Copa Intercontinental

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La Copa Intercontinental (en inglés Intercontinental Cup y en español el Mundial de Clubes de los Ricos) fue una competición que se disputó de 1960 al 2004 entre el campeón de la UEFA Champions League y el campeón de la Copa Libertadores de América. Era un torneo muy elitista ya que los jugadores de los equipos participantes tenían que presentarse vestidos de frac. Pero este criterio no aplicaba para las aficiones y muchas veces había batallas campales entre las hinchadas, como cuando se enfrentaron los Hooligans del Manchester United de Inglaterra contra las Barras Bravas del Estudiantes de la Plata de Argentina.

La FIFA compró los derechos del torneo en el 2004 para poder invitar a jugar a los campeones de África, Asia, Oceanía y la Concachampions contra los campeones de la Champions y de la Libertadores. El cambio de formato ha permitido que las estrellas de los países emergentes puedan tomarse fotos y pedirle autógrafos a sus ídolos de Europa y Sudamérica, además que le ha dado muchos votos a Joseph Blatter para eternizarse en la presidencia de la FIFA.

Origen

Alfredo Di Stéfano, mostrando el marcador de la primera Copa Intercontinental

La Copa Intercontinental se creó en 1960 para acabar con las discusiones que había en los bares sobre cual era el mejor club de fútbol del mundo. Los europeos decían que el mejor equipo del mundo era el Campeón de Europa, los sudamericanos sostenían que el mejor equipo del mundo era el Campeón de la Libertadores y Pelé decía que el mejor club del mundo era el Santos de Brasil. Como las discusiones acababan siempre en peleas que destrozaban los bares, los dueños de los establecimientos le pidieron a la UEFA y a la CONMEBOL que organizaran un partido para definir al mejor club del mundo. No pidieron la intervención de la FIFA porque sabían que iba a darle el título al Santos para apoyar a Pelé.

La primer Copa Intercontinental se disputó en 1960 entre el Real Madrid de España y el Peñarol de Uruguay. El Real Madrid aplastó al cuadro manya con un global de 5 a 1 gracias a los goles de los españolísimos Ferenc Puskas, Alfredo Di Stéfano y Paco Gento. Francisco Franco estuvo a punto de intervenir para comprarle la Copa al Real Madrid. Pero después de ver lo mal que jugaba el cuadro carbonero, Franco decidió que no valía la pena invertir los impuestos de la España una, grande y libre en un trofeo que ya estaba ganado.

Historia

Los 60s, el inicio, el inicio de la historia, el inicio

La década de los Beatles continúo con la final de 1961 donde se enfrentó el Benfica de Portugal contra el Peñarol. António de Oliveira Salazar, dictador de Portugal, tenía la costumbre de imitar lo que su homólogo español Franco hacía y decidió no comprar la Copa para su Benfica. Pero el cuadro carbonero sí se preparó para este duelo y le puso una goleada al equipo portugués para darle a Sudamérica su primer Copa Intercontinental.

Ah, ¿es que creían que Pelé no fue a buscar su Copa?

La década continuó con un Santos que obtuvo con los campeonatos de 1962 y 1963 porque Pelé quería la Copa y tanto el Benfica como el A.C. Milán de Italia no le podían decir que no al astro brasileño. En 1964 y 1965 el Inter de Milán de Italia ganó las Copas aplicando el catenaccio sobre su portería, sobre los delanteros del Independiente de Argentina, sobre todas las casas y sobre todas las señoritas de la mitad del Barrio de Avellaneda.

El Peñarol y el Real Madrid se volvieron a enfrentar en la final de 1966, donde el cuadro merengue y Franco llegaron muy confiados y ni siquiera entrenaron para la final. El cuadro manya sorprendió a propios y extraños al ganarle al Real Madrid en el Santiago Bernabeú. Fue tal el enojo que un sector de la afición madridista sacó pañuelos y comenzó a gritar Franco dimisión, Franco dimisión. Al día siguiente se liberaron 5,000 carnets de socios del Real Madrid y hubieron 5,000 denuncias de desaparición en la capital española.

En 1967 el Racing de Argentina le ganó al Celtic de Escocia y fueron a echarle en cara su triunfo a su odiado rival, el Independiente de Avellaneda. En 1968 Estudiantes de la Plata le ganó al Manchester United en un duelo donde se enfrentaron las Barras Bravas pincharratas contra los Hooligans red devils, dando un adelanto de la Guerra de las Malvinas. La década terminó con la llegada del hombre a la luna y el campeonato para el Milán, que derrotó al Estudiantes de la Plata en medio de una gran batalla campal. En venganza por la derrota, la policía argentina arrestó a todos los jugadores del Milán.

Los 70s, la Copa ya no le importa a Europa

La década hippie fue una pachanga para la Copa Intercontinental. Al campeón de Europa le interesaba poco o le importaba nada esta competición y buscaba cualquier pretexto para no competir en este torneo. Que si la final era en las mismas fechas que el Oktoberfest, que si no había dinero para viajar ni para pagarle los cigarros a Johan Cruyff, que si a los ingleses no les gustaba la comida de Sudamérica o que si los aficionados sudamericanos eran unos salvajes.

Los partidos de la Copa Intercontinental se distinguían por su Fair Play.

En 1970 el Feyenoord de los Países Bajos de Holanda fue campeón sobre el Estudiantes de la Plata. El equipo pincharrata exigió el antidoping al cuadro holandés, pero el Feyenoord se defendió argumentando que quienes se drogaban eran los equipos de Ámsterdam y no los de Róterdam. En 1971 el triunfo fue para el Nacional de Uruguay que le ganó al subcampeón europeo, el Panathinaikos de Grecia. El campeón europeo, el Ajax de los Países Bajos de Holanda no participó en el torneo porque a su estrella Johan Cruyff se le enterró una uña y no podía viajar a Uruguay para desplegar el fútbol total. En 1972 el Ajax le contrató un podólogo a Cruyff y desplegaron el fútbol total para ganarle al Independiente de Avellaneda. Johan Cruyff se convirtió en el nuevo ídolo de la afición del Racing.

El Ajax tenía el lugar asegurado para la Copa Intercontinental de 1973. Pero problemas económicos que tuvieron que resolver vendiendo a Cruyff al Barcelona de España evitaron que el equipo holandés fuese la cita y tuvo que jugar la Juventus de Italia contra el Independiente de Avellaneda. Independiente ganó y pasearon la Copa por todo el Barrio de Avellaneda para demostrarle al Racing que ya estaban parejos en títulos. La final de 1974 fue entre el Atlético de Madrid de España y por enésima vez el Independiente de Avellaneda. El equipo español sustituyó al campeón europeo, el Bayern Munich de Alemania, que no podía viajar ya que el partido se empalmaba con el Oktoberfest. El campeonato del Atleti quedó inmortalizado en unos versos de Joaquín Sabina.

La final de 1975 no se disputó porque se programó de nueva cuenta en las fechas del Oktoberfest y el Bayern de Munich no pudo disputar el título contra el Independiente de Avellaneda. En 1976 el campeón fue el Bayern de Munich, que verificó que el partido no fuera en las misma fechas del Oktoberfest y fue a ganarle al Cruzeiro de Brasil. En 1977 el campeón fue el Boca Juniors de Argentina, que disputó la final contra el Borussia Mönchengladbach de Alemania. Originalmente iba a jugar contra Boca el poderoso Liverpool, pero el papá de un joven llamado Mauricio Macri convenció al equipo inglés de no jugar el partido con varios millones de libras esterlinas que salieron del capital social del club xeneize.

La final de 1978 iba a ser de cuenta entre Boca Juniors y el Liverpool. El señor Macri ya no quiso pagarle al cuadro de Merseyside y el equipo inglés decidió no viajar a la Argentina. La última copa se disputó en 1979 entre el Malmö de Suecia y el Olimpia de Paraguay. El cuadro guaraní fue el campeón en aquella ocasión. La final originalmente iba a ser contra el Nottingham Forest de Inglaterra, pero el cuadro inglés no quiso ir porque a Robin Hood y los hombres de Sherwood no les gustaba la comida paraguaya y preferían comer los ciervos del Príncipe Juan.

Los 80s, la Copa se muda a Japón

Los jugadores de River Plate huyendo del Estadio Nacional de Tokyo con la Copa Intercontinental.

La Copa Intercontinental se disputaba a dos partidos, uno en Europa y otro en Sudamérica. Esto ocasionaba que los equipos europeos buscaran cualquier pretexto tonto para no disputar el torneo. Para evitar estos problemas se decidió disputar la Copa Intercontinental en un lugar que además de ser neutral, tuviese muchos patrocinadores y bastante dinero para pagarle el viaje a los equipos europeos y sudamericanos. Se decidió por Japón y como en la final de 1980 este país le pagó el viaje hasta a las mamás de los utileros, ningún equipo europeo ni sudamericano faltó a la cita.

Para la final de 1980 el comité organizador japonés compró ciervos del bosque de Sherdwood para poder alimentar a los jugadores del Nottingham Forest y no hubiese pretexto para que faltasen a la cita intercontinental. Pero esto no fue suficiente y el cuadro inglés perdió ante el Nacional de Montevideo. Para asegurar la asistencia del Liverpool en la final de 1981 el comité organizador le pagó mas dinero al cuadro inglés que lo que Mauricio Macri y su padre podrían llegar a ver en sus dos vidas juntas. Pero a pesar de esto, el Flamengo de Brasil ganó la final 3 goles a 0.

Los japoneses decidieron ya no dar incentivos extras a los campeones europeos. Y después de la derrota del Aston Villa inglés ante el Peñarol en 1982, del Hamburgo ante el Gremio de Brasil en 1983 y del Liverpool ante el Independiente de Avellaneda en 1984, el comité organizado estaba pensando seriamente en reemplazar al campeón de la Copa Europea de Campeones por el Campeón de la Copa de Campeones de la CONCACAF.

Pero en 1985 Michel Platini y la Juventus de Turín le demostraron al mundo que el mejor fútbol de clubes estaba en Europa. La vecchia signora del calcio no se asustó ante los bichos argentinos y los terminó aplastando en penalties. En 1986 el mas grande fue el River Plate, que le ganó a los vampiros comunistas del Steaua de Bucarest de Rumania con su estilo, sus estrellas y su gente.

La final de 1987 la ganó el Porto de Portugal al descarrilar la máquina del Peñarol al meterle vino de oporto a las vías del ferrocarril uruguayo. En 1988 el Nacional de Montevideo fundió a los focos Philips del PSV Eindhoven de los Países Bajos de Holanda. En 1989 Silvio Berlusconi demostró que su dinero era mas poderoso que el dinero del crimen organizado colombiano al ganarle el Milán al Atlético Nacional de Colombia por 1 a 0.

Los 90s, la Champions League se queda con la Copa

Bianchi también fue a probar suerte en Japón

La idea de concederle el torneo a Japón fue exitosa. Los campeones de Europa y de Sudamérica ya no pusieron mas pretextos ya que el comité organizador les daba todo el dinero, las películas de Godzilla y el sushi gratis que quisieran por participar en la final de la Copa Intercontinental. Los campeones de la Copa Europea de Campeones comenzaron a tener mas motivación para ganar el torneo, porque los japoneses le daban mas dinero y mas sushi gratis al campeón.

Los dos primeros campeonatos de la década fueron para Europa. El de 1990 lo ganó el Milán de Berlusconi, ahora ante el Olimpia de Paraguay. El segundo lo ganó en 1991 el Estrella Roja de Belgrado yugoslavo, quien derrotó al Colo-Colo. Desafortunadamente el equipo europeo no pudo celebrar el triunfo en su país, porque después de la final ya no había Yugoslavia a donde regresar.

En 1992 la Copa Europea de Campeones se cambió de nombre legalmente a UEFA Champions League. Pero el cambio de nombre ayudó mas a Sudamérica que se llevó tres campeonatos seguidos. Los de 1992 y 1993, que el Sao Paulo de Brasil le ganó al F.C. Barcelona y al Milán. Y el campeonato de 1994, donde el Vélez Sársfield de Argentina le ganó al Milán. Carlos Bianchi, entrenador del Vélez, le aplicó una sopa de su propia medicina italiana al Milán y aplicó un catenaccio tan rácano y aburrido que cuando el público despertó, el dinosaurio todavía estaba allí, entregando la copa al cuadro argentino.

La Champions League maduró como producto y los equipos se llevaron los cinco campeonatos siguientes. El campeonato de 1995 se lo llevó el Ajax de Amsterdam ganándole al Gremio de Porto Alegre. Esta copa que presume Johan Cryuff aunque no hizo nada en este título. En 1996 el campeón fue la Juventus de Turín, que le ganó al River Plate en un partido donde la mitad mas uno de Argentina fue bianconeri. En 1997 el Borussia Dortmund de Alemania hizo café brasileño con el Cruzeiro. En 1998 el Real Madrid hizo churrasco brasileño con el Vasco da Gama y en 1999 David Beckham del Manchester United le enseñó a los jugadores del Palmeiras de Brasil a jugar al fútbol y a vestirse como niños bonitos.

El 2000, el final, el final de la historia. El final.

Jugador del Porto a punto de ser fauleado por un compañero suyo y por un futbolista del Once Caldas en la última final.

La Copa Intercontinental resultó ser un gran negocio para la UEFA y para la CONMEBOL. Japón le pagaba millones de euros a los equipos europeos y millones de dólares a los equipos sudamericanos por ir al país asiático a comer sushi, ver películas de Godzilla, grabar anuncios para el Pro Evolution Soccer y jugar al fútbol. La FIFA y el resto de las Confederaciones querían quedarse con esa tajada de pastel. Los campeones de África, Asia, Oceanía y de la CONCACHAFA le pidieron a la FIFA que los dejara participar en la Copa Intercontinental. Como estas confederaciones tenían cinco veces mas votos que todos los que podrían juntar Europa y Sudamérica, Joseph Blatter, presidente de la FIFA, le pidió de favor a la UEFA y a la CONMEBOL que dejara jugar a los campeones de África, Asia, Oceanía y la CONCACHAFA. Los clubes europeos y sudamericanos le contestaron a Blatter que sí los campeones de las demás confederaciones querían participar en la Copa Intercontinental lo iban a hacer de recoge balones, taquilleros y vendedores de cerveza.

Blatter se enojó y organizó su propio torneo en el 2000 (Con juegos de azar y mujerzuelas), al que llamó Copa Mundial de Clubes. Pero para demostrar que no había rencores, el sí invitó a los campeones de Europa y Sudamérica. El torneo se organizó en Brasil y tuvo un nivel malísimo, debido a que se jugó en las mismas fechas del carnaval de Rio de Janeiro. El torneo lo ganó el Corinthians de Brasil, pero eso no fue lo mas relevante de la competición. La nota mas importante del Mundial de Clubes fue que Don Ramón llevó al Necaxa de México a ganar el tercer lugar del torneo después de ganarle al Real Madrid de Raúl. El Balón de Oro del torneo se lo llevó Don Ramón y Joseph Blatter no le dió otro no más porque no llegó el Necaxa al la final.

Regresando a la Copa Intercontinental, después del inútil intento de la FIFA por apropiarse del torneo, el Boca Juniors le ganó al Real Madrid en la final del 2000. Mauricio Macri, presidente de Boca, contrató a Don Ramón para que motivara al cuadro xeneize y les compartiera la táctica que uso el Necaxa para ganarle al Madrid. En el 2001, el Bayern Munich le ganaría al Boca Juniors que ya no tenía como consultor a Don Ramón después que el Señor Barriga no lo dejara viajar a Japón hasta que le pagara los 14 meses de renta que le debía.

El Real Madrid de los galácticos le gano al Olimpia de Paraguay en la final del 2002. La verdad hubiera sido el colmo si ese Real Madrid de Roberto Carlos, Raúl, Figo, Zinedine Zidane y Ronaldo no le hubiera podido ganar al Olimpia. En el 2003 se dio un duelo de catenaccio entre el Boca Juniors de Bianchi y el Milán. El Boca Juniors ganó en un partido que resultó ser una gran medicina contra el insomnio. Y la última última última última edición del torneo fue el 2004 cuando el Porto le ganó al Once Caldas por penales 8-7, haciendo que el Porto casi quedara como una vergüenza en la historia del fútbol europeo. Y pensar que el Once Caldas casi fue el mejor equipo del mundo, sólo por un penal de diferencia.

Campeones de la Copa Intercontinental

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