Santa Muerte
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ATENCIÓN: Este artículo no es apto para fanáticos Su lectura puede causar incendios de embajadas y hacer llorar sangre a las estatuas de la virgen. |
La Santa Muerte es una figura religiosa y único santo mexicano (sin mencionar a El Santo), cuya función es conceder deseos y favores con mayor eficiencia que sus congéneres.
Con elementos de magia negra, blanca, roja, vudismo, regionalismo y comunismo, recibe peticiones que demás estatuas de yeso santos no atienden sea por pereza o por selectivistas. No así la Santa Muerte que se afilia a cualquiera que pueda pagar sus servicios[1].
Debe quedar claro que la adoración no es a la Muerte violenta que todos quisiéramos sufrir, sino a este concepto de "ángel exterminador" enviado por su deidad superior.
Para los interesados en la versión menos seria y verídica, Wikipedia tiene un artículo sobre: Santa Muerte |
Historia
Mesoamericanicidad
Desde épocas prehispánicas, los indígenas, de los cuales seriamente creemos algo sádico, adoraban todo aquello que tuviera cráneo (uno o más), huesos y el hígado colgando. Con esa imagen encontramos al dios Mictlantecuhtli (del náhuatl: qué miedo me da, y qué risa también) quien regía el mundo de los muertos (igual a Jack Skelleton, pero con penacho guerrero).
Conquista
Luego los españoles (por aventura, error o accidente) llegaron a conquistar México. Estos se percataron que sería muy difícil dominar a un pueblo que adoraba a culebras con nombres tan difíciles de pronunciar. Joer[2] decían los curas, si estos salvajes adoran a ídolos con nombres vascos y moros, deben de ser obra del demonio. Son unos salvajes. Vamos a civilizarlos cambiando sus idolillos por la estatua de un carpintero judío desangrándose en una cruz, quizás no fue exactamente como lo dijeron, pero así sonaron.
Colonialismo
A los indígenas de México no les gustó la idea de dejar a sus dioses por barbudos y comenzaron a adorar a sus deidades secretamente. Si no lo hacían así, iban a ser cocinados al pastor por la Santa Inquisición. En su templo principal colocaban imágenes de sus ídolos detrás de los santos cristianos. Si venía un español, se activaba un complejo mecanismo de puertas y poleas (similar al de la Baticueva) que cambiaba a los dioses indígenas por santos cristianos con un solo botón debajo del mostrador.
Pero el condenado mecanismo dejó de funcionar, la garantía tenía tres siglos de haber expirado. Las imágenes se mezclaron y comenzaron a ver a un Jesucristo practicando el Juego de Pelota, a la Virgen con penacho y a Mictlantecuhtli vestido de Santo Tomás de Aquino con una guadaña que honestamente no sabemos de dónde salió.
En el siglo XIX el culto al Mictlantecuhtli franciscano empezó a ganar adeptos entre la población no indígena de México (como personas de color negro, campesinos explotados y contrabandistas de vino y cosas), porque ese dios sí les cumplía. No como los santos cristianos clasistas o los partidos políticos. Los mexicanos rebautizarían a Mictlantecuhtli con nombres más fáciles de pronunciar como la Santa Muerte y Doña Blanca.
Posadas
En México, José Guadalupe Posadas es ampliamente conocido por muy pocos como el artista plástico que popularizó las calacas en cuadros y en figurillas, aunque cómicas y caricaturescas del Señor Santa Muerte. Posadas fue condenado a morir en la hoguera por ello. Sin embargo de esta forma, el culto a la muerte (qué macabro suena eso) resucitaría de sus cenizas, como el caballero del Fénix, en el culto y sacro territorio del barrio bravo de Tepito.
Culto
Como todos sabemos, los santos mexicanos alcanzaron una categoría VIP cuando comenzaron a salir en los programas "Cada quien su santo", y demás bodrios, porquerías transmisiones televisivas, ya no querían responder las llamadas de la gente normal. Incluso al mismo Santo indígena, Juan Diego Calzón Sin[3], se hizo famoso que ya ni sanaciones milagrosas daba a sus feligreses el muy cabrito.
Es por ello que la gente humilde (a la que Wikipedia en su artículo sobre la Santa Muerte llama narcotraficantes y comerciantes piratas con el único ánimo de discriminar) comenzó a adoptar su propio sincretismo religioso, es decir, hicieron copias piratas de los preceptos católicos y le pusieron la cara del símbolo de veneno, ofreciéndole mota, coca y otros productos de su trabajo, y anocheció y amaneció el primer día.
Barrio bravo de Tepito
Tepito es un barrio en el corazón[4] de la Ciudad de México, mejor conocido por ser autónomo, soberano, tener sus propias leyes tribales y ser el lugar de piratería más grande del mundo, centro del culto santísimo-mortiano.
No es que digamos que debe dar miedo entrar ahí, puedes entrar sin miedo, pero vas a salir igual de robado y estafado que cualquier cobarde. Pero no todo puede ser tan malo ¿o sí?[5] De esta forma la gente del barrio de Tepito el Chico ha fabricado su propio culto religioso y muchos templos para predicar su fe[6], la cual, en estricto sentido, es más barata que la amplia oferta actual. En ese lugar son muy a sus creencias, si alguien llegase a burlarse de la Santísima, terminaría en una caja, tres metros bajo tierra, o envuelto en algo como un condón gigante, a tres metros sobre suelo ¡Cuidado ateos extremistas!
Conversión
Los seguidores de la Santa Muerte son reconocidos por tener todo lo que piden a esta señora flaca; sin embargo, no todo en la vida es gratis (a menos que tú mismo lo robes, que es lo común del feligrés promedio).
Para convertirte basta con sólo llegar a un templo de adoración (se reconocen fácilmente por sus juegos de té chinos y la osamenta vestida de novia en menor medida) y pedir honorablemente el favor de la parca. Después las personas a tu alrededor empezarán a aplaudir y serás llevado a la habitación a darte las dos partes de la iniciación.
Peticiones
Para pedirle favores, no debes ir a misa todos los domingos; los grandes jefes de la secta son flojos y no se levantan tan temprano, a veces no se levantan en todo el día. Para pedir un favor sólo debes encomendarte a la flaca y rezarle una que otra vez.
Después de cumplida tu petición, viene lo bueno. Deberás de hacerle fiestas en honor a ella, colocar un altar y dedicarle una canción. (Su canción favorita es Woman de los escarabajos británicos). Además, en ninguna celebración a la Santa Muerte pueden faltar ingredientes esenciales como lo son el pan, el agua y una pasta que podemos interpretar como atún de pollo, que son alimentos de alto contenido vital y energético, probablemente de ahí es de donde saca sus poderes cumplidores.
Si llegases a fallar en hacerle su fiesta a la Santa Muerte o no le brindas sus sagrados alimentos podrías sufrir fatales consecuencias, tales como perder tu casa, perder tu familia, perder la vida o perder el miembro, o peor aún, perder el tiempo como lo haces leyendo este artículo.
Conseguir una imagen
Obtener una Santa Muerte debería ser relativamente fácil, se necesitan:
Debería quedar así:
Recepción en México
La competencia desleal
Por supuesto, los primeros en protestar fueron los fundamentalistas católicos que han conservado el monopolio de las imágenes religiosas y las estampitas de santos durante mucho tiempo, como algunos dirían "500 años fregados, pero cristianos"[7].
Y tampoco puede competir contra las celebraciones de la Santa Muerte, que son más divertidas que las misas católicas porque incluyen todos los pecados, incluyendo tocadas rock and roll, en este caso llamada cumbia metalera.
El Obispo ha acusado al Culto de la Santa Muerte de ser diabólico y ha mandado destruir los altares y lavarles los ojos con jabón (y no del neutro, sino del de polvo) a los adoradores. Esta acusación nos recuerda a la hecha a John Lennon por decir que los Beatles eran más populares que Jesuscristo, y qué razón tenían.
Gobierno
Desde los altos compadrazgos políticos, el Cardenal y sus amantes arzobispos han buscado que el gobierno de México no reconozca a la Santa Muerte como religión, amenazando con condenar al presidente constitucional y al resto de la clase política a arder por siempre en las llamas del infierno o a despachar entre los balazos de la violenta frontera norte del país.
El gobierno mexicano, ni tardo ni perezoso, revisó que el Culto de la Santa Muerte estaba violando el artículo 24 de las leyes mexicanas que menciona:
Todo hombre es libre para profesar la creencia religiosa que más le agrade y para practicar las ceremonias, devociones o actos del culto respectivo. Siempre y cuando el culto seleccionado cumpla con pagar una cuota de protección a la Iglesia Católica, Apostólica y Ramona, que tiene el derecho de antigüedad sobre el territorio mexicano y las almas de sus habitantes.
Al ver que el culto a la Santa Muerte estaba atrasado en el pago de sus cuotas, el gobierno de México le canceló el registro.
- Vease también: Respuesta de la Santa Muerte a Secretaría de Gobernación
Pueblo
El pueblo mexicano se encuentra en un estado muy interesante respecto a este tema. Se divide en tres formas de pensar:
- Los que son conservadores y piensan que es un pecado creer en que la muerte de algún modo puede ser santa;
- Los liberalistas y capitalistas que siguen la última moda y dan su fe a lo más nuevo en el Top de Religiones, para así seguir creciendo y que la Santa Muerte les pueda llegar a cumplir su sueño; y,
- El pueblo más pueblo de México, los hombres comunes y corrientes (más corrientes que comunes) a los que les importa un comino lo que la iglesia y la autoridad digan de su venerable santa con cabecita blanca de algodón con dientes de mazorca.
Esto ha generado opiniones encontradas en el pueblo mexicano. Se han dado reportes de revueltas en partes del país. Pero no han llegado a superar las muertes que provoca día con día la guerra contra el crimen organizado y el narco.
Cabe destacar que últimamente las tendencias de la moda por este Santo han cambiado y han perdido feligreses. El Top Religión 2010, publicado por la Revista Expansión, ha reportado a San Judas Tadeo como el nuevo dueño de los domingos de los niños y de las limosnas de las familias ¡qué volubles somos y no nos importa!
Recepción en el extranjero
Por lo general, la población europea o sudamericana tienen cierto morbo con el culto de los mexicanos hacia la muerte, pero también temor y lujuria, pero sobre todo temor a lo desconocido.
No comprenden cómo es que los mexicanos son los únicos que adoran una osamenta vestida de novia sobre una mesa, a la que le encienden veladoras y se la tatúan en el orto.
El culto a la Santa Muerte fue importado a los Estados Unidos por los migrantes mexicanos, aprovechando que el TLCAN menciona que las religiones están libres de aranceles y pueden trasladarse sin restricciones en los tres países de América del Norte.
Hollywood vio una buena oportunidad y compró los derechos de la Santa Muerte a cambio de una reforma migratoria para los mexicanos en Estados Unidos. Los estudios hollywoodenses han aprovechado el nombre de Doña Blanca para hacer una fortuna con filmes como la Película de la Santa Muerte y series como Ghost Whisperer, CSI y Bones.
Adore también
Referencias
- ↑ Eso sí, si no le pagas lo convenido te rompe las piernas.
- ↑ Traducción literal del verbo Joder.
- ↑ Al que la Iglesia quiere nombrar fuente de unificación entre los mexicanos, pero la realidad es que no ofrece nada, y uno le pide atropeyen al que te robó la bicicleta y él sale con mensajes de amor y tolerancia, puras tonterías.
- ↑ Específicamente en el ventrículo derecho.
- ↑ Pues sí.
- ↑ Que no son más que lonas con flores.
- ↑ Libraco.
Artículo destacado Este artículo ha sido destacado en la Portada por decisión popular. Los rumores sugieren que sus autores fueron instruidos |
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