba un toque más... personal.
Acuario
El hotel cuenta con acuarios ultra exclusivos donde se encuentran todas las especies marinas en peligro de extinción. Los huéspedes pueden seleccionar su favorita para un delicioso ceviche, porque YOLO (You Only Live Once, al igual que estas especies).
Críticas
El Burj Al Arab ha sido criticado por ser "demasiado lujoso", "excesivamente ostentoso" y "un monumento al derroche". El hotel considera estos comentarios como los más grandes elogios que jamás ha recibido.
Referencias
- "Cómo gastar mil millones de dólares y aún así quedarse corto", Editorial Jeque Bolsillos Profundos, 1999.
- "Minimalismo vs. Barroco: La batalla del siglo", Revista de Diseño Interior y Gladiadores, 2000.
- "Manual de supervivencia para elefantes arquitectónicos", Elefante Press, 2001.
Nuestras instalaciones
Habitaciones
Nosotras, las habitaciones del Burj Al Arab, somos todas suites porque, francamente, si estás aquí, las palabras "presupuesto" y "ahorro" no están en tu vocabulario. Aunque nuestro hotel tiene un tamaño monstruoso, somos sorprendentemente pocas. De las 202 que somos, 201 somos suites y hay una habitación "normal" para algún millonario que se crea tan humilde como Mohandas Gandhi por haber llegado borracho.
La más pequeña de nosotras ocupa el doble del tamaño de la casa de ese humilde redactor de Inciclopedia, mientras que la más grande rivaliza con la mansión de los administradores del sitio. Pero hey, ¿quién está midiendo, verdad?
Nos enorgullecemos de ofrecer algunas comodidades "básicas":
- Seis baños por habitación, porque usar el mismo baño dos veces es de pobres.
- Una cancha de tenis privada, para cuando quieras jugar a las 3 de la mañana.
- Tres jacuzzis, porque uno simplemente no es suficiente.
- Un zoológico privado con animales exóticos, porque ¿quién no quiere despertar con el rugido de un león?
- Tres cuartos de table dance, para cuando necesites un poco de... entretenimiento.
- Un helipuerto personal, porque los ascensores son tan del siglo XX.
- Varios "asistentes personales" de África subsahariana (no hacemos preguntas, tú tampoco las hagas).
- Un Lamborghini Diablo de regalo debajo de la almohada, porque ¿quién no necesita un auto deportivo de emergencia?
Todo esto es solo para que te sientas "cómodo". Después de todo, ¿no es eso lo mínimo que esperas cuando pagas más por una noche que lo que la mayoría de la gente gana en un año?
Recuerda, en el Burj Al Arab, el exceso no es suficiente. Si no te sientes como un sultán con complejo de dios, simplemente no estamos haciendo nuestro trabajo correctamente.
Restaurantes
Nuestros Restaurantes Nosotros, los restaurantes del Burj Al Arab, ofrecemos opciones para todos los gustos. Desde "Extremadamente Caro" hasta "¿Es este el PIB de un país pequeño?". Somos nueve en total, porque ¿quién quiere comer en el mismo lugar dos veces?
Nos especializamos en esas cosas "exquisitas" que los ricos comen, como huevos de pescado en lugar del pescado e hígado de ganso en lugar del ganso. ¿Por qué comer el animal entero cuando puedes disfrutar solo de una pequeña parte a un precio exorbitante?
Estamos estratégicamente ubicados por todo el hotel porque a veces nuestros huéspedes se llevan mal entre ellos y prefieren comer en un restaurante privado. Aunque, por supuesto, cada suite tiene su propio puesto de tacos y tamales, por si acaso.
Entre nosotros destacamos:
El Restaurante Submarino Construido bajo el mar, ofrecemos no solo la vista sino la comida subacuática para que el cliente elija. Nuestro menú incluye:
Delfín al mojo de ajo Lengua de ballena azul a la crema de Kraken Huevos de tortuga marina aderezados con una fina capa de lágrimas de ambientalista Todos nuestros platos vienen con una generosa porción de culpa y una copa de vino tinto de las lágrimas de Neptuno.
El Restaurante de la Terraza A 200 metros de altura, ofrecemos una vista panorámica de Dubái que te hará olvidar que estás a punto de gastar el equivalente a un año de salario en una sola comida. Nuestra especialidad es el águila calva americana con esencia de vainilla, servida con una guarnición de "libertad" y "democracia".
Como toque especial, al final de la comida, nuestro chef se coloca sobre una trampilla. Si la comida le gustó al comensal, el chef recibe su aprobación. Si no le gustó la comida o el servicio... bueno, digamos que tenemos un sistema muy eficiente para manejar las críticas. La caída de 200 metros a una plancha de concreto garantiza que sus comentarios sean atendidos de inmediato.
Recuerden, en el Burj Al Arab, no solo alimentamos sus estómagos, sino también su ego y su sentido del drama. ¡Buen provecho y que su billetera descanse en paz!
Spa
Ofrecemos tratamientos de belleza con ingredientes que ni sabías que existían. ¿Masaje con polvo de meteorito? Lo tenemos. ¿Facial de caviar de esturión albino? Por supuesto.
Piscina
Nuestra piscina está llena de lo que los plebeyos llaman "agua", pero nosotros preferimos llamarlo "lágrimas de sirena destiladas".
Política de reservas
Nosotros, el equipo de reservas del Burj Al Arab, hemos diseñado una política tan exclusiva como nuestro hotel. Después de todo, no cualquiera puede hospedarse aquí. Aquí están nuestras reglas doradas:
- Verificación de riqueza: Antes de aceptar su reserva, requerimos un estado de cuenta bancario reciente. Si no tiene al menos seis ceros antes del punto decimal, le sugerimos amablemente que considere alojarse en una caja de cartón junto a la playa.
- Prueba de excentricidad: Necesitamos asegurarnos de que nuestros huéspedes sean lo suficientemente excéntricos. Por favor, envíe una foto de usted bañándose en caviar o alimentando a su tigre mascota con filetes de Kobe.
- Depósito de "por si acaso": Requerimos un depósito equivalente al PIB de una pequeña nación insular, solo por si acaso decide llevarse una toalla o el minibar completo como recuerdo.
- Dress code: Si su guardarropa no incluye al menos tres coronas y un cetro, le pedimos que reconsidere su estancia.
- Política de cancelación: Las cancelaciones deben hacerse con al menos 6 meses de anticipación. La penalización por cancelación tardía es la compra forzosa de una pequeña isla en el Caribe.
- Mascotas: Aceptamos mascotas, siempre y cuando sean exóticas y potencialmente peligrosas. Los chihuahuas están estrictamente prohibidos, pero los tigres de Bengala son bienvenidos.
- Llegadas: Ofrecemos traslados en helicóptero bañado en oro desde el aeropuerto. Si llega en un vehículo terrestre, asumiremos que se ha equivocado de hotel.
- Método de pago: Aceptamos tarjetas de crédito negras, lingotes de oro y pequeños países como forma de pago. Lo sentimos, no aceptamos efectivo, es demasiado común.
- Política de privacidad: Garantizamos total discreción sobre sus actividades durante su estancia, siempre y cuando no involucren la destrucción de planetas o la creación de agujeros negros.
- Satisfacción garantizada: Si por alguna razón no está completamente satisfecho con su estancia, le ofreceremos una disculpa escrita en una hoja de oro de 24 quilates. No hacemos reembolsos, porque francamente, si puede permitirse quedarse aquí, no los necesita.
Nuestros clientes frecuentes
Nosotros, el exclusivo club de clientes frecuentes del Burj Al Arab, somos un grupo tan selecto que incluso los multimillonarios hacen fila para unirse. Aquí te contamos un poco sobre nosotros:
- Jeques y Sultanes: Formamos el núcleo duro de los clientes frecuentes. Venimos aquí cuando nuestros palacios están en remodelación o simplemente cuando queremos sentir la experiencia de vivir en un lugar "modesto".
- Estrellas de Hollywood: Nos hospedamos aquí cuando queremos escapar del ojo público. Irónicamente, elegimos el hotel más llamativo del mundo para hacerlo.
- Magnates tecnológicos: Venimos a desconectar en un lugar donde la tecnología es tan avanzada que hace que nuestros últimos gadgets parezcan juguetes de la edad de piedra.
- Herederos "self-made": Nos encanta venir aquí a trabajar en nuestros libros de autoayuda sobre cómo hacerse rico con el sudor de la frente (de otros).
- Dictadores "de vacaciones": Elegimos este hotel porque es el único lugar donde podemos sentirnos como en casa sin tener que oprimir a nadie.
- Influencers de lujo: Venimos aquí a tomar fotos para nuestro Instagram. Sí, nos toma una semana entera fotografiar cada rincón del hotel.
- Oligarcas misteriosos: Preferimos no dar nombres, pero digamos que si el petróleo o el gas natural fueran personas, estarían hospedados aquí.
- Coleccionistas de países: Hemos comprado tantos pasaportes que necesitamos una suite entera solo para guardarlos. El Burj Al Arab es el único hotel que entiende nuestras necesidades.
- Astronautas millonarios: Después de orbitar la Tierra, el único lugar que se siente suficientemente exclusivo es el Burj Al Arab.
- Miembros de sociedades secretas: No podemos decir mucho, pero digamos que las reuniones anuales de los Illuminati se llevan a cabo en la suite más grande.
Nuestro programa de fidelidad es tan exclusivo que ni siquiera sabemos qué beneficios ofrece. Cada vez que nos hospedamos, nos sorprenden con algo nuevo, como un país pequeño o una luna de Júpiter.
Recuerda, si tienes que preguntar si calificas para ser un cliente frecuente, probablemente no lo seas. Pero no te preocupes, siempre puedes admirar el hotel desde la playa pública... con binoculares.
Advertencias
No nos hacemos responsables si sufre un ataque al corazón al ver su factura final. Los huéspedes que intenten pagar con "exposición en redes sociales" serán amablemente escoltados a la salida. Por amablemente, queremos decir catapultados desde el helipuerto. Si tiene que preguntar el precio, probablemente este no sea el lugar para usted. Pero no se preocupe, hay un hostal encantador a solo 50 km de aquí.