Fernando Botero

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Fernando Botero
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Para que sepa lo que se siente
Personal
Nacimiento Defunción Chimbombia, 1932
2023
Estado actual muerto
Lugar de residencia Medellín, Nueva York, McDonalds
Sobrenombres Fernando Gotero
Su obra
Se dedica a Pintar gente flaca para hacerla parecer gorda
Origen Familia de seno flaco
Hazañas logradas Estar vivo y ser colombiano
Relaciones De vez en cuando, ya no es muy joven
Enemigos Los anoréxicos
Obras Abarcan desde los temas más variados y actuales como la tortura de los gordos, cárceles para gordos, sexo para gordos, videojuegos para gordos, hombres y bodegones gordos.
Poderes Engordar todo lo que pinta
Objetos Una cubeta de pintura de lienzo con grasa de hamburguesa
Cita3.pngY decían que la televisión engordaba.Cita4.png
Modelo de Botero luego de verse en la pintura terminaba.

Fernando Botero fue un reconocido chibchombiano con malvada barba blanca de candado. También tiene un reconocimiento universal por pintar personas, animales, quimeras, sentimientos o las demás cosas que existan de manera obesa, o con caras normales y patas gordas o con caras y cuerpos delgados, pero extraordinarios glúteos. A esa exageración erótica, la historia del arte ahora le llama Boterismo.

Biografía

Ésta era su mascota.

Botero nació en Medellín, en el pequeñito seno de una delgada familia que influyó mucho en su posterior búsqueda de la voluptuosidad. En 1944 asistió a la escuela de toreros, donde toreaba solamente famélicos becerros mientras los mejores toreros tenían jugosos toros que podían comer luego de matarlos.

Así que Fernando fue al psicólogo, donde el psicólogo lo hizo dibujar sus pensamientos y aunque ese psicólogo posteriormente llevó las obras de su paciente a sus colegas para que todos pudieran reírse de lo lindo, le recomendó que las expusiera en una galería para que el público en general también fuera feliz y risueño.

Realizó ilustraciones para un periódico, con lo que pagaba sus estudios, redactó un artículo sobre Picasso lo que acarreó la expulsión de ese periódico, pues le pagaban para que dibujara, no para que redactara. Luego que le pegó al director, se dedicó exclusivamente a su obra.

Bogotá

Una vez terminados sus estudios secundarios, viajó a Bogotá donde tuvo contacto con los intelectuales colombianos más importantes de la época y los dibujó bastante gordos, que realmente los hacía ver más apuestos, así que le organizaron una exposición individual donde las y los edecanes eran casi copias exactas de sus trabajos. En su estancia en la capital, ganó un segundo lugar en concurso y una llamada de atención de la sociedad nutricional de Colombia.

Europa

En esto creía.

Con el dinero recibido por el premio, con la venta de alguna de sus obras y con ciertos recursos de un asalto a un banco por una persona con disfraz de gordo, Botero emigró a Europa aunque se equivocó y llegó a España. En esas tierras se dedica a dibujar a Francisco Franco un poco más cachetón que de costumbre, lo que encantaba al dictador.

Poco tiempo después, es expulsado mediante catapulta a París donde se vuelve una celebridad en campañas promoviendo la anorexia, y de ahí es enviado con patadas a Florencia, donde estudia con el fantasma de Leonardo da Vinci y se vuelve un genio.

América

De esta forma veía sus influencias.

Cuando fue deportado de Italia, Botero quiso exponer en Bogotá sus cuadros que realizó en las europas, pero los colombianos estaban muy decepcionados porque antes se había ido sin pedirle permiso a nadie, lo que le acarreó una fría recepción. Ya que no lograba vender ni una sola obra, tuvo que hacer lo único que podía, ir a Tepito a regatearlas, logrando mucho éxito en México y un acento chilango.

Un año después, ya bastante adinerado, viajó por primera vez a Nueva York donde gracias a su barba de candado logró la fama y el estatus social, pues ahí no necesitó engordar ficticiamente a las personas, sino que las pintaba tan como eran o simplemente les tomaba fotografías.

Fama

En esto cabalgaba.

En 1960, Botero regresó a Nueva York para instalarse definitivamente, aprovechó su estancia para una noche re-esculpir la Estatua de la Libertad, con su característico estilo, los neoyorquinos no lo vieron mal, sino que hasta se acostumbraron, pero los franceses (dueños originales de la Estatua), sí lo vieron mal y se la llevaron, lo que sí molesto a los habitantes de Nueva York, culpando a Fernando de todo lo malo de la ciudad, como el robo, la prostitución y la corrupción de sus políticos.

Cuando le hicieron una liposucción en París, la devolvieron y ese trago amargo quedó en el olvido. Para ello Botero se había hecho muy pobre y vivía como vagabundo, la que notoriamente es una segunda profesión muy popular entre los artistas. Durante el desasosiego de esa etapa pintó una Mona Lisa cachetona y muy simpática que intentó vender al Museo de la Ubre, pero que fue rechazada porque tenían ya la original; muy inteligente robó la que estaba hecha por Da Vinci y los curadores del museo no tuvieron otra alternativa que comprar la versión de Botero antes de que alguien se diera cuenta. Esa Gioconda pasada de peso se encuentra actualmente tomando el lugar de la original y sólo muy pocos se han percatado del engaño.

Con el dinero obtenido, en 1962, fue organizada en Estados Unidos su primera exposición masiva, con apoyo de la prensa, las galerías... Es decir, la mafia en general. Así es como Botero empezó un periodo de muestras y exposiciones en todo el mundo y Colombia, que para ese tiempo se consideraba un planeta externo.

Hasta la actualidad conserva su fama y su preciado dinero, producto del mal habido hábito de pintar. Es el único artista vivo que puede presumir tener salas permanentes en museos de América y Europa, donde lo dejan quedarse a dormir cuando visita los países para ahorrarse lo del hotel. Sus exposiciones son conocidas en ciudades desde Londres hasta Ukelele, desde Quebec hasta Santiago, hasta la ciudad de los Antiguos en la Antártida.

Estilo

Así dibujaba. La modelo es una señorita de 40 kg de peso, pero así es el estilo.

Desde sus inicios Botero recurrió a escenas costumbristas, pues era más sencillo ver que hacían sus conciudadanos con sus tiempos libres que inventar, soñar o copiar otra cosa. Al principio tenía una pincelada suelta de colores oscuros ya que pintaba con carbón, pero desde que no tiene que elegir entre comer o pintar, puede recurrir a colores claros y contornos más definidos.

En su obra reciente, Fernando dejó de pintar a sus primas desnudas comiendo naranjas gigantescas y ha recurrido a temáticas más obscenas, con la situación política colombiana y mundial, por ejemplo tiene una serie donde presenta tortura y los horrores de la guerra, pero que en su estilo visual nos hace pensar en cómo podría ser el dolor para el fantasma de malvavisco de la película Cazafantasmas, suavizando el impacto visual.

Por otro lado, muchos se habían preguntado como lograba trasladar las imágenes de la realidad conocida por nosotros a contextos mucho más gordos, o sea, como podía engordar lo que pintaba. El mundo del arte definió este estilo como boterismo (donde las mismas letras que conforman el nombre son bes, os y emes, letras redonditas), aún sin entenderlo bien. Una de las teorías más aceptadas hasta el momento es que no utiliza acuarelas u oleos convencionales, sino que son especiales, mandados a hacer a KFC con la receta secreta.

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